domingo, 12 de enero de 2014

Polite. Polite? Polite!!


Tarde de domingo en casa de mi hija. Esta temporada toca en Pau con su orquesta sinfónica interpretando piezas clásicas vinculadas a la navidad que se desvanece para un público exclusivo de la petroquímica Total S.A. con un peso específico importante en la economía de la comarca de Aquitania y especialmente en el pueblecito de Lacq donde la compañía tiene una de las decenas de fábricas repartidas por el planeta que dan trabajo a más de 110.000 profesionales.

El concierto de anoche empezó casi una hora tarde, el exacto retraso del vuelo del número dos de la compañía a nivel mundial. Imposible comenzar sin él. Tres mil personas esperando la llegada del directivo para disfrutar de un espectáculo vistoso compuesto por música, coro, guión teatralizado y luminotecnia de vanguardia.

Al filo de las doce de la noche llegamos a casa un tanto exhaustos de viajes, comidas en restaurantes,   trajines de cambio de ropa y calzado, atención al GPS de abordo y conversaciones entrecortadas  e intensas bajo la pulsión del poco tiempo y de la mucha necesidad de compartir cuestiones trascendentales de nuestra vida que están casi todo el tiempo en revisión. Tan apasionante como cansino.


Esta mañana las cosas se veían bajo otro prisma. Para empezar, el sereno y descansado cuerpo daba los buenos días a la ciudad del Gave y acogía con agrado los croissants de mantequilla recién hechos, la mermelada de grosella y su coqueto punto de color,  el sabroso kiwi eco-bio y las tres tazas de Hojicha japonés. El desayuno de los tres dioses ateos ha barrido hasta el último átomo del cansancio de anoche mientras los nenúfares de la cocina -en una copa de Ikea- saludaban al sol de la mañana. 

En el exterior tres grados, sol y cielo completamente despejado: la ciudad nos esperaba con sus monumentos medievales, sus callejuelas y sus tiendas hoy cerradas porque es domingo en la capital de Aquitania.


En pro de mantener unida y fuerte nuestra pequeña familia llevamos siete años de pulso con la vida que siguiendo nuestras vocaciones nos separa temporal y geográficamente todo el tiempo. No está siendo fácil porque como dice el adagio "... cada persona está librando en su interior una dura batalla..".

Este mediodía en una conversación de sobremesa hemos debatido sobre lo que es / no es el egoísmo a título personal y organizacional. Las argumentaciones se han ido radicalizando sin hallar puntos de encuentro hasta un camino de no retorno que me ha entristecido un poco. Supongo que debiera estar acostumbrada a bregar en la materia -lo hago todo el tiempo en mi ejercicio profesional- y a la discrepancia de enfoques -lo hago todo el tiempo en mi trabajo cotidiano- sin embargo hoy me ha pillado en un momento plof y me ha torpedeado en la línea de flotación emocional.

Un nespresso y dos horas de lectura me han reconfortado al punto de reanundar animosamente la tarde y sus encantos compartidos. Y en ello estamos ahora. 


Después de cenar completaré las treinta y tres respuestas a otras tantas cuestiones que detalla un colega consultor como claves para propulsar la marca profesional.  De momento ya he detectado un punto de mejora para el 2014: ser más polite, más diplomática, en la vehemente expresión de mis puntos de vista. Los interlocutores del mediodía me han recriminado "contundencia y exceso de pasión al expresar mis opiniones". ¡¡Y yo que creía que la pasión sólo tenía un efecto positivo en la vida y los negocios!! Paradojas ;-D


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