jueves, 31 de diciembre de 2009

De Viaje. Impacto Uno.

Arrastro mi maleta sobre la nieve, son las seis de la tarde (es noche cerrada) y hay patos sobre la superficie del lago que está helado. Dos grados bajo cero. Viento. Me advirtieron del frío. Me alertaron de la necesidad permanente de guantes, gorro, bufanda y ahora se lo agradezco. El aliento de mi respiración hace un vaho leve que se expande en la negrura. A dos manzanas de la casa de mi hija me cruzo con un gato ¡cómo sobrevivirá en este clima hostil! No es negro ¡menos mal! Mi madre decía que traían mala suerte.

Me dispongo a disfrutar de una semana de vacaciones en el país ganado al mar. En las estrechísimas escaleras de acceso a la casa de mi hija abandono mi crítica corrosiva de anciana y activo al límite la niña que pervive en mí para apreciar cuánto hay de vida en cada detalle de su casa: plantas, cremas de gama alta que no usa, post it de colores, libros en varios idiomas, partituras, resinas y ¡Casiopea! la tortuga ninja (es broma) que come lechuga de una manera casi salvaje y se aletarga cuando la calefacción baja de veinticinco grados. Descubro la casa palmo a palmo con mi guía de lujo, orgullosa de lo que va consiguiendo con su talento, su esfuerzo, sus contactos y duermo bien tras un vuelo que me ha traído de Sondica (España) a Bruselas (Bélgica) y desde allí -en tren- hasta Rotterdam (Holanda). Mañana será otro día. Duih (adiós en holandés).

jueves, 24 de diciembre de 2009

Anudarse a Dios

Hemos tenido una avería en el blog que ha tenido la página fuera de servicio casi una semana. ¡Muchas gracias por su solidaridad, paciencia y sus mensajes de correo electrónico!

Como mini-detalle navideño deseo compartir con ustedes una idea que aún siendo muy sencilla (o quizá por ello) me fascina:

"... Cuando la mente está sosegada, en silencio y sin apegos, el pensamiento es un hilo que se anuda a Dios...".

El pensamiento, un hilo (acaso vertical desde el coronario -tope alzado de la cabeza- hasta el celeste y más allá). Que se anuda, se ata, se engancha... a Dios ¡qué bonito! ¿no les parece? Sea cual fuere su Dios, que hoy les acompañe entre manjares y manteles, entre pucheros, que decía Santa Teresa.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Marathon

Me preparo para impartir un curso de Coaching Creativo en Aragón a una veintena de profesionales de todos los sectores. En su mayoría listos, guapos, jóvenes, licenciados. Lo esperan todo (expectativas altas). Lo anhelan todo (máxima curiosidad). Cojo carrerilla: preparo apuntes, enfoque, dinámicas, desafíos, desconciertos. La creatividad ha de ser todo eso y mucho más. El Coaching es todo ello y mucho más. Un curso completo no basta para palparle las entrañas a esta profesión. Si lo preguntan, lo diré... a pesar de que entre los alumnos hay tres personas de la organización y -acaso- les resulte incómodo escucharlo. Es mi verdad, lo único que tengo.
En 2009 poseo siete formaciones completas en Coaching y a ratos siento que aún no basta. No es que sea perfeccionista -que lo soy- sino honesta. Ser entrenador es un marathon (una carrera de largo recorrido) no un sprint de seis meses a tiempo parcial y fines de semana dispersos como las nubes con ventisca.

Hoy he pasado un rato de mi jornada analizando los perfiles de los alumnos: directivos-funcionarios, directivos de banca, jefes de recursos humanos, propietarios de pequeñas empresas, profesionales liberales y muchas mujeres (the woman power). Interesante.

Como saben, el Coaching es:

Una emergente profesión.
Una poderosa herramienta empresarial del siglo XXI.
Un diálogo socrático profesional y estructurado enfocado al logro de objetivos. Y un estilo de liderazgo, entre otras cosas.

Quiero pensar que muchas de estas personas desean implementar el Coaching como un estilo de liderazgo en sus respectivos empleos. Lo digo porque -si lo preguntan- me veré obligada a informarles de las últimas estadísticas del sector: sólo el 5% de todos los profesionales que se forman consiguen vivir del Coaching, es decir, comer, merendar e incluso pagar la ortodoncia de los niños. Cinco por ciento.

Claro que hay una sed infinita de Coaches en España, en Europa, y en el mundo, y que en épocas de turbulencia -como las actuales- campa el desconcierto y las empresas buscan por tierra mar y aire aquello que pueda resultar la panacea o el sucedáneo más cercano. Claro que hay necesidades por cubrir. Desde luego que existen modelos inspiradores como mi admirado Whitmore, como el desafiante Cardon, como el encantador Dilts. Desde luego que en España tenemos algunos tops del entrenamiento: Cubeiro, Germán de Nicolás, Viviane Launer... personas que llevan casi una década trabajando afanosamente en la gestión del cambio, de las personas... ¿del mundo? Son pocos, poquísimos: podemos contarlos con los dedos de dos manos y a su formación específica añaden una poderosa trayectoria en el mundo de la empresa, del liderazgo, los equipos, las personas... y una experiencia vital no exenta de disgustos, ruinas, separaciones, muertes y descalabros con los que la existencia nos forja en el marathon del vivir y del servir. Los buenos Coaches escasean y quien desee pertenecer al exclusivo club privado del cinco por ciento ha de muscular habilidades de todo tipo: paciencia, humildad, sabiduría, ser imbatible al desánimo, no aceptar un no por respuesta, ser genuino, único. ¿Cómo transmitir todo esto en unas horas mientras se enseñan bases teóricas, herramientas, dinámicas y metodologías? En esa dificultad radica la diversión. Una vez más corramos juntos el marathon, esta vez en Aragón. Rima en consonante ¡guay!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Desnivel

Caen los primeros copos de nieve sobre la ciudad sin nombre. Conviven ricos y pobres, gordos y delgados, saludables con enfermos, tullidos y atletas, listos y tontos, cultos e ignorantes, creyentes con ateos, hetero con homosexuales, comunistas, capitalistas...

En la ciudad sin nombre caen los primeros copos de nieve. Cero grados. Viento del norte. Golpea la base de la pirámide de Maslow y la base de la lógica: entiéndase, los pobres de bolsillo que no de corazón. Me siento privilegiada de pertenecer al cinco por ciento de la población mundial que tiene colmadas sus necesidades vitales.

Se acumula el blanco en los jardines. Mueren los ciclámenes y las begonias como muere la esperanza de algunas personas cansadas tras la batalla de unos años de sueños que no acaban de cuajar como lo hacen los copos sobre las aceras. Sal en las heridas de los más débiles, sal sobre las aceras de la ciudad sin nombre. Invierno.

viernes, 11 de diciembre de 2009

La magia del ¡Aja!

Entreno a un hombre de 38 años -al que llamaremos Josu para preservar la confidencialidad- que trabaja de orientador escolar en un colegio privado de Euskadi y que -en su momento- se licenció en Psicología en la Universidad del País Vasco. Es hijo, esposo, amigo, deportista... y -sobre todo- es filósofo, así que en nuestra cuarta sesión de Coaching dedicamos casi tres horas a bucear en el núcleo duro de su sentir. No estuvimos todo el tiempo centrifugando el pensamiento socrático, el estoicismo y las raíces esotéricas de la Biblia... "sólo" la última hora y media cuando su alma se decidió a emerger como un corcho en la marea de sus pensamientos-sentimientos-anhelos más profundos para el presente-futuro.

Reformulemos el relato. Trabajo con un hombre de 38 años que es un filósofo y al que llamaremos Josu que ocupa el rol de orientador escolar en un centro docente de Vizcaya y que estudió psicología porque ya hace veinte años le apasionaba reflexionar. Tras ocupar diversos puestos de trabajo en varias organizaciones, hace un año aterrizó -casualmente ¡paradojas del destino!- en el colegio en el que estudió siendo adolescente. Ahora que ocupa el cargo de orientador desea llenarlo de contenido para que le renueven el contrato y -según descubrimos juntos- para colmar una vocación que lleva mucho tiempo esperando manifestarse en "la densidad de la materia".

En nuestros entrenamientos hemos definido de una manera Smart el objetivo que persigue y hemos establecido plazos, metas volante, indicadores, planes de acción y casi protocolos ya que Josu se caracteriza -entre otras cosas- por su disciplina y rigor plasmando sus ideas por escrito. Otra cosa es su ejecución, razón por la que le pareció esencial contar con un Coach que anime-apoye-acompañe-estimule-oriente y haga un seguimiento de su desarrollo profesional durante el curso 2009-2010 de manera que culmine con la renovación del contrato y subida salarial.

Y en esas estábamos cuando derivó hacia su anhelo de conciliar lo que es su pasión más profunda: el estudio de la filosofía, la investigación de las religiones más o menos ortodoxas y el pensamiento de la humanidad desde que existen registros documentales, con su actual empleo. Lleva sus 38 años de vida planteándose ambos caminos como irreconciliables senderos paralelos olvidando que toda línea recta acaba encontrándose con otras en el infinito.


En la cuarta sesión se produjo ese maravilloso ¡aja!, ese clic que a ratos vemos los Coaches en nuestras sesiones cuando una persona alcanza a trascender su pensamiento lineal-estructurado-racional-trillado para conectar con una chispa de genialidad que abre un camino de exploración y gozo. Josu pronunció su ¡aja! con ojos brillantes mientras yo le sostenía la mirada y asentía sin decir palabra. De golpe (y por primera vez) comprendió que su vocación más profunda no tiene por qué estar disociada de su trabajo cotidiano; bien al contrario, desde la filosofía, espiritualidad y reflexión podrá trabajar más y mejor transformando su empleo en un cauce donde volcar lo mejor de sí mismo "en la densidad de la materia". Algunos lo llamarán misión -y lo es-, otros vocación -y lo es- e incluso escritores como Viktor Frankl hablarán del hombre en busca de sentido...

Gran día para ambos, culminado con la magia del ¡Aja!

martes, 8 de diciembre de 2009

Mil gaviotas

No sé en su tierra, en el Cantábrico es costumbre -cuando se pasea por la playa y se alcanza el límite de un lado- tocar en la roca con la pierna derecha si eres diestro y con la izquierda si eres zurdo y comenzar el paseo hacia el otro lado por la orilla, vadeando las olas que suben y bajan a un ritmo manso, de maaaaambo. Dos veces he tocado la roca con mi pierna izquierda tras caminar unos cuatro kilómetros sobre huellas de perro grande, mediano y pequeño; de gaviota y pajarillo; de suela de rayas, de puntos, transversales, de líneas paralelas y de todos los tamaños; también pies descalzos, en un diciembre con dieciséis grados en la festividad de la Inmaculada. Hoy es un día sagrado para mí. Todavía no desvelaré el porqué.

Hay parejas de largo recorrido -como lo trenes- que van del brazo y se apoyan el uno en el otro contra la soledad, el desgaste, los años y acaso las decepciones del vivir. Hay parejas de quita y pon -como los sombreros- que con el primer vendaval se van al garete. Hay parejas de conveniencia y hasta de pre-pago, como los móviles. De todo sobre la arena en un martes festivo -con nubes y claros- antes del momento del aperitivo en las terrazas y en los garitos de postín. Martini blanco-Martini rojo con aceitunita y poco hielo.

Los ritmos marcan las mareas, los ritmos marcan otras cosas. Por ejemplo, hay quien arrastra los pies por la arena y zigzaguea en ninguna dirección. Por el contrario, hay quien se marca un objetivo y camina con determinación sorteando la espuma de las olas y los atletas que corren y sudan porque también tienen una meta: conservar la salud, el peso, el optimismo, la flexibilidad, las neuronas o todo ello a la vez. Me explicaré: no es que unas cosas estén bien y otras mal. Hoy es festivo y cada cual deshoja la margarita del tiempo como quiere: a ritmo de samba, de salsa, de maaaaambo, de footing, o de lo que sea... Lo que ocurre es unos consiguen vaguear la mente y el cuerpo ociosamente, y otros ponerse en forma, desafiar sus propios límites y fortalecerse.


