lunes, 14 de agosto de 2017

Ligeros de equipaje



Se mueven algunos cimientos bajo mis pies, este verano. Cimientos que desmontan cierta idealización del personaje que soy. Nada dramático, aunque curioso ¡interesante!




Durante doce años he permanecido en el mismo despacho en el que he acumulado libros, cuadernos, artículos, manuales, plantas, acuarelas, pinceles, diplomas, ordenadores, cartuchos de impresora y artilugios que utilizo en las formaciones para propiciar la transferencia de conocimiento. Hasta confrontarme con semejante arsenal de objetos pensaba que era una persona austera, pero ¡no es cierto! 

Aunque no sabría evaluar la intensidad de mi "consumismo", no es bajo si observo la saturación de los espacios al límite de su capacidad de almacenaje. No soy austera, primer cimiento removido.

Creía que el futuro no me inquietaba, y que -de alguna manera- podría resolver cualquier imprevisto que surgiera. Entonces... ¿por qué guardo tantísimas cosas? He descubierto que las guardo "por si" las necesito, aún cuando llevan años en desuso. La cláusula "por si" encarna la duda sobre mi capacidad de salir airosa de la adversidad, así que -en contra de la opinión de mi mentor espiritual que me tilda de "kamikaze"- soy menos valiente de lo que pensaba.

Finalmente me tenía por "adicta al cambio" cuando en realidad me ha costado despedirme del viejo espacio mostrando un apego que imaginaba superado.

Me sorprende que algo tan banal como un cambio de despacho me haya removido tanto, y estoy contenta porque ahora tengo tres desafíos que me importan: vivir frugal y austeramente; confiar en el futuro haciendo mi parte en el presente; y practicar todo el tiempo el desapego. 



Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar. Machado


2 comentarios:

ELI dijo...

CONFIEMOS EN EL FUTURO...con la cabeza en el presente !!!!!

Azucena Vega Amuchástegui dijo...


Confiemos en el futuro, con la cabeza en el presente y rodeados de personas inspiradoras como tú, Eli. Un abrazo y mil gracias por asomarte al blog y contribuir.