miércoles, 6 de julio de 2011

Lecturas sobre la arena

Hay libros dulces, salados y amargos y al igual que cuidamos lo que comemos buscando un estado de bienestar, debiéramos mimar la elección de las lecturas que entran por los ojos y se digieren en el cerebro tras un complejo mecanismo de codificación y descodificación.

Me contaba ayer una amiga que su psiquiatra le ha recomendado leer El Camino de las Lágrimas, de Jorge Bucay, entrañable psicólogo a quien conocí hace dos veranos en el palacio de Miramar donde impartía un curso organizado por la Universidad del País Vasco. No hace falta ser muy astuto para intuir el contenido del libro y su perfil terapéutico sumergido en llanto sin duda sanador... Sin embargo, ante la misma situación yo le había recomendado que leyera Conversaciones sobre la Felicidad, de Francesc Miralles y tampoco hace falta ser un erudito para intuir que en este caso la propuesta pasa por alzar el vuelo inspirándonos en modelos ejemplares de personas que han alcanzado la dicha y el éxito a un tiempo.

Hay libros dulces -Conversaciones sobre la Felicidad- y hay libros amargos -El Camino de las Lágrimas- y la variedad es sin duda una virtud siempre que ejerzamos el derecho sublime a elegir qué estado de ánimo queremos conseguir porque acaso las palabras -como el verbo- se hagan carne y habiten en nosotros. ¡Protejamos nuestro estado de ánimo también en la elección de las lecturas veraniegas!

No hay comentarios: