domingo, 29 de diciembre de 2013

Estrella Fugaz


Una estrella fugaz ha dejado una jovial estela en nuestra casa. Ella. No es consciente de lo mucho que aporta con su mera presencia, siempre rápida, breve y como los vuelos cerrados: con fecha de llegada y salida prevista en el tiránico calendario de su agenda. Siete años y aun no me acostumbro a que viva a cientos de kilómetros de casa, así que siempre es un honor que vuelva, que pueda arañar horas a la exigente vida de músico que ha elegido siguiendo el rastro sonoro del barroco y su infinita creatividad.

Apenas durante algunas horas frena su frenética actividad de conciertos, llega a casa con una maleta cada vez más pequeña -como todos los que viajan con frecuencia-, y se queda unos días en los que yo misma anulo cualquier compromiso profesional. Entonces nos dedicamos al puro hedonismo de ser, de estar, lo que se traduce en largos paseos y conversaciones, en horas de buceo en librerías, en chocolate casero a media tarde, en confitura de cebolla con foie, en dormir cuanto apetece, y en hacer alguna que otra fotografía coincidiendo con incursiones paisajísticas en la Castilla profunda que tan bien conocemos las dos. 

No es que nos parezcamos físicamente como dicen, sino que vestimos de idéntica manera porque heredo sus ropas galácticas de origen nórdico y porque me hace gorros de lana de mil colores como el que llevo en la fotografía. El caso es que la estrella fugaz ya se ha marchado siguiendo su destino. Lo acepto con agrado intelectual, pero me resisto a retirar sus zapatillas del hall...



Mientras tanto persiste la ciclogénesis explosiva en la bahía. Vamos... que continúa la borrasca extra-tropical con olas de entre 5 y 7 metros que hacen las delicias de los surfistas mostrando una vez más aquel adagio de que no importa lo que ocurre  (la borrasca) sino cómo reaccionamos a lo que acontece (los surfistas disfrutando frente al oleaje).

Y en un ataque de vagancia extrema llevo varios días sin hacer nada directamente profesional. Me siento un tanto desconcertada porque parece haber aflojado la heróica disciplina que tan buenos resultados me ha dado durante más de cuatro décadas. La verdad es que me lo estoy pasando pipa y que tampoco acabo de desconectar al cien por cien. Les cuento: gracias a Javier Ruíz, Doctor en Ciencias Quimicas, MBA y profesional de Tecnalia, leo con deleite el manual La nueva facilitación participativa, un compendio de diversos métodos que permiten artícular el diálogo en el seno de empresas para propiciar cambios: el círculo de diálogo, el world café, el open space, la participación genuina... 

Aunque las metodologías no son nuevas para mi, la manera en la que Javier Ruíz las presenta me está permitiendo realizar algunas conexiones neuronales interesantes que explican, redondean y completan mis propias observaciones en el campo de aplicación = en las empresas en las que he tenido el privilegio de trabajar en los últimos once años como consultora artesana, como activista del cambio intencional.

Durante la lectura del manual -disponible en Bubok- he disfrutado mucho todo el tiempo, pero el deleite supremo se ha concentrado entre las páginas 105 y 139, cuando aborda la Teoría U de Otto Scharmer, profesor del MIT, fundador del Presencing Institute, y -en mi opinión- preclaro intelectual que ofrece algunas pistas nítidas sobre la manera de avanzar hacia la construcción de un futuro deseado.

Destilo  y comparto con ustedes mis primeros hallazgos personales de estos días: 

  • La Vocación es aquello que la Vida te llama a hacer.
  • Para descubrirla hay que perfeccionar la escucha a uno mismo, a los demás y a Dios.
  • Seas creyente o ateo, se trata de dar un paso al frente con intención se servir a lo transpersonal, a algo mucho mayor que la pura individualidad.
  • Todo ello adquiere sentido teniendo en el horizonte la creación de un Futuro Deseado que ha de ser una construcción colectiva, compartida, co-responsable, igualitaria, colaborativa...
Vivir la propia vocación es mi tema recurrente (casi obsesivo) desde hace más de cuatro años. Finalmente parece que estoy encajando algunas piezas del sofisticado puzzle en el que los humanos creemos mover algunas porciones de nuestra vida mientras Dios juega con nosotros a los dados. Dios, la Vida, la Intención... según las creencias de cada cual.

