martes, 16 de junio de 2009

Desbandada

Desbandada. Pánico. Unas amigas -psiquiatra y aparejadora respectivamente- han cerrado sus despachos en los dos últimos meses: insoportable el peso del alquiler y otros gastos fijos. Se han lanzado como locas en busca de subvenciones de la Diputación de Vizcaya para ofertar cursos. La panacea de los cursos. Todo el mundo enseña de todo a cualquiera. Más si está subvencionado. No me malinterpreten: mis amigas además de adorables tienen una licenciatura y un extenso bagaje profesional a sus espaldas. Ahora bien: ni idea de la ristra de cursos (que no de ajos) que han ofertado a la institución foral.


Pánico. Una tiene marido y eso siempre ayuda -digo yo- a llenar (también a vaciar) el frigorífico. La otra está sola ante el peligro. La situación de precariedad le resulta desconcertante: nueva. ¿Cómo puede ocurrirme algo así a mi? Se pregunta. Durante décadas ha ostentado importantes cargos de responsabilidad (es una mujer de compromiso social e ideología de vanguardia). Ha salido en muchas fotografías del periódico junto a políticos de renombre y... sin embargo... no ha sabido hacer de ello un baluarte, un puerto seguro que -en época de aguas bravas- la proteja de la marea. Networking le llamamos.


Net, red... un sinfín de nudos entrelazados entre sí que -si se construyen bien- aguantan la caída de un funambulista en el circo de la vida. Net, red... para pescar. Aquí la utilizan los arrantzales vascos y es habitual ver a sus mujeres remendando boquetes en el puerto. Net, red... personas que conocen a personas que conocen a otras personas que están en el lugar adecuado en el momento adecuado y de eso se compone la vida. Le llaman sincronicidad y vinculan el concepto -entre otros- a Carl Jung, discípulo de Freud. Net, Sincronicidad, jerga intelectual para expresar fenómenos cotidianos que a todos nos afectan.


Decía mi difundo padre (cuánto le quería) que nadie escarmienta en cabeza ajena. Sin embargo al hablar hoy con mi amiga aparejadora he pensado en lo urgente que resulta enseñar a las personas a construir redes sociales, del conocimiento, familiares, solidarias, laborales, gremiales, redes que nos sostengan en los momentos de caída libre de los que ninguno estamos a salvo. No la gente de a pie: usted, yo.


Construyan redes. Si no saben cómo... lo explico en otro post... si me lo piden. O les doy un curso... je je... mejor subvencionado... en puerto seguro... al socaire del viento del norte que sacude nuestra prosperidad. Tiempos modernos, que decía Chaplin en su genial film. Tiempos complejos para una psiquiatra y aparejadora, buena gente, en caída libre. S.O.S.

1 comentario:

Maite coach dijo...

Qué miedo!!!! habrá que agarrarse bien a la silla hasta que pase el tormentón... Enhorabuena por tu blog Azucena, hace poco que lo he descubierto.
Un cariñoso abrazo desde Bilbao