sábado, 22 de septiembre de 2012

Plegaria en el Hayedo

La abuela contaba que al llegar  las quitameriendas...

  
¡El otoño está entre nosotros!

Cuando en septiembre daban las últimas puntadas a mi uniforme escolar aparecían las quitameriendas en el pueblo de mi infancia. Mi abuela contaba que si al mediodía no terminabas la comida, las florecillas devorarían a media tarde tu merienda. 

Aunque por su fragilidad me resultada difícil imaginar cómo podrían acabar con mi bocadillo, jamás dude de la abuela ¿por qué iba a hacerlo? Esta mañana las he visto por todas partes sobre el reseco suelo castellano, he tomado la fotografía, y he recordado la historia que comparto. 

La abuela también me enseñó el hayedo al que he regresado en busca de un talismán, un sortilegio, una magia que no existe y, sin embargo, he buscado en el silencio de un lugar que no pisan los humanos sino los ciervos y las ardillas y donde el único sonido procede del río que desciende de las montañas acompasado (a veces) por el picoteo de un pájaro carpintero.

Tras una caminata de veinte kilómetros siempre termino en el hayedo donde recojo palos que me fascinan por sus formas, colores y rugosidades, y que acabo trayendo a casa. Hoy he recogido el que tengo junto al teclado mientras escribo: es para un amigo muy querido ¡ay! a quien ayer le diagnosticaron cáncer. 

No es que sea sintoista (*), sino que en el hayedo puedes realmente "sentir" la perfección del universo, cierta trascendencia, acaso la presencia de Dios. Cuando reposas sobre la mullida cama de hojas (de más de diez centímetros de grosor) y escuchas el manso riachuelo se produce un estado meditativo desde el que resulta fácil elevar una plegaria por la curación de un emprendedor lleno de coraje que -sin haber cumplido los cuarenta- se enfrenta a la negrura.

Le conocí hace cinco años, cuando tras una conferencia que ofrecí en la Cámara de Comercio de Bilbao se acercó a recoger una bellota, símbolo que utilizo para representar la totalidad del potencial del ser humano que ya posee en sí mismo todo lo necesario para convertirse en un frondoso roble. Desde 2007 ha llevado aquella bellota en el bolsillo interior de sus americanas, y le ha dado fuerza para "creer" en sí mismo y "crear" una fantástica realidad empresarial. 

Antes de la operación daremos un paseo a orillas del Cantábrico. Le regalaré el trozo de madera del hayedo. Juntos esperaremos que su salud florezca.


(*)  Sintoismo: adoración a los espíritus de la naturaleza (Japón).

lunes, 17 de septiembre de 2012

Dimensionar la vida y los espacios

Capturo gramos de ternura, al caer el sol en la bahía. Huele a otoño,  y el agua aún mantiene el calor del verano y la espuma de un rosado Peñascal. Un niño de tres años -de pie sobre una tabla de surf- representa la felicidad cómplice con su padre quien -haciendo malabares- sujeta a un tiempo niño y tabla hasta impulsar sobre la ola al diminuto infante. 

Al otro lado de la playa contemplo un castillo en cuyo interior habitan dos princesas con chupetes mientras una abuela y dos jóvenes construyen almenas que impiden se mojen los rollizos muslos de las niñas.

Ya avancé que no me dejaría robar los últimos destellos del verano, ni la ternura. En mi paseo (y ante las imágenes compartidas) me cuestiono la idea de Thomas Heatherwick, para quien "... se está perdiendo la escala humana" ?!



Se trata del fundador de Heatherwick Studio -creado en 1994 en el centro de Londres y en el que trabajan sesenta personas-. El arquitecto (1970) ha realizado célebres encargos como el pabellón de Reino Unido para la Exposición Universal de Shanghái 2010, o el pebetero de los Juegos Olímpicos 2012. 


El llamado Leonardo Da Vinci contemporáneo (por el Royal College of Art donde estudió Arquitectura) considera que la grandiosidad de los museos, aeropuertos y estadios propicia la pérdida de "la escala humana", y que las calles y los espacios públicos debieran ser diseñados para la vida, las relaciones, e incluso para los freaks -los raros- que como usted o como yo paseamos casi desnudos al atardecer, contemplando infantes, castillos y princesas.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Casos de Éxito

Mi socio se dedica al análisis financiero. Al comienzo de este eclipse de sol buceaba a diario en las profundidades marinas de la prensa económica, webs y foros, en alocado afán por entender las causas que estaban provocando la desintegración del mundo tras décadas de permanencia en el llamado "estado de bienestar".

Hace un par de años dejó ese buceo y se puso a diseccionar la realidad de lo que ocurre, la evidencia del puro presente que -a ratos, según dice- encuentra devastado como la Gomera (Islas Canarias) tras el último incendio.