La búsqueda y hallazgo de la vocación profesional es el tema monográfico de una jornada que organizo en San Sebastián el domingo 16 de febrero 2014. Contaremos con la presencia de Eugenio Moliní, un profesional sueco-español que también lleva algunos años a la escucha de su propia llamada trans-personal. Más información sobre la jornada e inscripciones:  azucenavega_coach@yahoo.es



miércoles, 25 de diciembre de 2013

Contraste


En el tiempo que dedico a escribir este post se habrán producido en la India tres suicidios de otros tantos agricultores.

Dada la velocidad en la que vivimos y la frivolidad insensible con la que engullimos titulares de prensa, volveré a repetirlo, ahora de otro modo: cada 43 minutos se suicida un agricultor indio acorralado por la pobreza y la desesperación. En un cálculo simple, durante las próximas dos horas tres nuevas familias se sumarán a las 270.000 que ya viven huérfanas de padre y cuyo número se dispara desde que en 2001 se introdujeron las reformas de la liberalización agraria.

El reportero Zigor Aldama escribe desde el gigantesco país asiático y publica en El País a cuatro columnas bajo el titular: El campo mata, seguido del leadIndia registra una de las mayores olas de suicidios entre sus agricultores debido a la sequía y a las malas cosechas.

Hay que abordar el cuerpo del reportaje para comprender que los campesinos se endeudan para comprar semillas, buscar pozos de agua en auténticos pedregales, o afrontar la dote que permita casar a sus hijas. Después no pueden devolver el dinero a los prestamistas porque no hay cosecha, los usureros suben la presión sin piedad, y la única opción que aparece en el negro horizonte es el suicidio. Los agricultores ponen término a su vida de una manera dolorosa y larga si ingieren pesticidas y de un modo rápido y económico si toman tinte de pelo: media hora y terminan con la desesperación de no poder alimentar a sus hijos, comprarles unos zapatos, devolver el préstamo o hacer una ventana en su chamizo...

El campo no mata sino la falta de valores, un tema en el que hemos fondeado hoy en la sobremesa navideña con algunos miembros de la familia viven en otros países, en otros lugares de un occidente aún instalado en el "estado de bienestar". El campo no mata, matan los hombres, los prestamistas y el mundo civilizado que propicia el cambio climático y con ello la desertización de la tierra. 


Resulta más fácil componer una bicicleta despeñada desde el acantilado que reparar el alma india de una viuda pobre, endeudada, madre de tres hijos y con quien nadie volverá a casarse... Y aun cuando hay familias que lo están pasando mal en Europa, hay lugares del planeta que se desangran y de los que sólo nos acordamos cuando un reportero de raza nos agita desde un tabloide o cuando la persona de mayor conciencia social de mi familia lo saca a colación durante los postres.

Tres horas de acalorado debate apenas nos han permitido atisbar la punta de un iceberg ético de colosales dimensiones en su desafío: ¿cómo vivir en la opulenta Europa con la conciencia tranquila? ¿de qué manera contribuir a frenar la barbarie en numerosos lugares del planeta?  El intenso ejercicio de reflexividad de la sobremesa me ha dejado un tanto exhausta: con una bola de impotencia en el estómago y pocas respuestas racionales que aportar desde el compromiso. Me siento mal. Llego al  término de mis dos horas de escritura: la desesperación ha matado a tres agricultores indios en el tiempo dedicado a este post. Paro el teclado. Siento nauseas. ¿Qué hacer?



