jueves, 30 de enero de 2014

La innovación ¡cosas de osos!


He pasado la jornada en el remodelado y fashion edificio de La Alhóndiga (Bilbao) donde entre las 9.30 y las 19.30 se ha desarrollado The Global Innovation Day en el que han participado un millar de personas atraidas como moscas a un panal de rica miel orquestado por el ayuntamiento de la villa, Innobasque, la Diputación Foral de Vizcaya, el Gobierno Vasco, Deloitte...

Con siete grados de temperatura en la capital vizcaína y lloviendo se estaba mejor dentro que fuera. La primera fotografía muestra parte del hall de entrada, tras una de mis escapadas a tomar café en el Serantes.


Puesto que viajaba desde San Sebastián, he madrugado para llegar a tiempo a la ponencia inaugural de Carmen Medina quien tras trabajar durante más de treinta años como analista en la Cía siente una irremediable tendencia a cambiar las organizaciones a base de transparencia, análisis y diversidad liderando una red a la que denomina Rebels at Work (Rebeldes en el Trabajo) que es también una web, agrupa a una comunidad, no es de negocio y no se vincula a Deloitte, consultora para la que Medina trabaja en la actualidad.

Dado que me encontraba en la fila treinta... la fotografía está un poco distante: La mujer con el jersey amarillo y un background profesional y existencial intenso se ha permitido compartir "cosas de osos" con los cuatrocientos asistentes a su conferencia que completábamos el aforo. "Cosas de osos" es la expresión que utilizaba su abuela para referirse a freaky cosas, rarezas.



  • En el proceso de innovación no tienes las ideas totalmente formadas ni perfectas.
  • A los directivos les gustan las ideas innovadoras pero les incomoda el camino para desarrollarlas.
  • Tener una idea nueva es fácil, lo difícil es implementarla.
  • En ocasiones los innovadores carecen de la competencia de convencer a otros.
  • Las personas más innovadoras tienden a resistirse a la burocracia.
  • Dado que nadie sigue a un cínico, para innovar se recomienda el optimismo.
Un enfoque apasionante que Medina me ha descubierto hoy es el Cynefin Framework cuyo esquema básico reproduzco y cuya ultra síntesis consiste en comprender que la innovación emerge en el cuadrante superior izquierdo, es decir en organizaciones complejas con un centro flojo, muchos nodos fuertes, pocas reglas, enfoque colaborativo y aprendizaje de las experiencias a posteriori (sin resultados conocidos).


Dada la intensidad de los aprendizajes, la puesta en común y controversia con algunos colegas, después de comer me he dado un delicioso paseo bajo la lluvia sin paraguas pero con mi estupendo gabán nórdico descubriendo garitos y tiendas como la de la fotografía (en el entorno de la calle Ercilla).  


Finalmente he participado en un taller facilitado por  Nice Lazpita cuyo claim era: ¿es mi organización un sistema innovador? Hemos participado más de cuarenta personas de diversos sectores, inquietudes y edades y -en medio de esa diversidad de conocimientos y experiencia- el facilitador ha tenido el coraje de propiciar una constelación organizacional de la que entre otros he extraído dos aprendizajes. El primero, que las personas y la empresas nos movemos empujadas por dos pulsiones básicas: la supervivencia y el crecimiento y la innovación viene a solventar ambas. 




El segundo aprendizaje ha sido que antes de innovar hemos de clarificar con mimo qué es lo que no tiene que cambiar porque constituye la esencia misma (el alma) de la persona, el equipo o la organización. 


domingo, 26 de enero de 2014

BetaLaB



De octubre a mayo un grupo de personas interesadas en el aprendizaje de la facilitación equipos empresariales nos reunimos un sábado al mes en el despacho de San Sebastián. La desnuda verdad es que yo solo soy un medio, acaso un pretexto para el aprendizaje compartido. 

Las jornadas son intensas ya que se prolongan durante ocho horas con poco descanso, alta implicación de los participantes, mucha actividad teórico-práctica y aportaciones desde diferentes ángulos porque entre los asistentes estamos: empresarios, financieros, filósofos, consultores, directivos, activistas medio-ambientales ¡y hasta hippies!

De vez en cuando invitamos a un experto que comparte con nosotros sus conocimientos. Ayer (25 de enero de 2014) gozamos de la presencia de Manuel Hermida -en la fotografía con una camiseta granate entre algunos de los alumnos supervivientes a una epidemia de gripe que dejó el grupo diezmado-.
Trabajamos la presencia, el enraizamiento y la coherencia sistémica.


Enero 2014. Algunos participantes de BetaLaB.  
Taller de Construcción de Equipos Transformadores.


Como en cualquier grupo heterogéneo, algunas personas fueron más receptivas que otras a mi planteamiento inicial que se asienta sobre la premisa simple de que hay que vivir centrado (con conciencia plena) para poder facilitar equipos (sistemas complejos), desarrollar el potencial de cada participante, propiciar la emergencia de un todo superior a la suma de las partes, obtener resultados tangibles y -al mismo tiempo- lograr la satisfacción de los integrantes del equipo.  

Algunas personas eran un poco escépticas al comienzo de la jornada, pero al mediodía estaban seducidas por Manuel Hermida y rendidas ante la evidencia de las prácticas experimentadas en el aula. Por más que la mente racional se revelase, resultaba imposible negar la realidad de las percepciones, sensaciones y aprendizajes propiciados por el experto. Sencillamente ¡funcionaban! 

Hermida compartió con nosotros el destilado de veinte años de prácticas meditativas en movimiento (de origen oriental) mientras yo resaltaba la convergencia de sus planteamientos con algunos del prestigioso Massachusetts Institute of Technology Mit (Cambridge) o del Presencing Institute (USA).

La conclusión que comparto y someto a su reflexión es que quizá convenga vivir presentes y en coherencia con los sistemas con los que interactuamos si realmente deseamos inspirar-liderar-motivar-facilitar el cambio en los equipos empresariales. 



Claro que como respondí  a preguntas de los participantes no hemos de olvidar que al abordar este enfoque de los negocios estamos apostando por sistemas avanzados de gestión empresarial -mayoritariamente desconocidos en nuestro entorno- cuya puesta en marcha producirá cierta resistencia -cuando no desdén e incomprensión- por parte del status quo. Al fin y al cabo, nadie dijo que fuese fácil promover el cambio organizacional...

Si queremos convertirnos en líderes resonantes el proceso comienza en nosotros mismos con fluir (presencia + enraizamiento) para después confluir con los demás (equipo) y finalmente influir (en la empresa).

Nuestro próximo invitado en BetaLab (Taller de Construcción de Equipos Transformadores) será Javier Ruiz, experto en la Teoría U (Otto Scharmer + Peter Senge + Arawana Hayashi), vicepresidente de SoL España, fundador en 2007 de la Team Academy Euskadi, MBA, Doctor en Ciencias Químicas y promotor del blog Innpulsos. Los interesados en conocer su fantástico trabajo teórico pueden abordar el manual La nueva facilitación participativa publicada en Bubok.


viernes, 24 de enero de 2014

HastaElGorrico


A las siete de la mañana suelo rastrear la prensa económica en busca de noticias positivas que cuelgo en las redes sociales como contrapeso al desánimo generalizado. 

Pero hoy no he puesto el despertador y a las nueve de la mañana abría los periódicos mientras me tomaba un café con espuma en el Narru. Los tertulianos madrugadores ya se habían llevado la poca esperanza que aportan las noticias. A las diez no quedaba ni rastro de titulares en clave de "optimismo realista" que es como encabezo mis aportaciones en Linkedin y Facebook. Por contra, lo que he hallado ha sido noticias malolientes: Casi 700.000 hogares españoles carecen de algún tipo de ingresos + 3,5 millones de parados llevan más de un año sin trabajar + En España vivimos seis años consecutivos de destrucción de empleo + El paro se mantiene en un 26% de la población activa. Hastaelgorrico



Pero no renuncio a la búsqueda de esperanza aunque tenga que alquilar el submarino amarillo y bajar a las profundidades marinas asesorada por Azti-Tecnalia. De hecho, cada entrenamiento, cada formación, o cada proyecto que emprendo nace sobre un gramo de esperanza al que vamos añadiendo sal y pimienta para hacerlo crecer en nuestro mundo. El planeta se ahoga y las personas con el planeta... ¡o a mi me lo parece! Así que estoy obsesionada con aportar aire. Aliento.  

