jueves, 7 de noviembre de 2013

Dios existe y es del Manchester United


Un velero, frágil como una cáscara de nuez, faenaba a las siete de la mañana en la bahía. Siendo aún de noche, algunas personas practicaban el running en Miraconcha. Yo me dirigía en bicicleta hacia el despacho. 


Para las ocho y media ya había respondido al encargo que me ha hecho SATSE, el Sindicato de Enfermería (1.700 afiliados en Guipúzcoa y primera fuerza sindical del sector en Vizcaya). Tras enviar la propuesta he respirado con satisfacción, y me puesto a gestionar el correo electrónico -lo que me ha llevado un par de horas, como viene siendo habitual-. 

Un poco después de las diez y media he salido a por mi dosis de droga al cuadrado: una taza de cafeína en Narru y media hora de lectura serena de la prensa internacional desde el precioso mirador del establecimiento.






En la contra de El País el ex-rabino jefe del Reino Unido, Lord Sacks -con pinta de no haber roto nunca un plato- formula algunas ideas que merece la pena reproducir, analizar, y acaso incorporar a nuestra vida:

  • Dejar de pensar solo en uno mismo.
  • El altruismo es la energía renovable del universo.
Además Sacks cierra la entrevista en clave irónica afirmando que "Dios existe y es del Manchester United".

De vuelta hacia el despacho he recordado dos sesiones que tuve ayer en las que ocurrió el milagro del ¡ajá! del que tanto nos hablan los instructores del máximo nivel cuando nos estamos formando como facilitadores del cambio, como entrenadores, como coaches... Se trata del momento sagrado en el que una persona alcanza por si misma a comprender algo trascendente de su vida, de su profesión, o de un proyecto, que abre una nueva dimensión y tumba de un plumazo todas las ideas limitantes anteriores, la impotencia, los "peros", las vallas, los frenos y las fronteras allanando el camino hacia la meta que ahora se vislumbra como alcanzable.

Dos ¡ajás! en un solo día es un ratio inusual que ocurrió ayer con Leticia y con Koldo. El mérito sin duda les pertenece por su receptividad a mis preguntas, por su coraje ante mis desafíos, por su honestidad en la búsqueda y hallazgo de nuevas opciones para agigantar el potencial que ya poseen. El resultado: brillo en sus ojos (y en los míos) + unos segundos de silencio pleno + cierta emoción contenida por ambas partes + una sonrisa que emerge en la comisura de los ojos y acaba iluminando el rostro entero... Después nos arremangamos para trazar un plan de acción hacia el logro.


A última hora de la tarde Antonio -mi amigo gallego- me preguntó qué tal estaba, y no pude evitar contestarle que feliz, como una lombriz y muy agradecida a la vida porque... si bien Dios acaso no sea del Manchester United, está entre pucheros (Santa Teresa de Jesús), entre libros, en los bosques, despachos, ciudades, países, planetas y galaxias interconectadas hasta el infinito. Es un concepto que Alain Cardon  denomina "interface" y vincula a la "conectividad" -de la que hablaré otro día en otro post- y del que con frecuencia me habla también el filósofo de Aiete (bosque urbano de San Sebastián).

El altruismo es la energía renovable del universo
El universo entero es Dios 
¿Cómo vivirlo con fluidez en nuestro día a día?
¿Tendrá todo ello algo que ver con  la felicidad?


1 comentario:

toño zhas dijo...

Yo,como gallego que como mucho cree en las meigas escondidas en dibujos, creo en el dios de las pequeñas cosas; y hago mio cada dia el dicho de Jodorowski:"lo que das,te lo das.Lo que no das,te lo quitas".
Excelente post,por otro lado.