El caso es que mi paseo de dos horas por la playa ha resultado metafórico. He recogido una piedra redondita y plana para Ella: la mujer que hoy cumple 25 años y que es mi tesoro... como si yo fuera el gólum de la peli (a lo mejor es lo que soy, je je). Y he respirado el aire del Cantábrico por y para Ella que vive taaaaan lejos de su tierra: en otro país también de tradición marinera, Holanda. Un cruce de caminos, sobre la arena de la existencia, hace hoy 25 años, cuando nació en un acto hermoso ausente por completo de dolor, para excepción de los manuales de ginecología. Mil gaviotas sobre el mar... en el cumpleaños de la sirena ;-D

sábado, 5 de diciembre de 2009

España languidece

España languidece. Hoy he viajado cuatrocientos kilómetros de paisajes yermos, cuatrocientos kilómetros de tendidos eléctricos en los que las águilas reposan y aguantan los vientos de la tramontana que decapita las últimas hojas de los árboles. La plaza mayor del pueblo -de cualquier pueblo- aparece despoblada de paisanos y -en las esquinas- grupúsculos de emigrantes en paro pasan las horas al frío del invierno que comienza. Muchos han venido de los países del este y han perdido sus trabajos en el sector de la construcción. Negro porvenir. Suenan las campanas de la iglesia del pueblo -de cualquier pueblo- y sólo los ancianos acuden a la llamada encorvados por los años, la artrosis y el desaliento. En los bares juegan a las cartas una tarde entera con un carajillo de coñac enfundados en boinas empolvadas, pantalones azul obrero y palillos en la boca. España parece haber perdido el tren de los tiempos modernos como el reloj estropeado de algunas estaciones por las que ya no pasa la Robla.


He caminado más de diez kilómetros monte arriba por el Valle de Tobalina divisando el bellísimo pantano de Sobrón repleto hasta los bordes y habitado de zarapitos. A decir de los lugareños está lleno de mejillón cebra, una auténtica plaga. Los buitres, las cornejas y los cuervos hacen círculos entorno a cualquiera que esté quieto más de un cuarto de hora en las alturas. Cumplen con su instinto carroñero. Parecido a la codicia de quienes calcularon que el ladrillo era una teta ilimitada. Desde los montes divisas con prismáticos muchas construcciones abandonadas en la primera planta: tabiques al aire, columnas, hormigón que estropea el paisaje y el alma.

Por la tarde -en otro pueblo de la España que languidece- he observado a muchos jóvenes en chándal con pendientito en la oreja e incluso en la nariz. Muchas jóvenes en exceso maquilladas con pantalones dos tallas inferiores a la suya, muchas motos haciendo ruido y contaminando el silencio por lo demás escandaloso de lugares en los que no existe actividad alguna. Las huertas vacías, los aperos de labranza en un rincón con telarañas, el ganado custodiado por los perros que asustan en mitad de la campiña cuando te rodean. Hay setas de todas clases y colores, hay castañas que nadie recoge, hay cientos de bellotas de roble, hay ciervos que cruzan raudos el sendero en busca de agua, hay ardillas que huyen de los humanos y uno se pregunta qué razón tendrán ??!! y hay jabalíes a los que disparan muchos cazadores que hoy también hacían acto de presencia por los bellísimos montes de Castilla-León.

Out. Ha sido un día alejada del asfalto y próxima a una realidad que no suelo contemplar. La ciudad lo enmascara todo con sus luces, con sus pompas. Conviene no perder pie en lo real y -si es posible- hacer algo por mejorarlo.

Cotidianidad

Me visitan en el despacho asesores en declive. Terminadas las subvenciones europeas (tripartito), las agendas de innovación, los planes berrilan y la milonga de la formación cura-lo-todo se les despiezan los negocios sin hallar repuestos al puzzle ganapan. Buscan en el Coaching la panacea que no es. Porque el Coaching es vocación, es sudor y lágrimas, es creer para crear junto a las personas, para las personas, desde las personas. De verdad, porque de otro modo no funciona y se nota. El Coaching no es un juego intelectual, ni un juego de poder: yo sé, tú no sabes (postura del consultor); ni un juego psicológico como quieren presentarlo algunos.

El Coaching es un debate profundo en el que cada cual se mide con su propio potencial y esa batalla sólo se gana desde dentro. Conócete a ti mismo y habrás conquistado el mundo. ¿Quién está de veras interesado en conocerse? Ni siquiera algunos de mis mejores clientes. ¡¡Es taaaaaaaaaaaaan duro! Exije coraje, valentía, aguante al desafío, encaje para el feeback. No es para cualquiera. Tiene un alto precio en abordaje de la incomodidad y en gestión de la incertidumbre. No estamos educados en esto. No estamos educados para esto. El estado de bienestar era otra cosa... o eso nos vendieron.

Buenos tiempos para la lírica. Buenos tiempos para los amantes del cambio como lo único permanente, de la acción como lo único que mueve la vida. Malos tiempos para los asesores tradicionales. ¡¡Atrévanse a ser, Sres.!! Sin corbata, sin corsé. Es divertido y humaniza. Sus clientes lo notarán de inmediato y aliviados suspiraran acompasadamente y quizá hasta recuperen cuota de mercado.

Mi asesor se ha ido contento, esperanzado, casi alegre. Yo ya he cumplido. Otro día. Me voy a planchar, actividad prosáica que me equilibra. Sí, de verdad. Pienso y escribo, pienso y planifico, plancho-pienso-planifico P-P-P y escribo... estas líneas... para ustedes... por si todo esto tuviera algún sentido.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Comentarios bienvenidos

Hemos tenido fuera de servicio la parte más activa de nuestro blog por una complicación técnica ya subsanada. Ruego a los lectores mis disculpas. Ya pueden participar con sus comentarios. Muchas gracias a todos por su bondad y su paciencia. Ustedes dan sentido a todo esto. Gracias.

martes, 1 de diciembre de 2009

Taller de Navidad

Como viene siendo tradicional en nuestro despacho, un año más realizamos el curso navideño titulado Construye tu sueño con técnicas de Coaching y Creatividad. En este caso se diseñarán objetivos para 2010 incorporando las experiencias de otras ediciones y las sugerencias de muchos participantes. El taller se desarrollará durante seis sábados consecutivos de manera que se produzca un toque lúdico y juguetón que sume a la ya de por si placentera experiencia de compartir con otras personas aprendizajes, ilusiones, técnicas, comentarios, risas y té con pastas. Será en el despacho central de San Sebastián de 11 a 13 horas. Hay muy poquitas plazas y enorme interés, así que estamos muy contentos porque cada año el curso tiene una mayor y mejor acogida. Quienes estén interesados han de reservar su plaza mediante Email (azucenavega_coach@yahoo.es) antes del día 18 de este mes de diciembre. Se les remitirá el programa y las indicaciones para realizar la matrícula.


Fíjense que el concepto es hermoso: Construir... piedra a piedra como una catedral del siglo XVIII. Todo existe primero en la imaginación del artista (usted o yo) y después se cosifica en realidades sólidas (si es lo que anhelan) o etéreas si lo prefieren. Hay una persona ya matriculada cuya máxima ilusión para 2010 es publicar un libro de poesía ilustrado con acuarelas. Otra desea facturar el doble en su negocio de formación mediante la apertura de sucursales en Asturias y Aragón. Y una tercera se propone consolidar su posición en el consejo de dirección de una gran corporación vasca. Desafíos muy distintos que -sin embargo- se construyen con los materiales de la intención sostenida, del optimismo inteligente, de la estrategia del plan de acción, de la perseverancia en el esfuerzo... hasta el logro.


Son muchos años de ver este proceso desde el punto cero: cuando uno apenas sabe lo que realmente desea... hasta el punto diez: cuando alcanza algo que da sentido a su vida. Y a veces, la magia comienza con el mapa de los deseos (una de las técnicas del curso) que en este caso será para 2010. Construye tu sueño con técnicas de Coaching y Creatividad, un taller abierto al juego, el aprendizaje y la risa compartida.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Sopa de letras

PiB Producto Interior Bruto (indicador del flujo del dinero).
ViP Clase preferente.
FiB Felicidad Interior Bruta.
Tip y Coll y otras chicas del montón ;-D

¿Se imaginan una constitución que recogiese entre sus preceptos la obligación del gobierno de asegurar la felicidad de sus ciudadanos? ¡Flipante! y... sin embargo, existe y rige las decisiones de un país desde el año 1974 cuando en su discurso de coronación Jigme Singye Wangchuck afirmó: "... la felicidad interior bruta es mucho más importante que el producto interior bruto..." Bután legisla, reina, toma decisiones y vive con la brújula del índice FiB, Felicidad Interior Bruta, cuya cifra se obtiene a partir de encuestas a los 700.000 ciudadanos de este pequeño país anclado en lo más frondoso de los Himalayas entre dos gigantes: China e India.

El cuestionario presenta 180 preguntas agrupadas en ocho dimensiones que son: bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medio-ambiental, nivel de vida y gobierno. En la última encuesta los datos reflejaron que un 52% de los butaneses se sienten felices; un 45% muy felices, y tan sólo un 3% no se identifica con la felicidad en el vivir. Me pregunto cuál sería el resultado si este mismo cuestionario se repartiese entre nosotros: usted/ yo, su comunidad/ la mía, su familia y la mía...

Entienden los dirigentes de Bután que el verdadero desarrollo de una sociedad tiene lugar cuando los avances en lo material y en lo espiritual se complementan y refuerzan entre sí. Desde el budismo que profesan lo denominan el sabio camino del medio: ni todo y sólo materialismo; ni todo y sólo espiritualidad. Parece lógico y sin embargo nuestra existencia occidental transcurre de espaldas a ese sendero.


Reconocen los butaneses que no pretenden enseñar nada a nadie... y que tan sólo quieren vivir a su manera, con unos principios que les colocan entre las civilizaciones más felices de la tierra cuando su Pib no aparece en las estadísticas internacionales. Algunos premios Nobel de Economía y algunos avezados políticos de la zona euro comienzan a escuchar esas verdades silenciosas que claman al cielo: la verdad de que PiB y ViP -lo mismo que en su día Tip y Coll- han dejado de ser un binomio omnipotente. Acaso esta sea una de las ventajas de una gran crisis que comenzó siendo financiera en Estados Unidos y que ha terminado siendo económica en gran parte del planeta excepto en Estados Unidos ??!! Paradojas.

Para mí -hoy que se juega el partido del siglo (Barca-Madrid)- el auténtico derby planetario es el que se debate entre la primacía de los conceptos PiB (Producto Interior Bruto) y ViP (Clase preferente) contra el surgimiento de este nuevo apasionante indicador: la Felicidad Interior Bruta, FiB. Nosotros elegimos en cada gesto, opción, voto, actitud, compra, regalo, modo de vida, trabajo, ocio, destino vital. Personalmente me quedo con la idea del sabio camino del medio. A mí me orienta... ¿y a usted?

viernes, 27 de noviembre de 2009

Casos y Cosas

Contra todo pronóstico la vida nos sorprende. Positivamente. Con mayor frecuencia de la que la lógica, las estadísticas, los sesudos informes financieros y sociológicos preven. Ayer una persona a la que entreno ofreció su primera conferencia en una prestigiosa entidad financiera de la ciudad. Fue un éxito: de público, de participación, de exposición, de júbilo de quienes hemos ido tejiendo laboriosamente -hilo a hilo- el tapiz de un sueño hecho realidad. Esta es la magia que me cautivó desde el comienzo de los tiempos del Coaching en nuestro país... allá por el 2002. Esta es la magia que sigue fascinándome cada jornada porque esta persona -cuando comenzamos a trabajar juntas hace seis meses- no daba un penique por creer que sería capaz de hablar en público. Lo ha hecho y sus mejores amigos se sorprenden.

La ponente brillo sobre su propia inseguridad, miedos, ideas limitantes y nervios de la puesta en escena. Claro que allí estuvimos para sostenerla las personas que le apreciamos y sus seres queridos pero fue ella la que supo transformar su potencial interno (conocimientos y entusiasmo) y su potencial externo (club de fans allí presente) en una energía radiante que cautivó a medio centenar largo de personas que aplaudieron con ganas y pidieron más.

