jueves, 30 de abril de 2015

Tristeza que me alcanza


No es la primera vez que utilizo la imagen de este hombre extraída de la base de datos que Google ofrece en abierto si buscas fotografías de mendigos.

La rescato porque salvaguarda la dignidad del ser humano que hay tras la manta violeta y los mitones con los que se protege del frío.

Porque en la calle hace frío. No sólo en la calle -los despachos con frecuencia son la antártida de la piedad- pero sobre el asfalto la dureza de las cosas adquiere una dimensión brutalmente terrenal. 

Acostumbrada como estoy a la fuerza irrebatible de los datos me ciño a la estadística que se acaba de publicar: 1.905 personas carecen de hogar en Madrid. De ellos 764 duermen al raso de las heladas, las noches de cielo estrellado, el tránsito de los cometas, la luna llena y sus cuartos crecientes y menguantes. Al raso. ¿Imagina cómo será dormir sobre cartones en el hall de una entidad bancaria?




Se me ha roto la pompa de jabón en la que vivo a base de pequeñas cosas que me hacen feliz. Profundizo en la estadística y selecciono algunas cifras anti-tópicos: la inmensa mayoría de los sin techo ¡son españoles! la inmensa mayoría tiene menos de 45 años; casi todos llevan más de un año durmiendo en la calle y un 14% de los mendigos son universitarios que en su día finalizaron su carrera y -seguramente- encarnaban el sueño de una familia por progresar.




Hoy no puedo ser feliz como una lombriz ni como una perdiz porque la tristeza me alcanza y no entiendo que no hagamos una revolución que acabe con todo esto. ¡Es insoportable!


miércoles, 29 de abril de 2015

Conexiones Improbables


Algunas veces y algunos días las neuronas -mis neuronas- despiertan del letargo producido por el cansancio, la falta de nutrientes, los golpes del destino, la nausea de Sartre y otros nihilismos al uso y/o en desuso.

El caso es que hay días, algunas semanas, en los que las neuronas funcionan de maravilla y pasan del blanco grisáceo de la motocicleta al amarillo chispeante del seiscientos alcanzando la cromática gama de la vida de una manera singular y ofreciendo (de paso) creaciones dignas de consideración. Conexiones improbables.






Hoy ha sido uno de esos momentos singulares en los que el arcoiris ha sobrevolado la realidad que acontece y su apariencia monocolor llenando de alegría las horas, las calles, los espacios y la mente -donde quizá todo acontece antes de ser vivido-.

Para empezar he trabajado en Bilbao. La mañana ha transcurrido en el despacho propiciando en los clientes momentos disruptivos que provocan ¡precisamente! conexiones neuronales que hacen posible aproximar sueño y realidad hasta fundirse en un solo fotograma amarillo chillón como el de la fotografía -tomada de un anuncio callejero en la Plaza Moyúa de la capital vizcaína-.

El mediodía ha sido un puro estallido de inspiración con el pretexto de explorar la viabilidad de la idea de negocio de unas amigas. Nos hemos reunido en la casa de una de ellas donde hemos compartido un refrigerio, vino blanco, risas y el proyecto -aun en fase beta- en el que las cuatro hemos puesto lo mejor de nosotras mismas resultando un conglomerado de talentos, experiencias y enfoques complementarios que han desatado un torrente de adrenalina en el que se han fundido las horas y el queso de la fondue.

Ya en el autobús de regreso a casa he retomado la lectura de un libro publicado hace apenas tres semanas por Conecta -que ya he catalogado como de lo mejorcito de la última década- y que recomiendo a todas las personas con alguna capacidad de influencia en la estrategia empresarial de su organización. Tiene 205 páginas, un formato de 19 X 12 centímetros (cabe realmente en un bolsillo), lo han escrito Marcel Planellas y Anna Muni y se titula: Las decisiones estratégicaslos treinta modelos más útiles.




