sábado, 5 de julio de 2014

¿Quién se la juega en las organizaciones?


Hoy he tomado esta fotografía -cuando el sol comenzaba a declinar sobre la vertical del cielo- tras cuatro horas de caminata por Dulla (Castilla), un desfiladero por el que en esta época del año suele descender una briosa torrentera que alimenta la salvaje vegetación. Sin embargo, contra todo pronóstico, estaba casi seca, lo que no ha impedido un disfrute al límite de los sentidos mientras -con loco entusiasmo- las cigarras animaban nuestra marcha, cansina, a esa altura de la jornada.  


Lo que para nosotros resulta intrascendente -que llueva y lo haga (o no) con determinada frecuencia e intensidad- para otros marca el límite preciso entre la vida y la muerte: los ciervos, corzos, jabalíes y lobos de una gran extensión de terreno dependen casi en exclusiva de este riachuelo y su caudal -hoy lánguido hasta la extenuación- se nutre en gran parte de la lluvia.


De alguna manera ocurre algo parecido entre los humanos: algunas personas arriesgan la piel y los huesos mientras otras juegan en un teatro de sombras en el que las cosas no son lo que parecen sino otras, cuya intención no atisba el ojo mortal, sino de águila. Por eso cuando retiras la cortina descubres que no hay nada de lo inicialmente anunciado con encanto estrepitoso en el cartel del espectáculo.

La lluvia lo es todo para el ciervo; y los procesos de cambio lo son todo para algunas empresas familiares, ciertos emprendedores, un buen número de autónomos y casi todos los artistas que  han de poner la la piel y los huesos ¡¡porque les va la vida en ello! Lluvia de ciervo. Cambio real. Cero teatro de sombras porque la supervivencia está en entredicho.

Hay demasiadas subvenciones a fondo perdido para profesionales y empresas de consultoría con poco conocimiento, experiencia, ética y rigor. Y ya se sabe: cuando algo resulta gratuito se hace por hacer, por probar, por coquetear con el cambio, por llenar de contenido la memoria anual o la éxcel del plan de formación, plan estratégico... Plan-Plan. En ocasiones el dinero público financia actividades en las cabe preguntarse: ¿qué se juegan? Muuuchas veces la respuesta es que nadie se juega la piel ni huesos y aunque las actividades participativas entretienen, y aunque llenar las paredes de post it resulta fashion, en verdad todo ello se desvanece pronto, como la niebla al amanecer...

Los consultores hemos de vivir prestos a rechazar las propuestas empresariales subvencionadas que no busquen un auténtico cambio en pro de erradicar el sufrimiento innecesario, el descubrimiento nuevas manera de abordar los viejos problemas y la mejora de la productividad. Porque si no estamos atentos corremos el riesgo de convertirnos en cómplices de un juego de seducción entretenido en el que se coquetea y proclama el cambio justo para que nada cambie.

Tras analizar con el cliente su situación (y antes de aceptar un encargo) planifico una cita conmigo misma en la naturaleza y en silencio y me pregunto con radical honestidad: ¿quién se la juega en este cambio? ¿qué está realmente, realmente, realmente comprometido? y ¿cómo puedo contribuir a un cambio positivo y sostenible?



Para descubrir respuestas saco mi caja de herramientas: ojo de águila, sensibilidad de corzo, fluidez de riachuelo, dulzura de ciervo, raíz de helecho, dureza de roca y vibración de jade. Jade negro de mi pulsera tibetana. Algunos le llaman conectar con tu vocación como "agente de cambio"; yo prefiero la humilde expresión de "practicar la honestidad". Punto. Ho-nes-ti-dad. Ni que decir tiene que algunos proyectos se quedan fuera. Algunos.

2 comentarios:

Joseba dijo...

Azucena, comparto contigo al cien por cien tu impresion de los proyectos de diseño, que solo acompañan el plan de formacion y la subvencion corresondiente. Por desgracia, los encargos no brotan como margaritas en un campo floreciente y la capacidad de discernir la voliuntad de cambio, se convierte en un enigma dificil de vislumbrar apenas.
el dilema que sostienes es finalmente una eleccion personal de realizar un encargo con " finalidad responsable" !!.
Asunto de troyanos que diria Molini.
Un saludo

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Sí, Joseba... algunos profesionales resonamos en la misma sintonía... ¿Conveniencia de agrupar fuerzas en busca de un mayor impacto transformador? Ahí dejo mi pregunta... Gracias por asomarte al blog, Joseba. Un honor. Gracias.