miércoles, 30 de septiembre de 2015

La maleta de los sueños


¿Qué hay entre el cielo y la tierra? Entre el cielo y la tierra está el hombre. El hombre ¡y una maleta! ¿Una maleta? Sí, una maleta de sueños en espera de hacerse realidad. 

Este es el eje central de una conferencia que ofreceré mañana en la Universidad de Deusto ante varios cientos de personas interesadas en la experiencia de emprender. 

Personalmente enfoco el emprender como un camino de búsqueda de la felicidad que tenemos el derecho y el deber de perseguir, mientras gocemos del privilegio de estar vivos. Emprender la senda -única e intransferible- que propiciará el despliegue de los sueños. 


Escultura de Bruno Catalano


Hace tiempo que comprendí que si no luchas por materializar tus sueños, seguramente estarás contribuyendo a que se cumplan los de otras personas, lo cual puede ser correcto siempre que seas feliz con esa opción existencial. Entonces cabe preguntarse: ¿Trabajo alineado con mi anhelo de auto-realización (Maslow) o vivo mi existencia con el piloto automático?

Hacer un trabajo que ames, o en su defecto amar el trabajo que hagas, y en cualquier caso estar al servicio del universo -entre el cielo y la tierra- es una propuesta a la que podemos llamar vocación, realización, profesión o ¡proyecto emprendedor! Sea como fuere, el común denominador es que se trata de alinear aquello que haces bien (y te hace feliz), con lo que el mundo necesita y está dispuesto a pagar por ello -asegurando la sostenibilidad de tu actividad-.




Todo comienza en una búsqueda personal de conexión con nuestros sueños que -transformados en objetivos- sean volcados en la realidad para que entre todos podamos construir un futuro deseado y un mundo mejor.

Nadie vendrá a traernos nuestra "tacita de plata", ni pondrán alfombra roja a nuestro paso, pero hallaremos infinita satisfacción en el camino de descubrir toda la magia contenida en nuestra maleta que a ratos despliega alas y en ocasiones raíces en una conexión cielo-tierra que solo nosotros podemos hacer realidad. Emprender. Emprender el desafío de liderar nuestra propia vida y sus múltiples facetas una de las cuales es la profesional de la que hablaré mañana en la Universidad de Deusto, donde compartiré mi propia experiencia como empresaria-bonsái.


lunes, 21 de septiembre de 2015

El feedback ¡tiene valor estratégico!



La verdad... ¿existe? acaso existe. ¿Es una? Es poliédrica y -como sabemos los adultos- depende del color del cristal con que se mire. ¿O no? Tal vez no. 

Acaso la verdad existe y merece la pena rastrear el territorio hasta dar con ella. Pero... ¿dónde buscar? ¿arriba? ¿abajo? La belleza inherente a la verdad se expande como una levadura que transforma cuanto toca. La verdad. ¿De qué hablamos?




Si no existiera habría que inventarla, porque no se puede construir sobre otra cosa que no sea la verdad ya que antes o después se desplomará como un soufflé. Con desesperante obviedad decía la escritora Gertrude Stein: "... porque una rosa es una rosa, es una rosa... y aunque se llamase de otro modo no dejaría de ser una rosa ni de esparcir su aroma...".

El caso es que me gusta vivir considerando la hipótesis de que la verdad existe y es sensato tenerla en consideración, por ejemplo, en los proyectos en los que tengo el honor de participar durante un tiempo socializando con las personas de una organización individual o colectivamente. Y si la verdad existe, la segunda cuestión más apremiante sería descubrir las razones por las que no partimos cada mañana de esa rosa que es una rosa que es una rosa y que aunque le llamemos de otro modo seguirá esparciendo su aroma.




No cabe duda de que la verdad porta sus espinas que personalmente prefiero tener localizadas. Tampoco niego que a veces la verdad resulta árida y menos cromática que la mentira, la retórica, el maquillaje y los disfraces... e incluso que la verdad es austera como los tonos de la fotografía que ilustra estas palabras. Pero... sin ella, sin la verdad... ¿qué nos queda?

En el contexto empresarial la manera de estar honestamente comprometido con la verdad es la práctica habitual del feedback en las reuniones de trabajo, las conversaciones (formales e informales), las evaluaciones en el desempeño, las retribuciones variables, las promociones y degradaciones de compañeros y subordinados... etc. La práctica del feedback como un hábito saludable en la vida empresarial no es sino la aceptación de "lo que es" como una consideración ética que forma parte de la responsabilidad social corporativa y que -a mi entender- adquiere valor estratégico hasta el punto de que caracteriza a las empresas exitosas del siglo XXI, si bien como matiza el presidente de PwC, Gonzalo Sánchez, a los españoles no les gusta que les evalúen tanto como a los anglosajones... Negocios, El País. 