Hay días -hoy- en los que las neuronas funcionan de maravilla y ordenan los inputs de la jornada en un puzzle coherente y singular que ofrece algunas pistas para más y mejor contribuir a la transformación del potencial de las personas y las organizaciones ¡en cromática realidad! Continuará.


sábado, 25 de abril de 2015

Palabras que son ¡cáscara de nuez!



Vacías de sentido -como una cáscara de nuez- las palabras no son nada. Extirpada la sagrada fuerza de la verdad que toda palabra debiera albergar  triunfa el circo de la apariencia que engaña la mente de los los tontos -que no son tales- sino cobardes que mastican la nuez de la mentira que se repite como las cuatro estaciones en el calendario de la cocina. 




Rastreo la prensa económica en busca de ideas, propuestas y aliento para algunos sectores y empresas con los que trabajo y encuentro grandes palabras que durante unos segundos me colman por su esperanzada trascendencia.

Sintetizo un puñado de las mejores de esta semana: Del cooperativismo del bienestar al cooperativismo transformador, en referencia a la Corporación Mondragón. Otra frase: "... Hay que retomar los fundamentos éticos..." leo en las páginas del rotativo El País.  Además: "... Conviene alcanzar un acuerdo -o pacto social- sobre la forma de organizar el bien común..." dicen desde la Sociedad de Garantía Recíproca, Elkargi. Y finalmente: "... Aunar voluntades y esfuerzos para construir un futuro mejor..." afirma la consejera vasca Arantza Tapia.

No hay persona en este planeta que no asuma estas afirmaciones porque contienen la esencia de la buena gobernanza y la primacía de la colectividad frente a los intereses partidistas. Además apelan a los principios que con saña venimos pisoteando desde hace décadas como si se tratase de uvas negras.

Reflexiono en voz alta y con ustedes: si las hermosas frases aparecen en todas las hemerotecas, si las escuchamos a diario, si están escritas en los periódicos nacionales e internacionales, y si todos los políticos las pronuncian con la frecuencia que los monjes tibetanos recitan mantras ¿por qué la realidad no tiene nada -pero absolutamente nada- que ver con la bella declaración de intenciones?




Porque las palabras se pronuncian muertas, vacías de verdad y de esperanza. Palabras huecas como cáscaras de nuez. 

Dado que amo la escritura y creo en la palabra lo vivo como un drama y su nauseabundo tufo me alcanza al punto del asqueo. ¿Para cuándo acompasar fondo y forma, cáscara y nuez, verdad y apariencia?


lunes, 20 de abril de 2015

Equipos... ¿Para qué?


Hay personas que rebosan vida. En la última década he encontrando muchas de ellas en Zaragoza. Desconozco las razones por las que en Aragón (España) se concentran profesionales interesados en descubrir los entresijos del funcionamiento de los equipos de trabajo. ¡Compleja sencillez! ¡Humana complejidad!

Como siempre que viajo por razones laborales intercalo momentos de alta exigencia profesional con otros de ocio centrados en la contemplación de la naturaleza y el disfrute gastronómico. 

Esta vez mi marathon de trabajo comenzaba el viernes tras el almuerzo en Casa Fran -una modesta terraza a doscientos metros de mi empresa anfitriona- donde la comida es tan barata que me pregunto si realmente ganarán algo con el menú. Me encanta comer allí porque son extremadamente amables, y el jardín siempre tiene flores de temporada.




La cuestión es que por tercer año consecutivo mi empresa anfitriona reune a un grupo de directivos de diversos sectores que desean llevar a sus organizaciones ¡más alto y más lejos! para lo cual necesitan la fuerza tractora de un equipo y esta pasión compartida nos mantiene unidos y en contacto durante seis meses con encuentros presenciales y a través de nuestra plataforma on line donde colgamos manuales, vídeos, fotografías, artículos y todo tipo de materiales didácticos e inspiradores.

Desde enero de 2015 venimos profundizando en el mundo de los equipos empresariales con un enfoque poliédrico que facilita algunas respuestas al interrogante equipos ¿para qué? La propuesta que comparto presenta la síntesis de siete formaciones internacionales centradas en los equipos y este sesgo polifónico permite dar profundidad a lo que de otro modo pudiera flotar en el limbo de la abstracción.

