jueves, 26 de agosto de 2010

Broma Cósmica

Si hoy fuera una diosa, cruzaría mi cuerpo sobre las agujas del reloj para que no avanzase hacia el comienzo de mis obligaciones. Si fuera una diosa, dedicaría la jornada al placer de ser, estar, observar y sentir sin más quehacer que colgar la pupila del horizonte bellísimo del mar -mi mar Cantábrico- donde los veleros aparecen esta mañana con los mástiles desnudos (sin trapo) porque no se mueve una paja en la cornisa.

Dedicaría dos horas a escribir, una hora a visitar la planta de libros del Fnac, una cuarta a leer en la terraza de La Concha y echaría una siesta para soñar imposibles realizables -bonita expresión incongruente- y sacaría por fin los aperos de acuarela para deslizar el pincel japonés sobre la delicia del papel Arches -acaso el mejor del mundo-. Después iría a tomarme un helado de cucurucho a la italiana del centro para recogerme finalmente en los brazos de mi amante... si fuera una diosa.

Aterrizo del Olimpo: pongo la lavadora, riego las plantas, coloco unos cojines del salón, guardo las pesas y la cuerda del gym, preparo mi ropa de trabajo, repaso el Email, anoto en la agenda y salgo de casa hacia los imposibles realizables. Dioses de barro incapaces de frenar las agujas del reloj cósmico! La broma del vivir ;0)

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