Contra todo pronóstico la vida nos sorprende. Hoy me he encontrado en el autobús con una persona a la que entrené hace... ¿tres años? Uno de sus objetivos de entonces era casarse y tener un bebé que -según me ha contado- ya es una realidad de quince meses. Le he percibido centrada... ¿feliz? Sí, yo diría que feliz si acaso este término no tuviera tan ambigua percepción. Superadas algunas crisis personales que trabajamos en su momento, re-enfocada su vida laboral en una dirección que nada tiene que ver con su anterior trayectoria profesional, y con su bebé, es una mujer diferente.

La vida -si le dejas- te sorprende positivamente. Hagamos nuestra parte y dejemos que el resto se teja bajo el manto de la incomprensible magia a la que llamamos destino.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ser o no ser

Ya lo dijo Shakespeare: ser o no ser... esa es la cuestión. Se prolijan estos días los informes sobre estrategias marketinianas que permitan a los Coaches construir sólidos despachos y hacer de su vocación una profesión. La mayoría provienen de Estados Unidos, de la ICF, y de otras veteranas organizaciones y -como vengo compartiendo desde hace años- si bien hay cuestiones comunes al planeta entero hay otras en las que la cultura, la sociología, los códigos gestuales, verbales, el llamado emprendizaje, el mundo empresarial y un largo etc. marcan diferencias entre tácticas que funcionan/ no funcionan.

Ocurre como en el liderazgo posicional cuya propuesta no es otra sino la de liderar a cada persona de una manera diferente acorde con las motivaciones de cada cual. Hay que pegarse al terreno de las personas a las que dirigimos -si somos líderes organizacionales- y de las personas a las que entrenamos, si somos Coaches.

Saben que suelo ejercer como mentor de Coaches en rodaje lo que -con frecuencia- me enfrenta a preguntas sobre la gestión de mi despacho. Me niego a llamarle negocio, aunque lo sea, y me niego a llamarle empresa porque mi sueño no pasa por ahí. Es un despacho: un lugar de encuentro que dicen es como una casita porque tiene un aire de desorden entre el jardincillo lleno de árboles, el osito que forma parte de la decoración (y es mudo para preservar la confidencialidad), la ovejita con sus mensajes encima de la mesa, los libros invadiéndolo todo, los papelógrafos cubriendo las paredes de la zona de los equipos, los botes de rotuladores multicolor, los ordenadores y la tetera que tiene un papel estelar en las jornadas de trabajo.


No es fácil responder honestamente a las claves que me han hecho llegar hasta el hoy. Sólo sé que como Coach he trabajado muchas horas, muchos días, todas las semanas, de estos últimos siete años. Y antes... seamos sinceros... también. Antes como periodista, escritora, animadora de talleres de escritura y creatividad, cosas que ya cuento en mi perfil. En fin, no me desvió, vuelvo a lo que me preguntan: cómo se hace para transformar tu pasión en tu profesión. Seamos prosaicos: para vivir de lo que amas.

He escrito varios artículos sobre este mismo tema en diversas publicaciones generalistas y especializadas a pesar de lo cual deseo volver a abordarlo con frescura. Ser o no ser, esa es casi siempre la cuestión. Ser una persona que desea servir. Hacer de la escucha una actitud existencial. Canalizar la curiosidad por el mundo en forma de preguntas. Mirar al otro como sagrado merecedor de la máxima atención. Desear apasionadamente aportar, contribuir, apoyar, alentar sueños. Dejarse la piel en ello: no hay otra. Creer por encima del cansancio, del desánimo, de las circunstancias propias y ajenas, de los ritmos, de las mareas y de las batallas. De la luna nueva y de la luna llena. De los logros y de lo que se tuerce, se retrasa, se ausenta. Volver a empezar una, mil, ciento veinte mil veces. Seguir creyendo en el ser humano cuando te traicionan. Seguir apostando por alguien cuando todos le han abandonado. Ser la presidenta del club de fans de muchas personas agitando el banderín de lo posible, de lo alcanzable desde el tesón, la persistencia, la esperanza. Siempre.

Ser un humano que se somete al desgaste de intentar y fallar, intentar y lograr. Seguir mirando el horizonte sabiendo que no estamos solos, que alguien alienta nuestra vida del otro lado de esa línea que parece lisa y es rugosa, como nuestro cerebro, ese mágico mecanismo que nos permite aprender y mejorar en compañía. Uno sabe cuando está en presencia de alguien que se deja la piel apoyándote. Lo siente. No hay mucho que explicar. De verdad.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Récord

Ayer batimos un récord de visitas, 114 en una jornada histórica. Quizá les guste saber que el promedio de lectura de cada persona fue de cinco páginas y media, algo muy inusual en blogs no posicionados y privados como este. El logro les pertenece por entero, ¡muchas gracias! Estoy contenta. Ahora son las 7.57 y los árboles de la ciudad muestran al viento otoñal sus últimos ropajes: hojas ocres y amarillas que ruedan con el primer soplo de la mañana por el suelo configurando una hojarasca que se acumula en las esquinas de los parques. Si quieren disfrutar como niños, permítanse caminar hundiéndose entre hojas mientras se concentran en ese sonido ras ras ras tan único y especial que provoca su avance... Si quieren disfrutar como niños, miren al cielo (hoy despejado) y reconozcan allá arriba toda la gloria de los seres que nos han precedido y acaso sean estrellas que se desvanecen con el alba. Y si aún quieren disfrutar un poco más como niños... paladéen sus galletas favoritas con una taza bien caliente entre las manos agradeciendo que pertenecemos a ese cinco por ciento del planeta tierra que vive en lo que los sociólogos denominan "el estado de bienestar". Después... si les quedan ganas, sueñen sin miedo y compartan su sueño con un alma generosa que entienda. Que entienda la belleza de las hojarasca, la inmensidad del firmamento, la trascendencia de quienes se fueron, la calidez de una taza. Y sigan su camino... como yo ahora sigo el mío... hacia una jornada llena de proyectos y personas.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Alentar sueños

Querido Antonio, te gustará saber que hoy he estado en tu ciudad -que es la mía- convertida en un gigantesco ciclamen rosa y blanco (todos los jardines tienen esas flores). Con veinticinco grados centígrados, el cielo azul y despejado, y las aceras secas y llenas de hojarasca pasear por la city ha sido una delicia. Me he sentido acompañada por tus cuentos, tus retratos constumbristas hechos de palabras y tus tertulias...

Al mediodía he relacado en el Mao, restaurante oficial de mis jornadas de trabajo en Bilbao donde el menú es correcto, el servicio amable y la estética agradable. Había un ejecutivo que no te hubiera gustado porque salía del comedor cada seis minutos para hablar por su móvil de última generación, estiraba todo el tiempo el brazo derecho para mostrar el puño de la camisa y los gemelos; al andar, ya podrás imaginarlo, daba unas zancadas diez centímetros más largas de lo que su pierna permitía de una manera natural. Sin duda se creía guapo -y en parte lo era salvo por estas manías que comparto contigo-. Se creía importante -y acaso lo fuera- y mostraba síntomas de aburrimiento mientras permanecía sentado en su mesa frente a un amigo o compañero gordito y sereno. Debía ser un parroquiano del Mao ya que de vez en cuando charlaba amigablemente con el maitre... En fin, había muchas otras personas que observar. Eso es lo más incómodo de comer sola: clavas la mirada fuera, para que no la claven en ti.


Tras la macedonia de frutas, me he asomado al Museo de Bellas Artes en cuya tienda he comprado una nueva Moleskine, carísima, como siempre. No he encontrado este modelo en el que escribo, sino el tradicional (un poco más pequeño) de 13 por 21 centímetros, negro y con goma. Ya sabes, la que utilizaban Hemingway y Picasso. Entiendo que con esta adquisición tengo el soporte para mis reflexiones cotidianas antes de inmortalizarlas en el pen drive.

En Abandoibarra he visto gente, es decir, personas como tú (Antonio Trueba) y como yo. Bueno, más como yo porque tú estás muerto y te recordamos por la estátua que hay en los Jardines de Albia en honor a tu trayectoria de escritor costumbrista. Después he trabajado un poco con una directiva que padece mobbing y he vuelto a casa. Mañana estaré en Santiago de Compostela para impartir un curso de Coaching Creativo o el arte de alentar sueños haciéndolos realidad. Leonard Wolk lo llama "el arte de soplar brasas". Ya te contaré qué descubro allí.

sábado, 14 de noviembre de 2009

El desafío de ser uno mismo

9.30 a.m. de un sábado del mes de noviembre. Aparco la bicicleta en un árbol. Luce el sol. El día promete. Bajo las escaleras hacia en el auditorio de la universidad del País Vasco. Un centenar largo de personas variopintas acuden a la cita del Sporti, federación de baloncesto que juega a jugar con los conceptos: S-POR-TI. Saludo a algunos conocidos, saludo a algunos desconocidos que me presentan. No me acordaré de ningún nombre a pesar de que sería conveniente para mi tarjetero. En fino, para mi networking. Un hombre sale por la derecha del estrado botando un balón de baloncesto. Tendrá... unos sesenta años, es alto, lleva traje sin corbata y unas playeras increíbles de suela roja y gorda. Un personaje curioso a golpe de vista. Lleva un micrófono de oreja, ligero... que se mueve con él sin parar arriba-abajo del escenario, a la derecha y a la izquierda, cuando da paso al power point y cuando narra sus historietas. Fascina, captura, seduce, muestra, esconde, enseña, desafía. Sobre todo desafía. Con ustedes... José María Gasalla.

Tiene un currículum que excede la extensión de un post. Quedémosnos con dos cosas: es español (gallego) y dirige el programa de Dirección y Desarrollo de Personas en ESADE Business School. También ejerce como conferenciante y escritor. Su último libro, en colaboración con su socia brasileña, Leila Navarro, lleva por título Confianza y resume lo que él entiende como piedra filosofal de la gestión de los seres humanos en el contexto empresarial. Todos (o casi) lo hemos comprado a la salida del acto: 156 páginas, 12 euros y editado por Empresa Activa.


Más que una conferencia ha sido un show porque es un hombre excesivo en la mejor acepción de la palabra: desborda energía, carácter, convicción, conocimiento y sabiduría que -como saben- no es lo mismo, si bien en el mejor de los casos la sabiduría se deriva de la digestión del conocimiento. El pretexto para el espectáculo de este sábado era la inteligencia emocional, una de las siete que poseemos. Con ese mimbre, José María Gasalla ha trazado un cesto fascinante cuyas dos-tres ideas más revolucionarias quisiera compartir con ustedes. Perdonen si mi torpeza no permite una reprodución y/ o comprensión exacta de las mismas.

Ahí va la primera bala. El liderazgo es crear espacios de confianza que permitan la autoconfianza de todos los participantes para que encuentren sentido a lo que hacen cada jornada... Y claro ha citado a V.Frank (El hombre en busca de sentido), y claro ha hablado de la automotivación. Y claro ha recordado que este tipo de liderazgo es incompatible con el viejo estilo basado en el miedo-control. El liderazgo es crear espacios de confianza que permitan la autoconfianza de todas las personas para que encuentren sentido a lo que hacen cada día. Mensaje en una botella para algunos de los líderes institucionales con los que trabajo, para algunos empresarios mister ego, para algunos emprendedores controlitis. Gasalla dixit.

Segunda bala... ha sustituido el modelo tradicional de gestión por competencias por otro que consiste en desarrollar siete Ces. La primera es hard: competencia profesional. Las otras seis soft: consciencia de ti y de los otros; claridad (o verdad); cumplimiento de lo que dices que harás; coherencia para preservar la confianza y la credibilidad; consistencia (acorde con tus valores y tu identidad) y coraje para ser diferente.