Horas después de haber escrito Contraste leo que la Fundación Vicente Ferrer suele cruzarse entre los campesinos indios y los acreedores consiguiendo en ocasiones aplazar los tiempos de devolución de los créditos. Además, en los casos más extremos ayuda con un poco de dinero a las empobrecidas familias... ¡Ya tenemos una pista concreta para comprometernos en la mejora de un mundo atormentado!

sábado, 21 de diciembre de 2013

Celebración Líquida


Con varios internautas en el grupo cabía esperar que las primeras fotografías se colgasen en las redes antes de que terminásemos el café. Las mejores instantáneas las disparó Asier(Gallastegui) aunque algunas de las que tomé con mi modesta Kódak tampoco están mal.


El encuentro no podía resultar más singular mirásemos donde mirásemos: una docena de consultores freelance no tan viciados para sentirse competencia ni tan mansos como los apóstoles reunidos entorno a la mesa del salón romántico de la galería Epelde & Mardaras de Bilbao.

A las 14.25 Emilia -la anfitriona galerista- nos recibió con amorosa cortesía mostrándonos los salones que forman parte de un antiguo palacete del siglo XIX de techos altísimos y gigantescas puertas de madera. El lugar no podía ser más propicio para el disfrute de una comida navideña que incluyó productos frescos de la huerta adquiridos unas horas antes en el mercado de La Ribera, un buen tinto con etiqueta de Bilbao -cuyo nombre no recuerdo-, pescado o carne a elegir, y tartas caseras con adorno de mermelada que embota la propia Emilia durante el verano, cuando los frutos maduros son propicios para la confitura.

Cabe preguntarse qué hacíamos allí una docena de profesionales de la consultoría de variadas edades, trayectorias, sexos, lugares de origen y residencia e incluso con diversos enfoques existenciales. ¿Qué hacíamos juntos en el tercer piso del  número 10 de la calle Jardines un viernes 20 de diciembre al mediodía? Lo que hacíamos era celebrar.

La promotora del encuentro fue María (Carrascal) quien pensó en quienes no tenemos cena de empresa, cesta de navidad, ni chin chin de champagne con los compañeros por la sencilla razón de que trabajamos solos como autónomos que prestamos servicios a empresas del entorno vasco, nacional o internacional. Pensó en nosotros, en ella, y en celebrar y  rauda se puso a organizar una comida que resultó muy agradable para mi. 

La singularidad alcanzó a los postres cuando dio comienzo el debate sobre cómo titular nuestro encuentro en las fotografías que iban colgando en Facebook. Alguién pensó que los conceptos "navidad" y "cambio" podían configurar la ecuación. No gustó la idea así que se propusieron otras y nos reímos jugando con las palabras, montando bromas sobre sinónimos, slógans publicitarios y guiños cómplices a nuestra profesión de "consultores hippies"... dijo uno... ¿freakies? preguntó otro... Y cuando ya nos habíamos olvidado del asunto Asier dobló la servilleta y depositó sobre ella la mejor propuesta: "comida líquida"  en un giño que solo capturamos quienes hemos leído a Zygmunt Bauman.


Celebrábamos la Navidad, eso resulta obvio por aquello de que no tenemos cesta, bonus, ni perrito que nos ladre. Pero a mi entender eso no era lo principal. Me pareció que había cariño, ganas de compartir, una cierta complicidad en los asuntos profesionales que con mayor o menor acierto o soltura gestionamos durante todo el año en solitario sobre el tapete organizacional. Y aunque he titulado "Celebración Líquida" estuvimos comedidos con la comida y el alcohol asi como con los cánticos, las bromas y los abrazitos.

Creo que celebrábamos el tránsito de la competencia a la colaboración, de la rivalidad a la interdependencia, del modelo sólido al líquido que tan bien explica el polaco de Poznan y se caracteriza por la flexibilidad, el cambio de estructuras y la tendencia al cambio, eje central del trabajo de quienes ayer pasamos un rato agradable y conmovedor en su planteamiento, espíritu de camaradería, y proyección hacia un futuro que de ocurrir ¡será en red! 


