In short: Al comienzo del segundo tramo de mi carrera profesional (2002) el catedrático de Economía, Emilio Ontiveros, me recordó que los humanos perseguimos la felicidad en tanto que las empresas se afanan por los beneficios y que esa dicotomía explica muchas disonancias...
Hoy -en El País- Ontiveros matiza aquella idea: "... Es necesario encontrar el equilibrio entre los intereses comerciales y financieros y el bienestar de las personas...". ¿Qué les parece? ¿Cómo lo hacemos?
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