sábado, 19 de febrero de 2011

Sun Bu´er

Llueve, y el musgo abre sus fauces al agua de la torrentera bajo mis botas mientras camino con mi anciano amigo franciscano. Vamos despacio porque se fatiga, y porque teme torcerse un tobillo si (por descuido) pisa alguna de las piñas o castañas pilongas que se amontonan en los bosques del norte.

Es un hombre sabio de largo recorrido (como nuestro paseo, lento y prolongado) que ha profundizado en el estudio de numerosas religiones de oriente y occidente. Dedicamos toda la mañana del sábado a filosofar rodeados de naturaleza, este es nuestro lujo. Hoy se ha puesto excepcionalmente poético y -en un recodo en el que se alzaban bambúes de más de diez metros- me ha dicho que nos rodeaba el halo mágico de Sun Bu´er, la no dual (1). Después de eso hemos permanecido largo rato en silencio porque yo no sabía de qué hablaba y confiaba en que él siguiera hilvanando un discurso esclarecedor.

Casi veinte minutos más tarde, ya cerca del pantano de Urkulu (Guipúzcoa), le he preguntado quién es Sun Bu´er y porqué se le llama la no dual... Largas explicaciones, frases de relativo y profundas reflexiones después, he llegado a comprender que se trata de una taoista que alcanzó la iluminación -de la que habla el budismo Zen- lo que le permitió vivir sin la punzante escisión de la dualidad.
¿Cómo es que hoy nos rodea el halo de Sun Bu´er? le he preguntado con curiosidad. Porque a lo largo de nuestra caminata se nos han aparecido tres pájaros negros. Serán cuervos... le he contestado, a lo que se ha reído con ganas sin llamarme ignorante, porque es todo un caballero.

No, No, me ha dicho, ni cuervos ni urracas. Son los pájaros negros que anuncian la presencia de Sun Bu´er, la no dual: aves de unos quince centímetros de largo (cola incluida) con el pico naranja y las patas negras hasta el equivalente a nuestra rodilla y marrones después.

A decir de mi amigo, cada vez que aparecen tres de estas aves en mitad de la campiña hay magia en el aire y un misterio que ha de ser desvelado.

De regreso a casa, el franciscano me ha dicho que la no dualidad consiste en superar la dicotomía de los pares imposibles, en salir de la limitada visión de esto o lo otro, y me ha puesto de ejemplo el hecho de seguir la propia vocación y ser próspero, o de practicar la honradez y generar riqueza al mismo tiempo... Ahh! -le he contestado- esto es lo que la programación neurolingüística llama superar "el doble bucle" o las ideas opuestas y enfrentadas de igual intensidad que nos bloquean y nos mantienen inmóviles incluso en situaciones enloquecedoras.

Bueno hija -me ha dicho al terminar el paseo- eso del "bucle" me resulta difícil de entender... Prefiero observar si aparecen o no los tres pájaros negros de Sun Bu´er y recordar la conveniencia de la no dualidad. Vale, Txema, le he contestado cuando ya casi no me oía, y entonces ha aparecido una segunda tanda de pájaros negros ?!
(1) Poetisa china del siglo XII considerada por los taoistas como uno de los siete inmortales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez que te leo me duele pensar en todos los días que por un motivo u otro no entro en tu blog.
Cada vez que te leo me sorprende tu capacidad de engancharnos a tus palabras.
Cada vez que te leo me maravillo de tu sabiduría y pienso que desde que te conocí(hace ya cinco años)has sido un gran modelo a seguir aunque cada vez te vea más lejos.
Gracias por todo.
Ainhoa B.

Pedro U. dijo...

Buffff, pues lo intento, pero me parece una tabarra y ... chica, demasiado ego.