Buceando en la teoría y la práctica hemos rescatado la definición de equipo de la Universidad del País Vasco alcanzando tres conclusiones. La primera que los equipos mejoran la viabilidad-sostenibilidad de los negocios. La segunda que propician la felicidad de las personas en el contexto laboral. La tercera que son el punto de impacto para conseguir cambios empresariales.

De la definición académica de equipo sintetizo algunas ideas: "Equipo es un conjunto socio-técnico (anidado en la empresa) compuesto por dos o más personas (idealmente entre cinco y siete) con un objetivo compartido que practican la cooperación y la sana competición, con roles bien definidos, que trabajan desde la inter-dependencia y propician: 


El logro de los objetivos de la empresa
La satisfacción de los clientes
El desarrollo de los profesionales




Las sesiones de trabajo son intensas en contenido, ritmo, participación, desafíos, teoría, práctica y, de vez en cuando, hacemos un coffee break. Cuando estoy cansada me doy un paseo por los alrededores del recinto donde los nenúfares del lago no hacen acto de presencia hasta el mes de abril.




Mientras contemplaba el salto de las ranas pensé en la sugerencia de una amiga canaria según la cual debía imaginar el éxito a gran escala poniendo palabras, imágenes e intención en la conquista de todo aquello que anhelase.

Desde que Mercedes me lanzó el desafío le he dado algunas vueltas descubriendo que sin tener nada ya poseo todo lo que necesito para ser feliz: contacto con la naturaleza, seres queridos, silencio, lectura, práctica cotidiana de reflexión, flores de temporada y excentricidades con las que viajo a las empresas (una nube que sonríe)... 




Vivo como un lujo mi trabajo en general y encargos como el de Zaragoza en particular que me mantienen en contacto con profesionales que me alientan a profundizar en el conocimiento teórico-práctico de los equipos como el eslabón perdido entre el uno (el individuo) y el infinito (la totalidad); los equipos como la palanca del cambio intencional que quisiera ver en el mundo de la empresa; los equipos como el punto de equilibrio entre el yo y el nosotros, entre la individualidad y la colectividad. 




La sexta edición de este "laboratorio de vida con pretexto de aprendizaje compartido entorno a los equipos" ¡ya está en marcha para enero de 2016! El boca-oreja luce como polvo de estrellas en Zaragoza donde los magnolios brillaban bajo las farolas el sábado por la noche.

jueves, 16 de abril de 2015

Un dinosaurio en el Kursaal, San Sebastián


Lo mejor del decimotercer Foro Eurogap de Marketing celebrado el jueves 16 de abril de 2015 en el Kursaal de San Sebastián al que han acudido más de quinientas personas -bajo el reclamo de escuchar a la escritora Carmen Posadas- ha sido: ver en las gradas a muchos conocidos y algunos amigos, el libro que regalaban al término del evento y ¡las trufas!




Entiendo que semejante "montaje" ha de ser amortizado de alguna manera, y dado que me paso ocho horas al día asomando la nariz al mundo de los negocios puedo entender la búsqueda de un retorno de la inversión más o menos directo, pero esta vez han ido demasiado lejos quemando la paciencia de los asistentes que han tenido que recurrir a la educación y diplomacia para permanecer en sus butacas tiempo después del bostezo.

La descripción de los hechos se atiene a un guión que comienza con treinta minutos de vídeos en los que clientes de Eurogap recitan salmos loatorios de la marca y sus bondades y en los que el propio Ceo sale al estrado con la pretensión de seducir a los presentes con más voluntad que maña en un intento de reforzar la marca en el firmamento empresarial vasco.

-Dado que más de una treintena de los asistentes habían recibido una invitación mía directa para acudir al evento no he podido evitar un sabor agridulce, cierta vergüenza ajena, y un peso en la conciencia por haber recomendado algo que se ha quedado en un suflé-.




