domingo, 9 de junio de 2013

Brutalidades y Errores


Immanuel y Jairo no se conocen. De hecho, nunca se conocerán. Y sin embargo comparten un cierto idealismo en el vivir y trabajar.

Jairo acaba de morir en una playa del Caribe a manos de los "cazadores de huevos de tortuga". No hay detenidos, y el eco de su vida se extingue excepto por el testimonio Almudena, la veterinaria española que acompañaba al joven en la protección de las tortugas baula cuyos huevos se comercializan a 500 colones (un dólar) en bares y puestos callejeros. Jairo ha sido asesinado por defender la supervivencia de una especie de tortugas. Sorprende semejante altruismo ¿no les parece? Morir por una causa ambiental, por una especie de reptiles  ?!


Immanuel Kant murió en 1804 y su nombre -junto con el de Hegel, Fichte, Schelling y Schopenhauer- figura como un referente del idealismo alemán que aportó la propuesta de superar la bipolaridad de la tesis / antítesis para alcanzar una síntesis que necesariamente no tiene porque emanar de las anteriores, sino que puede superar  ambas. 1804 y aún pendiente en nuestra sociedad y organizaciones empresariales en las que a diario brego por la superación de las dicotomías, apostando por la tercera alternativa.

Pasan los siglos. Se reproduce la ignominia del asesinato y del silencio. Repetimos brutalidades y errores. No aprendemos. ¿Olvidamos? Llevamos la barbarie en los genes. Tarde de domingo. Trazo un plan para terceras y cuartas alternativas en mi vida y mi trabajo. Finalmente, antes del segundo café, paso a limpio un diagrama de flujo que ayer compartí con un grupo de trece personas. Escribiré de ello... me temo que será a paso de tortuga y que Jairo ya no estará en Costa Rica para contarlo. Llueve.


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