lunes, 31 de diciembre de 2018

La belleza abraza la ética y la verdad



Navidad. Momento de exóticos viajes que olvidan la raíz, esa conexión a la tierra de nuestros antepasados a la que debemos lo que somos y lo que soñamos y -por lo tanto- lo que podemos llegar a construir. Raíces. Alas. Composiciones que conectan con el ser universal que algunos llaman alma. Alma.

Soy adicta a La Contra de La Vanguardia porque desde hace más de una década entrevista a sabios de todos los lugares del planeta. 

Jaume Plensa es el último genio que se asoma a La Contra. El escultor afirma que cuando eres tú mismo, tienes más para ofrecer a los demás.




¡Seamos únicos, diferentes! ¡Tengamos el coraje de expresar nuestra peculiar visión del mundo! ¡Mostremos nuestra radical honestidad!

Aunque a veces mostrarse auténtico tiene un precio desorbitado, me pregunto cómo vivir con uno mismo sesenta o más años de otra forma. El escultor-filósofo aboga por la belleza para trascender los dilemas existenciales. Cabe preguntarse ¿qué es la belleza? Entonces contesta:"... la belleza abraza la ética y la verdad, por eso todo el mundo la reconoce y nadie la puede puede explicar...".


miércoles, 26 de diciembre de 2018

2018: Vértigo y Esfuerzo.



Cierro los números del 2018: las cosas han ido bien. Intenso en proyectos y desafíos, mi sensación es que he ascendido al Himalaya sin sherpas ni oxígeno. ¿Alguien más tiene esta sensación?




La esforzada carrera por mantenerse en primera linea laboral nos lleva a la "sociedad del cansancio", cuya filosofía existencial ha desarrollado Byung-Chul Han en un libro editado por Herder.


domingo, 23 de diciembre de 2018

Enfermar -acaso morir- de soledad.



La soledad aumenta el riesgo de morir, según la Universidad de Stanford, porque es el detonante de enfermedades como la hipertensión, la demencia, los ataques cardíacos o la depresión. Leyendo el informe de la prestigiosa institución norteamericana me acuerdo de Peggy, una mujer de 90 años que vive sola en un segundo piso cuyas escaleras no puede bajar desde el 2003.

¿Quién es Peggy? Una anciana que vive en Matock Lane (Londres) desde hace medio siglo cuando se mudó con su esposo al bello ático con vistas al parque donde los periquitos alegran el invierno. El piso de Peggy y el de mi hija están adosados y sé de su existencia por un cúmulo de anécdotas irrelevantes.




Como Peggy, también mi madre vive sola en un apartamento de la Costa Mediterránea y mi mejor amigo se ha quedado viudo hace tres meses.

Pandemia del siglo XXI, así es como llaman a la soledad los expertos de la London School of Economics quienes ofrecen una única receta para mitigar sus devastadores efectos: ¡contacto! ¿contacto? ¡contacto! Mantener conversaciones enriquecedoras regularmente con otras personas, conectar con otros en cuestiones simples como arreglar el cubo de la basura orgánica -para que el zorro del parque no esparza los desperdicios- se tornan gestos-salvavidas para la soledad.

En Japón, la pandemia del siglo XXI se cobra 4.000 muertes a la semana. En España, un 25% de los hogares tienen un solo habitante. Los expertos en econometría se ocupan del impacto del fenómeno en las arcas públicas. Yo apuesto por la receta de la London School of Economics e incluyo a Peggy en mis visitas londinenses porque un ramo de flores y un café aportan más vida que una transfusión sanguínea. Peggy corrige mi fonética británica y ha conseguido que el ayuntamiento de Ealing repare el contenedor. Conectar entre humanos es bello y curativo ¡para todos!


jueves, 20 de diciembre de 2018

¿Cuándo abandonar un proyecto?



A veces las balas pasan cerca de mi osamenta y -aunque no me alcanzan- hieren a otros. En ocasiones los damnificados son responsables de alguna catástrofe laboral, en otras son inocentes.

Caen maltrechos y yo -que estoy cerca como agente de cambio- he de aceptar mi escaso margen de maniobra y mis limitaciones para modificar el rumbo de las grandes corporaciones.  Llegado el caso, agito cuanto puedo las estructuras para que sacudan su polvo miserable, mantengo conversaciones reflexivas con las partes implicadas y dialogo hasta la extenuación buscando luz al otro lado del túnel: la salida honorable. Algunas veces lo consigo, otras no.

Las balas silban cerca de mi osamenta y -aunque no me alcanzan- hieren a profesionales inocentes sobre los que otros vuelcan medias verdades que deforman la realidad (los hechos). Entonces me siento triste y -por más que ame el proyecto y reconozca la bondad de  muchos- sé que ha llegado el momento de partir.



¿Que gestos, actitudes, acciones, escenarios...
 se tornan relevantes 
para intuir que se acerca el momento de partir? 