El feedback -desarrollado por Germán de Nicolás- y la reflexividad -investigada con lucidez por Michael West- van siempre conmigo allá donde trabajo y quiero pensar que dejan su aroma durante mucho tiempo porque se asientan en la verdad que las personas depositan si existe un respeto sagrado por "lo que es" ¡también en los negocios!



jueves, 17 de septiembre de 2015

Vocación, Momentos Disruptivos y Creatividad


Estoy trabajando en Granada. Hoy -que es mi segunda jornada en el reino nazarí- he podido "liberar" dos horas para "jugar" por la ciudad ligera de equipaje: con apenas mi bolsito de tela cruzado en el pecho y mis playeras fashion

Nada más salir del hotel me he dirigido a la catedral, porque tengo un asunto pendiente con el más allá que -como siempre- es del más acá. Vamos, que me alcanza de lleno en las entretelas de mi vulnerabilidad. El caso es que quería conocer el interior de la catedral y depositar mis ósculos -como dice el crucigrama autodefinido de El País- pero no ha podido ser ya que cierran a las siete, y a esa hora todavía me encontraba dilucidando la mejor manera de contribuir sin intervenir en la empresa-cliente que me ha contratado, de aportar sin dirigir, porque quienes realmente saben de su organización son ¡los profesionales de la casa!


    


Me he dado un paseo por el entorno de mi modesto pero céntrico hotel sin privarme de hacer todas las "trastadas" que se me han ocurrido como entrar y salir por la puerta pequeña de Imaginarium y revolver casi todos los objetos de HostenMás tarde he pasado junto a una tienda de LÒccitane a la que me han invitado a entrar porque presentaban un nuevo producto que te aplicaban gratuitamente con un masaje en cara y cuello. Me he dicho a mí misma ¿por qué no, Azucena? y han sido diez minutos deliciosos en los que me he sentido cuidada y mimada por los dioses de la catedral a los que visitaré mañana ¡antes de las siete de la tarde! He agradecido el masaje y me he despedido de las dependientas con mi mejor sonrisa por su contribución a mi bienestar. 




De regreso al hotel he visitado la exposición de Soledad Sevilla, en el Centro José Guerrero, con tres plantas de cuadros e instalaciones de la artista basadas en la geometría como pretexto para explorar la realidad en la que la pintora ha volcado su vida entera con una intensidad y una pasión casi obsesiva que me ha animado a seguir poniendo la totalidad de mi entusiasmo y energía en mi vocación como impulsora del "cambio intencional" en empresas-cliente como la que me ha traído a Granada, un lugar hermoso del que escribió Washington Irving, y cuya luz es tan bella que te la comerías a bocados, como los helados italianos de la calle Gran Vía donde he descubierto el cassata, producto artesano que elaboran desde el año 1936.

Me ha inspirado mucho contemplar el vídeo en el que la artista explica la integración del paisaje, las lecturas, las personas, los lugares, los olores... ¡la vida entera! en el proceso de crear.

Crear nuevas realidades ¡de eso va la innovación en el vivir y trabajar! Crear nuevos horizontes para un mundo que agoniza. Trazar un arcoiris de esperanza donde los humanos languidecen de aburrimiento con adherencias de maldad. Humanos. Todos. Humanos que se obsesionan con la perfección de su oficio y lo persiguen hasta rozar la cima con la yema de los dedos. Humanos que se encierran en silos, cajas, burbujas... Miedo. Elecciones y decisiones que están en nuestra mano y palpitan ante la puerta grande o pequeña del universo que a todos nos contiene y aguarda... aguarda revelar su grandeza. Granada. La Alhambra ¡qué fascinación! 


viernes, 11 de septiembre de 2015

Emprender y Liderar



Preparo con primor -casi con devoción- dos encargos que se desarrollarán durante las próximas semanas. El primero en la Universidad de Deusto (campus de San Sebastián) -gracias a Gemma Zelaia- y el segundo en el Palacio de Aiete -patrocinado por Donostia Kultura-.

Me siento muy agradecida a ambas instituciones porque siempre es un honor poder compartir algunas ideas con los ciudadanos y calibrar hasta qué punto la experiencia propia resulta de interés (o utilidad) a otras personas. De hecho, permanecer en contacto con múltiples realidades es una alerta que nunca deja de sonar en mi cerebro porque es un riesgo que acecha a cualquier profesional que pisa poco el barro y mucho las alfombras.

El caso es que leo, reflexiono, tomo notas, hago dibujos, diseño borradores y construyo ejes centrales para ambas intervenciones buscando transmitir una "pepita de oro" tan viva que al presentarla en sociedad todos oigamos su latido.