Ayer (jueves 23) asistí al antepenúltimo episodio de robo de esperanza. Fue en Eutokia -el Centro para la Innovación Social de Bilbao- donde Javier Goikoetxea e Ivan de la Cal reunieron a una docena de personas interesadas en cambiar el mundo, titular de su presentación. 

En realidad fue el torpe esbozo de un proyecto que en marzo se materializará en una web centrada en lo que anunciaron como "la economía de las personas" y donde a partir de la aportación de quince euros mensuales se apoyará la creación de proyectos sociales. Quince euros al mes sin retorno. El discurso mostró muuuchos agujeros negros en su descuidada presentación llena de palabros huecos por su uso-abuso: altruismo, solidaridad, espíritu colaborativo...  


A los siete minutos de la presentación ya me preguntaba qué hacía allí y por qué mis neuronas siguen derrapando con terquedad en búsqueda de agua donde sólo hay desierto... ?! Miré a mi alrededor para descubrir que era una senior entre júniors (la edad media estaba en la treintena) que escuchaban ensimismados un discurso que -aún suponiendo bienintencionado- carecía de sentido, en el mejor de los casos, o era una broma macabra: el intento de robo de la última esperanza del último bolsillo de las personas más golpeadas por el sistema.

Me fui a los treinta minutos sin hacer ruido porque aún tenía que alcanzar el metropolitano, el autobús que me conduciría hasta San Sebastián, y el coche para llegar a casa al filo de las nueve y media de la noche. Me hice un vitamínico puré de calabaza y no puse el despertador porque tenía el ánimo maltrecho. Otro día más, mejor... y ¡en clave de optimismo realista!


martes, 21 de enero de 2014

Imaginando el Futuro




Tres paneles de expertos y veinte talleres facilitados por otros tantos miembros de Innobasque, la agencia vasca de innovación, llenarán el espacio creativo de la Alhóndiga (Bilbao) el jueves 30 de enero de 2014 entre las 9.30 y las 19.00 horas. 

La entrada es gratuita previa inscripción hasta llenar el aforo y el acto está patrocinado por el Ayuntamiento de Bilbao, Innobasque y Deloitte entorno al Global Innovation Day, una jornada que recomiendo y en la que nos veremos quienes apostamos desde nuestro oficio por la construcción de un futuro basado en el cambio intencional, ético, participativo e incluyente ¡para todos!



Personalmente tengo gran interés por escuchar a Carmen Medina en la ponencia inaugural. Se trata de una mujer bajita, de canoso pelo rizado, verbo rápido y discurso cuajado de bromas, con 32 años de exitosa carrera profesional a sus espaldas trabajando para la Innovación Federal de Deloitte y como exdirectora del Centro para el Estudio de la Inteligencia de la CIA. 

Medina apuesta vehementemente por una cultura del trabajo transparente y colaborativa, sacando partido a las nuevas formas de conocer que nos ofrecen las tecnologías y anticipándose al futuro aligerando el proceso de toma de decisiones en las empresas. Son temas recurrentes en la trayectoria profesional de Carmen a quien podemos disfrutar anticipadamente en este Video Ted (15 minutos de duración).


Según se ha sabido a primera hora de esta mañana la ponencia de Carmen Medina se titulará: Optimismo, indignación y toma inteligente de decisiones. ¡Nos vemos el jueves 30 de enero 2014, a las 9.30 de la mañana en el remodelado edificio de la Alhóndiga, (Bilbao, Vizcaya, País Vasco) para aprender, compartir y disfrutar!


domingo, 19 de enero de 2014

Genios... Gestores... ¿ o políticos?


En el año 2011 tuve el honor de entrenar a una decena de investigadores catalanes algunos de los cuales también eran científicos. Aprendí mucho de ellos, con ellos. Y a pesar de los amargos baches que transitamos, sus privilegiados cerebros contenían altas dosis de humor con riesgo de malformación hacia el corrosivo sarcasmo, esa mutación que como un cáncer puede devorar a los mejores, cuando la vida golpea.