En las últimas semanas me preocupa porque el eclipse de sol, el incendio de la Gomera, y su natural tendencia al análisis -unido a una mente crítica- comienzan a afectar severamente su tono existencial, digámoslo con claridad: su entusiasmo por la vida y su ¿esperanza? Por eso esta mañana tras viajar juntos a Vitoria -para entrenar a un equipo de Michelín- le he propuesto que comiéramos en un lugar bonito a las afueras de la capital Alavesa. Mi intención no era otra sino compartir con él tres casos de éxito y hablarle de la psicología positiva de Martin Seligman, un hombre a quien conocí hace un par de años y cuya vida es una metáfora de sus creencias.



Ramón Rato, treinteañero español, fundó con un amigo hace dos años la empresa HelloByeCars -dedicada al alquiler de coches compartidos- que en la actualidad utilizan 400.000 personas a diario en 600 ciudades del planeta. Rato se propone cerrar el 2012 con la apertura de otras cinco oficinas en ciudades españolas y mantener ese ritmo de crecimiento en 2013. http://www.youtube.com/watch?v=Ev6gG7PUORk

Mi admirado Zigor Maritxalar -treinteañero con un socio- abrió en Bilbao una empresa dedicada a la enseñanza privada. Cuando comenzamos a trabajar juntos en 2009 la plantilla estaba compuesta por quince trabajadores y poseía una sola oficina. En la actualidad se aproxima a los 2000 clientes particulares y de empresa satisfechos, la plantilla alcanza los cincuenta trabajadores, y posee delegaciones en Valladolid, Pamplona y Madrid.

Por último, Marcos Alves, joven propietario de ElTenedor -empresa que lidera las reservas on line de restaurantes de prestigio- afirma que "... la crisis no le ha pasado factura, que mantiene los 150 empleos de su empresa y que en 2013 confía en duplicar los excelentes beneficios obtenidos en 2012...".

Si los sesudos académicos de Harvard afirmaban en 2008 que la crisis financiera estaba motivada por una falta de ética, no dejemos que ahora (2012) nos roben la esperanza de que exista un mañana en claroscuros que exige movilicemos cada jornada hasta el último ápice de nuestro optimismo volcado en el hacer -una y otra vez- hasta el infinito.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Back to Work

A veces... me enamoro de las cosas más excéntricas: de un pequeño rollo de cuerda que utilizo para guiar las plantas, de un cesto de castaño destinado a cobijar docenas de pimientos verdes, de mi pareja, de los matojos de lavanda silvestre, de las viejas sandalias de paja Diadora, de la florecilla rosa que sujeta mi flequillo (devorada por el sol del verano)  y de suslik, un tipo de ardilla europea terrestre amante de la contemplación en el interior de su madriguera que, sin embargo, emerge al sol en la época estival.

En ese gesto dentro y fuera de la madriguera recuerda mi necesidad de silencio e introspección en alternancia con el mundanal ruido. La ardilla suslik inspira mi cuaderno Back to Work.




sábado, 8 de septiembre de 2012

El ADN transformador: Los equipos

Preparo estos días un artículo para prensa especializada y -sumergida en el caos creativo- me acerco al despacho a las ocho de la mañana. Es sábado. La ciudad duerme y sus habitantes reposan ajenos al dulce amanecer en la bahía: cielo azul, veinte grados de temperatura, y mar en calma.

El encargo es de dos folios (unas seiscientas palabras) en las que se me pide que comprima el contenido del curso que impartiré en San Sebastián sobre La Creación de Equipos Transformadores en las Organizaciones (*). Coincide temporalmente mi propuesta con otras cercanas: desde Euskadinnova propician una jornada con enfoque sistémico de las organizaciones, el día 19, en el Parque Tecnológico de Miramon (San Sebastián); y mi amigo Gonzalo -de Ope- promueve un desayuno de trabajo el día 27 cuyo eje central son los equipos de dirección. Cuando el río suena... agua lleva, que dicen en Castilla. 

Comencemos. Las personas "anidan" en los equipos, y los equipos "anidan" en las organizaciones. Resulta por lo tanto evidente que nada de lo que ocurra a nivel organizacional pasará desapercibido a los equipos y -a su vez- nada de lo que suceda en los equipos resultará ajeno a las personas. Las bondades y miserias de la empresa se propagan como un virus por el torrente sanguíneo de la organización alcanzando la más diminuta molécula del sistema productivo.

Abordar la creación de equipos transformadores sitúa el desafío en el core de una empresa entendida como un sistema, un todo (Kurt Lewin). Los equipos al centro del tapete como la bola blanca en el juego del billar. Acaso -ahora me doy cuenta- esta sea la razón por la que los consultores senior acaban trabajando sólo con equipos entendiendo que son el ADN de las organizaciones.



Tomemos tres ideas simples: el equipo como unidad de trabajo, como el lugar en el que más y mejor se aprende de uno mismo y, por último, el equipo como un agente de transformación. Emergen ahora las poderosas fuerzas del cambio a las que se oponen las no menos poderosas fuerzas de la permanencia así como la pulsión caracteriológica de las personas con mayor o menor tendencia-resistencia a las modificaciones (Belbin).