Como casi siempre la idea fundamental para ambos eventos me ha llegado esta mañana paseando por la playa cuando el sol apenas asomaba por el horizonte. Se trataba de un momento "flow", según el profesor de la Universidad de Chicago  Mihály Csíkszentmihályi.

El eje central sobre el que vertebraré mis ponencias es ¡el movimiento! y sus variados haces de luz que -como en la imagen- viajan en paralelo y se juntan en el infinito. 


 La vida como movimiento perpétuo



Primer Movimiento en re mayor de Bach: para liderar la propia vida hemos de enraizarnos en la línea temporal mientras gozamos del privilegio de estar vivos. Es decir: honrar el pasado, afianzar el presente, e imaginar-diseñar el "futuro deseado" (John Kao) frente al llamado "futuro por defecto" -que ocurrirá si no realizamos un movimiento consciente en otra dirección-.

Segundo Movimiento en re mayor -sonata para dos pianos de Mozart-: para ser el protagonista principal de nuestra vida hemos de ir más allá de la inercia, las creencias limitantes, el miedo y la comodidad, abandonando la llamada "zona de confort" para entrar en la "zona de oportunidad" dándonos "espacio" para explorar y prototipar los primeros esbozos de nuestro futuro deseado.

Tercer Movimiento en re mayor de Shostakóvich: ¡es emocionante atreverse a crear el propio proyecto profesional! y descubrir a cada paso animalillos, paisajes y pepitas de oro. Emprender. Liderar. Tal vez sean acciones que confluyen en el infinito: liderar la propia vida y emprender la exclusiva senda que nos aguarda (conectada a nuestra vocación) contribuyendo -de ese modo- a crear un mundo mejor.



Cada proyecto profesional es un prototipo de libertad 
porque emprender y liderar materializa sueños en realidades.



Primer evento: Universidad de Deusto (campus de San Sebastián) el jueves 1 de octubre de 2015, de 10.00 a 15.00 horas. Entrada libre, previa inscripción. Segundo evento: Palacio de Aiete (Donostia Kultura). Curso de octubre a diciembre 2015. Toda la información pinchando aquí.

martes, 8 de septiembre de 2015

¿Qué es lo esencial?


Siento que se aproxima una ola que calibro desafiante. Puro instinto. Cierto olfato marino que afino cuando buceo entre peces que (como los humanos) me ignoran. 




El presentimiento tiene cierta base racional y otra instintiva que se desata como un vendaval y me lanza contra las paredes de mi despacho donde las letras de los libros se escapan y revolotean a mi alrededor como enormes mariposas. Además, la tinta de algunos bolígrafos y ciertos rotuladores se expande por la mesa inundando las apresuradas notas que tomo para que no se me olvide lo esencial. 

¿Por qué me obsesiona transmitir lo esencial en cada proyecto o encargo y volcarlo con precisión en cada persona, equipo u organización? No lo sé y quizá no importe. La realidad es que ante el oleaje tiendo a atiborrarme de nutrientes de calidad: las mejores lecturas, los vídeos más inspiradores, las entrevistas más desafiantes, los informes recientes, las estadísticas fiables, los colegas competentes y hasta mis propios materiales construidos con mimo artesanal durante décadas. Me afano una y otra vez en la búsqueda de lo esencial que es una medusa esquiva que cambia de color en paralelo a mi propia evolución.


La vida es un viaje para llegar a convertirse en ser humano


Lo esencial del liderazgo es la consciencia


En las próximas semanas facilitaré procesos en Zaragoza, Granada, Bilbao, Vitoria, San Sebastián... donde peces enormes, grandes y pequeños esperan el plancton que preparo cuan destilado de nutrientes inyectables en jornadas de seis, ocho, diez horas (según encargo) con seis, treinta o doscientas personas y variados objetivos para los que diseño prototipos.  Pero mi obsesión es transmitir lo esencial en la cereteza de que urge poner en marcha cambios que frenen el maremoto mundial.

Tengo mucho material recopilado. Leo por sexta vez algunos libros. Reinterpreto la síntesis de otros. Dibujo en el papelógrafo hasta quedarme sin hojas. Agoto rotuladores. Lleno el suelo de papeles. Cargo vídeos en el pen drive. Los descargo horas después. Reposo ideas que hoy me parecen geniales y las desestimo más tarde. Me propongo practicidad + simplicidad + avanzar a pesar de mis zozobras y de saber que lo esencial no es atrapable en seis-ocho-veintiocho ni ochenta y ocho horas porque en realidad lo esencial necesita que le dediques la vida entera. ¡Tiene razón Otto Scharmer: the core business of leadership is awakeness! y tiene razón Peter Senge: Life is a journey to became human being. 


domingo, 6 de septiembre de 2015

Trabajar en equipo es ¡aprender a cooperar!