Retomo el hilo: después de los treinta minutos de spot poco elegante y nada entretenido la pareja de invitados, Gervasio y Carmen Posadas, han iniciado un diálogo muy forzado que pretendía aportar a los profesionales en sala alguna pista sobre la manera de utilizar la palabra de una manera eficaz en el contexto laboral.

He echado mano de mi paciencia para resistir anclada en la butaca -sobre todo para no incomodar a seis personas que me separaban del pasillo de salida- mientras el discurso se desinflaba como un globo de feria. A los cuarenta minutos he cerrado el cuaderno y mientras escuchaba el conocido micro-cuento de Monterroso: "... Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí..." he salido del recinto no sin antes rellenar la correspondiente encuesta en la que he volcado mi decepción, recoger el libro y comer una trufa. Y colorín colorado este cuento se ha terminado. ¡Lástima!


miércoles, 15 de abril de 2015

Sin líderes ¡no hay cambio empresarial!


Algunos líderes -como mi amigo Andoitz- llevan mochila en jornada laboral. También muchos de los investigadores de élite de  Azti-Tecnalia a los que entrené hace un par de años.

Y si bien es cierto que todo directivo acarrea una pesada mochila en el sentido metafórico del término (responsabilidad, presión y preocupaciones financieras) son pocos los que la llevan físicamente en la espalda quizá por su apariencia informal o falta de costumbre. 




La mochila que aparece en la fotografía -sobre la moqueta granate del salón de actos de La Faktoria (Grupo Mondragón, en Bilbao)- ha transportado muchos de mis cuadernos con apuntes sobre el liderazgo, los equipos empresariales y las organizaciones como sistemas productivos complejos que perviven en entornos difusos.

Con mochila física o sin ella el conocimiento precisa mucha dedicación en: tiempo, esfuerzo, lucidez, persistencia, búsqueda activa de fuentes, criterio para desestimar los desvíos cognitivos, coraje para desenmascarar a los impostores (que mucho venden y poco saben) y olfato-tiento-suerte para descubrir a los sabios. Mi estadística particular arroja el ratio del descubrimiento de un sabio por década. Minimalista, aunque fértil e inspirador.




Siendo más escasos que el oro, cada vez que mi radar detecta a un sabio lo convierte en un mentor, alguien que como hiciera Méntor con Telémaco -el hijo de Odiseo-  vaya encauzando mi curiosidad hacia las fuentes, los puntos de referencia y las conexiones improbables aunque prácticas en resultados e inspiradoras en la innovación desde una doble vertiente: las personas y la tarea, las dos piedras angulares de los sistemas productivos.

La transferencia de conocimiento se produce a través del diálogo, la controversia, las lecturas compartidas, la reflexión, la consulta ética y la reprimenda contenida cuando la falta de tacto o conocimiento me han hecho resbalar.

La pepita de oro de la década del 2000 al 2010 fue Sabino Ayestarán, catedrático emérito de Psicología Social de la Universidad del País Vasco con el que tengo el honor de conversar en el Hotel Londres (su favorito)  tres o cuatro veces al año. Hoy ha sido una de esas ocasiones que vivo con gozo y -tras tomar nuestro aperitivo y repasar las novedades de nuestra vida mundana- nos hemos sumergido en la evolución de los equipos que facilita Sabino y aquellos a los que yo entreno. Hemos contrastado experiencias, discrepado en algunos matices y aplicaciones teóricas y finalmente la conversación ha fluido hacia el  liderazgo transformacional -desarrollado originalmente por James McGregor Burns y Bernard M.Bass-.



Hemos estado de acuerdo en que sin un líder carismático referencial es imposible que se produzcan cambios en las empresas. Por lo tanto el liderazgo es una condición necesaria y previa al planteamiento de cualquier innovación en las organizaciones. 