Dado que se trataba de la cúpula directiva de una prestigiosa organización, habían sido contratados por su excelencia investigadora, trayectoria profesional, registro de patentes, y publicaciones en papers del máximo prestigio internacional. Con el paso de los años y la meritocracia interna habían ido ascendiendo en la jerarquía hasta convertirse en directores de unidad lo que en la práctica significaba investigar, publicar y patentar cada vez menos para entregarse en cuerpo y alma a la gestión.

Gestionar fue un verbo que escuché tanto -y con tanta amargura- que llegué a odiarlo porque -según narraban- se trataba básicamente de introducir datos en los programas informáticos tan necesarios como tiránicos en sus mecanismos de control. Pienso que hubiese bastado un escuadrón de administrativos para hacer el seguimiento de los proyectos... pero no... ahí estaba mi decena de investigadores y científicos de élite atrapados en una maraña de tediosos procesos burocráticos.




Mi relación con los investigadores continúa a través del correo electrónico, las redes sociales, las conversaciones telefónicas y algún que otro Skype cuando la agenda lo permite. En las últimas semanas han mantenido cierto debate entorno a Izpisúa y su dimisión al frente del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, algo que les pilla geográficamente cercano y anímicamente en el core de sus pasiones ¡la ciencia!   

Según cuentan, Izpisúa proviene de una modesta familia de Albacete y si pudo estudiar fue a base de trabajar desde los nueve años recogiendo almendras como temporero, vendiendo trozos de turrón duro y tocando la guitarra para los turistas en Benidorm. Algunos políticos le acusan de una mediocre gestión y le consideran un tránsfuga, alguien que ha cruzado de una orilla social a otra apalancando exclusivamente sobre su talento. 

¡Ya estamos otra vez con la gestión! Me demoro pensando en ello y me conecto a una historia personal: cuando tras pronunciar una conferencia para el IE Business School, uno de mis mentores dijo ante un centenar de personas que yo era "una kamikaze" por mi trayectoria profesional y mi manera de encarar la vida y los negocios... Conozco la exacta definición de kamikaze y de tránsfuga así como la de arribista que también colocan algunos a Juan Carlos Izpisúa. El caso es que si tienes cierto talento, provienes de una familia pobre, y no te rindes ante tu destino, ¿queda alguna alternativa a ser un kamikaze centrado casi en exclusiva en tu pasión?




Buscar y hallar un lugar a salvo de la martilleante "gestión" ha llevado al hasta hace unos días director del CMRB al refugio del  Salk Institute (USA), "un lugar donde ser premio Nobel sirve de muy poco si tu trabajo no sigue cada año en la cima científica mundial".  Pero la máxima exigencia profesional no asusta a un hombre nacido en la pobreza, lleno de tesón y lucidez, y que sonrie con el entusiasmo del niño que no pudo ser ante el inminente encuentro en Tokio con Shinya Yamanaka, un premio Nobel también enamorado de la ciencia. ¿Saben algo?  Hoy adquiere para mi mayor sentido la expresión kamikaze que no en vano proviene del idioma japonés.   


viernes, 17 de enero de 2014

Cantábrico, vulnerabilidad y alerta amarilla




Mientras entreno a profesionales, diseño propuestas, mantengo al día mi correo electrónico, viajo, me acuerdo de tomar vitaminas, bebo un litro de agua al día fuera de las comidas, defiendo presupuestos, cargo con manzanas o yogures, hago facturas, participo en redes sociales, leo periódicos, estudio manuales, doy clases, escucho el Speak up y me acuerdo de comprar pasta de dientes... en mi interior sigo en alerta amarilla, es decir, que me siento como de cristal (un tanto desnuda y vulnerable) y voy a un ritmo más lento que mi láser habitual. Como el parte meteorológico de los dos próximos días en el Cantábrico estoy en "alerta amarilla" con previsión de olas gigantescas que quiza arranquen alguna púa del Peine de los Vientos, sacudiendo la memoria de Chillida... Así comienza mi jornada en compañía de la fotógrafa Elena Shumilova, habitante de la estepa rusa y propietaria de una cámara Canon EOS 5D. En el fragor de sus tareas domésticas rescata instantes para fotografiar a sus hijos y animales. Por la noche procesa las imágenes. No es un montaje: el perro es su perro, el niño es su hijo y la foto es casual, como la vestimenta que me pongo en días amarillos, hoy, sin ir más lejos.


