jueves, 3 de febrero de 2011

Mi husky

Debemos a Calderón de la Barca la idea del "gran teatro del mundo" y al Topic -museo vasco de Tolosa- la nítida percepción de los títeres como personajes movidos por las hábiles manos de los artistas que manejan los hilos. Encuentro en ambas ideas cierta similitud con la sensación que me acosa cuando que estoy en los despachos de moquetas mullidas, calefacción por encima de los veinticinco grados y secretarias con ropa de diseño que se mueven al ritmo caribeño del hilo musical.

A última hora de la tarde de ayer estuve en una institución y aunque tenía cita concertada -y me habían convocado ellos- me tocó esperar tres minutos de reloj en la sala de juntas donde al cabo de ese tiempo apareció el tecnócrata de turno, persona amable, culta y correcta donde las halla -dicho sea de paso en honor a la verdad-.


Durante los tres minutos de espera emergió con furia el husky que hay en mí, ese animal salvaje acostumbrado a la libertad sin límite y a las situaciones casi extremas. Tras el rugido inicial logré calmarle mirando el impresionante paisaje del valle donde la naturaleza aún sobrevive a la barbarie humana. Negocié una tregua con mi husky interior, ese noble personaje cuya pulsión me ha traído hasta el hoy sobre cuatro pilares que acaso correspondan a las patas de la independencia, libertad, pasión y coraje que -según dicen los manuales- caracterizan a los emprendedores de raza.

Al término del encuentro -que duró casi una hora- yo había rechazado una propuesta formativa para quince personas interesadas en aprender técnicas de entrenamiento profesional con aplicación al mundo empresarial individual y colectivo. No crean que no pasé mi rato de zozobra, porque decir "no" a quienes mueven los hilos del gran teatro del mundo puede tener un coste penalizador en el corto y medio plazo, algo que debe medir muy bien un empresario bonsái como es el caso.

Como me enseñó Patricia Highsmith, la vida está llena de ideas germinales y de oportunidades, si vives con los ojos abiertos. También está cuajada de ciénagas cuyos lujosos destellos pueden extraviar la lucidez. Siempre que me encuentro en una encrucijada me pregunto: Esta propuesta ¿es un atajo o un desvío de mis objetivos? y ¿es consecuente con mi ética y valores? Estas preguntas me ayudan a clarificar y a re-encuadrar todo el tiempo mi posición sobre las moquetas mullidas, el hilo musical y el ritmo caribeño. Hoy mi husky está contento y tranquilo aunque sabe que la de ayer -y otras decisiones similares- le exigirá más esfuerzo al frente del trineo en el que juntos avanzamos sobre la nieve desde hace una década.

1 comentario:

H dijo...

Seguro que ayer hacia frío y llegaste con la capucha puesta, concentrada en tu interior lo que te facilito el autocontrol, que a veces hace tanta falta en situaciones como la que comentas.

Sugerencia de título: "Los huskys que llevan tu trineo"

Bicos para la esquimal y su perro,

H


¡Ah! Y aunque supongo que lo sabes, buenos festivales de títeres hay en Segovia (Titirimundi) y Redondela (Galicia) allá por Mayo-Junio