El líder es necesario pero ¡no suficiente! porque han de darse al menos otras dos condiciones para que el cambio prospere: que el líder trabaje al servicio de la totalidad, del bien común, desarrollando el potencial de todas las personas con las que interactúa; y que los profesionales hayan sido formados como equipo en la cooperación y la competición sin las cuales las empresas tienden al encefalograma plano. Debido a este enfoque simple de explicar y complejo en su aplicación el verdadero liderazgo transformacional está abocado al liderazgo compartido, néctar al que Sabino y yo somos adictos. 


Finalmente hemos repasado un diagrama que nos parece sugerente y en el que se vertebran muchas de las características de un líder tales como: integridad + claridad en los objetivos + encarnar un modelo referencial + tener visión global + comunicarse de una manera eficaz (y empática) + esperar lo mejor de cada miembro del equipo + dar apoyo permanente a todos + valor-coraje + reconocimiento de todo lo que los demás hacen bien + animar en la tarea + foco en los intereses y necesidades del equipo + ¡inspiración!





Mientras nos despedíamos me ha hablado del Grupo Vasco del Club de Roma en el que participa activamente y de las esperanzas que alberga entorno a estos foros de reflexión sin los cuales la humanidad avanza hacia la barbarie.


lunes, 13 de abril de 2015

La verdad fortalece a empresas y profesionales


Todo lo que existe -real o imaginario- es formulado en palabras; palabras que atraviesan el estrecho ojo de la aguja mental y dan paso a los sueños, miedos, filias y fobias de los humanos. 

Y en el principio fue el verbo y en el siglo XXI sigue siendo el verbo que utilizamos de manera tan superficial que alcanza la frivolidad. En mi opinión la palabra hueca equivale a la mentira en ausencia de materia contundente (o verdadera) con la que afanar cada mañana el porvenir.

La palabra hueca
¿es un disfraz de la mentira?


En este punto mencionemos la Trilogía Kantiana que recomienda "verdad, bondad y belleza", tres valores que debieran estar presentes en las palabras que pronunciamos. Pero no. El espejo muestra una imagen distorsionada en el uso de las palabras lo que explica que los barómetros sociales registren el creciente desencanto de la ciudadanía ante la corrupción de políticos y empresarios que descaradamente ¡mienten! Mienten provocando una nausea colectiva equiparable a la de Sartre.


Denuncia la filóloga madrileña Inés Fernandez Ordóñez -académica de la lengua desde 2008- una devaluación de las palabras y una carencia reflexiva generalizada que también observo en los profesionales a los que entreno por lo que quizá la realidad empresarial adolece de musculatura reflexiva, todo un  riesgo en la competición por los mercados.




El profesor de la Universidad de Lancaster Michael West afirma que los profesionales y las empresas que sobrevivan en el siglo XXI serán aquellas que se pregunten de manera reiterada cómo lo están haciendo y como pueden mejorar, práctica inexistente en las organizaciones españolas. 

La propuesta es reflexionar para mejorar y si bien las organizaciones disponen de más información que nunca, el valor añadido está en la interpretación de los datos que precisa un análisis previo a la toma de decisiones estratégicas. Ahora bien, la práctica de la reflexividad en los consejos de administración, en los equipos directivos, e incluso en los equipos de producción a pie de planta se asienta sobre tres cuestiones:

  • Genuina curiosidad por descubrir la realidad (lo que acontece).
  • La formulación de preguntas poderosas.
  • Y la escucha honesta de las verdades que emerjan. 

Una buena pregunta 
es la mitad de una respuesta.


La práctica de la reflexividad 
exige el compromiso con la verdad.


Finalmente, la semana pasada la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) organizó en Madrid una jornada en la que varios expertos recordaron dos ejes clásicos del management: la gestión comercial y la gestión humana a la que añadieron la inteligencia competitiva para la que resulta imprescindible el cuestionamiento de cómo lo estamos haciendo y cómo podemos mejorar.


jueves, 9 de abril de 2015

Contracorriente


Mientras la mayoría de los ciudadanos de más de cincuenta años no piensa sino en jubilarse, Barbara Beskind (la mujer de la fotografía) ha postulado a un puesto de trabajo a los noventa y un años y ha logrado la plaza entre ciento cincuenta candidatos que acudieron a la oferta de empleo de Ideo, la empresa de Silicon Valley que proyectó el primer ratón Apple.