El señor Gasalla ha dejado esparcidos sobre el estrado y en cada uno de nosotros trocitos de su alma, de sus certezas sin vanidad, de su sabiduria sin copete, sin corbata. Un tipo genial que volverá a estar en San Sebastián el día 11 de diciembre, por la tarde. Allí nos vemos. www.gasalla.com

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tomasito

Por favor, empiecen por asomarse al album Picasa (presentación de fotos) en esta misma pantalla abajo a la derecha... pinchando sobre las fotografías que rotan (abrir ventana). Vayan a la última foto y conecten con ese personaje. ¿Qué les parece? Les contaré la historia.

He conocido a Tomasito esta mañana cuando zumbando como un enjambre de abejas rabiosas mis pensamientos tiraban de mí hacia la locura, en plena batalla campal con los asuntos cotidianos del despacho, cuando me encaminaba a disfrutar de un kit kat (descanso en jerga directiva), es decir, a tomar un cortadito... Tomasito me ha dicho ¡Ehhhhh estoy aquí!

He tenido que frenar casi en seco el ritmo marcial con el que mis piernas acompañaban esta mañana la frenética actividad de mi mente. Freno de pié, freno de mano, freno de cabeza. Cierre de las pantallas mentales que en ese momento llevaba abiertas (asuntos por resolver, proyectos, llamadas por contestar, una veintena larga de Emails en la bandeja de entrada...). Parada en mojado -lleva lloviendo sin parar en mi ciudad desde el diluvio- y la carita de Tomasito pidiendo ayuda desde un cartel pegado a la pared del edificio número 26 de la calle San Marcial, la de mi despacho.

¿Qué haces aquí? Le he preguntado... y sobre todo ¿Qué quieres?... tengo mucha prisa. Me he perdido -ha dicho mirando al suelo-. Bienvenido al club de los despistados, le he contestado yo con ironía. No, no -me ha dicho él- me he perdido completamente. Ya no sé quien soy porque Ane no me estruja por las noches, ni me cuenta lo que le traerá el ratoncito Pérez como recompensa por el dientito perdido. Ya no tengo identidad. Mi vida no tiene sentido sin ella... Yaaaaaa -le he contestado yo mirando al reloj- ... ¿Sabes? tengo que irme ahora. No tengo niños, no puedo ayudarte a encontrar a Ane ni a ningun otro que devolviera el sentido a tu existencia. Yaaaaa -me ha dicho Tomasito- todos tenéis mucha prisa y nadie me hace caso. No importo. No soy valioso para nadie excepto para Ane ¿lo ves? y se ha echado a llorar.


¡¡Qué papelón!! en medio de una mañana de trajín, qué papelón para mis veinte minutos escasos de leer el periódico, tomar mi cortado, ordenar mis ideas y comprar un poco de pan de calidad en la ecotienda de la esquina. Tengo que irme... le he dicho... te prometo que haré algo... ya se me ocurrirá. Vale -me ha contestado desde la pared-. Por favor, si conocen a alguien que haya recogido a Tomasito, un peluche de color naranja, de unos diez centímetros y que lleva un jersecito verde con botones desiguales...háganselo saber a sus padres. Ane se lo agradecerá.

martes, 10 de noviembre de 2009

Toy fadada

1010 maneras de digerir un enfado: escribir en mi cuaderno Moleskine (lo que voy a hacer ahora mismo) reflexionando sobre lo ocurrido más allá de las evidencias. Pedir hora para el mejor masajista de la ciudad. Concederme un capuchino en el bar de Álex, a un minuto del despacho. Ir al cine entre semana. Comprarme el perfume que necesito después de probar... ¿diez? en la perfumería más coqueta de la city. Dormir una siesta el sábado después de un curso al que acudiré por la mañana en la universidad. Hacer un vudú a la persona en cuestión (es bromaaaaa). Darme una caminata que me deje exhausta (tendré que esperar hasta el domingo, antes no dispongo de tiempo). Llorar. Cuidar las plantas del salón, las de la terraza norte, las de la terraza sur, las interiores del despacho, las del jardín. Hacerme una mascarilla de cara, otra de pelo. Volver a contarle a mi socio -por enésima vez- el guión completo del diálogo mantenido con la persona que me ha enfadado. Poner su Email en spam: esto me parece vengativo (lo cual no es muy honorable) pero me divierte, la verdad. Hablarlo con mi mentor este viernes que comeré con él. Leer todo lo que quiera -sin límite de tiempo- del libro que tengo entre manos. Encerrarme en el despacho hasta anestesiarme trabajando en temas de gestión, de investigación, de escritura, de formación... Limpiar el polvo de la librería de casa, de la librería del despacho, del garaje... Reírme de todo. Tratar de ser menos justa y concederme el derecho a tener razón tanto como la otra persona. Tratar de ser menos templada y concederme el derecho a expresar lo que pienso/ siento/ necesito tanto como lo hace la otra persona sin sentirme culpable. Pintar una acuarela rápida, intensa, dejando ir los colores, permitiendo que se mezclen, que jueguen, que corran por el papel. Escribir un post. Centrifugar mi cansancio: me voy a dormir. Zummmmmm, out. Me he ido. Buenas noches.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Esperanza

La noche del sábado ha sido pródiga en actividad. Incansable, el viento ha soplado generando olas de hasta seis metros en el Cantábrico. Bajo la superficie acuosa el trasiego no ha sido menor: decenas de kilos de arena -acaso toneladas- han sido transportados grano a grano de una playa (Ondarreta) a otra (La Concha) distantes casi un kilómetro entre sí. Movimiento continuo mientras los mortales dormíamos.

En la mañana del domingo la batalla continúa. He salido a comprar el periódico y da respeto medirse con la fuerza de los elementos. Ellos (la lluvia, el viento, el frío) mucho más poderosos que nosotros (carne y hueso). Para mitigar tanta inclemencia me he refugiado en una cafetería de postín donde hacen un espumoso café a la crema con magdalenas caseras. Delicia en estado puro mientras paladeo el suplemento Negocios de EL PAÍS. Y allí... una inesperada ráfaga de esperanza. Les cuento.

Un niño de unos diez años y su madre han ocupado una mesa frente a la mía y de no haber sido por lo inusual del espectáculo no hubiera levantado la cabeza de mis queridas páginas sepia. Han llegado mojados... con sus impermeables y sus gorros (imposible abrir un paraguas con esta ventisca). Han colocado las prendas en el respaldo de sus respectivas sillas... han hablado algo entre ellos (inaudible desde mi posición) y se han separado. La madre hacia la barra de la cafetería donde ha pedido algunas consumiciones para ambos y el niño sólo en la mesa, junto al enorme ventanal por el que se contempla un hermoso olivo. De repente, ha palpado el bolsillo derecho su Barbuck y ha sacado... ¡un tebeo! Yo no podía creer lo que estaba viendo: un niño, un tebeo y una desmesurada fruición que me recordaba a mí misma a esa edad. Sin duda acababan de comprarlo junto con la prensa dominical. Lo ha abierto y se ha zambullido textualmente en las viñetas. De hecho, gesticulaba con sus pequeños labios como se hace cuando uno está leyendo algo que le apasiona y se olvida del mundo entero.

Ha llegado la madre con los pinchos y las bebidas y el niño no los ha tocado durante un buen rato sumergido como estaba en su deleite, avanzando en la aventura de Moradelo, de Filemón, de sus diálogos, de sus gestos, soñando más que viendo, creando su propia realidad... estirando la imaginación como un chicle de los buenos.

Quince minutos más tarde yo había terminado de leer las páginas sepias. La madre había leído el suplemento del Diario Vasco (periódico local que más se lee en ésta zona). El niño seguía devorando su tebeo. He salido de la cafetería con un plus de esperanza: un niño de unos diez años que lee tebeos a comienzos del siglo XXI, cuando las estadísticas confirman que ni los adultos leen y que ser lector es pertenecer a una especie en extinción. Hay esperanza para el mundo: padres-madres lectores... hijos-hijas lectores... Todo comienza con un buen tebeo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Vino - Negocios

1010 maneras de tomar una copa de vino. Desnudo o vestido. De sport, de gala, en pijama. Esquiando, jugando al tenis, al golf. Celebrando una victoria. Lamentando una derrota. Solo, en pareja, en multitud. Descalzo, con zapatos, en playeras, con tacones. En una boda, un bautizo, un entierro. Al aire libre, bajo palio. Con un amigo, un enemigo, un socio, un amante. En casa, en el restaurante, en el bar, en el pub. En tu ciudad, en otra, en tu país, en otro. Por decisión propia, por recomendación. ¡¡Juguemos a inventar!!

Tengo una amigo que tiene un amigo que posee una bodega en la Rioja y hace un vino artesanal con lo último en tecnología al mismo tiempo que conserva la tradición. Se llama Melquior porque el patriarca familiar es Melquíades, un hombre que ama su trabajo y cree en lo que hace. Si quieren husmear: http://www.melquior.com/. Hoy me he acordado de ellos leyendo 1010 consejos para emprendedores, un libro de otro amigo mío, Javier Fernández Aguado, quien esta semana ha visitado Bilbao y San Sebastián, ha ofrecido sendas conferencias y nos ha regalado su sabiduría y el último libro que ha publicado que en verdad es re-edición del que escribió hace años y estaba agotado.


Javier no es un mildundi (apodo cariñoso que utilizamos en mi cuadrilla para denominar a un don nadie). El año pasado le otorgaron en Estados Unidos el premio Peter Drucker a la Innovación en Management. Les aseguro que los yanquis no lo regalan. También es catedrático en la Escuela de Negocios de Navarra (España). Combina la actividad académica con la empresarial en la certeza de que práctica sin teoría es rutina y teoría sin práctica es utopía.

Aprovechando su estancia en San Sebastián -y la comida con la que Caja Laboral le agasajó- estuvimos juntos media hora compartiendo el riquísimo café americano que hace Manoli en la cafetería Biarritz, muy cerca del Hotel Londres donde Fernández Aguado ofreció a media tarde una conferencia. Una y otra vez el profesor, conferenciante, escritor y amigo Javier divide el mundo y sus habitantes en dos secciones no sólo diferentes sino distantes entre sí: la de aquellos que tienen alma de emprendedor, y la de quienes sienten pasión por el funcionariado. Preguntado por la manera de distinguirlos, él dice que resulta evidente: los funcionarios necesitan la seguridad tanto o más que el aire, mientras que los emprendedores precisan del logro tanto o más que los peces el agua. Dos conceptos para que usted se palpe las entrañas: ¿Seguridad? o ¿Logro?



Y claro... ser emprendedor tiene sus luces y sombras (como cualquier otro papel en el guiñol de la existencia). Algunas de las sombras: gestionar la tensión, la incertidumbre, el riesgo, la necesidad de copiar e innovar y de realizar un plan de viabilidad. Por cierto que me contó lo que él entiende por un chiste: ¿Sabes, Azucena, en qué se diferencia una tesis de un plan de viabilidad? Bueno -contesté yo- en principio tras la tesis eres doctor, te otorgan un rango académico... mientras que con el plan de viabilidad lo que consigues el el O.K. a la aventura de emprender tu propio negocio... Sí, sí... claro -contestó él sin renunciar a contarme el chiste- pero no es es eso... Verás, una vez realizada una tesis (que ocupa muchas páginas) sirve para escribir por el reverso... como borrador. En tanto que un plan de viabilidad sirve para escribir (corregir) por la parte frontal... Je je... dije amablemente... (es un forofo de los chistes y puesto que nos vemos cada cuatro-cinco años) no es cuestión de incomodarle.


Ya en la despedida -después de haber firmado y dedicado decenas de libros- me preguntó qué tal me iba con mi despacho de Coaching Empresarial a lo que le contesté que muy bien y me dijo: ¡claro... es que tú tienes alma de poeta, pasión por la aventura, y eso es fundamental para ser emprendedor!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Oxitocina

Hay personas cuya mera presencia resulta inspiradora para una vida entera. No es por lo que dicen, ni siquiera por lo que hacen, sino por lo que son. Ayer en Bilbao, tuve la oportunidad de estar con una de estas personas sabias que -ahora más que nunca- se mueven por el planeta sembrando semillas para quien desee recogerlas y acaso sembrarlas. Yo me llevé la mías, algunas de las cuales deseo compartir desde este espacio abierto que ustedes y yo vamos construyendo con primor: el blog.

