viernes, 13 de diciembre de 2013

Placeres celestiales en la marea negra


Siento que estoy en el ojo de los dioses que no son tuertos ni fóbicos sino benévolos conmigo por razones que desconozco. Placeres celestiales. No siempre se comportan de una manera tan amable pero en los últimos meses me acunan al punto de alertar a mi ardilla interior... ¿qué traman?

Escucho a Enya mientras plancho, dos actividades que me relajan. Placeres celestiales. Leo LiderARTE de Eugenio Palomero (Gestión 2000) tomando un café en el Narru. Placeres celestiales en medio de la marea negra de noticias que golpean la economía doméstico-familiar de muchos ciudadanos.

Después me contratan como profesora invitada en la Universidad de Deusto. Me otorgan un contrato empresarial al que optaban otros dos finalistas aceptando mi enfoque y presupuesto. Ibercaja me propone colaborar de manera permanente en Zaragoza entrenando a directivos en el bello arte de construir equipos transformadores (innovadores). El empresario más joven con el que trabajo (34 años) está consiguiendo resultados extraordinarios a pesar de la marea negra que vivimos: ha pasado de una a cuatro delegaciones, de quince a cincuenta trabajadores, y cuatriplicado los beneficios. Todo ello desde hace tres años, cuando comenzamos a entrenar. Además por primera vez IE Business School me encarga una ponencia sobre liderazgo transformacional y la dirección de Michelín quiere que siga entrenando a sus directivos. Placeres celestiales mientras la economía ruge y despieza como un hambriento tigre de bengala. Finalmente esta noche (viernes 13) entregarán uno de los premios que otorga anualmente The Glutton a Gabriella Ranelli empresaria-bonsái a la que entreno desde hace año y medio. 


Gabriella es la persona más vital que conozco: alegre, rápida, espontánea, con una lengua de trapo fascinante en castellano y aristócrata en su inglés americano original. Viste con estilo neoyorkino aunque ambas amamos la ropa de Montes (San Sebastián) y compartimos una boina negra que ella trajo de Chicago y yo de mi Bilbao natal.

Por encima de otras consideraciones Gabriella Ranelli es una mujer culta y amante de la gastronomía vasca cuyos placeres celestiales conoce mucho mejor que la mayoría de los oriundos del País Vasco. Se mueve por la ciudad en bicicleta y se caracteriza por ser afable y sonriente pero nunca debemos olvidar que es una de las diez mejores guías gastronómicas del mundo, según The Wall Street Journal, que escribe para medios de comunicación internacionales especializados y que colabora con el prestigioso Basque Culinary Center en tareas docentes y como embajadora.


Esta noche Gabriella acudirá al restaurante Ni Neu de San Sebastián para recoger el premio The Glutton por su brillante carrera profesional (veinte años) como guía gastronómica y turística del máximo nivel. Y les contaré un secreto: llevará un vestido largo negro y un abrigo amarillo-oro de Issey Miyake. ¡¡Enhorabuena Gabriella!!  Te lo has merecido por tu dedicación, conocimiento, valores, encanto y esfuerzo. ¡Bravo!


2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola este es mi primer comentario de en su blog, luego si desea le hare una pequeña reseña de como llego su luz a acrecentar la mía propia.
Usted pone en sus líneas “Placeres Celestiales”, dando hechos observables desde los más sencillos y hermosos como leer, escuchar música, planchar y otros como los logros de trabajo, y el inmenso placer de poder sentir la felicidad, que le otorga un logro de otro ser al que ha asistido en su aprendizaje de vivir.
Desde mi humilde opinión del sur de América, yo lo siento como las palabras “cosecharas tu siembra”, se deben haber sembrado muchas semillas de placeres celestiales y ahora en su presente es el momento de recoger la cosecha, y preparar nuevamente la tierra para su próxima siembra.
Un abrazo de luz. Javier

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Muchas gracias por sus inspiradas y hermosas palabras, Javier, que -sin duda- no merezco. Una vez más el mérito radica en el observador, usted mismo. En cualquier caso, le agradezco la contribución al blog y su bello reconocimiento. Gracias.