Contracorriente. Esta mujer se apoya en dos bastones de esquí para desplazarse y transita por el mundo contracorriente ya que un clamor pro-jubilación invade el planeta como si el trabajo fuese una maldición, alguna clase de peste bucólica de la que huir con cincuenta mejor que con sesenta y con sesenta mejor que con setenta.

Y al igual que las especies en vías de extinción despiertan mi ternura, me inspiran las personas que nadan contracorriente mostrando modelos referenciales exóticos basados casi siempre en una determinación personal que se asienta en valores trascendentes como la creación de valor para el mundo, el afán por descubrir nuevas realidades o la insaciable curiosidad.




Hace unas semanas aprendí de mi amigo Sergio que la creatividad es la diversidad al cuadrado en alusión a los equipos de trabajo multidisciplinares que resultan más creativos (y con frecuencia más productivos) cuanta mayor diversidad de formación, carácter, género, nacionalidad ¡y edad! tengan. 


En los negocios, 
Creatividad = Diversidad al Cuadrado



"Ve a lo sencillo", recomienda Barbara Beskind
a sus compañeros de equipo en Silicon Valley.


Buscando el cumplimiento de un sueño que se remonta a los diez años, Barbara Beskind optó por escribir una carta en la que expresaba su deseo de incorporarse al equipo de diseñadores de Ideo y ese gesto cuajado de osadía fue el principio de una serie de entrevistas con David Kelley (fundador de la compañía) que fue superando hasta hacerse con el puesto desplazando a decenas de talentosos treinteañeros.

Sin duda esta mujer es una rareza. También una muestra de lo que consiguen el tesón, la determinación y curiosidad, así como una fuente de inspiración para que busquemos el cumplimiento de nuestro sueños y sigamos siendo creativos -y productivos- mientras gocemos del privilegio de estar vivos. 

Es curioso un detalle que aprecian los jóvenes compañeros del equipo de trabajo de Beskind: "... Barbara tiene una enorme facilidad para experimentar cualquier idea por alocada que parezca y su lema es no te compliques, ve a lo sencillo...".

Finalmente esta exprofesora afirma que lo que le mueve cada día a saltar de la cama es la posibilidad de resolver problemas concretos diseñando cualquier tipo de artilugio que pueda ser de utilidad... Ver vídeo-entrevista del  Huffingtonpost pinchando aquí.


lunes, 6 de abril de 2015

La vida no es una hoja excel


Más de mil flores. Mil metros de altitud. Doscientos animales y una docena de especies.  Veinte kilómetros. Cuatro horas caminando. Dos personas. Dos makilas. Dos manzanas. Puro Excel. 

¿Transmiten estos datos algún tipo de emoción? ¿algo que permita sentir  el olor de los ranunculus o imaginar el color del río justo en la zona donde se formaban remolinos? ¡Ah! ¿era un río, un riachuelo, un afluente del Ebro, un lago, el cauce del deshielo? 




La pura cuantificación no dice nada de la vida e incluso transmite poco del mundo empresarial donde me muevo como pez en el agua. ¿Entonces? Entonces necesitamos la poesía y la belleza para interpretar de una manera sabia los datos siendo capaces de "descodificar" su significado uniendo las piezas entre sí para dotarlas de sentido. Así que comenzaré de nuevo mi relato.



 Conviene "descodificar" las piezas del puzzle 
para dotar a la realidad de un sentido pleno.


He pasado veinte horas en el monte donde he visto amanecer o lo que es lo mismo: el coqueteo de la luna con el sol y el juego que se traen entre manos. La luna iluminaba la noche casi tanto como el primer sol de la mañana porque estaba llena de una luz blanquecina que resultaba misteriosa simulando que el rocío caía del satélite directamente sobre el mundo. A mil metros de altitud no había más humanos que nosotros en muchos kilómetros a la redonda. Y el aparente silencio estaba cuajado de matices.

