domingo, 27 de diciembre de 2015

Trabajo en Equipo, Metáforas


El máximo lujo es gozar de tiempo, acaso porque la vida está hecha de tiempo y es todo lo que tenemos. Este lujoso domingo navideño hemos madrugado para sentir las primeras horas de la mañana. Antes de salir de casa el cielo estaba precioso y la llamada silenciosa y dulce de la naturaleza se intensificaba apremiándonos a recoger el desayuno y partir hacia el Parque Natural de las Peñas de Aya (monte Urdaburu, de 600 metros de altitud).




Estoy convencida de que la fusión casi orgánica con la naturaleza nos llena de energía, permite relativizar -y ver con otros ojos- los asuntos mundanos, nos aleja del argumentario bla bla bla y, finalmente, nos centra como quizá no lo haga ningún otro método.

Hoy nos hemos desafiado a nosotros mismos saliendo del trazado de todos los senderos que conocemos y abordando un cambio "intencional" con actitud exploradora no exenta de riesgos.

Cuarenta y cinco minutos después de adentrarnos en el bosque estábamos completamente desorientados y la hojarasca superaba nuestras rodillas ocultando al mismo tiempo todo lo que hubiera debajo: piedras sueltas, palos, barro y agua... Ha llegado un momento en el que avanzar era un puro ejercicio de confianza mientras la pendiente (a la que no hace honor la fotografía) era cada vez más vertical.




En algunos tramos me temblaban las piernas y el precipicio (que terminaba en riachuelo) no resultaba atractivo en absoluto. Sintiéndome apurada, mi pareja me ha recomendado obviar el miedo y concentrar la atención en la meta: un árbol o una piedra grande cubierta de musgo. Esa indicación (que me ha ayudado mucho) me ha hecho recordar el consejo de John Whitmore en 2002 cuando recomendaba a los tenistas norteamericanos de élite que "mirasen solo a la pelota"... Finalmente hemos alcanzado un sendero seguro por el que hemos vuelto al punto de partida.

Honesta y radicalmete interesada en descubrir los pliegues que hacen posible que las personas trabajen en equipo, formándome y formando a otros (todo el tiempo) en las artes de la cooperación en el seno de las empresas, no he podido evitar la traducción simultánea de todas las metáforas que me ha ofrecido la hojarasca. 

Primero: salir del trazado convencional conlleva un riesgo, inherente a la actitud exploradora propia de los equipos de innovación (Ayestarán)... Segunda: los riesgos se asumen mejor en compañía de otros que no piensan como tú, no sienten como tú y no actúan como tú (Belbin) pero que propician mejores resultados...Tercera: todas las personas poseen en sí mismas lo que necesitan para transformarse en la mejor versión de sí mismos acallando los miedos que gritan alto la zona de confort y atreviéndose a avanzar hacia la zona de oportunidad... Cuarto: en algunos momentos del trayecto es imprescindible confiar, soltarse, fluir y volver a confiar, antítesis del control al que somos tan adictos... (imposible haber descendido en "modo control" sin ver qué y dónde pisas mientras te hundes treinta centímetros en la hojarasca).

¡Una gran jornada!  sabiendo que mañana en las organizaciones habrá momentos propicios para el volcado de metáforas casi orgánicas en conexión con uno mismo, con los demás y con el todo (en este caso el Parque Natural de las Peñas de Aya).



Yo - Nosotros - Todo
Del ego system al eco system
a través de los equipos de trabajo


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Oikonomia


No sé a ustedes, pero a mi la sala oscura de un palacio del siglo XIX me produce fascinación, al igual que un hombre alto, joven y rubio que viene de Austria para expandir un mensaje que condimenta el anodino pensamiento de nuestro siglo como la sal -que da origen al nombre de su ciudad natal, Salzburgo- sazona el alimento cotidiano.

Hice un recuento de asistentes -por el método aleatorio que aprendí cuando trabajaba como periodista- calculando que habría más de cien personas en la sala oscura del Palacio de Aiete cuando Christian Felber hizo aparición en el escenario para hablar de oikonomía, término aristotélico (con múltiples definiciones) que Felber utiliza como sinónimo del Bien Común.




Aunque el concepto de Bien Común se remonta a la antigüedad (Aristóteles) y aparece recogido en todas las constituciones europeas, su ausencia en nuestro mundo es un escándalo de gigantesca dimensión que Felber pone en evidencia con descaro desde el año 2010 cuando construyó un modelo económico alternativo al capitalismo y al comunismo al que denomina Economía del Bien Común, titulo de un libro homónimo publicado en castellano por Ediciones Deusto en el año 2012.