Muchas gracias a todos: María, Enrique, Jose Ramón, Germán, Nestor, Asier, Fernando, Bea, Ane, Eugenio y Maru. En 2014 repetiremos nuestra celebración líquida ¡seguro! y el afluente se habrá convertido en río.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Cambiar para que nada Cambie


Esta mañana he tenido una bajada de azúcar y una subida de bilirrubina. Nada grave, no se preocupen, es algo que me ocurre siempre que estoy en entornos hostiles a mi anarco-rebeldía, es decir, en entornos políticos de cualquier sesgo cromático del panorama nacional. Lo sé, y sin embargo soy "reincidente" como dice mi amigo Aingeru. No acabo de aprender la lección o mi esperanza es más terca y fuerte que mi desencanto. 

Activista del Cambio. Cada vez me siento más activista. A veces me dan ganas de tirarme al monte pero no, todavía no...  

A las 9.30 he acudido tan formal a la sala multibox de ETB en la capital vizcaína donde como es habitual un riguroso servicio de control, recepción y seguridad filtraba a los invitados a una jornada para escribir el Libro Blanco de la Democracia y la Participación Ciudadana para Euskadi. El titular no puede ser más bonito y esperanzador ¿no les parece? así que allí estaba yo renunciando a una jornada facturable dispuesta a dar lo mejor de mi misma y orgullosa de haber sido incluida en el olimpo de los dioses, acaso de los diesel...

Hemos acudido 120 personas encapsuladas en tres grandes categorías: expertos -pegatina roja-, ciudadanía -pegatina amarilla- e instituciones -pegatina verde- y nos han pedido que nos mezclemos en las mesas dispuestas a tal efecto. Invitación del Gobierno Vasco, departamento de Administración Pública y Justicia, con acompañamiento de Innobasque, la agencia vasca de innovación. Los bollitos preparados, el café humeante en sus máquinas Nespresso. Todo O.K. hasta que el acto ha dado comienzo. Esto es lo que yo veía desde mi mesa:


En calidad de participante-testigo contabilizaré los hechos con rigor notarial para que ustedes saquen sus propias conclusiones. Y dejaré claro algo: no se trata de este u otro político, de este u otro partido, de este u otro gobierno... ¡se trata de que haciendo lo mismo, los mismos protagonistas, de la misma manera, y en los mismos escenarios, difícilmente obtendremos resultados diferentes! 

Les cuento: los políticos y el experto invitado -cuatro en total- se han situado arriba, sobre el estrado. Los 120 invitados abajo, en las mesas. No he podido evitar acordarme del anuncio de Villadiego... Los cuatro hombres sobre el estrado han ocupado un tercio del tiempo global. Los 120 participantes hemos ocupado algo menos de dos tercios. La des-proporcionalidad parece escandalosa tratándose de un proceso "participativo". Ellos tenían micrófonos de libre disposición, nosotros teníamos que pedirlos a la azafata. Aun siendo su oficio, varios de ellos se han ido en cuanto han disparado su discurso. Nosotros, los voluntarios, nos hemos quedado hasta el final participando de manera altruista. Ellos cobran por su trabajo. La mayoría de los 120 no cobramos por nuestras ideas generosamente compartidas. Y para más inri las conclusiones que se obtendrán de esta y otras jornadas participativas no son vinculantes para la administración. ?!


Creo que voy a considerar seriamente la opción de tirarme al monte porque algo me ha quedado claro esta mañana: los políticos no tienen ni p.....ra idea de cómo salir de esta y -en su desesperación- invitan a participar, pero sin que los resultados sean vinculantes en un juego que bien pudiera llamarse: dame tus ideas que yo haré con ellas lo que me parezca... Ante la pérdida absoluta de credibilidad, los políticos presentan los procesos de participación como el antepenúltimo cartucho de la esperanza. Pero está mojado. Lo siento, pero está mojado porque siguen siendo los mismos los que invitan de igual manera (arriba-abajo, con tiempo desigual, en formato desigual...) y sin compromiso vinculante. 