Como saben, la hormona maculina por excelencia es la testosterona y la femenina la oxitocina. La primera se caracterica por una respuesta ancestral al stress que consiste en la huida o el ataque. La segunda se identifica con el sentimiento maternal o más ampliamente conceptualizado como la compasión budista. Dado que todos tenemos en nuestro interior algo de hombre y algo de mujer, quizá el mundo fuera un lugar más hermoso si primase la oxitocina sobre la testosterona, tanto en féminas como en machos. Esta es la clave -entre un centenar de ellas- que Jean Shinoda Bolen aporta a la humanidad desde su cátedra de psiquiatría en la universidad de California y que ayer repartió generosamente en el auditorio Guggenheim Bilbao ante varios cientos de personas invitada por la Fundación Sorlekua que preside mi amiga Isabel Salsamendi.


Si tuvieramos que dejar la solución de la humanidad en una fórmula simple, en un slogan publicitario, podríamos decir: más oxitocina y menos testosterona que con traducción simultánea pudiera ser: más diálogo y menos silencio, más compartir y menos competir, más ponerse en el lugar del otro y menos en el de uno, más alma y menos ego, más nosotros y menos yo, más ternura y menos intelecto... hasta el infinito, creo que la idea se comprende y es lo que importa.

Esta mujer sabia a la que sigo a través de sus libros desde hace una década tuvo la valentía de presentarse en el museo con kimono rojo en honor a sus ancestros orientales, tuvo la valentía de hablar bajito y dulce con un mensaje contundente que más allá de la anécdota que reproduzco en este post sin duda tenía un componente altamente político, acaso revolucionario.

Carezco ahora de tiempo para desarrollar el puñado de ideas-abono que Shinoda Bolen nos trajo. Sin embargo, sí quiero aportarles algunas de las preguntas que formuló y que si se paran a responderlas -lápiz y papel en mano- acaso puedan significar un antes y un después en su vida. Ahí van... no son mías, son de Shinoda Bolen: ¿Cuál es el significado exacto de lo que estás viviendo, cuál es el significado para ti? Lo que haces... ¿Te divierte? ¿Estas con las personas que te gustaría? ¿Sientes que vives creativamente? Lo que haces... ¿está motivado por el amor? Y -sobre todo- ¿Qué piensas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida en los próximos 20-30-40 o más años?


Shinoda Bolen imparte un curso en Castillo Arteaga (Vizcaya) para mujeres empresarias, políticas y líderes. Lo aporta todo, lo cuenta todo... es una anciana sabia que -como dice en uno de sus libros- no se queja de nada, nunca, ocurra lo que ocurra porque la vida es sagrada y poque vivimos un momento histórico apasionante. Más información: Fundación Sorlekua, en Google.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Liderazgo y Creatividad

Entrevista exclusiva a Robert Dilts para los lectores de este blog.
El conferenciante, escritor, coach y referente internacional de la Programación Neurolingüística (PNL), Robert Dilts, pasó tres días en Madrid invitado por el Instituto Potencial Humano y Ser In Motion. Ambas organizaciones consiguieron reunir a un centenar largo de personas que durante más de veinte horas de entrenamiento absorbieron tanto los conocimientos clásicos de la PNL como las últimas reflexiones, y hallazgos de un profesional que no cesa en su investigación de metodologías que propicien el cambio hacia un mundo "al que las personas deseen pertenecer".

Robert Dilts (1955, Estados Unidos) llegó el primero al auditorio y se marchó el último mostrando en todo momento una energía casi ilimitada, un elástico sentido del humor, una impecable profesionalidad y unos conocimientos holísticos que ensambla una y otra vez entorno a la columna vertebral de la Programación Neurolinguística -su fortaleza y marca personal de los últimos treinta años-.

Con traje y nicky blanco el primer día, traje y nicky negro el segundo, sostuvo en vilo a ciento treinta profesionales a los que apenas concedió diminutas pausas durante las cuales se volcaba en firmar ejemplares de sus más de veinte libros publicados (y traducidos a otros tantos idiomas) y en acceder a fotografiarse con las personas que lo solicitaban. Sonriente, amable, cálido y cercano, encarnó el modelo referencial del profesional que vive "en su zona", desde "su zona".




P. ¿Sería tan amable de explicar el concepto "vivir en la zona" al que otorga tanta importancia? Vivir en tu zona es estar centrado, respirar profundamente -mucho más allá de los niveles de supervivencia-, estar conectado a tu visión, misión, valores y creencias y vivir con un propósito de contribución que va más allá de ti mismo. Y claro... vivir en tu zona implica también cuidar tu cuerpo físico. Antes de comenzar este seminario he estado haciendo jogging durante más de una hora por el Retiro (parque de Madrid), un lugar que me encanta. Para vivir en la propia zona es fundamental acompasar la mente cognitiva (lineal-racional) con la mente somática (cuerpo-emociones) y el campo (relaciones-entorno). Cualquier profesional del Coaching ha de vivir y ejercer desde "su zona", en un fluir acompasado con el cliente, con apertura y escucha no sólo auditiva sino energética y corporal.

P. ¿Qué conexión tiene esta idea con la creatividad y liderazgo? Es imposible liderar la propia vida, la de otros, o ser creativo, si no se parte de ese estado básico que es "vivir en tu zona". Todos tenemos registrada la imagen de Bolt en los últimos juegos olímpicos: una atleta relajado, que fluye, que tiene sentido del humor, que está cómodo consigo mismo, con su cuerpo, sus habilidad y desafíos. Digamos que el "vivir en tu zona" es como una condición previa al ejercicio de la creatividad y el liderazgo.

P. ¿Qué entiende usted -exactamente- por liderazgo? Bueno... un líder es alguien que está presente, que es percibido como alguien con Presencia (energía, centramiento, apertura... etc.). Por otro lado el liderazgo es la capacidad de expresar a otros una visión, de influenciarles para que logren resultados, de animarles para que cooperen entre sí como un auténtico equipo. Además un líder ha de ser un modelo, alguien que inspira. Según el diccionario Marrian-Webster liderazgo significa "guiar en un camino, especialmente ir por delante". Así que el liderazgo tiene que ver con ir primero e influenciar a otros tanto con las acciones propias como con las palabras.



P. Algunos lectores del blog están interesados en la profesión de Coach ¿qué enseñanza tiene para ellos? La más importante es que vivan Centred (C) -centrados- Open (O) -abiertos- Aware (A) -despiertos- Connected (C) -conectados a sí mismos- y Holding (H) -preservando su propia energía y bienestar, viviendo desde la zona de excelencia-. Si junta todos los concepto tendrá la palabra COACH. Por otro lado, para mi el Coaching es como la fórmula del agua H20...el cliente es el hidrógeno y el Coach es el oxígeno -o al revés- y lo que se obtiene en mucho más que la suma de las partes: es el agua. En los componentes separados ya está todo, sin embargo se crea algo exponencial, mejor. Eso es el Coaching, un proceso generativo.

P. ¿Cuál es el papel del Coach en los equipos, las empresas y las organizaciones? Bueno... tanto cuando se trabaja individualmente como cuando se entrena a un equipo, el Coach aporta energía al campo, directamente: con su presencia, con sus palabras, preguntas etc. El Coach puede estar atento al equilibrio o desequilibro entre el Ego y el Alma del equipo o de la organización. El Ego pueden ser los accionistas, la búsqueda de los beneficios, la ambición, el enfoque cortoplacista, las posturas reactivas... mientras que el Alma es la misión por la que la empresa fue creada: para producir bienes o servicios que aporten a la sociedad, con un sentido profundo, un propósito a veces de trascendencia. El alma es más pro-activa, es largoplacista etc. Si el Coach está centrado, si ejerce desde "su zona" y si está abierto, captará el desequilibrio del sistema y con sus preguntas o propuestas podrá hacerlo ver al equipo para que decida qué quiere hacer...

P. Por último, ¿cuál es la aportación de la creatividad en todo esto? Verá... una de las personas a las que con mayor detenimiento he estudiado es Walt Disney y su metodología de trabajo. En los edificios Disney había siempre una Sala de los Sueños en la que sólo se podía fantasear e imaginar nunca criticar o poner pegas... En las empresas quizá pudiera hacerse algo igual. Los equipos Disney tamizaban todos los proyectos en tres fases: la soñadora de la que le hablado; la realista, en la que entre todos decidían cómo iban a llevar a cabo las películas, los libros etc. y la fase crítica en la que ponían toda su atención en los fallos, las mejoras necesarias, las imperfecciones etc. para lo que se encerraban en la Sala de Sudar. Algo interesante que merece la pena reseñar es que los equipos Disney jamás permitían que las fases se mezclasen entre sí. En la soñadora, sólo soñar... en la realista, explorar muchas opciones para descubrir cómo hacer... y en la crítica, poner el foco en mejoras, retoques y detalles. En los equipos de empresa puede ser estratégico aplicar esta "imaginería" que es como lo llamaba Walt Disney, una mezcla de imaginación e ingeniería.


Yo creo que en este momento las dos herramientas para crear un mundo al que nos guste pertenecer son el liderazgo y la creatividad y en ambos campos los Coaches tienen mucho trabajo por hacer. Sin olvidarse de vivir en su zona de excelencia, centrados, abiertos.

jueves, 29 de octubre de 2009

Directivos en Peligro de Extinción

Están disparando a las piernas de algunos de mis directivos de banca y eso me recuerda el tiro al pichón. Como saben, está catalogado como deporte y consiste en soltar a media docena de pichones en libertad ante un cazador preparado para disparar y matar a cuantos pueda en el menor tiempo posible. Aliviados de las rejas, los pájaros aletean unos segundos y al poco mueren desangrados. Es cruel.

Esta semana he tenido sesiones de Coaching con dos directivos de otras tantas entidades financieras en las que están despidiendo a compañeros. Son personas entregadas, comprometidas con la entidad, que realizan largas jornadas de manera habitual (diez horas diarias como mínimo), que alcanzan los objetivos diarios, semanales, mensuales, trimestrales... que motivan a sus equipos, que colocan sus oficinas en el ranking, que fidelizan nóminas y clientes, que venden seguros como collares en Marraquech: hacen todo y un poco más y no sirve de nada o un poco menos.

Es toparse con la impotencia. Es encajar el golpe bajo de que no existe lógica en ciertas decisiones que se toman en los aterciopelados consejos de dirección, lejos de la batalla cotidiana por llevarse el pasivo del cliente, sobre todo del cliente de empresa. En los dos últimos años, el regateo porcentual de los depósitos parece propio de un zoco Marroquí. Por medio punto el cliente más conservador se despide de una década de fiel servicio financiero.




El caso es que cuando trato con mis preguntas de que capturen la nueva realidad de sus entidades bancarias -y se adapten a ella- descubro con perplejidad que -de alguna manera- mis directivos de banca llevan inoculado en su propia sangre el virus de la superación permanente de objetivos imposibles , de la captación de clientes y de las primas por producto colocado. Inoculado un virus que les está matando porque las entidades no tienen alma... porque las decisiones se toman demasiado lejos del campo de batalla cotidiano (y por lo tanto no tienen rostro, ni sentimientos, ni lógica -salvo la insaciable necesidad de más dinero como gritaba Groucho Mark en aquella película: ¡Más madera!-).

Están disparando a las piernas de algunos de mis directivos de banca que no saben como defenderse de la sinrazón de que les retiren personal de sus oficinas tras haber logrado objetivos, tras haber cumplido escrupulosamente con las exigencias enloquecedoras de captación de recursos. Alguno de ellos se resiste tanto a perder la ingenuidad que llora en mi despacho. No comprende. Y sin embargo... ha de reaccionar cuanto antes a una situación tan compleja como peligrosa. Tan peligrosa como grotesca. Tan grotesca como repetitiva desde que el mundo es mundo: pérdida de la inocencia que no es sino descubrir que dos más dos pocas veces son cuatro sino otra cosa y en un idioma cuyo alfabeto cambia de código binario cada cuarto de hora. Adaptarse o morir, ya lo dijo Darwin... y en esas estamos. Duro. Cansado. Y un poco desolador.

martes, 27 de octubre de 2009

Rompecabezas

Me paso el día montando puzzles. No sé si a ustedes les gustaba montar rompecabezas cuando eran niños. Yo sólo tenía uno en el que aparecía un paisaje de Zúrich (Suiza) que me fascinaba y aunque lo hacía todos los domingos jamás llegué a controlarlo. Se veían unos tejados azules terminados en afiladas agujas y era difícil (o yo lo encontraba difícil para mi edad). En el último traslado familiar terminó en un basurero y ya no lo tenemos. Hablo de hace... ¿treinta y cinco años? Una barbaridad de tiempooooo.

