domingo, 4 de enero de 2015

Los equipos ¡palanca del cambio intencional!


Doce años buceando en el mar de la consultoría artesana no son nada para completar el puzzle que me permita comprender el mundo a unos metros de profundidad de las fútiles apariencias. Profundidad. Reflexividad. Aunque de vez en cuando tengo la suerte de toparme con una pieza del puzzle ¡algo que celebro!

¡Pongamos que encuentro un coral! ¿Qué hago? Con delicadeza lo guardo en la mochila que cuelga de mi espalda, sonrío y prosigo mi búsqueda de otras piezas cuyas formas, texturas y colores completen mi visión del mundo y su complejidad. ¿Para qué? Para más y mejor contribuir al mundo desde mi angular de consultora artesana.

Esta búsqueda sin tregua lejos de agotarme me estimula intelectualmente porque el hallazgo de trozos parciales de verdad causa en mi una honda y placentera reflexión que me divierte. Sinápsis. Aunque el mayor regalo viene después: cuando lo comparto con los demás.




Imaginemos que me obsesiona la idea de que el mundo se puede mejorar e incluso -en un supremo delirio- que cualquiera puede contribuir allá donde se encuentre en la vertical acuosa en la que nadamos como en un magma sólido.

Si cualquiera de nosotros puede contribuir a la mejora del planeta y sus habitantes cabe preguntarse ¿cómo hacerlo? A través de nuestra profesión estemos arriba, abajo o a los lados de la pirámide productiva, si bien es cierto que a más altura ¡más capacidad de influencia! En cualquier caso creo que la principal contribución de los humanos a la colectividad es la práctica profesional vivida de una manera trascendente (integradora y con sentido).




Sigamos con el delirio. Si bien cada persona puede impactar en su entorno, juntos podemos ir más rápido, más lejos y a mayor profundidad de comprensión del mundo, su magia y complejidad. 

El caso es que podemos contribuir a la mejora de la vida en el planeta a través de los equipos a los que pertenecemos. El trabajo en equipo es uno de los corales que he hallado en la última década y en el que concentro mi contribución laboral, publicaciones y docencia. ¡Es algo importante para mi! Los equipos orientados hacia la transformación del mundo con una mirada generosa que incluye el bienestar de la totalidad. 

Los equipos son el eslabón perdido entre el uno (la persona) y el infinito (el todo). Los equipos transitan del yo al nosotros y del nosotros ¡al todo! Los equipos de trabajo hacen posible la transformación del llamado EgoSystem al EcoSystem. Los equipos fertilizan a los humanos reforzando en principio sistémico de "pertenencia" (inclusión). No es posible trabajar en equipo sin practicar la interdependencia, la colaboración y la cooperación. Los equipos de trabajo depuran la apatía de los sistemas en los que funcionan para colmarlos de motivación y desintegran el desánimo al cultivar la esperanza e incluso en ocasiones la utopía aterrizada. En los equipos de innovación es posible apreciar la diferencia y alcanzar la complementariedad de habilidades, inteligencias, formaciones y culturas. Para trabajar en equipo es imprescindible superar la estéril dicotomía de la "o" y practicar la negociación fértil de la "y": tú y yo, tus intereses y los míos (win-win). En una palabra: todos tenemos la posibilidad de mejorar el mundo mediante una práctica consciente de nuestra profesión que adquiere una dimensión trascendente cuando trabajamos en equipo. 




Este es mi gramo de verdad y mi coral: los equipos como palanca de un cambio intencional que transforma y trasciende la vida en las empresas y en el planeta practicando una y otra vez comportamientos que quisiéramos tuvieran con nosotros, frase bíblica que actualiza el teólogo y escritor Hans Küng a quien releo en Reivindicación de una ética mundial, libro que recomiendo.