Si nos preguntan... que nos escuchen... Si nos preguntan... que se comprometan a hacer algo con las respuestas... Si nos preguntan... que sea para construir un futuro deseado por y para todos y no sólo para enmascarar su incompetencia y amortiguar la creciente frustración ciudadana. O jugamos de verdad o ¡que jueguen ellos!

Quienes estén interesados en saber sobre la construcción del "futuro deseado" que lean a Lynda Gratton y John Kao entre otros. Quienes estén interesados en saber sobre participación: Sabino Ayestarán, Eugenio Moliní y Javier Ruiz, entre otros. 

Por lo demás estoy contenta de haber visto a algunos amigos y a bastantes conocidos. En el paisito todo resulta un tanto endogámico ya que siempre participamos los mismos en los mismos saraos fronterizos a la innovación social y participativa. 



Comparto una fotografía que me ha hecho Richi junto a Quim Brugué, catedrático y director de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien ha recordado que "democracia" es un término polisémico y complejo. Democracia... ¿directa, participativa, popular, representativa...? He tenido el honor de que Brugué participara en la misma mesa que yo y que estuviera de acuerdo en que sólo los locos pretenden seguir haciendo las cosas igual y obtener resultados diferentes. Los locos o... ¡los cínicos!

Del panel general de conclusiones alcanzadas esta mañana me quedo con una -que no he escrito yo ni ha salido de mi mesa- pero que alerta a navegantes: los procesos puestos en marcha no serán participación ciudadana si sólo sirven para legitimar decisiones previamente tomadas.


El debate continuará y después de este post ¡quizá no me inviten! ;-D

Días después de escribir el post mi amiga Lola Fernández me aporta un link interesante... pinchar aquí.



martes, 17 de diciembre de 2013

Liderar desde la presencia: una moda antigua


Algunos de mis amigos se van posicionando en el top de la especialidad que dominan, algo que me llena de alegría.

Es el caso del padre de Aitana -en la fotografía- quien tras más de veinte años de estudio, dedicación y práctica de todo tipo de artes humanistas -Tai Chi (según la transmisión clásica), Chi Kung, Aikido y Meditación- ofrecerá una conferencia en San Sebastián el día 10 de enero de 2014, a las 19.00 horas, en la sala Asís (calle Camino, junto a la iglesia de los Capuchinos). 


Padre /  Hija      Yang / Yin
La Magia de las Polaridades 

Manuel Hermida aborda su actividad profesional como una palanca que propicia el desarrollo del ser humano desde la práctica del Taichi y la meditación. Sobre este eje central ha preparado una conferencia amena, didáctica, y llena de anécdotas vividas en dos décadas de búsqueda y aprendizaje con los mejores instructores internacionales en paralelo a quince años como docente de alumnos en todos los rincones de la geografía vasca.

Su "peregrinaje" personal en busca de las fuentes del saber comenzó con Iñaki Perez y Juan Li, se reforzó con visitando a los maestros Mantak Chía,  Tenzin Wangyal Rinpoche y Tiziano Grandi y ha alcanzado una dimensión trascendente -acaso exponencial- desde que conectó con el profesor neozelandés Patrick Kelly a quien visitará en 2014 en su centro recién inaugurado en Shanghái.

Aunque no es amigo de recomendar libros, cita con devoción a algunos de los maestros genuinos cuya lectura -en su contexto- puede resultar ciertamente inspiradora: Irina Tweedie, Cheng Man Ching, George Gurdieff o Paul Brunton, entre otros.



Ahora que los grandes gurús del management (Alain Cardon + Peter Senge + Arawana Hayashi + Jon Kabat Zinn...) se suben a la ola del mindfullness y surfean con pasión sobre el centramiento y "la presencia" en el vivir y trabajar, mi amigo persiste en el  camino que inició en la adolescencia siguiendo su instinto e intuición, acaso su destino, en contra de las recomendaciones de su entorno más cercano quienes deseaban que terminase la carrera de empresariales...