El caso es que ahora me gano la vida montando puzzles. Con mi visión de cíclope veo las piezas esparcidas por las naves de las empresas e imagino como puede resultar el conjunto: un sistema armónico en el que unos encajen en otros, se complementen, apoyen, alienten y estimulen inspirados por un objetivo compartido. Monto puzzles de bastantes piezas aunque no tantas como las que tenía el de Zurich. Bueno... en realidad... seamos honestos: los montan ellos a partir de los entrenamientos que compartimos. Esa es la magia de las técnicas generativas: sacan de las personas, los equipos y las organizaciones el rompecabezas que existía de antemano sólo que ¡hay que saber verlo antes de completarlo! y eso tiene su misterio y su gracia.



También de desgracia la verdad, porque si bien eres testigo de puzzles que se montan a partir de las piezas originales -lo cual es muy hermoso y alentador- no lo es menos que tan pronto sales de una empresa -con el puzzle recién montado- entras en otra en el que las piezas vuelven a estar desperdigadas por la moqueta del pabellón. Vuelta a empezar. Una y otra vez y así todos los días, muchas semanas, durante meses y años y ¡corcho! no se acaba nunca el juego de montar rompecabezas. Es una nueva profesión por eso le llamamos emergente. Y nunca controlas del todo las herramientas que ajustan cada pieza con precisión. Las personas son predecibles hasta cierto punto después del cual se sumergen en el misterio insondable del carácter, las pulsiones, la bondad/ maldad y un larguíiiiiiiiiiiiiiiiiisimo etc. que no es objeto del post y ¡claro! son el ingrediente principal de la historia: o casan o no hay sistema.


Monto puzzles... todo el tiempo... desde hace siete años... siete horas al día . Siete meses de cada siete, a veces siete días a la semana. La magia está en ser oteador y adivinar la figura exacta que tendrá la construcción antes de completarla. No crean... su intríngulis. Cuando sale ¡es fabuloso! como aquel tejado azul de Zúrich donde había un reloj que marcaba las siete. Hora de terminar esta entrada. Tengo que juntar piezas en una empresa situada en el Zuatzu -a las afueras de San Sebastián- y esta vez no sé si es un tigre o un leopardo. Las personas ¡somos tan impredecibles!

domingo, 25 de octubre de 2009

Niebla

La niebla devora las montañas de Euskadi e incluso los tejados más altos de mi ciudad. Irreverente con lo divino (los montes) y lo humano (las casas) borra las apariencias y crea una sensación de ensueño cinematográfico bellísimo para el ojo atento. Por el cambio horario son las ocho de la mañana. Salgo de casa embutida en mi impermeable Gudrun Sjödens Versand comprado en centroeuropa en uno de mis viajes galácticos. Paseo de domingo hacia la cumbre verde y mojada. Llueve con ganas.

Me cuesta subir mucho más de lo habitual: secuelas del estado catarral que he pasado. Ando floja, clavo los tacos de mis talones en la tierra, me impulso con la pelvis como me enseñaron los maestros taoístas, tiro de mis pulmones hacia arriba, miro al cielo donde la niebla sigue lamiendo los montes vascos y creando figuras divertidas entorno a las alturas.

Entre la niebla y el cielo habitan los dioses. Hoy estoy enfada con ellos y no sé muy bien el porqué. Rabiosa tras una semana fuera de servicio. Rabiosa tras siete días de dormir, leer, escribir, soñar; volver a dormir, leer, soñar, comer; volver a dormir, leer, escribir, soñar, reflexionar sobre este obligado parón que se prolonga en exceso para mi temple y compromisos.

Miro la niebla, intuyo a los dioses y protesto. Me contestan con un trueno que da miedo y rebota dos montañas a la derecha de la mía. Un pajarillo salé asustado entre los matojos. Redoblan su amonestación y un segundo trueno hace que tiemble el firmamento. Poco les importa mi rabia-impotencia. Oídos sordos a mis lamentos.

Comienzo el descenso monte abajo más ligera, más ágil. Llevo buen calzado y no resbala. La niebla ya está conmigo: casi a ras de suelo borrando las apariencias y creando un ensueño fotográfico bellísimo para el ojo atento. Que te den -o algo así- me han dicho. Vale. Ya me las veré a partir de mañana con mi agenda, con mis exiguas fuerzas y recursos. Aceptación una vez más de lo que no se puede cambiar. Sigo bajando y parece que despeja. Ahora tengo mucho calor. Ha dejado de llover. Me quito el impermeable rojo, pijo y centroeuropeo. Sale el sol entre las nubes. En menos de diez minutos parece otro día, otra galaxia. Ni rastro de la niebla.


¿Y ellos? A carcajadas jugando a los bolos en otra zona del planeta. ¡Qué insensatos!

viernes, 23 de octubre de 2009

Silencio

Es viernes. Son las diez de la mañana. Estoy en pijama en el salón de casa. Veo la isla de Santa Clara, el Sagrado Corazón del Monte Urgull, el mar -bastante sereno- y la incipiente claridad del quinto día sin pisar las aceras. Llevo cinco días preguntándome cuál es el mensaje de mi afonía total. A estas alturas de la película de mi vida, sé con certeza que nada se produce porque sí. No había estado enferma -ni poco ni mucho ni nada- en los últimos siete años. Un ciclo, dirán los aficionados a la numerología. Vale. El caso es que esta mañana -tras el desayuno- me ha dado por coger un libro gordísimo de 707 páginas, Yo soy eso, de Sri Nisargadatta Maharaj (Bombay, 1897) y por abrirlo con el método zahorí: dónde caiga... dispuesta a descubrir su mensaje para este silencio obligado y reclusión que dura ya una semana laboral.


Me estaba perdiendo fuera: exceso de actividad, de palabras, de esfuerzo, de desgaste, de horas laborales, de voluntad, de riñones, de planificación, de estrategia, de marketing... De circo y noria.

Era urgente que me re-conectara dentro: en el lugar del que emergió con espontaneidad, frescura juguetona, alegría y entusiasmo a granel, las ganas de entrenar a las personas para un mejor vivir.

Y la manera más benévola que ha encontrado la vida para que me pare no es otra sino dejarme sin voz. No puedo trabajar. Fuera de servicio. Parón obligado. Dormir. Había sepultado en mí lo que siempre supe: uno planta la semilla y deja que el resto lo hagan las estaciones... Silencio para mi sistema nervioso central, mis cuerdas vocales y para mis tímpanos.


En la página 610 he hallado una idea que me gusta. Le preguntan a Sri Nisargadatta ¿Cuál es la señal del progreso espiritual? o -si me permiten la traducción simultánea- ¿Cuál es la señal de que uno está cumpliendo su misión, aquello para lo que nació? y el maestro hindú contesta: Estar libre de toda ansiedad; un sentido de alivio y alegría; una profunda paz interior y una abundante energía externa.

Tomo nota. ¡¡Que tengan un día pletórico de energía!!

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tres cerebros

Estoy fuera de servicio en el momento laboral más intenso de mi historia. En un ardiente desierto cuajado de proyectos a montar, estoy fuera de servicio como una gasolinera. Out. Tres días en silencio: muda como el enanito del cuento de Blancanieves. Tres días durmiendo más de quince horas por jornada. Tres días bebiendo litros de infusiones, zumos, agua, caldos, brebajes. Ibuprofeno Alter de 600 mg para la inflamación de las cuerdas vocales. Silencio. Un decreto de silencio promulgado por mi médico de cabecera. Majo él... poco le importa la ola de trabajo que me espera y se acumula. Poco le importa que sea autónoma. Silencio ¡se rueda! El juego de la vida y sus paradojas.

Estoy recibiendo mucha solidaridad de los buenos clientes a los que anulo sesiones por Email apenas días antes de su realización y a quienes he de postponer cita veintiun o más días... Solidaridad por parte de los buenos y hasta de los malos clientes. Nooo, de esos no tengo.


Me da por pensar que tenemos tres hemisferios, qué digo, tres cerebros: el derecho, el izquierdo y el ordenador. Sin él ya no somos nada. ¿Buscar un hotel? Internet. ¿Calcular cuanto tardaremos a pie de punta a punta de Madrid? Internet. Avisar a los amigos de una fiesta (Facebook-Internet). Invitar a los colegas a nuestra red (Lindekin, Internet). Preparar mi curso de Coaching Creativo en Galicia... pen drive a la orden... Contar cómo ha ido el seminario de Robert Dilts (Blog-Internet). Tres cerebros. No podemos salir a la calle sin ordenador: en los aeropuertos, cafeterías, las calles, el hall del hotel, en todas partes, como una especie de omnipresencia o deidad. Tres cerebros ¡Piénsenlo! Quien vaya sólo con el propio sistema pensante está desarmado, en inferioridad.


Sigo muda, como el enanito del cuento de Blancanieves. Los dedos hablan por mi. Mi cabeza acumula tareas y más tareas. La agenda chorrea compromisos aplazados: citas en rojo de urgencia, citas en verde de conveniencia, citas en azul de obligación, citas negras, a ciegas, al tacto, al pil pil ¡a la porra! con perdón. Me voy a echar una siesta. ¡¡Ah!! No les he contado toda la verdad: el médico de cabecera dice que padezco agotamiento... ¡Sabrá él! Silencio. Callen los mudos, hablen los cuerdos y el mundo... siga girando con sus tres cerebros: derecho-izquierdo-ordenador. Efectos de la fiebre, quiero pensar. Ya disculparán.

martes, 20 de octubre de 2009

Dilts, el mago

Volamos a seis mil metros de altitud sobre la sierra de Madrid en el Iberia 0457. Fuera la temperatura es de 37 grados centígrados bajo cero, informa el sobrecargo Juarez. Abajo 16.000 taxistas esperan la llegada de turistas, hombres y mujeres de negocios que dan sentido a una actividad frenética en la capital de España. De ellos, un diez por ciento son mujeres. La que conduce mi taxi se llama Lourdes y me lleva al auditorio donde Robert Dilts, el mago, sostendrá veinte horas de entrenamiento a un centenar de profesionales llegados de todos los sectores productivos y de todos los rincones del país. Es otoño. Es un momento de liderazgo personal cuajado de creatividad.

Nacido en Estados Unidos en 1955, Robert Dilts es conferenciante profesional, autor de más de una veintena de libros (*) traducidos a otros tantos idiomas, pedagogo, coach y -sobre todo- un referente mundial de la programación neurolingüística, PNL. Vestido con traje y camisa blanca el primer día, y con traje y camisa negra el segundo (después de haber hecho jogging por el Retiro) Dilts accedía antes que nadie al auditorio y se marchaba el último convirtiéndose en un modelo referencial de liderazgo y creatividad lo que sólo es posible cuando uno vive "en la zona" como los atletas de élite, como el plusmarquista Bolt al que referenció en varias ocasiones.

"Vivir en tu zona" consiste en: fluir con la vida, centrado, respirando más allá de los niveles de supervivencia, con un sentido de agradecimiento infinito hacia el mundo y tus semejantes, ordenando tus quehaceres cotidianos con tu visión personal (ese sueño inspirador que todos podemos imaginar y llegar a hacer realidad).

"Vivir en tu zona" para liderar la propia vida y ser capaces de construir (entre todos) y creativamente el mundo en el que nos gustaría vivir. Ese es el mensaje esencial que ha traído Robert Dilts desde California. ¿Cómo se hace? Alineando la mente cognitiva (intelectual-racional) con la mente somática (cuerpo-emociones) y con la mente campo (relaciones-entorno)... Tarea para varias reencarnaciones, me temo...


