sábado, 29 de enero de 2011

El camino del artista

Estoy de paso en Hendaya (Francia). Esta vez no es por negocios sino por placer, siguiendo las precisas indicaciones de mi amiga Mª Eugenia, una mujer creativa, chispeante, buscadora permanente de "vitaminas para el alma"; un jilguero en su aparente fragilidad y una elástica funambulista a base de Pilates. Ella me habló de Jean Claude Cimeliére, el genio francés a quien he conocido esta tarde en Mendi Zolan, espacio cultural y artístico.

Antes de conocerle, he recorrido a pie doce kilómetros de costa en paralelo al mar, el club de surf, los campos de fútbol, el parking de roulottes y -de regreso al hotel- me ha sorprendido la lluvia torrencial ¡menos mal que llevaba uno de mis gudrum con capucha!

Anochece y -desde mi ventana- observo el mar, la gigantesca playa y las luces del otro lado: Fuenterrabia. Las farolas dejan sobre el agua una estela de nostalgia por el sol que languidece tras el horizonte. La zona del puerto está llena de gaviotas pateando la dársena donde encallan algunos botes.

Retrocedo mentalmente hasta las esculturas de Jean Claude, ingeniosa representación material de conceptos abstractos: preocupaciones (dinero), pulsiones (el amor), arte (la música), gastronomía (un gallo) y los rituales de celebración (una fiesta)... El fabuloso edificio que alberga la muestra está cerca del Casino y la Talasoterapia-Spa de Hendaya, aunque cuesta dar con la Mendi Zolan porque se esconde en un laberíntico patio entre manzanas. Si quieren hacerse una idea de los montajes inspiradores de este artista residente en Biarritz, vean la última incorporación al Picassa. Contemplando esta imagen, me da por pensar en los procesos neuronales de los que no somos conscientes aunque siempre están activos en nosotros. Esa idea me lleva a otra que me acompaña desde hace casi veinte años: el cómo y el por qué se producen los procesos creativos. Dice J.D Salinger -autor de El guardían entre el centeno- que el arte y la espiritualidad van siempre unidos. Salinger llegó a vender 60 millones de ejemplares de su primera novela sin que el éxito editorial le alejara un solo día de la doctrina budista, la práctica del vedanta y la meditación zen.

El discurso pedagógico de Jean Claude ha confirmado una vez más la inquietud -casi el tormento espiritual- en el que viven de manera permamente a los artistas reflexivos ¿comprometidos? y me anima a seguir buscando respuestas sobre la creatividad. Me meto en la mullida cama de mi habitación de hotel, cojo The Artist´s way de Julia Cameron -libro que he traído en mi maleta- y me sumerjo en su lectura. ¡¡Buenas noches!!

viernes, 28 de enero de 2011

Espacio Ono

Mi casa no es sino el lugar en el que vivo con un filósofo. Y el espacio no me pertenece sino como morada de los sueños. Vivo en la calle Onírica número 30, segundo A de San Sebastián, un lugar en el que los balcones parecen delegaciones del Botánico de Stuttgart y el salón una franquicia de Body Factory con pesas, cuerdas y artilugios.

Mi casa no es sino el lugar en el que comparto el desayuno en la pequeña mesa redonda de la cocina con mantelito amarillo y servilletas al tono. A la mesa cilíndrica le llamamos "el rocódromo" y no me pregunten porqué. El caso es que los fines de semana incluimos junto a las rebanadas integrales, un croissant bien tostado con mantequilla y mermelada de higo -mi favorita- o de arándanos -la suya-. Este es el primero de un centenar de pequeños placeres que hacen de nuestra casa un refugio anti-atómico resistente al bombardeo de ruidos y disonancias.

El polvo invade a veces las estancias y las pelusas corren por la casa en competición paraolímpica. Los libros pugnan por hacerse un sitio entre las acuarelas, los mil cuadernos escritos a mano en las últimas tres décadas, los violines, los muñecos abandonados a la ternura de otro tiempo y un sinfín de objetivos que no retengo en mi memoria.