miércoles, 15 de enero de 2014

Varillas y Retales


Llovía en la capital de Aquitania, así que la violinista -de gira dos semanas en la ciudad de Pau- decidió comprarse un paraguas. Tras explorar diversas tiendas convencionales del centro pudo comprobar que la mayoría eran feos, caros y de baja calidad, así que siguió buscando hasta toparse fortuitamente con una pequeña tienda llena de encanto. 



La intrépida exploradora entró en el establecimiento donde le indicó al maestro paragüero lo que andaba buscando... ¡una obviedad para quien observase su gorrito mojado! El artesano mostró algunas preciosidades en calidad, estampado y resistencia ¡para toda una vida! según explicó con minuciosidad. El desencanto llegó con el precio de cada pieza: entre 75 y 170 euros.

Movido por la compasión hacia la joven cuya gabardina chorreaba, y por amor hacia su profesión de violinista el dueño de la Fabrique de Parapluies se puso a revolver en la trastienda del establecimiento de donde extrajo quince resistentes varillas negras. Después pidió a la joven que eligiera uno de los hermosos retales acomodados en una cesta, y tras elegir un estampado chirene, el comerciante le dijo que volviera al día siguiente para recoger su paraguas exclusivo ¡por veinte euros y para toda la vida!  

Aunque tuvo que volver a casa apurando los soportales como un gato, la pequeña Mary Poppins sonreía para sí misma como la niña que siempre se sale con la suya... La vida ¡resulta tan mágica cuando nos abrimos a la experimentación, la ingenuidad y sus bondades! 

Tendremos que esperar unos días para descubrir el estampado del paraguas cuando la Mary Poppins familiar nos envíe una fotografía. De momento ella le ha contado el secreto al árbol de su jardín y -pensando en el artesano- se ha acordado de una frase que repetimos mucho en nuestra casa...



 El agradecimiento es la memoria del corazón. 


lunes, 13 de enero de 2014

Un camino al éxito


Mi éxito viene de una gran infelicidad. Pude voltear las dificultades y transformarlas en algo bueno.





domingo, 12 de enero de 2014

Polite. Polite? Polite!!


Tarde de domingo en casa de mi hija. Esta temporada toca en Pau con su orquesta sinfónica interpretando piezas clásicas vinculadas a la navidad que se desvanece para un público exclusivo de la petroquímica Total S.A. con un peso específico importante en la economía de la comarca de Aquitania y especialmente en el pueblecito de Lacq donde la compañía tiene una de las decenas de fábricas repartidas por el planeta que dan trabajo a más de 110.000 profesionales.

El concierto de anoche empezó casi una hora tarde, el exacto retraso del vuelo del número dos de la compañía a nivel mundial. Imposible comenzar sin él. Tres mil personas esperando la llegada del directivo para disfrutar de un espectáculo vistoso compuesto por música, coro, guión teatralizado y luminotecnia de vanguardia.

Al filo de las doce de la noche llegamos a casa un tanto exhaustos de viajes, comidas en restaurantes,   trajines de cambio de ropa y calzado, atención al GPS de abordo y conversaciones entrecortadas  e intensas bajo la pulsión del poco tiempo y de la mucha necesidad de compartir cuestiones trascendentales de nuestra vida que están casi todo el tiempo en revisión. Tan apasionante como cansino.


Esta mañana las cosas se veían bajo otro prisma. Para empezar, el sereno y descansado cuerpo daba los buenos días a la ciudad del Gave y acogía con agrado los croissants de mantequilla recién hechos, la mermelada de grosella y su coqueto punto de color,  el sabroso kiwi eco-bio y las tres tazas de Hojicha japonés. El desayuno de los tres dioses ateos ha barrido hasta el último átomo del cansancio de anoche mientras los nenúfares de la cocina -en una copa de Ikea- saludaban al sol de la mañana. 