Si abordamos el equipo como unidad de trabajo, seguimos las últimas investigaciones -aún inéditas- del catedrático de psicología social de la Universidad del País Vasco Sabino Ayestarán. Si hablamos del equipo como agente del cambio nos alineamos con el consultor francés Alain Cardon. Si reparamos en la pulsión entre las fuerzas por el cambio y las fuerzas conservadoras nos inspiramos en Eugenio Moliní (Suecia). Si recordamos la necesidad de Remar Juntos, citamos a Germán de Nicolás. Es mucho lo ya investigado, escrito y divulgado on / off line y sin embargo está pendiente linkear todo ese conocimiento de un modo compacto y coherente que dé sentido a experiencias múltiples, simultáneas y -a mi entender- complementarias. Desde el grupo del curso -entendido como una comunidad de aprendizaje, como dice Joseba- nos centraremos en hacer la sinápsis, la unión de todo el conocimiento entorno a los equipos, para que encarnen un poderoso ADN transformador en las organizaciones. Para no extenderme, otro día hablamos de las cuatro culturas corporativas y sus cuatro pulsiones en relación a propiciar-bloquear la creación de equipos.


(*)   Un sábado al mes, en San Sebastián, entre octubre 2012 y junio 2013. Aforo limitado. Interesados ponerse en contacto con: nuriacerrillo@hotmail.com

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Dos ideas... 140 caracteres

Siento la imperiosa necesidad de escribir en el blog. Tengo veinte minutos para hacerlo antes de que llegue el equipo empresarial que entreno algunos miércoles, hoy. Cuelgo el comentario de Amaia en "Volver a lo real" ¡mil gracias! y sintetizo -sin argumentación- dos ideas que me apasionan: la aportación de la diferencia humana en el seno de las organizaciones, y la bondad como un "recurso" clave del liderazgo persuasivo.  

Observen, por favor, la ilustración. En los 16 casos se alcanza el objetivo de atar un zapato. En todos, sin embargo, se hace de manera diferente. Podemos llamarle creatividad, innovación, originalidad, juego y -seguramente- tiene mucho de todo ello pero para mi lo valioso es la "aceptación de la diferencia" que alcanza los objetivos por distintos métodos, caminos, recursos, senderos, desvíos y atajos. Aceptación de la diferencia.


Segunda idea: mi amigo Ander me remite un artículo escrito por dos profesores del IESE titulado Logos, Pathos, Ethos en el que se desglosan los inputs que inciden en la receptividad al  mensaje transmitido por un orador a una audiencia de clientes, trabajadores, votantes o proveedores. Conocedor de mi pasión por la ética, Ander sabe cuánto puedo disfrutar de un texto que destaca en cursiva la idea de que "... la bondad personal de quien habla contribuye a su poder de persuasión frente a la audiencia". De hecho -afirman los profesores del IESE- "... la bondad es el medio más efectivo de persuasión...", algo que ya enseñaba Aristóteles en el siglo  IV antes de Jesucristo. Glub, el equipo ¡está aquí! les dejo.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Volver a lo real




Mis amigos dicen que el blog es cada vez más personal y menos profesional, y con preocupación me alientan a retomar la senda. Como gato panza arriba me resisto a censurar lo que nace de mis dedos como las cebollas emergen tras la siembra en la agradecida tierra de Julián, en Ahedo (Burgos).

He pasado el fin de semana entre montañas: en el hayedo escuché pisadas sobre la gruesa alfombra de hojarasca, me agazapé en silencio, y pude ver una pareja de corzos color siena ágiles y livianos como la insoportable levedad del ser de Kundera. Cuando descubro corzos, ardillas, e incluso jabalíes en libertad, lo interpreto como una señal cómplice y sagrada del silencio: es mi religiosidad atea (y sacrílega) a ojos de los cristianos.

Hundir las manos en la tierra, percibir el fuerte olor de una cebolla roja recién arrancada del huerto, conectar con la generosidad infinita de la tierra que ofrece y ofrece y vuelve a ofrecer a cambio de nada, que sabe esperar la lluvia, la simiente, el abono, la recogida... Volver a lo real. 



Con esa sensación muy presente en mi ánimo, he vuelto al despacho y conectado con  Vicente Todolí  director del museo de arte contemporáneo más importante de Europa: la Tate Modern de Londres. Bueno, seamos exactos: ex-director, ya que lo ha dejado todo para vivir en una casa de piedra sin agua, luz, ni teléfono, en el Vall de la Gallinera (Alicante) su pueblo de origen y donde se dedica a cultivar olivos y naranjos. Reconoce Todolí que algo ha cambiado dentro de él, que siente como si le hubieran cambiado las baterías, que se ha desprendido de "la cháchara" de su oficio y desintoxicado de los millones de imágenes  y sonidos que nos invaden a diario..

El ex-director de la Tate confiesa su hartazgo del "mundanal ruido": las reuniones, los compromisos, las conversaciones sin sustancia, las majaderías... y concluye: si no eres radical te comen por los pies. Tienes que ponerte a ti mismo condiciones radicales, y debes cumplirlas radicalmente. Con este espíritu afronto el otoño.