martes, 23 de junio de 2015

Nacer - Morir ¿Puro Espejismo?


Anoche la casa de mis vecinos era una fiesta de cumpleaños. Seis adultos y cuatro niños. Bueno no, seré más precisa: dos ancianos, cuatro adultos, tres niños y un bebé.

Menos el bebé todos cantaron cumpleaños feliz y zorionak zuri muy desafinado y con esa vergüenza que sentimos al cantar porque sabemos que no lo hacemos bien. No es que yo estuviera allí ni que las paredes de la casa sean de papel sino que ¡sencillamente! tanto ellos como nosotros teníamos abierto de par en par el acceso a la terraza sobre el jardín así que resultaba imposible no oírles mientras cenábamos. Cuando terminamos me fui al otro lado de la casa desde cuya terraza se ve el mar, aunque no solo el mar...




Decidida a calmar el sofocante calor de la jornada me puse a regar la medio selva que crece en la zona norte de la casa y a los pocos segundos descubrí a Menchu -mi vecina- haciendo arrumacos al más pequeño de la familia con una concentración tan intensa que no se percató de mi presencia, así que pude observar en plenitud: gozando de su gozo, riendo de su risa, sintiendo su sentir e imaginando cómo será la experiencia de envejecer un poco más de lo que ya conozco.

Mientras resuelvo ese imaginario hacia el que me aproximo descubro esta mañana en la red el vídeo de una experiencia desarrollada en Seattle (Estados Unidos) en la que cuatrocientos ancianos conviven unas horas cada jornada con niños de pre-escolar.

El documental se titula Present Perfect, ha sido realizado por Eva Briggs y está catalogado como un caso de éxito e innovación social. Pueden ver el  vídeo de cuatro minutos de duración y sacar sus propias conclusiones.

Personalmente me he quedado con un sabor agridulce tras su visionado y algunos interrogantes que intento resolver. Ya me dirán cómo resuena en ustedes la experiencia.


2 comentarios:

Eli dijo...

La soledad y el aislamiento de nuestros mayores es muy grande.
El video es muy emotivo.
La idea es preciosa.
Iniciativas como esta deben de ser bienvenidas
Un abrazo

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Muchas gracias por asomarte a blog, Eli. Y por contribuir con tu comentario. Todos caminamos -en el mejor de los casos- hacia ser una persona "mayor" y tenerlo en cuenta quizá nos ayude a vivir un presente más pleno, feliz, alegre y agradecido con lo que ya somos y tenemos. Un abrazo. Gracias.