En el exterior tres grados, sol y cielo completamente despejado: la ciudad nos esperaba con sus monumentos medievales, sus callejuelas y sus tiendas hoy cerradas porque es domingo en la capital de Aquitania.


En pro de mantener unida y fuerte nuestra pequeña familia llevamos siete años de pulso con la vida que siguiendo nuestras vocaciones nos separa temporal y geográficamente todo el tiempo. No está siendo fácil porque como dice el adagio "... cada persona está librando en su interior una dura batalla..".

Este mediodía en una conversación de sobremesa hemos debatido sobre lo que es / no es el egoísmo a título personal y organizacional. Las argumentaciones se han ido radicalizando sin hallar puntos de encuentro hasta un camino de no retorno que me ha entristecido un poco. Supongo que debiera estar acostumbrada a bregar en la materia -lo hago todo el tiempo en mi ejercicio profesional- y a la discrepancia de enfoques -lo hago todo el tiempo en mi trabajo cotidiano- sin embargo hoy me ha pillado en un momento plof y me ha torpedeado en la línea de flotación emocional.

Un nespresso y dos horas de lectura me han reconfortado al punto de reanundar animosamente la tarde y sus encantos compartidos. Y en ello estamos ahora. 


Después de cenar completaré las treinta y tres respuestas a otras tantas cuestiones que detalla un colega consultor como claves para propulsar la marca profesional.  De momento ya he detectado un punto de mejora para el 2014: ser más polite, más diplomática, en la vehemente expresión de mis puntos de vista. Los interlocutores del mediodía me han recriminado "contundencia y exceso de pasión al expresar mis opiniones". ¡¡Y yo que creía que la pasión sólo tenía un efecto positivo en la vida y los negocios!! Paradojas ;-D


martes, 7 de enero de 2014

Un movimiento del alma


Hace unos días tuve pesadillas. De hecho, una de ellas me despertó a las siete de la mañana siendo festivo. Es posible que sintiera un poco de hambre o ganas de ir al baño, aunque lo más probable es que estuviera siendo atormentada por algunos encargos laborales inconclusos que ululan en la noche de mi mente como búhos.

El caso es que estaba físicamente molida y emocionalmente desinflada, algo que sencillamente ¡no puede ser, Azucena! así que me pregunté ¿cómo doy vuelta al calcetín de mi ánimo? 


Antes de poner el rayado pie blanco y negro sobre la alfombra tomé tres decisiones. Primero me ocuparía del cuerpo con una sesión aeróbica = limpieza de cristales ¡que falta hacía! A continuación me centraría en la mente = café en el Narru y lectura de un capítulo del libro de Bert Hellinger Historias de Éxito en la Empresa y el Trabajo. Finalmente me focalizaría en el alma = un buen paseo en silencio meditativo a orillas del Cantábrico aspirando el salitre y dejándome salpicar por los tigers, nomenclatura portuguesa para designar a las agitadas olas marinas.


Las decisiones consiguieron transformar satisfactoriamente la jornada en menos de dos horas y como dicen en las películas "el resto ya es historia". Cierto es que pude contar con tiempo para estabilizar mi ánimo antes de relacionarme con los demás ¡todo un lujo! Sin embargo, creo que empezar la actividad y relación con el mundo en estado de armonía interior previene conflictos, malentendidos, y pérdida de oportunidades, además de ser un pre-requisito para la vida equilibrada.

Digamos que ahí radica lo básico: estar bien con uno mismo antes de abordar la vida cotidiana y sus permanentes desafíos. Una vez le coges el punto al volteado de calcetín y te centras en tu actividad profesional más o menos exitosa surgen otras consideraciones. Por ejemplo, recuerdo que cuando llevaba trabajando como coach siete años y me estaba formando en coaching de equipos con Alain Cardon (2009) ya me rondaba una incógnita que con el paso de los años se ha ido agigantando en mi interior: ¿Estoy viviendo mi vocación, mi "verdadera" vocación? porque es algo que me importa...

He dado muchas vueltas de campana sobre el asunto tensando y aflojando la madeja de mi pensamiento con diversas lecturas, diálogos y reflexiones. A ratos me siento saturada y me olvido de ello por completo. Pero vuelve ¡como las oscuras golondrinas! Regresa y pide respuestas que no atrapo con la telaraña de mi mente así que me he rendido: lo que sea que busco, si tiene que aparecer ¡que aparezca!