Gracias a Donostia Kultura (Marta Ibañez, Yolanda Martin y Maider Azkargorta) Christian Felber polinizó con precisión de abeja la cabeza, el corazón y las manos de quienes tuvimos el honor de escucharle el pasado 17 de diciembre de 2015 en su visita relámpago de menos de un día en tierra vasca donde vino por primera vez en el año 2013. 

La mente por el rigor de los datos que facilita. El corazón porque rezuma credibilidad, y las manos porque apela a la acción ¡que mueve la vida!

Las ideas de Felber merecen ser tenidas en cuenta por gobiernos, movimientos ciudadanos, ecologistas, asambleas de vecinos y ¡organizaciones productivas! De hecho, más de trescientas empresas han realizado ya un "balance del bien común" en sus organizaciones contemplando no solo la capitalización de las inversiones, los inmuebles y la producción sino ¡el bien común generado para los stakeholders y entorno!

No caeré en la frivolidad de seleccionar un puñado ideas para destacarlas en negrita mutilando el debate que la propuesta merece... comparto, sin embargo, el destilado que Felber dejó en mi: la renovada certeza de que hay alternativas al modelo capitalista que hacen posible reconciliar la economía con la ética, la democracia (real) y el medio ambiente recompensando a quienes les importa el ser humano individual y colectivamente desde una visión global imprescindible. Y... ¡un detalle! que me hizo recordar Tiempos Modernos de Charles Chaplin: en la suela del zapato derecho de Christian Felber ¡había un agujero! sí, de verdad. Pude verlo en uno de los muchos cruces de pies que realizó con su agilidad de bailarín, activista, profesor, escritor, ideólogo, conferenciante y -si me lo permiten- "revolucionario" que lanza verdades como puños a los ojos quienes cierran los ojos y niegan la dimensión del descalabro...

El movimiento del Bien Común (muy activo en el País Vasco)  agita el árbol de la civilización del siglo XXI para que ¡de una vez! caigan las manzanas podridas del ego system que todo lo alcanza destruyendo la esperanza de la que ya escribió el economista y filósofo escocés Adam Smith en el siglo XVIII.



Contexto   Publicaciones de la Universidad de Granada.
Contexto   Publicaciones Linguee.

viernes, 11 de diciembre de 2015

El ejercicio del poder y el cambio ¿se excluyen?



Punto a punto mi madre tejía los jerseys de nuestra infancia como tejo las conexiones improbables entre las personas que conozco y los saberes que me alcanzan. Punto a punto construyo una realidad poliédrica que Alain Cardon (MCC de la ICF) denomina "mosaico" para referirse a la realidad empresarial en la que trabaja desde hace cuatro décadas.




Nos conocimos hace años, es uno de mis mentores, y le considero un referente mundial por la profundidad de su conocimiento y experiencia entorno a las organizaciones productivas. De estilo brutalmente directo -casi hiriente- formula sus certezas como balas que alcanzan a quien las oye y nunca te dejan indiferente.

Hace unas semanas Cécile Desjardins (en la fotografía) entrevistó a Cardon para el periódico económico Les Echo donde el padre conceptual del "coaching de equipos" reformuló un viejo dilema: ¿hasta qué punto es posible la transformación empresarial top-botton, es decir de arriba hacia abajo?


Afirma Alain Cardon que "... sería ilusorio pensar que un comité de dirección vaya a promover el cambio en una organización ya que su función principal es velar por la permanencia mientras realizan tareas de control y reporting sin dedicar tiempo a la creatividad que existe en las empresas y habría que alimentar a base de fluidez.

Entonces -me pregunto- ¿para qué contratan a los facilitadores del cambio, a los agitadores de la consciencia, a los expertos en equipos productivos, a los consultores artesanos...? ¿para qué nos contratan con el pretexto de promover el cambio organizacional? ¿puro maquillaje?  ¿un juego de espejos en los que solo hay apariencia? En tal caso seríamos cómplices de un engaño cruel... ??!!

La hipótesis del francés consiste en que los cambios emergen en la periferia de los sistemas -sean organismos o empresas- y nunca desde las direcciones generales... 


Cuadros de Laura Calabuig


Recuerdo el último día de la formación con Cardon y lo enfadado que estaba con los organizadores del evento porque habían aceptado a coaches junior. Su vehemencia asustó a muchos, yo tuve la suerte de que no se metiera conmigo e incluso de que se dejara hacer una fotografía que aparece en el álbum Picassa de este blog. 

