En realidad lo que hoy me lleva a compartir con ustedes no es nada de esto (que quizá sirva de contexto) sino el hecho de que desde hace unas semanas me rió por casi todo, relativizo hasta límites exasperantes para el resto de los mortales, soy feliz como una lombriz y por todo ello me siento más anómala de lo habitual. Me ha dado por pensar si será la "mente algodonosa" pero lo he desestimado ya que en el trabajo responde como un disciplinado ejército entrenado por el mismísimo Sun Tzu en persona. ¿Entonces? Mi hipótesis provisional es que tengo un empacho de endorfinas (las llamadas hormonas de la felicidad) a las que les ha dado por expandirse y dimensionarse de una manera anárquica e inquietante. Me explicaré, es algo parecido al efecto de las drogas ya saben: euforia, risa, ingenio, afilada ironía, cercanía emocional y desinhibición... Bueno, pues algo así es lo que me ocurre desde que pongo el pie en la alfombra de mi cuarto, al despertar. Allí está la sobredosis de endorfinas. Otra hipótesis es que mi cabeza se haya pasado vuelta y media. Supongo que si no escribo en unos días, o si no saben más de mí tendremos que quedarnos con la segunda hipótesis...
viernes, 27 de agosto de 2010
Endorfinas al curry
jueves, 26 de agosto de 2010
Broma Cósmica
miércoles, 25 de agosto de 2010
Abdul
domingo, 22 de agosto de 2010
Rodaja de limón
sábado, 21 de agosto de 2010
Y de lo mío, ¿qué?
En el despacho, los clientes verbalizan sufrimiento por ausencia reiterada de valores en su entorno. No crean que hablan de abstracciones, sino de hechos como la traición, el engaño, el desprecio y la deslealtad.
La familia -último bastión de las esencias- de desintegra por deslocalización, búsqueda de prosperidad, horizontes creativos o amores. Apocalípticos e integrados que diría Umberto Eco, el sabio hombre de la rosa.
Ken Follet utilizó 400.000 palabras para desarrollar su best seller. Yo no me extenderé tanto, sólo un párrafo más para clarificar que añoro el respeto a la diferencia, a lo espiritual, a lo desconocido, al esfuerzo, al saber, al trabajo realizado con primor, al amor, a la edad y al silencio. Acaso sin respeto no halla identidad porque es el espejo en el que nos miramos, y entre parpadeo y parpadeo construimos la autoimagen que piensa, siente, decide, hace... construye o deconstruye este mundo cuyos pilares de desintegran...
miércoles, 18 de agosto de 2010
Te añoro
martes, 17 de agosto de 2010
Mar adentro
lunes, 16 de agosto de 2010
Volar
domingo, 15 de agosto de 2010
Stop
viernes, 13 de agosto de 2010
¡No se duerma!
El directivo español medio se define como optimista, enérgico, adaptable al cambio y bien remunerado. Al mismo tiempo reconoce algunas debilidades como planificar mal, asumir un nivel de responsabilidad menor al que cabría esperar, excesiva autocomplacencia y estrés crónico. Los datos recién salidos del horno de Infova (Instituto de Formación Avanzada) -tras encuestar a 800 ejecutivos- concluyen en la conveniencia de que los directivos españoles contraten “entrenadores” que propicien mejoras sustanciales en el ejercicio jerárquico de mandar y en el ejercicio moral de inspirar.
Un ejército de hombres con bolsas deportivas se encamina al mediodía hacia los gimnasios de élite: saben que mantener el cuerpo en forma resulta vital para salir adelante en la fábrica, el despacho, los tribunales o el hospital. Un ejército de mujeres con bolsas deportivas se encaminan al mediodía hacia los gimnasios de élite: saben que mantener el cuerpo en forma resulta esencial para sobrevivir en la fábrica, el despacho, los tribunales o el hospital. ¿Por qué se resisten, sin embargo, a entrenar en el “gimnasio de habilidades”? El Coaching apalanca fortalezas (optimismo, adaptación al cambio…etc.) y minimiza las debilidades...
Tomemos el caso de N.M. -un conocido directivo institucional vasco- cuya carrera meteórica en los últimos quince años le ha llevado de un organismo a otro escalando cada vez más alto en el ranking salarial, de influencia y visibilidad mediática. N.M. ha alcanzado su sueño más loco, una ambición ni siquiera confesada, un destino en lo universal, y como consecuencia de ese vaivén de aguas mansas se está durmiendo en los laureles y la institución que lidera resbala hacia el desánimo, los grupúsculos y las "comidillas". Afortunadamente tiene un Coach que le ofrece feedback honesto, un tanto despiadado, y con algunas sugerencias de cambio-mejora. La auto-complacencia se aleja, y N.M. recupera el timón del equipo y su alerta de ardilla.