Cuando en un proyecto los profesionales dedican más tiempo al vacuo cuchicheo parlanchín que a producir. Cuando los rumores corretean por los pasillos como las ratas por el sótano. En el instante mismo en el que ha desaparecido la confianza entre las personas. Cuando la información llega segmentada. Justo cuando los resultados se vuelven menos relevantes que las relaciones. En el momento en el que el ego se coloca por encima del bien común. Justo cuando los profesionales ven la paja en el ojo ajeno y nunca descubren la viga en el propio. Y -sobre todo- cuando se produce un acto de traición a los valores de la compañía, una deslealtad a los compañeros, un fraude ético o una imprudencia temeraria que hace peligrar años de esfuerzo sostenido.




En mi trayectoria profesional he abandonado tres encargos por una o varias de las razones expuestas y ha sido mi torpe manera de mostrar solidaridad con los damnificados y enfado con los atropellos. 

Cuando he tocado fondo he tenido que reconocer la impotencia de mi pequeñez para modificar el estatus quo de las organizaciones y he aprendido que el cambio -si ha de darse en una empresa- tiene que ser colectivo. ¿A qué aspiro? a construir equipos que transformen (de verdad) las organizaciones. 



Nota. Este post ha conseguido en Linkedin 4.300 visualizaciones en diez días (un record para mi) y me pone en la pista del ingente "sufrimiento innecesario" que se está produciendo en las organizaciones. Muchas gracias a las 32 personas que lo han recomendado y a los que han dejado sus comentarios en la red profesional.


domingo, 16 de diciembre de 2018

Oscilaciones sobre la Realidad


No es fácil que Slavoj Zizek sonría. Mucho menos que su mirada muestre atisbos de esperanza pero... ¡es el caso de la fotografía! 




¿Quien es Zizek?  Un filósofo e investigador esloveno cuya provocación coloca titulares como churros en la tibia prensa intelectual caracterizada por una mesura que solo busca el disparo al medio, ese lugar en el que se encuentran las mayorías que votan y compran periódicos, tuitean y consumen.  La realidad está al otro lado de la conveniencia.

Algunos equipos del sector industrial con los que trabajo me contratan porque quieren mejorar su realidad (productiva o social). La realidad es lo que se muestra (lectura de primer nivel) más el atento análisis de las causas (lectura de segundo nivel), -afinando la escucha a las "señales bajas" que orientan la búsqueda de soluciones relevantes-.

La mejora de una empresa empieza por el diagnóstico o reconocimiento de la realidad-verdad, ese poliedro de factores que determinan la foto estática de una organización-comité de dirección-equipo en un momento de su historia.




Digamos que me contratan para ofrecer feedback honesto como observadora externa senior entrenada en separar el grano de la paja. Pudiéramos pensar que me pagan para capturar la realidad que acontece y, sin embargo, conviene moverse con cautela entre lo que un sistema productivo puede absorber sin desestabilizarse y la necesaria agitación para el cambio.

Afirma el filósofo esloveno que vivimos en una sociedad de "... ciudadanos dormidos a los que hay que despertar..." y añade: "... el pensamiento crítico duele, provoca, pero pone en la pista de soluciones...".

No renuncio al ejercicio de la ética en mi trabajo entendida como decir al cliente-empresa aquello que (en mi modestia) veo tras concienzudo análisis de datos y evidencias. Y -como Zizek- entiendo que mi libertad consiste en decir a los propietarios y directivos lo que con frecuencia no quieren oír.

domingo, 9 de diciembre de 2018

¿Qué son las "mariposas del alma"?



Vivo y viajo en modo contemplación. Sea por trabajo o placer no renuncio al disfrute del camino, porque el camino ¡es lo que importa! Esta elección me permite mantener (un poco) la mirada curiosa ante lugares, personas, empresas y equipos, esa especialidad que me apasiona y propicia algunos de mis viajes de trabajo.

Fuerte olor de almendras garrapiñadas al descender del autobús que conecta el aeropuerto de Granada con la capital. Intensa emoción ante la amabilidad extrema de los transeúntes a quienes pregunto por una galería de arte, una churrería realmente buena, o un estanco para comprar sellos. Me dicen que casi nadie envía ya postales a sus familiares y amigos, a mi me gusta mucho recibirlas así que sigo con ese ritual antiguo.





En la vorágine de mis jornadas de trabajo saco tiempo para sentarme a pensar en la mejor cafetería de la ciudad -la del Melia Granada- donde gasto dos euros en un agua mineral con gas mientras oigo música clásica y algunas conversaciones de lugareños adinerados. 

Contemplar. Pensar. Parar. Escribir. Leer. Después de Granada voy a trabajar a Zaragoza, leo que Ramón y Cajal -un maño de pro- ganó el Premio Nobel en 1906 por el descubrimiento de las neuronas a las que llamaba las "mariposas del alma" ¿puede existir una expresión más hermosa?  Marco con rotulador naranja el párrafo en el que el propio Ramón y Cajal dejó escrito: "... Todo hombre puede ser -si se lo propone- escultor de su propio cerebro...". 


viernes, 7 de diciembre de 2018

Reuniones Eficaces ¿cómo se hacen?