Hoy he comprado un taburete al que llaman "modelo de ordeñar"... En fin, mi casa es rara pero no tanto como para este ejercicio campestre ?! Lo quiero para el recibidor de la entrada donde nos quitamos los zapatos al llegar del monte o la playa y se quedan los remolinos de hierba y arena.

Mi casa no es sino un lugar en el que comparto una vida naif en el interior y semi-ortodoxa en el exterior. Único remanso en el trasiego de la batalla, de las mil batallas apasionantes en las que me sumerjo en este instante porque aguardan ávidas que les atienda. Ya saben... vivo en a calle Onírica nº 30, segundo A de San Sebastián, una delegación del botánico de Stuttgart.

lunes, 24 de enero de 2011

Manipulación Cero = Ética

Perdidas algunas batallas, al hombre no le queda sino pararse y escuchar la incómoda voz de la conciencia que en verdad siempre ha luchado por hacerse oír.

Perdidas algunas batallas, el ego se pliega en retirada, rendido a la evidencia de sus limitaciones. Es entonces cuando -frente al espejo- uno comienza a digerir sus amargas verdades y esa hiel destila la miel de la sabiduría en el vivir y compartir. Para entonces han transcurrido varias décadas y la mayoría hacemos un balance agridulce del combate cuerpo a cuerpo con la materia en un "ganancias" y pérdidas" que nos confronta a lo que es: el ser en el que nos convertimos a los cincuenta, y esa cara en el espejo que nos espeta a seguir luchando por el porvenir.

En este contexto surge la pasión por la ética, y la reflexión que realizará el Catedrático Emérito de Psicología Social de la UPV, Sabino Ayestarán, el día 26 de febrero próximo en Bilbao en una jornada que organiza el Instituto de Supervisores Profesionales Asociados, ISPA, para celebrar el décimo aniversario de su fundación. Acudirán un centenar de profesionales así como representantes de siete países europeos encabezados por su presidente, Sijtze De Roos. Para participar es imprescindible registrarse en difusion@ispa-supervisión.org

El título de la ponencia de Ayestarán es La ética en las organizaciones y los equipos de trabajo , algo que está de moda aunque el catedrático lleva casi medio siglo leyendo, investigando, publicando, enseñando y practicando la ética entendida como una opción voluntaria y personal en favor de la cooperación entre personas. Ética como ausencia total de manipulación en las relaciones laborales. Sabino también hablará en Bilbao de la ética del liderazgo que pasa porque los manager-directivos-empresarios-gerentes conecten consigo mismos y regulen sus emociones.

En palabras de este sabio, la ética es necesaria aunque no suficiente en las organizaciones ya que hace falta desarrollar otras habilidades como la de comunicar. Ayestarán entiende la comunicación como un no culpabilizar; como la búsqueda de lo mejor de cada persona que integra un equipo; y como estar dispuesto a iniciar la cooperación con el otro tan pronto rectifique su error.

Preguntado por la conexión entre la ausencia de ética y el convulso momento actual, el Catedrático de Psicología Social de la UPV considera que tras la brutal crisis financiera mundial lo que se ha puesto de manifiesto no es sólo una falta de ética, sino de conocimiento, algo que personalmente le inquieta.

sábado, 22 de enero de 2011

El mundo a una yarda

Los árboles dormitan el invierno especialmente frío en San Sebastián (hoy, todo el día cero grados, cubierto). Como siempre que dispongo de un poco de tiempo, me gusta vaciar la mente en la naturaleza que -por alguna razón que desconozco- siento como el lugar al que pertenezco. Esta tarde he descubierto accidentalmente un parquecillo situado a cinco minutos de mi casa, tras el seminario. Inaugurado hace dos años, hasta hoy no le había dado una oportunidad al Serafín Baroja ¿tendrá algo que ver con Don Pío, nuestro escritor? Me he reído en silencio mientras caminaba rápido -en un intento de entrar en calor- al darme cuenta de que en los últimos meses he cogido algunos aviones, visitado algunas ciudades europeas y hallado rincones interesantes a muchos kilómetros de casa... Quizá no haga falta ir taaan lejos.