Más de mil flores. Mil metros de altitud. Doscientos animales y una docena de especies.  Veinte kilómetros. Cuatro horas caminando. La mera cuantificación poco indica de la vida. Puro Excel.

Dado que ambos estilos comunicativos se atienen a los hechos me pregunto -les pregunto- ¿qué forma expresiva "les alcanza"? ¿cuál de ellas despierta su curiosidad o interés? 




Justo debajo del silencio estaban los ciervos machos con su berrea, el sonido gutural que emiten cuando están en celo para atraer a las hembras de la zona. Resulta tan bronco que parece emerger de la mismísima profundidad de tierra. En cuanto a los pájaros... incluso de noche no paran de moverse y su aleteo contra las ramas asusta si estás a menos de cien metros de un águila real o un halcón peregrino.

De madrugada un zorro cruzó la carretera hacia el río tan rápido que apenas pudimos ver con claridad su rabo pelirrojo. Una hora más tarde  sobrevoló el coche lo que parecía un búho gris. Durante el día vimos rebaños de ovejas, de cabras, de vacas, caballos salvajes, cerdos negros sueltos por la campiña, perros de múltiples razas y tamaños y una ardilla asustadiza que trepaba la vertical de un chopo. 

Contemplando todo ello en menos de un día tengo la sensación de viajar en un mundo en el que todo está vivo, se mueve y crece  completamente ajeno a la prepotencia humana y a las hojas excel en las que inútilmente tratamos de atrapar la realidad. 




Se dice que en la empresa "lo que no se mide ¡no existe!" así que cojamos una muestra. Luis Huete comparte una estadística de El Confidencial según la cual el 32% de las principales fortunas del mundo pertenecen a personas que no poseen ningún título universitario. En una primera lectura podemos alcanzar la conclusión de que no existe vínculo (ni relación causa-efecto) entre estudios superiores y fortuna. Sin embargo, si analizamos los datos por debajo de la línea de flotación, es decir, si capturamos los matices del silencio y el aleteo de las águilas comprenderemos que en realidad dos tercios de los millonarios del planeta ¡son universitarios! 

En fin -y para concluir- que ni la empresa ni la vida son una hoja excel y que conviene "descodificar" las piezas del puzzle para dotar a la realidad de un sentido pleno.


viernes, 3 de abril de 2015

Perro ¿o niño? la supremacía de los canes


"En la próxima reencarnación quiero ser perro ¡en ningún caso niño!", así de radical se muestra la parte observadora que hay en mí y que -igual que un perro- olfatea el ocio circundante de turistas que salpican la ciudad de acentos sobre un castellano en alternancia con el euskera del lugar.




El diluvio vasco ha terminado y un clima genuinamente primaveral acoge a los humanos, aunque no solo a los humanos. 

La playa se llena de perros que juegan con sus dueños a capturar palitos y pelotas en la arena, las rocas e incluso el mar; la conexión entre ellos hace las delicias del observador que no encuentra una resonancia semejante entre las parejas que cruzan conmigo su mirada. Y las medusas blancas ¡han vuelto! como un fenómeno estacional.   

No encuentro en las parejas 
la complicidad dueño-perro que acontece.




Niñas-medusa con vestido de comunión que adornan paseos, caminos, jardines y alguna que otra esperanza en que sean más felices que sus progenitores: esos adultos imperfectos que ya no juegan a capturar palitos y pelotas en la playa -ni en cualquier otro rincón propicio- porque se les ha desprendido la complicidad como quizá se les desprenda a las niñas la medusa blanca cuando se despojen del vestido tras el festejo.