Comparto con ustedes la pequeñez de mis hallazgos (subjetivos e incompletos) hasta el momento actual. La vocación es someter la intención mental (anhelo racional + ego + una buena dosis de deseo) al movimiento del alma que emana de un lugar mucho más grande y sabio... Someter/Supeditar/Subyugar el yo y sus excluyentes intereses al yo que sirve al todo (incluyente). Y eso se hace a través de la vocación, una actividad profesional remunerada que fertiliza, sirve, satisface y desarrolla tanto al que da como al que toma.


Los alumnos nos regalaron una varita y una nariz de payaso.
Nosotros intercambiamos los regalos.
Escena final de una jornada formativa que compartimos en 2013.


Eugenio Moliní y yo organizamos en San Sebastián con enorme ilusión un taller centrado exclusivamente en "la vocación". Será el domingo 16 de febrero 2014. Toda la información pinchando aquí.


viernes, 3 de enero de 2014

En defensa de la filosofía


En cuanto comience el curso lectivo volveré a la Universidad de Deusto -facultad de Empresariales- donde de vez en cuando imparto formación como profesora invitada en la asignatura de Teoría Organizacional. Es algo que disfruto mucho, más si cabe en el campus de Bilbao porque  nací en Abandoibarra -corazón de la capital vizcaína- viví dos décadas frente a la mismísima Universidad de Deusto y porque mi padre también estudió en la Comercial -aunque no llegó a completar la carrera-.

Como en otras ocasiones puedo anticipar que me divertiré con la espontaneidad, frescura y desparpajo de los alumnos veintiañeros que manejan el power point con la soltura que yo me ato los zapatos y buscan en sus móviles la bibliografía o los autores que referencio antes de que acabe de escribir en la pizarra títulos y nombres con diminutos trozos de tiza que al parecer ningún otro profesor utiliza en toda la facultad.



Casi siempre me toca a primera hora de la mañana y en la 310 Ingenio, un aula que tiene los pupitres rígidamente unidos entre sí de manera que el único modo de utilizarlos es dejarlos exactamente como están: fijos en sus posiciones como las butacas de un anfiteatro romano o un cine de barrio. Todo está limpio, ordenado, en su sitio. Todo es seguro, firme, robusto. Por su parte los alumnos se muestran respetuosos, educados y -para mi gusto- muy alineados con lo "políticamente correcto". Pero en fin... estamos en una facultad... en una facultad privada que -dicho sea de paso- admiro.


Hay que desplazarse hasta la cafetería para encontrar "estructuras" flexibles y naturales (en círculo) que propicien el diálogo, la relación de pares -en el aula hay una plataforma monumental que separa al profesor de los alumnos unos veinte centímetros por encima- y acaso el "conocimiento compartido" por no hablar de lo que más añoro de estos jóvenes: su sentido crítico, acaso porque nadie les formula preguntas desde el estrado, o tal vez porque el exceso de comodidades anestesia la capacidad de soñar, de imaginar, fantasear, crear, innovar ¡Ay innovar! ya hemos topado con la piedra del zapato que me ato con la facilidad que ellos manejan slideshare.



En la última clase me quedé anonadada ante el silencio marmóleo que se producía en cada ocasión en la que les formulaba una pregunta que iba un poquito al hilo de sus vidas, de su futuro inminente ahí fuera (en el mundo real). Los interrogantes quedaban sin respuesta flotando en el aula 310 como una nube blanca de tiza... En fin, que se mostraron completamente bloqueados ante el desafío de pensar. Pensar por si mismos buscando respuestas a su vida. En una frase: la capacidad de nuestros jóvenes para reflexionar tiende a cero, lo que les convierte en personas con escaso o nulo sentido crítico y por lo tanto fáciles de manipular por la corriente de pensamiento convencional y dominante.

