martes, 18 de noviembre de 2014

¡Habitar el Presente!


La oscuridad se ha instalado en la tarde. La marea sigue bajando. Las personas en sus casas. Los cines llenos de cincuentones y jubilados. Las terrazas vacías. Yo tengo un empacho de lectura, de cine y de placeres múltiples y simultáneos que no compensan mi añoranza de algunas personas a las que amo y están ¡terriblemente lejos! Hoy me siento ¡de cristal!

La cabeza sabe pero el corazón no atiende razones, y lejos es lejos y ausencia es ausencia y escuchar las voces en off de los seres queridos no es presencia on, y el abrazo de un texto de Email no es nada porque carece de olor y sabor.

Y en medio de este popurrí de emocionalidad inmotivada -salvo por la oscuridad de la tarde, la vacuidad de las calles y la lluvia que se une a la marea-, en medio de esta emocionalidad inmotivada pienso en Lot y en su historia (recogida en la Biblia y el Corán), una historia que usaré en la próxima conferencia en abierto (para todos los públicos) porque cada vez me produce mayor alergia la endogamia, la concentración de profesionales de cualquier sector apelotonados unos encima de otros sobre un metro cuadrado -mirándose el ombligo- como en un espectáculo circense. Vale... que no respiro... que no pongo puntos... que mezclo todo... que no se entiende... Vale.

  


El caso es que tengo un día de cristal y las noticias en las que buceo (prensa internacional, nacional, económica, política, social, tendencias, estadísticas, prospecciones...) no robustecen el ánimo sino que incitan al realismo poco mágico del incierto futuro hacia el avanzamos. Futuro. Esa es la historia de la que hablaré en la conferencia y por eso desarrollaré la metáfora de Lot que da mucho juego porque el sobrino de Abraham huía de la destrucción de Sodoma y Gomorra cuando su mujer, Edith, se convirtió en estatua de sal. Cabe preguntarse ¿cuál fue su delito? Los cristianos ortodoxos dirán que desobedeció el mandato de Dios de que -en su huida- no mirasen hacia atrás. Yo prefiero pensar que Edith se convirtió en estatua de sal porque no supo, no quiso o no pudo, dejar marchar el pasado con su canto de sirenas. 

Resultando cierto que el pasado hay que honrarlo de igual manera que hay que rendir homenaje a los ancestros, tenemos el derecho y el deber de construir un futuro para lo que necesitamos la totalidad de nuestro ser. La totalidad.

Observo con frecuencia que las primeras sesiones de entrenamiento con profesionales (de cualquier especialidad, rango, empresa o sector) se centran en traerles al PRESENTE. Sí, así de grande y de gritón: ¡al presente! para construir desde esta plataforma plena de potencial y ésta es -precisamente-una de las diferencias del entrenamiento con la psicoterapia: se centra en el presente y mira al futuro.

Honrado el pasado y sus actores ¡centremos la totalidad de nuestro ser en el presente! para construir un futuro intencional e integrador. La mariposa es una creación fotográfica de Asier Gallastegi.


4 comentarios:

Antía López dijo...

La mujer de Lot no soportó la idea de perder las comodidades de las que disfrutaba, no tuvo en cuenta que al cambiar de ciudad (modus operandi) saneaba su vida y salvaba su alma. Hoy es muy común ver como las personas venden su alma e intoxican sus vidas, por permanecer en su zona de comfort (conformismo gomorriano). Seguro que la historia de Lot será ideal para recordar lecciones viejas y pendientes de la humanidad.

Adjunto una preciosa cajita llena de poliestireno para que envíes ese precioso cristal,y no rompa, a la persona que amas...¡la fragilidad de alguien fuerte es la más bella!

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Qué bonito ... lo que escribes... Antia. Gracias...

Anónimo dijo...

"cada vez me produce mayor alergia la endogamia, la concentración de profesionales de cualquier sector apelotonados unos encima de otros sobre un metro cuadrado -mirándose el ombligo"...........

Verdaderamente en el circo, el acróbata competía «consigo mismo, con las fuerzas de la naturaleza y con sus propios compañeros de tribu.."

Esta alergia, esperemos sea pasajera, y podamos contar con tu COLABORACIÓN en este CIRCO, del que tantas veces has alardeado.
un saludo
Patxi

Anónimo dijo...

Amanece
El día por delante, todo por hacer....
La oscuridad se transforma en vitalidad....