Del Egosystem al Ecosystem. Otto Scharmer. Teoría U. MIT.
Interdependencia. Sabino Ayestarán. Universidad del País Vasco.
Reflexividad. Michael West. Universidad de Lancaster.
Complementariedad. Meredith Belbin. Cambridge, Inglaterra.
Etica mundial. Hans Küng. Universidad de Tubinga, Alemania.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Siendo jefe... ¿En quién confiar?, soledad salvaje ya que jamás puede mostrar... vs Los equipos ¡palanca del cambio intencional!
Pensaba al indagar sobre estos textos, con espíritu reflexivo y ganas de aprender, sobre las incoherencias en nuestras vidas. Todos somos conscientes del valor que aportan los Equipos cohesionados y de la importancia del apoyo gerencial en estos marcos. Todos somos personas normales, los de arriba y los de abajo; con sentimientos, miedos, inquietudes y talentos.
Contamos con los Equipos solo cuando nos va mal? Como podemos sentirnos solos o carecemos de gente de confianza, si soñamos con formar parte de un EQUIPO?
La soledad es una consecuencia o pretendemos escudarnos en ella? Yo no pretendo enseñar nada a nadie, tan solo me he puesto a pensar escribiendo, para focalizar sobre el camino que quiero trazar el 2015. Todo parece tan complejo, post tras post, que podemos limitarnos a resignarnos o podemos verlo todo mucho más sencillo. Y es que lo es, si realmente aceptamos que los cambios dependen de uno mismo y que no hay escusas para empezar a HACER YA!! Depende de nosotros, trabajar felices en un Equipo laboral o crear y forjar un Equipo familiar; o acaso no penaliza la arrogancia los matrimonios? la falta de unos valores; las familias?... y no sigo, lo tengo clarito y con muchas cosas por hacer este año.
Animo, prácticamente todos debamos mejorar los mismos aspectos. No copiéis recetas comerciales para ello. Indagar sobre vuestras ideas limitantes y fijar vuestros compromisos. Reflexionar sobre las preguntas que surjan en el camino y trabajar para encontrar vosotros las preguntas.
Urte Berri On a TOD@S y gracias a ti Azucena por compartir.

Anónimo dijo...

Querido anónimo,
pero QUE MAL ME SUENA LO DE:
"TODOS somos personas normales, los de arriba y los de abajo.."

Pienso que esta forma de expresión dista mucho de alejarse de la aludida ARROGANCIA.
Saludos,
Pilar

Anónimo dijo...

Gracias Pilar,
Agradezco tu comentario. Me recuerda lo mucho que debo mejorar mi capacidad de comunicar. Tienes razón, suena muy mal hablar de los de arriba y los de abajo y resulta aun peor lo que genera en la realidad. Pero a día de hoy o al menos en mi entorno es un hecho contra el que intento trabajar aportando a todos una visión de proceso que genere dinámicas de equipo sin barreras departamentales.
Y Quizás si deba dejar de describirlo así para evitar confusiones, pese a que quede mucho trabajo por hacer tratando de fusionar las capacidades del conjunto en pos de unos objetivos globales y compartidos.
Saludos,

Azucena Vega Amuchástegui dijo...


Me alegra que el texto haya arrancado la reflexión de al menos dos personas: quien firma como anónimo y Pilar. Gracias a ambos.

El blog adquiere sentido cuando alguien recoge el guante de una hipótesis, de un enfoque filosófico de la vida o los negocios etc. Es decir, cuando hay un eco, un "nosotros" que avanza hacia un todo sobre el que estudio estos días entorno a la Teoría U, de Peter Senge y Otto Scharmer, ¡cuya lectura recomiendo! También hay algunos vídeos inspiradores.

Mercedes dijo...

Estimado anónimo,
otra posibilidad, Confíar Salvajemente en Ti.
Ser jefe, eso es estar arriba, dirigir el negocio.
Con alegría, un plan y una meta, hacer el equipo de confianza que esté arriba de su Misión individual.
Es fácil? yo creo que sí.
Feliz Año.

Azucena Vega Amuchástegui dijo...


Brillante comentario, Mercedes. Gracias