Porque...lo que se busca en la discoteca a veces está en el compañero de sofá. Porque...es innecesario desplazarse al Himalaya: basta con oler las mimosas de la plaza de tu barrio. Porque...el atardecer más exótico no está en Cancún, sino en tu bahía si la contemplas con ingenuidad una tarde cualquiera mientras regresas a casa tras una jornada laboral.


Los árboles del recién descubierto parquecillo simulan la belleza del paisaje de la película De dioses y hombres -rodada en 2010- recién estrenada en nuestro país y Premio del Jurado en Cannes. Un alegato en defensa de las creencias. El largometraje recrea la vida de ocho monjes cistercienses en el Magreb de los años noventa, en un entorno histórico turbulento y sanguinario. Bajo la dirección de Xavier Beauvois, el filme transcurre lento, exquisito, armónico, permitiendo al espectador conectar (en el interior del monasterio) con la simple y bella austeridad.

Si ven la película, por favor, registren con atención el estilo de liderazgo de Christian, el funcionamiento de los monjes como equipo, su imbatible solidaridad, trabajo compartido, cuidado mutuo, respeto, aprecio, afecto, ternura... Y no se pierdan el detalle de una escena en la que colgados musicalmente de Albinoni los monjes y usted alcanzarán el nirvana.

viernes, 21 de enero de 2011

¿Orcos?

La conocí con apariencia de mujer, si bien aún pervivían en ella muchos rasgos de la niña que fue. Diríase que tenía algunas manías como utilizar siempre tres bolígrafos (verde, rojo y azul) para subrayar los destacados de un libro, o para resumir una conferencia. Nunca salía de casa sin su cuaderno Moleskine negro con goma lateral y jamás viajaba sin dinero, bastante dinero -que no gastaba pero le daba seguridad- y en todos los cafetines le conocían por la excéntrica costumbre de tomar un cortadito del establecimiento con un par de galletas Gerblé de sésamo que sacaba con discreción de su bolsillo.

Cuenta que en su infancia fue una niña autista, ya saben, personas con más vida interior que exterior o -al menos- con discontinuidad en los tramos que (en teoría) conectan ambos mundos. Ahora se sabe que muchos de los niños considerados autistas han resultado genios en la edad adulta aunque ya no sirve de consuelo a quienes en la infancia padecieron exclusión por sus peculiaridades en el patio de recreo.

El caso es que persiste en ella la alergia a las masas, lo que los psicólogos etiquetan como "fobia social". Dice que las personas de una en una, porque de otro modo se convierten en orcos, aunque no lo sean. Es un poco fuerte escuchar cómo describe a las multitudes como hordas mientras camina rápido en la dirección contraria.

A lo mejor tiene secuelas de otra vida ¡es un decir! o percibe algo que los demás no intuimos. El caso es que esta mañana dando un paseo por el soleado Peine de los Vientos hemos tenido que virar ciento ochenta grados porque -de frente- avanzaba hacia nosotras una excursión de pensionistas. Le he pedido que al menos nos parásemos un instante en el malecón donde el olor a salitre era delicioso e indescriptible porque la marea estaba baja (bajísima) tanto, que incluso los orcos hubiesen podido pasar a pie -saltando de roca en roca- hasta la isla de Santa Clara. O casi... porque hay una veintena de metros de mar donde las rocas no emergen.