Uno de los aprendizajes por los que le estaré siempre agradecida es el concepto "conectividad" que llega a ser capturable por el ojo cuando trabajas todo el tiempo con personas... Fluidez, conectividad y "estados líquidos" que propician "realidades solidas" mientras los impulsores del cambio nos movemos entre el cielo y la tierra: el cielo de los comités de dirección (que nos contratan) y la tierra desde la que el cambio emerge con la fuerza de una pepita de oro en la que nos jugamos mucho más que un coqueteo intelectual.


martes, 8 de diciembre de 2015

La "otra" hemorragia de talento


Esta mujer nació en el año 1938. Por lo tanto tiene setenta y siete años y acaba de ser elegida para ocupar el sillón S de la Real Academia Española, RAE

Paz Battaner es Catedrática de Filología Española de la Universidad Pompeu Fabra y ha sido directora científica de varios diccionarios, así como la undécima mujer en la historia de la RAE y, sin embargo, en el sector industrial español sería considerada un saldo, un "valor amortizado" ¡qué escándalo! Me explico.




Más del setenta por ciento de las empresas españolas no han contratado a ninguna persona de más de cuarenta y cinco años en el último año (ESADE). Y a pesar de que el número de parados en España de esa edad asciende a 1.700.000 personas, apenas un seis por ciento de la totalidad de las ofertas de empleo son para ese segmento (Adecco).

Desestimar a profesionales tan solo por su edad puede ser una hemorragia de talento, conocimiento, expertise y compendio de actitudes que configuran un conjunto de "intangibles" que, sin embargo, comienzan a pasar factura en la cuenta de resultados que solo veía ventajas en la amortización de puestos.

Admitiendo que los mayores quizá flojean en idiomas y tecnología, y que sus hábitos (como sus arterias) pueden ser poco flexibles, merece la pena crear proyectos interculturales e intergeneracionales que escenifiquen aquel slógan tan valioso de uno de mis mentores, Meredith Belbin"... tú no eres como yo, no piensas como yo y no actúas como yo, pero juntos ¡podemos ir más lejos!..."




En este momento trabajo con varios directivos /as en desempleo tras haber ocupado posiciones del máximo nivel y a quienes han fulminado por una amortización de puesto o lo que es lo mismo: para comprar dos por el salario de uno. Entrenamos intensamente el "poder de la actitud" para reforzar debilidades y apalancar sobre las fortalezas que ya poseen: una network de calidad, un poderoso conjunto de competencias profesionales, una especialización y conocimiento brutal de su sector, unas inmensas ganas de contribuir, una pro-actividad a prueba de bombas... Y -a pesar de que solo un seis por ciento de las ofertas de empleo admiten candidatos de más de cuarenta y cinco años- de vez en cuando conseguimos que vuelvan a trabajar lo que vivimos con enorme satisfacción porque detrás de los porcentajes hay cerebros y corazones ¡personas! que siguen siendo útiles para la colectividad.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Cuerpo Pensante y Mente Danzante


El cuerpo es el gran olvidado de la civilización occidental, e incluso los deportistas trabajan el cuerpo como parte de la tiranía de la mente al servicio del laberinto del ego.

¿Qué hay, sin embargo, del cuerpo como recipiente del alma? ¿Cómo escuchamos su sabiduría?  ¿De qué modo cultivamos su vitalidad?

El cuerpo -el gran olvidado de nuestra civilización- ha de ocupar su lugar en el entramado de la vida como seres portadores de sentido en el pensar, sentir y hacer, desarrollado en múltiples disciplinas transversales que confluyen  en la Teoría U como el destilado de los conocimientos y experiencias de Peter Senge, Otto Scharmer y Arawana Hayashi -con quien estaré el próximo mes de enero de 2016 en Madrid.




Tengo tanta ilusión por el encuentro que preparo mi viaje con exquisita precisión (y alegría) de manera que propicie mi aprendizaje a partir de la sabiduría de Arawana como meditadora, artista, profesora universitaria del MIT y prototipo de un "cuerpo habitado".

¿Cuerpo habitado? Sí, ausente de fragmentación entre el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Cuerpo unificado-centrado-conectado a sí mismo, a los demás y al todo. Podemos observar a Arawana en diálogo con Otto Scharmer y sus revelaciones bien merecen el tiempo que dediquemos a una escucha plena.




La participación en el taller que ofrecerá en Madrid en enero de 2016 me sirve estas semanas de estímulo para retomar mis prácticas taoístas, los enérgicos movimientos de Chi Kung, algunas asanas de hatha-yoga y la re-lectura de los textos de Al Huang que -junto a otros sabios orientales- me acompañan desde hace cuatro décadas alentando la conexión entre el cuerpo pensante y la mente danzante.

Al cierre tomo una frase de Al Huang que me parece bella: "... el zen significa el corazón y la mente de una persona solitaria abriéndose para percibir la señal del cielo...".  Ojalá nos veamos en Madrid entorno al taller de Arawana Hayashi, un referente mundial de liderazgo en femenino que sintetiza toda la sabiduría y la  belleza de oriente y occidente.