Manuel Hermida está persuadido de que la vida es una gran aventura cuajada de infinitas posibilidades por descubrir  y hablará de ello en la conferencia a la que seguirá una exhibición de cinco ejercicios, empuje de manos y "la forma" (37 movimientos), esa meditación en movimiento silenciosa y estética que roza la poesía y a tantos nos fascina.  Están invitados al evento que acogerá a todas las personas que acudan hasta completar el aforo de la sala Asís. Información y contacto: manuelhermidataiji@gmail.com

domingo, 15 de diciembre de 2013

No es cierto


Dios ha incluido un nuevo tono en la paleta de color con la que esta mañana ha pintado la Cornisa Cantábrica: el azul radical que se refleja en la espuma de la bahía al mismo tiempo que la olla marina extiende sus tentáculos en forma de olas cuando sube a marea. Aun cuando las cosas son mejorables... ¡no es cierto que en nuestro país todo sea un desastre!

En clave económica: los sistemas de control del tráfico aéreo alemán son españoles (Indra) + Abertis, también española, se ha hecho un hueco en la industria de los satélites + dos empresas españolas han entrado en el Nasdaq, la meca de la tecnología mundial: Abengoa (Sevilla) y Grifols (Barcelona) + la española Inditex está entre las quinientas empresas más grandes del mundo + en Burgos triunfa Antolín + desde Zaragoza sigue expandiéndose Imaginarium + Mercadona emplea en España a 70.000 personas frente a los 36.000 que emplea Google en todo el mundo... Son datos que recopila el profesor Javier Santiso de ESADE Business School para El País. El artículo de 1.500 palabras escrito en clave de optimismo realista tiene un destacado y dos ideas. La primera, la necesidad de que las start ups españolas crezcan hasta convertirse en grandes empresas y la segunda que los emprendedores del hoy sean los empresarios del 2014 y sucesivos. Esto me conecta a la jornada vivida en el despacho de San Sebastián donde una vez al mes nos reunimos un grupo de profesionales de diversos sectores, especialidades y orígenes geográficos para aprender cómo construir equipos transformadores (innovadores) en el seno de las organizaciones productivas. 


En la fotografía vemos a una parte de los alumnos del curso al final de la jornada del sábado y tras más de siete horas de trabajo teórico-práctico conjunto. De izquierda a derecha: Iker (Bermeo), Olaia (San Sebastián), Ruth (Vitoria), Inma (Edimburgo) y Yoli (Rentería) escuchando a Zigor (la mano que se agita), emprededor que ha asumido el reto de convertirse en empresario.

Este hombre de Fuenterrabía-Guipúzcoa (cuya identidad protejo) compartió con nosotros un puñado de claves que permiten entender su colosal éxito empresarial alcanzado en menos de cinco años. Entender -que no imitar- porque aunque lo relató con sencilla humildad él y yo sabemos que no todo ha sido un camino de rosas con las financieras, los clientes o los socios...

Se presentó como un hombre pegado a una hoja excel, una hoja de cálculo en la que controla la complejidad de una empresa con cuatro sedes repartidas por la geografía española aunque la toma de decisiones corporativas se realiza desde la capital vizcaína (casa matriz). Un emprendedor que ha sabido rodearse de buenos profesionales in / out su proyecto hasta convertirse en un empresario que sigue su instinto, lo coteja con datos certeros, toma decisiones, asume riesgos, protege su patrimonio familiar y saca tiempo para leer, aunque sea en la T-4 mientras espera el vuelo semanal que le trae de regreso a su Fuenterrabia natal y a casa.