Tras la contemplación del oleaje se ha serenado un poco, y hemos podido continuar la mañana de dialogo y placer, entre ecos literarios y cinematográficos (es una mujer realmente culta). Al despedirnos, me ha dicho: ¿Sabes, Azucena? Quiero ganarme mis canas. Otro día te cuento... -Vale- le he contestado, mientras enfilaba mis pasos hacia el despacho. Toca jugar a producir, jugar a servir, jugar a seducir, es decir ¡trabajar! Mientras ella ve orcos y ondinas entre las rocas.

sábado, 15 de enero de 2011

Apocalíticos e Integrados

El apocalipsis -entendido como el fin del mundo- se anuncia coincidiendo con el final de las subvenciones de todo tipo que alimentan la mediocridad y amortiguan el desconcierto. La ciudadanía desconoce la ingente cantidad de personas, instituciones y empresas que viven de las subvenciones gubernamentales de ámbito nacional, autonómico y provincial, por no hablar de San Hobetuz (Europa), plan que viene "salvando" la cuenta de resultados de unas cuantas organizaciones. El día en el que las subvenciones caigan será "el crujir de dientes" del que habla la Biblia en el libro de Juan, cuajado de dragones, espadas y jinetes.

Los cursos que se ofertan -de todas las clases, colores, duraciones, enjundias, calidades, fuste, descaro, utilidad/inutilidad- están subvencionados para las empresas en un porcentaje que roza la totalidad. Si no fuera así, si los departamentos de contabilidad tuvieran que pagar las facturas formativas... ¿Cuántos de los actuales cursos sobrevivirían?


Entiendo que se trata de otra pompa de jabón, tan efímera como inútil, tan banal como entretenida, tan incolora, inolora e insípida como todo aquello por lo que no se paga. Y aunque resulte doloroso reconocerlo, los humanos no apreciamos aquello que no cuesta dinero (sea una puesta de sol o un curso de escaparatismo). Y desde luego, si es gratis, las evaluaciones de satisfacción son positivas -especialmente si los cursos se realizan en jornada laboral-.

Reconozco que la intención de las subvenciones es legítima: mantener entretenidos a los parados, distraídos a los afectados por Eres y reciclados a los "cursillistas profesionales" que hacen de ello una manera de vivir. La intención es noble, estoy segura. Sin embargo, como en casi todo, la realidad supera la más pícara ficción y en la actualidad el mundo de la formación subvencionada se asemeja a un fondo de reptiles que alimenta la mediocridad (de los formadores) y amortigua el desconcierto (de la ciudadanía).

jueves, 13 de enero de 2011

Hikamika

El lunes estuve hablando con él. Tras las gafas había unos preciosos ojos azules, listos y calibradores propios de las personas que llevan media vida en la barra de un restaurante con prestigio. Yo disfrutaba de una generosa ración de sus famosas tortillas de patata con pimiento y de un tragüito de tinto de cosechero. Eran las doce del mediodía de una jornada que yo había comenzado en el despacho a las siete de la mañana. En un momento me dijo: ¡¡Hay hambre, eh? A lo que le contesté: es que he desayunado muy temprano, Alfonso.

Era el que mejor hacía las patatas panaderas, los pimientos del piquillo y los pescados en todas sus modalidades. Desde 1960 había sabido cultivar una clientela fiel y adinerada que hacía triple cola los viernes en la barra del Hikamika para tomarse una copita y un pastel de pescado o una "ropa vieja" algo que seguirá haciendo su equipo porque él se ha ido para no volver.

Mi homenaje de hoy es para Alfonso. Trabajó mucho, supo generar un cierto éxito hostelero y ya no está. Guardo silencio y pienso: Tenemos el derecho y el deber de ser felices mientras gocemos del privilegio de estar vivos.


martes, 11 de enero de 2011

Arena en los ojos

Tengo los ojos llenos de arena, no sólo porque una mutación del virus de la gripe A campa a sus anchas por el norte del país, agotando los suministros de clínex de todos los supermercados, sino porque anoche estuve de fiesta.

