sábado, 19 de septiembre de 2009

Etapas del Tour

Imaginen tres idénticas vasijas de cristal. A la primera le llamaremos Vacía ya que en su diálogo con el mundo no para de pedir que le llenen de atención, de mimos, de comida, de tiempo, de regalos, de sexo, de juguetes y de halagos. Dominada por el deseo -obtenga lo que obtenga de la vida y las personas- es insaciable porque vive para recibir y ese verbo no tiene fin.

Llamaremos LLena a la segunda vasija. Colmada con lo que hay (y esforzándose por alcanzar no que no hay) atesora detalles, saborea cada brizna de hierba y aire, y cultiva un jardín interior en el que siempre florecen salvajes y bellas amapolas. Vive para ser y ese verbo -aun siendo profundo y extenso- contiene los límites que se auto impone.


La tercera vasija desborda sabiduría, generosidad, apoyo, escucha, paciencia y desde el ser fertiliza todo cuanto toca. La llamaremos Plena y se caracteriza por el dar. Son estadios evolutivos del ser humano por los que biológica y/ o psicológicamente transitamos inclinándonos finalmente hacia uno de ellos. Más información: Análisis Transaccional, Eric Berne.

Vivir para pedir...

Vivir para ser...

Vivir para dar...

Vocaciones, decisiones, acciones encaminadas al descubrimiento del sentido último del que habla Vicktor Frank. Vasija vacía de niño. Vasija llena de adulto. Vasija colmada que rebosa y fertiliza de padre-maestro-guía o coach que ojalá algún día alcance a ser... ¡Que los dioses del Olimpo me oigan!

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