El rotativo El País afirma que "... la ausencia de filosofía en el diseño curricular de nuestros jóvenes traerá ciudadanos más grises y más tristes, porque aunque la filosofía no da dinero ni poder permite a los hombres pensar por sí mismos, la esencia de la libertad. ¿Qué les parece?


miércoles, 1 de enero de 2014

2014 Cosas que importan


Es miércoles uno de enero del recién estrenado 2014, son las siete de la tarde y llevo un rato peleándome con el teclado porque las frases no fluyen: se atascan y retuercen como un estómago empachado. 

Aunque las razones pueden ser variadas -sueño, exceso de viandas, pérdida de inspiración- me inclino por pensar que se trata de cierta saturación de temas sobre los que escribir: son tantos y tan variados que en cuanto me siento frente a la pantalla comienza entre ellos la puja por salir el exterior a través de las yemas de mis dedos. Pugnan con tal ímpetu que colapsan mi cabecita, la precisión idiomática, el orden gramatical y la coherencia narrativa ¡vamos, un desastre para el post!

Comienzo a escribir por quinta vez consecutiva y lo hago sobre un hecho cierto: me siento feliz como una lombriz, y aunque no suele preocuparme si la felicidad  es motivada o inmotivada, en esta ocasión soy consciente de algunos detalles que han colmado mi dulce saquito de afectos.

Para empezar, mi diminuta familia se ha reagrupado para los festejos navideños más y mejor que nunca. Más alude a la frecuencia y al contexto geográfico. Mejor al estilo de relaciones que hemos disfrutado. Si la Navidad y sus hechizos fuesen un imán yo diría que los miembros de nuestra pequeña familia se han fusionado con ella como redondas piezas de metal atraídas por el magnetismo de estar juntos sin más pretensión que conversar, comer-beber con moderación, y sentir el dulce sentimiento (pocas veces expresado) de genuino aprecio por los demás que siempre son distintos en edad y condición, lugar de residencia, ideología política, cultura u oficio...

"Reagruparse" me parece una bonita expresión que acaso signifique juntar aquello que un día estuvo nuclearmente unido antes de que la codicia confundiese a los hombres sobre lo que realmente importa. Y ¿qué es lo que realmente importa? cabe preguntarse siguiendo la lógica del texto...


Ningún viento es favorable
para quien no sabe a qué puerto se dirige.



Importa sentir hasta la médula la belleza del paisaje que captura parcialmente la fotografía tomada el último día del 2013. Me importa porque es un páramo sagrado, mágico y silencioso al punto de que no revelaré su nombre para preservar la vida de los duendes, hadas y gnomos del lugar   ;-D

Gozar del máximo lujo significa poder dibujar un stop en mi agenda para viajar a lugares donde la vida fluye a raudales sin explicaciones mundanas y sin el bla bla bla mental: un río transparente y cantarín, un lecho de hojas secas, algunos hongos chafados, muchos pájaros y piedras, árboles de ramas desnudas y una atmósfera que te hace feliz por el mero hecho de ser-estar y de sentir el privilegio de estar vivo. Lo que importa es hacerse algunas preguntas sobre el año que comienza como el tópico: cuan hoja en blanco esperando la colmemos de acciones con sentido, acaso con un propósito trascendente que nos motive cada mañana a ejercer nuestro oficio llenos de energía y de ternura como una contribución única a nuestro planeta. La actividad remunerada a la que llamamos trabajo no es algo banal. Tampoco puede ser un mero ganapán. Dedicamos tantas horas, días, semanas y años al trabajo que sería una hemorragia existencial entenderlo sólo como algo que hay que hacer para llegar a fin de mes.




Para mi el máximo lujo es dedicar tiempo a la contemplación en un paisaje tan bello como el de la fotografía porque me importa hallar respuestas a las preguntas ¿de dónde vengo? ¿dónde estoy? y ¿a dónde me dirijo? Así que como todas las nocheviejas desde hace una década he construido mi Mapa de los Deseos 2014 con imágenes, dibujos y textos que resumen mis sueños y propósitos para los próximos doce meses: pocos deseos materiales pero mucha ambición intelectual-espiritual porque busco afanosamente el propósito de mi vida que quizá pase por ser feliz para mejor trabajar y servir a los demas: la diminuta familia, la tribu de mis clientes y colegas, y los rostros del aun desconocido porvenir.