Imposible resumir en un post todas las ideas, los desarrollos metafóricos, los experimentos vivenciados en 20 horas de intenso entrenamiento. Elegiré una idea que orientará mi trabajo en lo sucesivo: la necesidad de equilibrar Ego y Alma en cada profesional y en cada organización. Según Robert Dilts, la mayoría de los desajustes que se producen en las personas provienen del predominio del Ego sobre el Alma lo cual -a su entender- no es ni la única ni la mejor opción evolutiva.

Resumiendo: el Ego se centra en las limitaciones, es reactivo y cortoplacista, conecta con el intelecto, la estrategia y el análisis; se basa en el control y en el auto-beneficio. El Alma es la energía esencial de la que estamos constituidos, se centra en las oportunidades, es pro-activa, largoplacista, conecta con la inteligencia emocional y con la posible contribución transpersonal (algo que va más allá de nosotros mismos).
En la empresa, el Ego son los accionistas, la búsqueda obsesiva de beneficio, la ambición. En tanto que el Alma es el valor que aporta a la sociedad, a los clientes, la contribución genuina de sus productos y servicios, aquello para lo que inicialmente fue creada como un sueño ilusionante.


No deseo extenderme más aquí. Les dejo con una pregunta para que ustedes aprovechen también las enseñanzas de este fin de semana: ¿Qué deseo aportar al mundo que vaya más allá de mi propio beneficio?

La respuesta será su visión. Desde su visión podrá vivir en "su zona" y desde ahí alinear Ego y Alma y situarse en la felicidad posible o auto-realización.

Los primeros días de noviembre publicaré on line una entrevista realizada a Robert Dilts así como varias fotografías en el siguiente enlace gratuito: http://www.coachingmagazineinternational.com/

(*) De su extensa bibliografía les recomiendo: Herramientas para el cambio, en Urano. Más de Dilts en el blog de mi amigo Quique: brandcoaching.wordpress.com

lunes, 12 de octubre de 2009

Ternura

Miguitas de ternura esparcidas por el parque de mi barrio. Cisnes, patos, pájaros, caracoles, gusanos, orugas, mariposas, abetos, acebos, abedules, robles, hayas y áceres cuyas hojas comienzan a ponerse rojizas... Otoño en mi ciudad, una tarde cualquiera. Los niños llevan panes picados a las alimañas del bosque: juegan con ellos, les asustan, buscan y se esconden. Pura ludiquez -que diría Marta- palabra que juntas inventamos hace años para describir aquello que hacemos por placer, sin más finalidad que el puro gozo que -casi siempre- tiene mucho de juego.

Entre ludiqueces (con un cortadito entre las manos) y mirando al frondoso verdor, he descubierto a un hombre dulce como la miel y hermoso como Apolo. Pudiera ser uno de esos jugadores de fútbol que aparecen en la revista Hola -que ojeo en mi peluquería- ya semi rota y desgastada por el cotilleo marujil. Pudiera ser un surfero de los que compiten en Zarautz (Guipúzcoa). Pudiera ser uno de los modelos que aparecen este fin de semana en el suplemento de El País. En fín, bellísimo: alto (1´90), delgado (unos 75 kilos), con unos bucles dorados propios de los efebos griegos, unos baqueros fabulosos, unas botas estilo Camper y una sudadera beige cuya marca desde mi posición de oteadora no podía divisar.

Mi vista ha llegado hasta él siguiendo el rastro a un hada violeta dotada de varita mágica. Tendría año y medio, rubísima, con un moñito en lo alto de la cabeza y un andar errático sobre la hierba del parquecillo. La varita le servía de sostén porque se agarraba al palito como si le fuera la vida en ello, o al menos el equilibrio para avanzar. De vez en cuando se acercaba a otros niños mayores que no querían jugar con semejante pequeñez. Su padre la seguía para evitar que se hiciera daño mientras le dejaba hacer en libertad: loable pedagogía.

En un momento en el que la niña -agarrada a su varita- iba directa hacia un columpio vacío y en movimiento, el padre lo ha frenado con serenidad, evitando que se hiriera. Ni ha gritado, ni se ha alterado, ni siquiera se ha arrugado la sudadera. El hada ha seguido señoreando por el entorno cogiendo piedritas y flores mientras (buscando aprobación) miraba cada metro y medio a su héroe: ese papá que en un momento dado le ha acariciado la carita con infinita ternura y que después le ha montado en la sillita posterior de su bicicleta. Miguitas de ternura. A veces -si estamos atentos- la vida nos hace regalos. Los freudianos hablaran de Edipo. Yo me quedo con la ternura.

Auto boicot

Festividad de El Pilar. Estoy en el despacho, avanzo trabajo a destajo, je je... me encantan los pareados que-según el manual de estilo- hay que evitar a toda costa. Me estoy saboteando, como diría mi amigo Pedro. He venido en festivo para avanzar varias ponencias que impartiré en la Escuela Gallega de Coaching y me estoy dedicando a poner al día el correo electrónico (auténtica adicción), papeles varios, proyectos que flotan en la mesa central del despacho (contratos, propuestas, concursos varios...) y no he tocado aún los materiales que tengo que revisar. Aquí los tengo, a la izquierda, en su carpeta amarilla, primorosa, casi genial. Auto boicot. Guagg. ¿Por qué no lo abordo ya? Porque no es urgente... tengo un mes para actualizarlos. Sin embargo, es importante para mi paz espiritual tenerlos al día de antemano con lo último de lo último aprendido. Vale, entonces ya sé... mi inconsciente (mucho más sabio que mi consciente) aguarda a los aprendizajes del próximo fin de semana (16-17 y 18 de octubre en Madrid). No les he dicho nada pero estoy emocionada: tres días sumergida en el caldo desafiante y creativo de Robert Dilts impartiendo enseñanzas para profesionales enrrollados del Coaching, el Liderazgo y la Creatividad ¡como si me conociese, vamos! Y... ¿saben? tengo exactamente cuatro días para leer por tercera vez su libro Herramientas para el cambio, de manera que tenga integrados los contenid0s y pueda aprovechar mucho más todo lo que nos aporte en vivo y en directo. Los creativos del gobierno vasco dirían: para que sus enseñanzas "polinicen" mi sistema, je je... Con eso de que tengo nombre de flor puede ir bien lo de la polinización. En fin que sí: esperaré a mi regreso del seminario de Robert Dilts para incorporar lo último de lo último de Estados Unidos y para realizar -a mi modo y manera- un compost que aporte valor añadido y diferencial a los alumnos de la Escuela Gallega de Coaching. Allí tengo dos amigos: Marisa y Pablo. Aún no los conozco en persona pero son dos almas generosas y visionarias que se han atrevido con esto del Coaching en la Galicia profunda. Valor ¡desde luego! y entusiasmo y riñones para empujar. Y en esas estamos.

sábado, 10 de octubre de 2009

Amor de Comedia

Acabo de llegar del cine. He sido fiel a mi cita anual con Woody Allen visionando Si la cosa funciona, una comedia romántica que me ha aburrido bastante, la verdad. Toda la prensa especializada le otorga cuatro estrellas -catalogación como muy buena- y, sin embargo, no he llorado: ni de risa, ni de tristeza, mal síntoma. Una vez más Nueva York y el homenaje permanente de Allen a Manhattan, a la estatua de la libertad, a los amigos que se reunen para tocar música clásica -siempre el clarinete que el propio director interpreta cada jueves en un pub neoyorkino-.

Curiosas alusiones a las supercuerdas por parte de Larry David, el protagonista. Inquietantes citas de Heinsenberg, el premio nobel de física cuántica, para quien "una molécula observada es una molécula transformada"... qué decir de las personas observadas, escuchadas, cuidadas, apoyadas, acompañadas... sin duda son personas transformadas. El ojo que mira transforma al otro. El oído que escucha transforma al otro...

Se pone profundo Woody Allen en su última película. Se está haciendo mayor y aún cuando no pierde el ritmo trepidante de los diálogos, ni cierta chispa irónica, la cinta tiene exceso de acritud, de cinismo, de grises... no exentos de verdad. Si la cosa funciona se centra en las relaciones afectivas... tan complejas siempre, tan ilusionantes al comienzo, tan dolorosas al final. Y las moléculas observadas que resultan transformadas, y las personas amadas que sin duda resultan transformadas. Hay luna llena. Afecta a mis neuronas ¡seguro! La película dura 92 minutos y está financiada por Francia y Estados Unidos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Casos y Cosas

Les contaré el caso de Juan al que identificaremos con el mecanismo de la negación. Trabaja en una entidad financiera (vinculada al entramado vasco) que hace apenas año y medio tuvo un crack internacional de enorme calado que ha dejado el pasivo en carne viva. Nada, él no se da por enterado. Todo O.K.

Salió siete años con una chica que nunca quiso comprometerse y un buen día llamó desde Barajas porque se iba a Estados Unidos. Así sin más. De hoy para hoy. Juan ni se olió semejante posibilidad y tardó casi otros siete años en remontar el vuelo para aterrizar en una relación de idénticas características (sin presente ni futuro) de la que apenas acaba de salir. Reconoce ciertos rasguños emocionales y lo cierra deportivamente con un... Todo O.K, gracias.

El segundo de abordo de la sucursal se está poniendo arisco y contestón. Nada... un mal día... tras otro... al que no hay que prestar atención alguna. Todo O.K. Hay reunión de directores de la zona norte con el presidente de la entidad. El gran jefe hacen muchas preguntas y no contesta a ninguna. Cero Compromisos. Juan sale tan contento.


Desde hace más de una década frecuenta un grupo de amigos con los que, a veces, incluso viaja en vacaciones al extranjero. Uno de ellos intercambia información con la cúpula de la empresa de Juan a quienes conoce por razones familiares. Posee información acaso reservada que a Juan le permitiría re-situarse en el actual panorama laboral, tomar decisiones e incluso trazar su propia carrera profesional. El amigo jamás informa de nada a Juan para quien sin embargo sigue siendo un amigo. Todo O.K. ¡Líbreme Dios de mis amigos que ya me ocupo yo de mis enemigos!


El mecanismo de la negación: Juan. En el zoo de Amsterdam a esto le llaman hacer el avestruz: esconder la cabeza debajo del ala pretendiendo de ese modo desintegrar la nauseabunda realidad.

Querido Juan: sabes cuánto te aprecio y lo que me importas. Por favor, ¡despierta! abre tus ojos a lo que es y -desde ahí- cambia lo que pueda ser cambiado, acepta lo que no pueda serlo y aplica lucidez todo el tiempo para distinguir una cosa de la otra.

El mecanismo de la negación es tan peligroso como conducir a 120 kilómetros por hora con los ojos vendados y en dirección contraria por una autopista neoyorkina. Tan peligroso como estar al mando de un submarino sin periscopio que se dirige en línea recta hacia las rocas. Tan peligroso como meter la cabeza bajo el ala cuando media docena de cazadores merodean en la selva de asfalto de tu barrio. ¿Conocen a algún otro practicante del mecanismo de la negación?

martes, 6 de octubre de 2009

Sobredosis

Caleidoscopio.
Escenas Cotidianas.

Mi oftalmólogo acaba de informarme de que necesito un 0´25 de aumento (dioptrías) en cada ojo. No me extraña: una multitud de observaciones se me han apelotonado en la retina. Tanto otear las tendencias, realidades, fenómenos, descubrimientos, comportamientos y personas el ojo se ha colapsado con tanta intensidad. Ahí lo tengo: 0´25, índice de protección recomendado para evitar una sobredosis de realismo.