Mi oficio nace a mediados de los años ochenta en Estados Unidos vinculado al mundo deportivo. Gallwey y Whitmore -entonces fornidos atletas como los de la fotografía- supieron extrapolar la magia del entrenamiento deportivo al empresarial implementando competencias que en 2015 siguen resultado de utilidad a los líderes de las organizaciones. Entre otras, la capacidad de coordinar y desarrollar equipos como una característica esencial del liderazgo del siglo XXI.




Hoy todo resuena en mi a trainera. Ahora mismo hay regatas en la bahía de la Concha (San Sebastián) donde cientos de aficionados contemplan con admiración la feroz -casi heroica- lucha de estos hombres por hacerse con el triunfo.

Además esta mañana he comenzado el entrenamiento de un ex-remero de élite e ingeniero que acaba de ser promocionado a un cargo de alta responsabilidad en su organización donde intuye algunos desafíos peligrosos como la galerna en altamar. 

Por último, también hoy he comenzado la sexta lectura del libro Remando Juntos, de Germán de Nicolás, publicado por Lid Editorial que estudié por primera vez en el año 2008. Afianzo conceptos y ajusto detalles en el sutil encaje de bolillos que exige el trabajo de construir equipos, sobre todo de innovación, es decir, con un liderazgo transformacional (compartido) en el que se practiquen de manera habitual el feedback y la reflexividad.

       
El liderazgo compartido
caracteriza a los equipos de innovación


Pensando en el líder que hoy he conocido y en otros muchos a quienes ni las universidades ni las escuelas de negocios han enseñado el bello arte de coordinar equipos de trabajo, resumo algunas pinceladas conceptuales con la intención de que puedan inspirar.

Nadie tiene todas las respuestas ¡haga preguntas! + el compromiso se produce cuando las personas se identifican (de verdad) con los valores de la organización + El trabajo de equipo es un deporte de contacto donde la eficacia crece con la interacción + la mejora del clima laboral de una empresa incrementa hasta un 30% los beneficios de la organización + Los equipos se equivocan menos en la toma de decisiones que los líderes en solitario (Universidad de Princeton) + Las mejores decisiones colectivas no son fruto del consenso sino de la divergencia y el diálogo + En los equipos ¡no hay actores secundarios! 



El atajo para optimizar los resultados es
perfeccionar la manera de trabajar juntos.


La jornada de traineras ha sido hermosa para mi al mostrar algunas metáforas aplicables a los equipos de trabajo. Estoy agradecida a mi bello oficio y a las personas que me otorgan el privilegio de remar a su lado algunas ciabogas.



sábado, 5 de septiembre de 2015

Las sandalias del pescador


Hoy me he despedido de las sandalias rojas que compré cuando vine a vivir a San Sebastián. Han pasado trece años y son muchos los pasos que he dado con ellas por la vida durante este tiempo. Confesaré que me he resistido a abandonarlas porque siento cierta pena, nostalgia de un tiempo que se fue para no volver...




Ellas y yo hemos caminado por el asfalto, la arena, el cemento, los adoquines, por caminos rurales y urbanos; hemos avanzado deprisa y despacio, subido y bajado por algunas ciudades europeas, por algunos pueblos españoles, museos, supermercados, boutiques, bibliotecas, librerías, playas, aceras, montañas. Si pudieran practicar el arte del storytelling contarían historias emocionantes de lugares y personas en transición del presente al futuro, de la quietud al movimiento, de la permanencia al cambio, de la juventud a la vejez...




Me niego a tirarlas entre residuos de pollo y patatas fritas porque ellas y yo hemos llegado a establecer lazos de complicidad y porque mis sandalias han sido testigo de cientos de conversaciones con clientes apoyando incondicionalmente mi caminar en esta tierra. De momento, las he depositado en el cestillo de cosas que retiro para dar aunque -vistas con objetividad- ¡están destrozadas!




Las sandalias rojas y yo hemos transitado trece veranos consecutivos. Ahora yo me quedo en mi vida y ellas se van a otro lugar que desconozco ¡dejar marchar es toda una lección de desapego! Las he cuidado mucho hasta el final: con el primor que mi padre limpiaba los zapatos de toda la familia en el balcón... pero... se han desgastado, han perdido lustre, lozanía y -según mi amiga Sara- ¡parecen de mendiga y no debo llevarlas al despacho!

Ya está. Decisión tomada: esta tarde aprovecharé el último día de rebajas para comprar unas sandalias en la zapatería de mi barrio. Como siempre la vida continúa en tránsito de lo nuevo a lo viejo, de la quietud al movimiento y del verano -que se escapa como la arena entre los dedos- al otoño y sus proyectos.