Tras el replanteamiento situacional, el Coach le propone centrarse en su agenda, en verdad, en su capacidad de planificar y “seguir” en el tiempo aquellos acuerdos o directrices marcados al equipo por él mismo o por la organización: el valor de la coherencia que tantos destrozos causa cuando se vulnera en las empresas… Tarea para los próximos meses.
Porque el Coaching es una mirada al futuro (desarrollo del potencial) desde el presente (plan de acción), artesanal (único para cada persona), medido en tiempo e indicadores (concreto y práctico), con un ROI (Retorno de la Inversión de 600%, según la Universidad de Alcalá de Henares). El sabio Rafael Echevarria dice que la misión de los directivos, de los líderes y de los políticos es ejercer la metanoia, es decir: mirar al futuro y sembrar esperanza. La compañía de un Coach puede marcar la diferencia.
martes, 10 de agosto de 2010
Sueños de Jabón
domingo, 8 de agosto de 2010
Desayunos en el Ritz
miércoles, 4 de agosto de 2010
Tándem
Ahora bien, mientras el tándem avanza por el "caminito" del logro (objetivo aparente) el Coach -si es un poco sabio y está atento- intuirá la quintaesencia del cliente (su máximo potencial profundo y sutil) viviéndose en paralelo un doble juego (o un juego doble) en el que la alerta permanente de la consciencia ha de mantenerse noche y día como un faro en altamar. En mi opinión, lo interesante va soterrado bajo lo evidente y cuando Coach y cliente alcanzan al unísono el mágico ¡aja! y descubren la grandeza trascedente del destino se produce un estallido de magia que nunca -fíjense nunca- está fuera sino dentro y nunca -fíjense que bruta que lo repito- nunca, depende de circunstancias ajenas sino propias.
Trabajé con una directiva cuyo objetivo era llegar al consejo de dirección de una gran corporación vasca, si bien lo que juntas descubrimos es que deseaba con toda su alma "salvar" a su familia de la penuria económica que ella misma había vivido durante su infancia por un rudo golpe del destino. Esta mujer luchadora consiguió su meta y está feliz por el cargo que pone en su tarjeta pero, sobre todo, porque siente que aporta un valor esencial a su familia: la seguridad-blindaje frente a la pobreza.
Decía Robert Louis Stevenson que la única meta en la vida es ser lo que somos, y convertirnos en lo que somos capaces de convertirnos. Grandeza en cada ser. El doble juego consiste por lo tanto en trabajar objetivos mundanos mientras se desarrolla la quintaesencia sagrada, espiritual y única. Minuto y veintinueve segundos. He cumplido. ¡¡Hagan juego!! Doble mejor que sencillo.
lunes, 2 de agosto de 2010
Paola
domingo, 1 de agosto de 2010
Enigmáticas criaturas
Me duele el asunto de matar árboles ¡qué quieren que les diga! acostumbrada como estoy a pasear a diario entre ellos como un ejército de amigos fieles a la cita vespertina o mañanera. Incluso en la terraza del despacho se alzan irreverentes contra el cemento y la incomprensión de los vecinos que nunca antes contaron con la inquilina ecologista (o eso dicen): un acer japonés -el favorito de los visitantes- un eucalipto que me regaló Andrés, dos robles americanos cuyas bellotas me trajo Virginia de Manhattan, el tejo que me obsequió Eli, las dos encinas de Burgos, la azalea, los helechos, las begonias, los ficus benjamines y la trepadora que no es mía pero se inclina desde la terraza de al lado tirando todas las púas hacia mí. Sin duda busca compañía y la encuentra.
Creo que yo moriría sin plantas y sin libros y hace algunas semanas me divirtió descubrir que algunas escritoras de otro tiempo cultivaban no solo el llamado "jardín interior" (sus pensamientos, reflexiones, ensayos y artículos) sino también preciosos parterres exteriores que, a su muerte, alguien cuida y muestra con primor previo pago de la cuota de entrada para visitantes. Algo tienen en común libros y plantas: una magia que se desarrolla a partir de un pretexto inicial y que después crece con voz propia. Como los textos del post: pocas veces sé dónde desembocarán y - aún sabiéndolo- me desconciertan con sus meandros. Libros, plantas e hijos: enigmáticas criaturas donde las halla. Todos somos deudores de la vida y llegamos hasta aquí utilizando el cauce de un hombre y una mujer -a los que llamamos padres- que nos enseñan diferencias y similitudes entre las plantas, los libros y los humanos sobre un fondo de vida común, un latido que escapa en su totalidad a la comprensión consciente. Magia.