Muchos de los participantes del taller estamos muy centrados en temas como el servicio al cliente, los procesos de calidad o la formación continua y rigurosa, pero descuidamos el aspecto comercial de nuestros proyectos. Zigor fue rotundo y claro al respecto: al menos el 25% de la estructura de costes de su empresa se destina a la publicidad y cuando piensan en abrir una nueva línea de negocio o de lanzar un nuevo producto lo primero que se preguntan es ¿a quién se lo vamos a vender? Nos dejó fascinados, casi sockados por tus aportaciones al taller BetaLab, construcción de equipos transformadores (innovadores) realizado en San Sebastián el 14 de diciembre de 2013. ¡Gracias, Zigor!


viernes, 13 de diciembre de 2013

Placeres celestiales en la marea negra


Siento que estoy en el ojo de los dioses que no son tuertos ni fóbicos sino benévolos conmigo por razones que desconozco. Placeres celestiales. No siempre se comportan de una manera tan amable pero en los últimos meses me acunan al punto de alertar a mi ardilla interior... ¿qué traman?

Escucho a Enya mientras plancho, dos actividades que me relajan. Placeres celestiales. Leo LiderARTE de Eugenio Palomero (Gestión 2000) tomando un café en el Narru. Placeres celestiales en medio de la marea negra de noticias que golpean la economía doméstico-familiar de muchos ciudadanos.

Después me contratan como profesora invitada en la Universidad de Deusto. Me otorgan un contrato empresarial al que optaban otros dos finalistas aceptando mi enfoque y presupuesto. Ibercaja me propone colaborar de manera permanente en Zaragoza entrenando a directivos en el bello arte de construir equipos transformadores (innovadores). El empresario más joven con el que trabajo (34 años) está consiguiendo resultados extraordinarios a pesar de la marea negra que vivimos: ha pasado de una a cuatro delegaciones, de quince a cincuenta trabajadores, y cuatriplicado los beneficios. Todo ello desde hace tres años, cuando comenzamos a entrenar. Además por primera vez IE Business School me encarga una ponencia sobre liderazgo transformacional y la dirección de Michelín quiere que siga entrenando a sus directivos. Placeres celestiales mientras la economía ruge y despieza como un hambriento tigre de bengala. Finalmente esta noche (viernes 13) entregarán uno de los premios que otorga anualmente The Glutton a Gabriella Ranelli empresaria-bonsái a la que entreno desde hace año y medio. 


Gabriella es la persona más vital que conozco: alegre, rápida, espontánea, con una lengua de trapo fascinante en castellano y aristócrata en su inglés americano original. Viste con estilo neoyorkino aunque ambas amamos la ropa de Montes (San Sebastián) y compartimos una boina negra que ella trajo de Chicago y yo de mi Bilbao natal.

Por encima de otras consideraciones Gabriella Ranelli es una mujer culta y amante de la gastronomía vasca cuyos placeres celestiales conoce mucho mejor que la mayoría de los oriundos del País Vasco. Se mueve por la ciudad en bicicleta y se caracteriza por ser afable y sonriente pero nunca debemos olvidar que es una de las diez mejores guías gastronómicas del mundo, según The Wall Street Journal, que escribe para medios de comunicación internacionales especializados y que colabora con el prestigioso Basque Culinary Center en tareas docentes y como embajadora.


Esta noche Gabriella acudirá al restaurante Ni Neu de San Sebastián para recoger el premio The Glutton por su brillante carrera profesional (veinte años) como guía gastronómica y turística del máximo nivel. Y les contaré un secreto: llevará un vestido largo negro y un abrigo amarillo-oro de Issey Miyake. ¡¡Enhorabuena Gabriella!!  Te lo has merecido por tu dedicación, conocimiento, valores, encanto y esfuerzo. ¡Bravo!


domingo, 8 de diciembre de 2013

Todo Suma


Tras unos días de frenética actividad por fin alcanzo el teclado como el naufrago el último penacho después el temporal.

La velocidad mundana a la que me veo sometida me acerca a niveles de "enajenación" que para mi no es otra cosa sino pérdida del centramiento (la presencia). Acaso no queda otra si optas por una vida independiente de filiaciones políticas, subvenciones, ideologías y amigüismos. Desde hace treinta años manejo con profesionalidad la espada de mis conocimientos y experiencia. No me quejo, me va bien. Pongo en ello toda mi energía, mi vida, en verdad lo único que tengo. 