Regreso a Granada. Gracias a mi cliente-anfitrión volveré a visitar el patio de los arrayanes -donde fue tomada la fotografía- un lugar cuyos mosaicos, estanques y jardines hablan el idioma de un tiempo pausado, contemplador del arte y la belleza.




Esta vez ha cambiado el comité de dirección lo que añade una pizca de intriga a un viaje que abordo ligera de equipaje, confiando cada vez más en el ser -que comparte los pequeños descubrimientos de una intensa vida laboral- y que desconfía de las fórmulas genéricas que se aplican en la consultoría convencional.  El ser va conmigo allá donde esté y le basta con la mochila de ante y el sombrero de paja que llevo en la fotografía. En este viaje quizá añada una bufanda ya que en las inmediaciones de Sierra Nevada se esperan cuatro grados a primera hora de la mañana. 

El comité de dirección quiere aprender la metodología que acabe con la ineficacia: exceso de reuniones, poco productivas, de escaso impacto en la toma de decisiones, que devoran porciones relevantes de la jornada laboral y (además) dejan un poso amargo de insatisfacción y aburrimiento. Mi experiencia en empresas de todos los sectores muestra que este círculo vicioso ¡se puede cambiar!




Las reuniones de trabajo son una reprodución a escala de la cultura de la empresa y del estilo de liderazgo. También reflejan la gestión de los recursos, los reinos de taifas (grupos de poder) el modelo de comunicación (opaco o transparente) e infinitas realidades paralelas. Sería fabuloso conseguir reuniones eficaces cambiando el color de la sala, poniendo sillas altas y mesas bajas y contratando un servicio de jardinería. Aunque estos aspectos contribuyen, no cambian los parámetros citados y -por lo tanto- se convierten en puro maquillaje.


Vengo observando tres niveles de reunión que se corresponden con el grado de madurez que ostenta cada empresa. El nivel básico consiste en reuniones informativas (el director informa, da órdenes, y el resto acata ). El nivel maduro se traduce en reuniones participativas en las que se ponen sobre la mesa los temas relevantes que se someten a debate -estas reuniones exigen por parte del Ceo una importante renuncia al ejercicio del poder y una gestión firme del ego-. El tercer nivel es aquel en el que además de todo lo anterior, el máximo responsable somete al criterio de los participantes la toma de decisiones estratégicas.

Confesaré que pocas son las empresas en las que los profesionales tomen decisiones trascendentes juntos y en tiempo real. Con este desafío ilusionante viajo a Granada acompañada de mi mochila de ante, mi sombrero y mi bufanda. 


Vínculos (3) relacionados pinchando aquíaquí y aquí.

domingo, 2 de diciembre de 2018

La oficina, un lugar divertido y solidario


Algunas cosas son más grandes que yo: el bosque y cierto enfoque del trabajo de consultoría que realizo desde el año 2002. Son dos mundos que avanzan en paralelo. 

Algunas cosas son más grandes que yo: me arropan, incluyen e integran en su devenir y eso me agrada. Se trate del bosque Lammas -en el centro de Londres-, o de la "Bucket List" (cuya finalidad es revertir la insatisfacción laboral del 85% de los trabajadores que reconoce abordar cada jornada desmotivado).

La nueva corriente de trabajo apuesta por cambiar el mundo laboral apoyándose en dos paradigmas: la empresa como un "sistema social" y un "nuevo estilo de relaciones".




Aunque la mayoría de los empresarios y altos directivos están aún lejos de los nuevos paradigmas, contratan asesores para que modifiquen las estructuras organizacionales de manera que sea posible conciliar la productividad y el bienestar de los empleados. Llevo haciéndolo  desde hace dieciséis años y cada vez me siento más acompañada por profesionales como Corporate Rebels, una empresa creada exclusivamente para hacer más divertido el trabajo. Puede sonar frívolo y no lo es ya que el juego es el principio de toda creación (Einstein). ¿Cuáles son las claves que propician esta línea de trabajo que se muestra altamente rentable en satisfacción y resultados?

El foco pasa de la pirámide vertical al trabajo en equipo, del secretismo a la transparencia, de los beneficios a cualquier precio a los valores, del líder autoritario al solidario, de las estrategias planificadoras a la experimentación-adaptación, del hiper control a la confianza-libertad, de la centralización a la descentralización...

La semana pasada la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Aranxta Tapia, recordó que la mayoría de nuestro tejido industrial son pymes pequeñas en las que el propietario ha de trabajar codo con codo cerca de sus trabajadores o no llegará a ningún sitio. "... Quien se aferre al modelo del ordeno y mando, tendrá dificultades...", afirmó la consejera.

Entre los cientos de empresas que operan en el mundo con éxito bajo el nuevo paradigma (empresas como sistemas "sociales" basados en un nuevo estilo de relaciones) se encuentran cinco españolas: Ner Group (Koldo Saratxaga), La Fageda, Good Rebels y CyberClick-David Tomas



Para saber más de Corporate Rebels y las Bucket List pinchar aquí.
Información complementaria de interés aquí.