Cuando duermo poco los ojos protestan y se llenan de arena. Es el caso. La fiesta-sorpresa la prepararon un grupo de amigos (la mayoría emprendedores, empresarios y académicos de ambos sexos) y el pretexto era la celebración de lo que consideran un logro sideral (a decir de Paco R que hizo el brindis de rigor): mi colaboración externa y permanente a partir de ahora con la patronal a través de Adegi, la poderosa Asociación de Empresarios de Guipúzkoa. Trabajaré allí un día a la semana entrenando a gerentes, y a mis amigos les parece una noticia extraordinaria. Una mujer que me quiere, Marta U, llegó a decir -con visos de creerlo- que me estaba convirtiendo en un líder de opinión... Le agradecí su desmesurado cariño y entre risas de todos los comensales le recordé que Belén Esteban acaba de ser portada del más prestigioso e internacional de nuestros periódicos, EL PAÍS. Después de eso, nada esperanzador bajo el sol.

El caso es que algunos de mis amigos llevan treinta años impartiendo docencia al más alto nivel en la Universidad del País Vasco y participando en congresos por todo el planeta y han caído en ese doloroso fondo de reptiles que es el olvido ¿por qué?

El caso es que alguna de las emprendedoras -que anoche compartió vino y manteles- ha abierto una auténtica brecha en el empresariado vasco y aunque le invitan a participar en todos los eventos en los que hay foto (por aquello de la discriminación positiva) cuando tiene auténticos problemas en la fábrica pocos se remangan para echarle una mano ¿por qué?

En fin, que no quiero (si pudiera ¡esa es otra!) ser líder de nada en un país que tiene a Belén Esteban entre sus referentes. Amén. Descansemos. ¡Cómo pica la arena!

sábado, 8 de enero de 2011

Ni rastro del Príncipe

Esta mañana el bosque estaba lleno de faunos y aprovechando la temperatura primaveral he estrenado mis zapatos rojos caminando entre árboles. Las hojas -empujadas por la sombra del viento- competían entre sí por alcanzar el arrabal. Los atletas controlaban tiempos y pulsaciones en cada vuelta del recinto. Y mi amigo, el filósofo, hoy echaba pestes contra los jardineros a quienes acusa de que la hierba crezca cada vez más raquítica devorada por el musgo.

Permítanme que les hable de mis zapatos rojos modelo yggdrasil. Quienes hayan leído Mujeres que corren con lobos -de Clarissa Pinkola Estés- conocerán el profundo sentido que la analista jungüiana otorga al hecho de calzarse unos zapatos rojos. En una síntesis extrema pudiéramos decir que equivale a atreverse a ser una niña mala. Bueno... en realidad a ser una niña aunque tengas el pelo blanco y el humor negro. En verdad a ser creativa, atrevida ¿juguetona? sí, también juguetona.


Mis zapatos son de la marca http://www.elnaturalista.com/ -hasta ahora desconocida para mí- y entre cuyos referentes de portal se encuentran Charles Darwin y su barba. El símbolo de la firma es una rana como epítome de la transformación ¡qué bonito! Por cierto, el lago del bosque estaba lleno de patos y cisnes pero cero ranas, todo sapos ¿o serían príncipes?

Creo que Pinkola Estés sabía lo que decía y el calzado rojo tiene efectos narcóticos, o cuando menos oníricos, y que tienen razón los lectores que me atribuyen el uso de palabras raras. Palabros en realidad. Voy a quedarme descalza un rato. Esto no va bien... mis neuronas están cogiendo velocidad de montaña rusa. Por allí veo a Maridomingüi (la mujer del Olentzero). En serio, ni rastro del príncipe. Lástima.

miércoles, 5 de enero de 2011

Caruso quiere ser "gente"

Vengo de una empresa situada en el Parque Tecnológico de Miramón (San Sebastián) con el extraño sabor de boca de haber asistido a una cruenta batalla. A un lado, el ejército rojo (individualismo, egoísmo y el omnipotente "yo") y al otro, el ejército blanco (colectivismo, altruismo y el evolutivo "nosotros").