Entre las medusas aparece un niño de unos dos años, Ignacio, con sus bucles dorados ¡la reproducción a escala del rostro de su padre! y aunque no conozco a ninguno de los dos en unos segundos me aburre contemplar su aburrimiento: padre e hijo no saben relacionarse, no hablan y no juegan. El niño bosteza, el padre bosteza, y yo insisto en que en la próxima reencarnación quiero ser perro porque a los diez minutos llega una señora con un schnauzer al que cariñosamente indica que se siente (y lo hace) y le espere mientras va a por un café a la barra del Branka (y lo hace) y al que cuando la dueña vuelve le trae al perro un botellín de agua y un platito. 

Cuando el schnauzer ha terminado de beber la mujer le da a la boca algunas galletitas que imagino serán comida canina y después ella y yo seguimos leyendo nuestros respectivos libros. 




Sobre surcos de arena cruzo la playa mientras algunos dueños siguen jugando con sus mascotas. Ignacio y su padre ya se han ido, aunque antes de abandonar la terraza le he regalado una concha de mar recogida en marea baja lo que ha hecho sonreír a sus diminutos dientes de leche.

Las gaviotas sobrevuelan en círculos anunciando cambio climático sobre los perros que se revuelcan en la arena, ladran, corren, brincan  y ¡se divierten! al mismo tiempo que Gorka y sus hermanos reciben de sus padres una reprimenda monumental ¡porque se han llenado los zapatos de arena!  En la próxima reencarnación ¡en ningún caso quiero ser niño ni medusa!

miércoles, 1 de abril de 2015

Redonda Tierra ¿Plana Realidad?


Si la tierra es redonda ¿por qué la realidad tendría que ser plana? A veces tengo la sensación de que la sociedad se mueve a ras de un suelo conceptual pretendiendo integremos el rasero horizontal de la oruga y ¡no! ¡me niego a aceptar la planicie como lugar de mi existencia!

Reconoceré ante los lectores del blog que hoy tengo uno de esos días en los que una fuerza descomunal me arrastra hacia la transformación de cuanto toco en mi desplazamiento mundano como un planeta fuera de su órbita. 

Me habita una fuerza huracanada sin contemplación alguna ante las convenciones, ni siquiera ante las conveniencias. Temo por las tras personas a las que entrenaré por la tarde porque mis preguntas-dardo acaso resulten afiladas en exceso ?!
  



Leo al catedrático de Filosofía Contemporánea de la Universidad de Barcelona Manuel Cruz quien desarrolla la tesis de que a menor cultura más plana se percibe la realidad estando la percepción de la profundidad de la vida en relación directa a la inmersión del individuo en la música, la literatura, el arte... ¡y el cultivo de la mente-sensibilidad en general!

Pero claro -dice Manuel Cruz- campan a sus anchas los individuos que alcanzan notoriedad y riqueza a ras de suelo, con una percepción planísima de la realidad que -según el filósofo- pudiera ser resumida en: "... visto un museo, vistos todos... o leído un libro, leídos todos..." ¡una barbaridad! si me lo permiten.


No es que el culto vea lo que no hay,
sino que el inculto no ve ¡lo que hay! 


El caso es que estos espejismos me hacen sentir cierta impotencia cuando entreno a profesionales y me vuelco como una loca en enseñar a ver, a que vean las esquinas, redondeces, amenazas y oportunidades de la realidad. Educar la mirada de los profesionales importa porque la miopía propicia el desperdicio de oportunidades y talentos propios y ajenos, es decir: la insensibilidad ante el potencial de colaboradores y subordinados, por lo hablar de las posibilidades de establecer alianzas o proyectos trabajando en red.

Y en esto consiste sobre todo mi oficio: en educar la mirada dotándola de profundidad para detectar el potencial pleno de lo que ya somos, sabemos y tenemos, apalancando sobre ello y  minimizando todo lo que nos empequeñece o frena ¡sea real o imaginario (creencias limitantes)! En este sentido me reconforta leer al escritor y economista  José Luis Sanpedro dos años después de su muerte:


El maestro está para ayudar a ver
no para cegar a sus discípulos


¿Qué les parece? ¿Cómo viven estos asuntos?
Para usted la tierra ¿es plana o redonda?