En el piso contiguo al mío una cuadrilla de albañiles tira paredes, hace cemento en una maquinita que atormenta en su persiste giro clon, clon, clon (más rítmico que las mareas) suben y bajan escombros, martillean... Llevan casi dos semanas. Son cinco: fuertes, unos jóvenes y otros maduros, hombres, en camiseta, sin camiseta. Trabajan de ocho de la mañana a seis de la tarde con las correspondientes paradas para los bocadillos y las tarteras. Por la mañana siempre me cruzo con alguno. Ellos en tirantes y yo con chaqueta: cada uno con su ropa de faena. Hay uno encantador que se llama David (lo sé porque a gritos le piden ladrillos). Al saludarle esta mañana he pensado en las estadísticas salariales de su sector. Seguramente será mileurista y se deja la piel cada jornada. Hay mucho mundos pero están en éste. Paralelos. Observo y se me incrusta en la retina una broza de realismo que me duele. Necesito protección 0,25 como dice mi oftalmólogo que no sabe nada de mis observaciones voyeuristas del mundo y de la vida. Este David... ¿cómo podría yo -en caso de que él quisiera- apoyarle, acompañarle, aportarle? Y... ¿Cuántos Davides hay en la tierra? Jamás alcanzaré a modificar una brizna de este polvo de estrellas al que llamamos nuestro planeta. Me siento impotente con esta profesión mía de Coach.

Me haré las gafas nuevas, definitivamente. He de protegerme: al menos... 0,25.

domingo, 4 de octubre de 2009

BBVA

Durante casi cuarenta años mi padre trabajó en la 1.300, casa matriz del Banco de Bilbao en la Gran Vía de la capital vizcaína, hoy BBVA. Mi hermana y yo, con trenzas e idénticos vestidos (con nidos de abeja bordados por mi madre en la pechera) íbamos a veces a buscarle a la salida del trabajo. Emergía tras las rejas pesadas de la entidad bancaria altíiiiiiiiiiiiisimas para unas niñas de diez años y aún enormes para Gasol. Nos inculcó el orgullo simple por el trabajo que -según él- imprime carácter y el orgullo compuesto por empujar la economía vasca desde una entidad que había nacido al socaire de la oligarquía de Neguri (municipio acaudalado cercano a Bilbao).

Si viviera, hoy mi padre estaría triste. Ha salido de la cúpula José Ignacio Goirigolzarri, el último directivo vasco de altos vuelos del BBVA. Perdemos fuelle en la entidad. Llevaba ocho años en el cargo en sustitución de Emilio Ybarra y era el número dos tras el presidente Francisco González obsesionado con el avance del Santander.

La otrora pujante y parecía que imbatible entidad financiera ha vaciado de contenido las plantas de la impresionante sede histórica en la Gran Vía de Don Diego López de Haro (fundador de la villa). Hoy parece un edificio fantasma que han intentado reiteradamente vender sin éxito alguno. Además sale de la cúpula el último vasco y -por si fuera poco- en los últimos siete años se han perdido posiciones con la competencia. El Santander ha subido un 31% en Bolsa mientras que el BBVA ha caído un 11%. Mi padre estaría triste y yo también: orgullo des-compuesto.

viernes, 2 de octubre de 2009

Funambulismo

Vuelve a habitarme la bruja chamánica que soy. No se asusten, tranquilos, sigan leyendo (por favor) les explico. Durante casi un mes he estado enredada en una noria de preparación de conferencias, entrevistas para la prensa, infinitos Emails con las instituciones que propiciaban-apoyaban-acogían los actos y -después de su realización- con el tsunami de interés despertado por el Coaching como una poderosa herramienta empresarial (tema de la ponencia).

Para el diminuto ser humano que soy (para la empresaria-bonsái que soy) ha significado dormir poco y mal, bastante tensión acumulada en la mandíbula y los hombros, cero tiempo libre para familiares y amigos, escaso margen para ir y venir a pie o en bicicleta, poca lectura, mente con tres o cuatro pantallas abiertas a la vez, cuaderno saturado de listas diarias de gestiones a realizar... Guaggg... me agoto tan solo con recordar. Exitoso (desde luego) agradecida a la vida (infinitamente) contenta (mucho) y sin embargo... En el ejercicio existencial de funambulismo que todos practicamos, había perdido mi equilibrio in-out.

He recuperado la bruja chamánica y feliz que soy. No se asusten, tranquilos, sigan leyendo (por favor) les explico. Vuelvo a sentirme ligera tras mi sesión matinal de estiramientos -un cóctel personal de Pilares, Yoga y Chi-Kun- que me deja como nueva; vuelvo a canturrear en mi bicicleta mientras me dirijo a la terraza sobre el mar donde tomo mi cortadito en vaso y leo las últimas publicaciones de mi sector; vuelvo a dormir como un osito de peluche. Aquí esta de nuevo la magia del vivir de la empresaria-bonsái, del pequeño ser humano que soy. ¡Qué contenta! Es como si hubiese recuperado mis huesos, mi piel y sobre todo mis alas. Ligera de equipaje... como los hijos de la mar -que decía el poeta.

jueves, 1 de octubre de 2009

Dos socios y un abismo

Mesa negra de sala de juntas sobre fondo blanco. Mesa negra, paredes blancas. Árboles en la terraza: un tejo,dos pinos, un ácer japonés, una camelia, dos fícus. Mi despacho. Son las 8.10 de una mañana del mes de julio de 2006. Preparadas las tazas de té, los folios de colores, dos tarros con bolígrafos, el dossier con la carpeta de los clientes, mis gafas pequeñitas con montura de pasta roja y el papelógrafo. Faltan cinco minutos para que lleguen. Son dos, ella supera la cincuentena, él no llega a los cuarenta. Son dos socios de una empresa del metal que ronda los cien trabajadores. Herederos al cincuenta por cien de un imperio que por carácter, formación y habilidades les queda grande. Son dos, provienen de distintas familias, distintas formaciones, estilos, pulsiones. No llegan. A mi me da por recolocar las sillas, blancas, ultra modernas, ultra incómodas, de diseño. A mi me da por recordar algunos aprendizajes de mi último curso universitario sobre las dificultades inherentes a las empresas familiares carentes de protocolo, sobre la errónea estrategia de estar igualados al cincuenta por cien, empate técnico a la hora de tomar decisiones. Si/ No, No/ Si... cuan margarita. Bloqueo.

Ding dong... llegan al despacho con segundos de diferencia... Vienen de la fábrica cada uno en su coche, por separado... apenas se miran o se saludan. Yo les ofrezco el tradicional abrazo de bienvenida. Están tensos. Sacan sus papeles, apagan sus iphones se quitan las chaquetas y finalmente se sientan. Esperan -equivocadamente- que lidere yo, el Coach, cuando los protagonistas absolutos de la obra son ellos.Comienza el espectáculo, el entrenamiento, la puesta en escena del abismo que les separa. Los niveles de comunicación gestual, verbal, tonal son casi inexistentes... Comencemos por construir puentes -pienso- mientras pido que repartamos roles de sesión siguiendo las pautas de Alain Cardon: medidor de tiempo, secretario o realizador del acta y observador que aporta feedback. Les he situado cara a cara... resulta casi imposible no centrar la mirada en el otro y, sin embargo, lo consiguen, se evitan. Reparto dos cuestionarios para medir el nivel de su desencuentro (quince parámetros). Cada uno lo completa por separado. Después lo comentamos en voz alta: hay indignación, ira, cólera, tristeza, emociones feas y mucha incomodidad. Ambos quisieran salir corriendo. Es lo que les pide el cuerpo, las vísceras. Se quedan. Se impone la cabeza, la decisión (consensuada) de mejorar su relación, de establecer un puente comunicacional, de aceptarse (aceptar la diferencia), de apreciarse (apreciar la diferencia), de respetarse (respetar la diferencia), de comunicarse (comunicar lo que piensan, sienten, necesitan y quieren, del otro). Para que se queden, participen y contribuyan ni siquiera tengo que apelar al sentido de la responsabilidad, se recolocan sólos: eso también forma parte de la educación y de la herencia de ambos. No lo saben, pero en el fondo comparten más de lo que piensan.

Durante los cuatro primeros encuentros se suceden los careos, las miradas desafiantes, los desplantes, los reproches, el chantaje del silencio, carraspeos, toses, amenazas, desaires, groserías, intentos de falta de respeto (que el Coach frena radicalmente). Tenemos un abismo bien profundo.
Continúa -hasta el desenlace- en el siguiente post.

Dos socios y un puente

Viene de la entrada Dos socios y un abismo.
Mesa negra de sala de juntas sobre fondo blanco. Mesa negra, paredes blancas. Árboles en la terraza: un tejo, dos pinos, un ácer japonés, una camelia, dos ficus. Mi despacho. Son las 8.10 de una mañana del mes de julio de 2007. Preparadas las tazas de té, los folios de colores, dos tarros con bolígrafos, el dossier con la carpeta de los clientes, el papelógrafo y mis gafas pequeñitas con montura de pasta roja. Faltan cinco minutos para que lleguen. Son dos, ella supera la cincuentena, él no llega a los cuarenta. Son dos socios de una empresa del metal que ronda los cien trabajadores. Herederos al cincuenta por cien de un imperio al que han decidido sacarle chispas. Son dos, provienen de distintas familias, distintas formaciones, estilos, pulsiones y sin embargo han comprendido la necesidad, la conveniencia, de entenderse, apoyarse y trabajar juntos por el bien propio y de la empresa. Pura practicidad. Trabajan con un Coach durante un año. Construyen puentes sobre lo que otrora fue un abismo... veamos cómo.

Son las 8.14 y no llegan. A mi me da por recolocar las sillas, blancas, ultra modernas, ultra incómodas, de diseño. A mi me da por recordar algunos aprendizajes de mi último curso universitario sobre las dificultades inherentes a las empresas familiares carentes de protocolo, sobre la errónea estrategia de estar igualados al cincuenta por cien, empate técnico a la hora de tomar decisiones. Si/ No, No/ Si... cuan margarita. Bloqueo, salvo que hayan aprendido técnicas de negociación, herramientas de comunicación eficaz.


Ding dong... vienen de la fábrica. Sesión a sesión, cada quince días, durante un año, continúa el entrenamiento, la construcción de puentes. Si en los primeros encuentros se producían careos, miradas desafiantes, desplantes, reproches, chantaje silencioso, carraspeos, toses, amenazas, desaires, groserías, intentos de falta de respeto (que el Coach frenó radicalmente)... En las cuatro siguientes se fueron tomando el pulso y el Coach como testigo, como catalizador de cambios, propulsor de tareas específicas, palanca de encuentros a solas, entre ellos, en la empresa, facilitador de lecturas, emails, propuestas, preguntas, feedback... Hacia la octava sesión comenzaron a producirse cambios. Llegaban juntos en el mismo coche, y espontáneamente hablaban de temas concretos de su negocio, se servían el té el uno al otro, se disculpaban si no habían completado alguna tarea. Fisicamente se sentaban enfrente y se miraban, sostenidamente, aunque hubiera discrepancia de enfoque, de tema o de criterio. Había comenzado la construcción de puentes sobre el abismo... construcción no exenta dificultades, puente elevadizo a ratos, de quita o pon, provisional. Al medio año todavía no se habían instalado de manera permanente las "funciones" de confiar en el otro, de pedir permiso, del respeto a ultranza, de reconocer fortalezas, bonanzas del otro, de pedir ayuda, de escuchar empáticamente y de ofrecer feedback generoso... Aún había discontinuidad, corriente alterna, sobre lo que antaño fuera un abismo.

Nueve meses después del inicio del Coaching había un puente firme, estrechito, de cuerda y madera. Tres sesiones más tarde, el puente mutó al cemento: sólido, fiable, contínuo. Al año, julio de 2007, tuvimos dos socios y un puente de acero, como el de Brooklyn. No hubo atajos, no fue fácil ni cómodo: sudaron, tosieron, se revelaron, lloraron, dieron puñetacitos en la mesa, se levantaron de la silla, tiraron varias veces la toalla, volvieron a cogerla, el Coach sosteniendo el desaliento y ellos protagonistas absolutos, siempre. Ahora tenemos dos socios invencibles, como La Armada. No en vano su sector es el metal y ellos, ya lo dije en otra entrada ¡tienen en común más de lo que sospechan! La empresa va mejor, muchooooooooo mejor. La productividad y el clima de una organización depende en buena media de sus líderes. Y al final va a ser cierto que el noventa por ciento de todos los problemas empresariales son en alguna medida problemas de comunicación. Puentes. Tendamos puentes sobre todos los abismos imaginables. Final feliz en esta historia. The end.