martes, 18 de febrero de 2014

Preguntas para una jornada Eficaz ¡y Feliz!


La semana pasada fue tan intensa que no tuve tiempo ni energía para escribir. Esta semana está siendo tan intensa que temo devore el margen para escribir. Así que mi parte creativa se ha plantado esta mañana en mitad del paseo de La Concha y al acompasado ritmo de las olas ha dicho alto y claro ¡Basta! ¡Hasta aquí! por lo que recién llegada al despacho he apartado físicamente proyectos y encargos desparramados por la mesa (y en stand by bajo una cercana dead line), he abierto el ordenador, tecleado la clave de acceso a blogger, me  he asomado al folio en blanco y finalmente ¡escribo!  ;-D

El tiempo y la energía son dos conceptos en apariencia abstractos que me importan hasta el punto de que les estoy dando entidad propia en los proyectos empresariales que facilito.

  • La vida está hecha de tiempo ¡es todo cuanto tenemos! y la energía es el gran contendedor: nada existe al margen de ella.
  • Los ejes del tiempo y la energía lo impregnan todo y -pese a nuestra ceguera- pautan la existencia.

Tomemos esta idea como punto de partida y ¡sigamos juntos! si les parece. La semana pasada han ocurrido tantas cosas que configuran una sobredosis de impactos. Creo que podría escribir cuatro artículos al respecto. Creo. Ahora bien, pertenecen al pasado... La semana que empieza se presenta con un planning semejante que probablemente también daría lugar al volcado de tres o cuatro artículos de cierto interés y contenido. Entonces aparece mi dilema: ¿miro al pasado o al futuro en mi reflexión compartida?

En realidad es una elección que abordamos en todos y cada uno de los actos cotidianos por lo que quizá resulte interesante investigar si habitualmente giramos la cabeza hacia el pasado o hacia el futuro para descubrir cuál es la principal fuerza tractora que orienta nuestras acciones, hábitos y finalmente nuestro destino. ¿Quién se impone, el pasado o el futuro? 

Llegados a este punto deseo comentar un monólogo interior que practico con estupendos resultados desde hace años y que consiste en la formulación de cuatro preguntas básicas.


Cada mañana, antes del primer zumo y de asomarme al jardín de la cocina me pregunto: Azucena, ¿cómo estás?  y tras haberme respondido avanzo hacia la segunda pregunta: ¿qué necesitas? Después de haber hallado una respuesta paso a la tercera cuestión: ¿qué harás al respecto? Una vez capturadas las respuestas -y alcanzado el compromiso de atenderlas- me noto más tranquila y en mayor control de mi jornada por lo que me formulo la cuarta y última pregunta: ¿qué harás hoy por el mundo (entorno + familia + clientes + proyectos)? ¿cómo contribuirás con tu tiempo y energía desde lo que eres y sabes? Una vez realizado este check in matinal salgo a la calle con cierta orientación para abordar eficaz y felizmente la jornada. Y como me sirve... he querido compartirlo.


4 comentarios:

Ana Juaristi dijo...

Gracias Azucena, con tu apertura al mundo transmites alegria a los que te seguimos.

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Ana Beleeeeeeeeeen!!! qué lujo que te asomes, de vez en cuando, al blog. Como mujer reflexiva que eres, ya sabes que sólo se ve fuera lo que se tiene dentro. En tu caso, la alegría.

H dijo...

Me encanta tu monólogo matutino.
Bicos,

H

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Hildaaa! ¿Cómo es tu "monólogo matutino"? Gracias por seguir el blog... desde Galicia.