sábado, 2 de junio de 2012

Desafío Ético

Mi día fantástico ha comenzado a las nueve de la mañana en el despacho donde he tenido un entrenamiento de dos horas con un gerente que me ha aplicado el tercer grado tratando de sonsacar información sobre los empleados de su empresa a los que entreno. Con excelentes resultados, dicho sea de paso.

Con amabilidad rotunda (e impecable asertividad) he recordado la parte de las "condiciones de contorno" aceptadas por ambos, y escritas en la Hoja de Encargo en la que -como hago siempre- profundizo en la rigurosa confidencialidad del proceso de entrenamiento en todas las direcciones. Yo no transfiero información estratégica -ni de ningún tipo- sobre la organización (inversiones, productos, nuevas líneas de negocio, situación financiera etc.) y ellos (la dirección) se mantiene rigurosamente al margen de las sesiones de entrenamiento uno a uno, respetando lo que las personas comparten en ese útero protector que son mis despachos -por algunos llamados territorio zen-.

El caso es que la frustración del gerente ha ido en aumento en el transcurso del encuentro. Al comienzo con cierta diplomacia, sonrisa parcial y tono controlado, y al final con la amenaza de no prorrogar el encargo durante seis meses si no transfería información confidencial. Dado que no he cedido un palmo, y he blindado casi con mi propio cuerpo a las personas que entreno, doy por hecho que he perdido el segundo contrato (sobre la mesa del gerente) por una cantidad que representa un tercio de mis ingresos anuales.

Mi día ha sido fantástico a pesar del gerente porque me he mantenido alineada con mis valores, con la persona que soy, con mis canas, con el ejercicio de la independencia-libertad, y sobre todo con la lealtad a las personas que entreno a quienes realmente aprecio. Fantástico también porque al mediodía he comido en Botarri http://botarri-jatetxea.vipgourmet.com/  situado en los bajos del Hotel Oria (Tolosa) donde Txemari Esteban ha ejercido como un chef excepcional. Tras el surtido de postres (que ha roto mi esforzada dieta) hemos dado un paseo en paralelo al río durante algo más de una hora al término de la cual nos hemos sentado un banco de madera en la trasera de la plaza de toros de la localidad, momento que recoge la fotografía y que comparto ;-D



3 comentarios:

Marie dijo...

¡Buen trabajo! Como siempre...

H dijo...

Gracias por la coherencia. Seguro que la comida estaba deliciosa.
Bicos,

H

Anónimo dijo...

Menos mal que hay gente como tú.
Mucho ánimo, no cambies por favor. Se necesita gente así. Es muy duro para alguien que trata de ser coherente con valores de sentido común, sobrevivir ante seres humanos con tan poca ética. Sobre todo, es muy duro para quien sus ingresos dependen en gran medida de este tipo de gente. ¿Cómo se mantienen en el poder?