Cuando por fin alcanzo el penacho y reagrupo las notas mentales que durante días he ido acumulando en el backstage de mi cerebro para escribir un post, lo que encuentro son retales desgarrados tras el movimiento sísmico de la frenética actividad. Sea como fuere, como Penélope me dispongo a tejer-destejer la red de mis pensamientos disruptivos.


Dejo atrás mil kilómetros de coche, diez águilas al otro lado de la ventanilla, cien ovejas, cien vacas y cien chimeneas rústicas en la campiña francesa. Finalmente dejo atrás mil árboles y cien mil hojas rojas como la mancha de un tinto cuyas desnudas cepas tiemblan con la escarcha. Vengo de un viaje de mil kilómetros en tres días, de conocer a un chamán, de dormir mucho, convivir con mi hija, hacer fotografías y conversar. Tambien vengo de un viaje interior y me aferro a la escritura como el naufrago a la última tabla o el impotente a la última amante.

Desconozco qué hay de verdad en la afirmación de Viktor Frankl según la cual el que tiene un para qué halla un cómo. El caso es que en las últimas semanas las "marcas en el camino" se intensifican, o así me lo parece. Un Ceo con el que trabajo llega al despacho desde el aeropuerto tras supervisar durante un mes la planta que su empresa tiene en India. Le percibo bajo sock y así lo confiesa en los quince primeros minutos del entrenamiento. Aunque no es la primera vez que viaja a India, en esta ocasión parece que no puede obviar algunas percepciones: cierto grado de felicidad inmotivada en los lugareños, el aroma espiritual de los mantras y la serenidad de Goa al atardecer. Dice que quiere irse a vivir allí y le sugiero que temple el sable y busque "el sabio camino del medio" ya que no todo será perfecto en India y no todo será imperfecto en el País Vasco (Europa, Occidente). Anota la tarea en su cuaderno y se despide. Al cerrar la puerta del despacho aún flota en el ambiente su zozobra.


Después leo la muerte de Mandela, los homenajes, y aquella célebre frase al entrar en prisión (1964): "Tengo un ideal por el que estoy dispuesto a morir".

Más tarde me asomo a las redes sociales. Un consultor internacional ha establecido su base de operaciones en un santuario catalán donde ora et labora: tala leña, recoge las ovejas, asiste a los oficios, cultiva la huerta, pasa frío, tiene dificultades con la conexión a internet cuando hay tormenta... Dice que allí ha encontrado el equilibrio: semanas de frenética actividad en alternancia con semanas de silencio en el santuario. ¿El sabio camino del medio? Desde la cima montañosa es frecuente contemplar el arco iris, sentir que los cipreses creen en Dios y conectar con la vocación que acaso sea vivir centrado (presente) y contribuir al mundo con las mejores cualidades-conocimientos-experiencias que poseemos.

Sin corbata. Observo que los mejores consultores trabajan sin corbata, acaso porque estrangula en la garganta las verdades que pueden propiciar los auténticos cambios organizacionales ?!

Sin tacones. Descubro que las mejores consultoras internacionales viven centradas, presentes y bien plantadas en la tierra para contribuir más y mejor en la construcción del futuro deseado. Sin maquillaje: profundizando  en el cambio que va al fondo de las cuestiones (causal) e intencional.

La semana que comienza tiene marcas en mi agenda, marcas en el camino de la contribución desde una vocación cuya vocecita hay que pararse a escuchar porque en el mundo empresarial es posible aunar beneficio con sostenibilidad ambiental así como beneficio con satisfacción de las personas. Le llaman Responsabilidad Social Corporativa. Le llaman haz el bien y no mires a quién. Le llaman la Economía del Bien Común. Le llaman la Filosofía Colaborativa. La cuestión es que todos tenemos algo que decir y hacer al respecto. Hoy, aquí y ahora. Todo suma.


Más sobre la vocación pinchando aquí.