Se trata de un grupo de personas -altamente cualificadas, con perfiles y posiciones altísimas- que con frecuencia olvidan los rudimentos de la razón, el sentido común y la bondad más elemental. Aún no son un equipo porque no han comprendido que para alcanzar la plenitud el atajo es el equipo, obligado a conseguir objetivos que trascienden al individuo.

Es cierto que llevo algunas semanas sumergida en lecturas varias entorno a los equipos que me permitan hacer un compost de calidad para una ponencia que desarrollaré a mediados de marzo en el Palacio de Miramar en el marco de unas jornadas que llevan por título: Liderazgo, Motivación y Crecimiento Personal http://www.dialogosdecocina.com/2011/. Y que esta influencia tiñe el sesgo con el que observo la realidad de por sí evidente si miras con desapego del tinte emocional que colorea percepciones y lo que es más grave, decisiones.


Junto al agrio sabor de que en la sociedad civil asistimos a una cruenta batalla en la que a cada instante elegimos el color del ejército con el que nos posicionamos (rojo/ blanco), me da por pensar si los equipos no pudieran ser considerados como "unidades éticas" o más acorde con la jerga fashion contemporánea "nodos éticos", núcleos que se conectan entre sí hasta el infinito configurando el cosmos tierra y acaso más allá de ésta. Si los equipos están enfermos, la tierra languidece...

Piénsenlo por un momento, los equipos como "nodos éticos", entendiendo la ética como la capacidad de subyugar el actual salvajismo individual, al bien común. Si los "nodos éticos" sanan, la tierra florece y acaso más allá de ésta.

Cuando leía cuentos a mi hija, llegué a aprender casi de memoria el texto de una historia cuyo título era: Caruso quiere ser gente. Quizá la magia evolutiva consista en que usted, yo y Caruso seamos (a un tiempo) "gente" y seres únicos, sagrados y creativos. Amigo lector, usted ¿a qué ejército pertenece?

sábado, 1 de enero de 2011

Paradojas del individualismo

Estreno año y vértigo ante la página en blanco. Ayer (último día del 2010) realicé el ya tradicional Mapa de los Deseos con imágenes y palabras escogidos-proyectados con primor (para el año entrante) mientras resonaba todo el tiempo en mi memoria la frase de un amigo muy querido "... los dioses nos castigan, concediéndonos lo que les pedimos...".

Las primeras horas vespertinas del 2011 las he pasado en Hondarribia (Fuenterrabía) en cuyo puerto reinaba el sereno sol de los festivos antes del desayuno. Apenas había transeúntes a las 10.40, momento en el que ha despegado el avión de mi hija de regreso a Rotterdam -tierra de adopción- donde le esperaban algunos amigos, la tortuga Casiopea, un montoncito de proyectos, el pálido cielo holandés y cuatro-seis grados bajo cero de manera permanente.


En esta ocasión, la sirena ha estado tan poco tiempo en casa que su tránsito semeja el paso de una estrella fugaz que ilumina-calienta unos instantes el firmamento de la noche para desaparecer de nuevo por mucho tiempo, meses. Sigue su camino como una flecha lanzada con la tensión-fuerza-esperanza del arco familiar pero fuera ya de nuestro control. Eso me recuerda las Paradojas del individualismo, libro escrito en 1993 por Victoria Camps que repaso antes de entrevistar a la catedrática y filósofa de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Dice la autora que la ética consiste en el uso de la libertad compatible con los intereses de la comunidad. En una palabra, Victoria Camps aboga por defender el individualismo compatible con las exigencias de la vida en común (familia y sociedad). Paradojas.

La ex-senadora estará en Bilbao próximo día 20 de enero 2011 invitada por la Fundación Novia Salcedo. Disertará durante más de dos horas, y participará activamente en varios grupos de investigación y debate en una maratoniana jornada que se plantea con enfoque pedagógico y juguetón lo que le mantiene lúcida y entera a sus setenta años.