lunes, 7 de marzo de 2011

Almodovar y mi patética timidez

Toy acelerada, toy atacada, toy al borde de un ataque de nervios (Almodovar)... Faltan cinco, cuatro, tres, dos, un día ¡disparen! En algunas pesadillas imagino que los asistentes al congreso que se desarrollará en el Palacio de Miramar (San Sebastián, País Vasco) me tiran tomates maduros que resbalan chaqueta abajo churretosamente mientras les miro sin comprender su airada reacción. En la versión onírica acabo llorando delante de las casi quinientas personas que ya han confirmado su asistencia a las dos jornadas que se desarrollarán el lunes y martes, 14 y 15 de este mes de marzo 2011 entorno al tema del Liderazgo, la Motivación y el Desarrollo Personal www.dialogosdecocina.com.

Siendo como soy de una patética timidez, la vida me ha envuelto en "saraos" en los que por hache o por be me he visto obligada a subir a un estrado, a pronunciar una conferencia, a presentarla, a ponerme delante de una cámara, a coordinar un programa de radio o a dinamizar un taller de escritura... A base de hacerlo, la patética timidez -que sigue conmigo- no se nota aunque "pica" igual.

De hecho, yo -que nunca tengo granos porque abandoné el acné hace cuatro décadas- llevo unos días con sarpullido en la parte superior izquierda de la frente, en la parte inferior derecha de la barbilla y en otros inconfesables lugares de mi geografía corporal. Somatizo, supongo... o tendré salmonelosis...

Cinco, cuatro, tres, dos, ¡¡uno!! disparen... ¡qué vértigo! Cierto es que habrá amigos y no lo es menos que habrá enemigos. Qué feo... y sin embargo, quien no tiene enemigos es percibido como un microbio, un don nadie. Bueno, allí estarán también mis queridos mentores, algunas personas que me aprecian de verdad, y otras que sencillamente desean escuchar, aprender...

Lo que propondré en la ponencia es crear equipos como "nodos éticos", entendiendo la ética como laica y humanista, como un respeto sagrado por el otro, como honradez, atenerse a las normas y no manipular. "Nodos éticos" porque en ellos las personas subordinan sus intereses individuales a los colectivos sin anularlos porque si liquidamos al individuo caemos en la mediocridad (Chris Argyris). Si los equipos sanan quizá la tierra florezca... y es algo en lo que todos podemos contribuir porque lo mismo que cada uno de nosotros somos un conglomerado de circunstancias (Ortega y Gasset), también somos un conjunto de equipos que nos atraviesan desde el nacimiento hasta la muerte: el equipo familiar, el vecinal, el del barrio, el colegio, los amigos, los conocidos, los deportivos... La persona como intersección de infinitos equipos.

Les dejo ahora para ensayar en voz alta la totalidad de la ponencia: dura 45 minutos, lleva power point, y espero que los tomates no resbalen por mi chaqueta. Crucen los dedos, por favor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ánimo!! seguro que todo sale bien Allí nos veremos; yo, con mucho entusiasmo.