domingo, 23 de octubre de 2022

¿Cómo prevenir las culturas tóxicas?


En mi trabajo se manejan con frecuencia términos como "organizaciones enfermas", directivos psicópatas y "culturas tóxicas". Parece exagerado pero no lo es y cada vez hay más libros e investigaciones que abordan estos dolorosos (e inquietantes) temas.

La MIT Sloan Management Review publica un metaanálisis de cientos de estudios que profundizan en las culturas organizacionales. El senior lecturer del MIT, Donald Sull, sintetiza los hallazgos en un artículo extenso e interesante.

¿Cuáles son los "drivers" que propician o evitan las culturas tóxicas en las empresas? Sin caer en la simplificación, Donald Sull afirma que hay tres elementos esenciales que permiten predecir la salud o toxicidad de una cultura organizacional: la calidad del liderazgo, las normas sociales y el diseño del trabajo (roles, funciones y responsabilidades).

El experto también alude a otros elementos preventivos como dar y recibir feedback con frecuencia, predicar con el ejemplo y evitar la promoción de profesionales individualistas e insolidarios.

Difícil hablar más alto y claro que el profesor Donald Sull. Les dejo la totalidad del artículo (que incluye fichas técnicas de aplicación práctica en la empresa) pinchando aquí.


lunes, 10 de octubre de 2022

Lo British coloniza Madrid


A finales de este mes pasaré una semana impartiendo formación en Madrid, una ciudad que me produce al mismo tiempo fascinación y vértigo.

Fascinación por la cantidad de tiendas, galerías de arte, museos, parques, cines, restaurantes, librerías, espectáculos... una sobredosis de casi todo para quienes estamos acostumbrados a vivir en ciudades del norte. Conocido es el dicho: "... de Madrid... ¡al cielo!...". 

Vértigo por su intensidad, velocidad y ruido. Acostumbrada a vivir en ciudades de trescientos mil habitantes (Bilbao y San Sebastián) los más de tres millones de ciudadanos empadronados en la capital sobrecoge.




Así que preparo con primor no solo los contenidos que impartiré en la formación a una veintena de profesionales de la sanidad pública, sino los detalles de mi estancia en Madrid. 

Dado que las jornadas se desarrollarán en una céntrica y luminosa sala situada en calle más emblemática de la capital española (la Gran Vía) y que ocuparán la práctica totalidad de mis días, busco un alojamiento cercano y encuentro el Innside Madrid. Ahí comienza la constatación de que el 65% de los establecimientos que ocupan la Gran Vía tienen nombres ingleses como asegura un reciente estudio del que se hace eco el rotativo El País.




La lingüista e investigadora de la Uned, Elena Álvarez Mellado, afirma que "... se considera el inglés como una lengua de prestigio y que una bakery es más molona y permite precios más altos que una panadería...". En fin, que a partir de ahora habrá que decir:  "... From Madrid... to the heaven...! Ya les contaré.

jueves, 6 de octubre de 2022

Las personas, ese KPI esencial


Circula con éxito en Linkedin la segunda imagen que comparto. Diríase que se está haciendo viral entre algunos profesionales vinculados al mundo del management. El texto muestra cierto ingenio y no poco desafío porque en sí mismo propone un cambio de paradigma en la cultura organizacional dominante fagocitada por la tiranía de los KPIs económico-financieros.

Dado que participo en algunos comités de dirección, que soy una profesional senior y que llevo tres décadas de observación, análisis y aprendizaje en las organizaciones, no denostaré la importancia de medir los diferentes Key Performance Indicators que se monitorizan en cada compañía. Sabido es que lo que no se mide ¡no existe! según el clásico adagio empresarial, así que la métrica ha de estar en la ecuación. 




Como casi siempre la cuestión no es KPIs sí o no... sino qué KPIs, por qué y para qué lo que clarifica a qué da importancia cada empresa, en qué basa la toma de decisiones, o qué orienta la estrategia...

Tener claros los márgenes, el porcentaje de deuda, los riesgos por incumplimiento de contrato (y sus penalizaciones económicas) etc. es necesario -acaso imprescindible- pero no suficiente para liderar con éxito una compañía en el 2022 y sucesivos. 

Si tomamos los KPIs numéricos como el fin de una compañía, podemos considerar a las personas como "medios" esenciales para conseguirlos y las personas son de carne y hueso: sienten, padecen, precisan motivación, aliento, información, cuidado, integración... 




Tanto la propiedad como los principales directivos de las compañías suelen relegar los asuntos de las personas a la zona llamada soft de la gestión como si se tratase de un adorno innecesario y modernista respecto al enfoque tradicional donde sólo el número importa. Alguien tiene que decirlo alto y claro: en el 2022 y sucesivos no se alcanzará la deseada rentabilidad o ebitda si -de verdad- no motivamos, cuidamos, informamos, integramos e inspiramos a las personas.

Si analizamos la slide que se está haciendo viral en Linkedin podemos reflexionar sobre algunos matices, por ejemplo: como directivos está en nuestra mano informar e incluir, pero interesar e inspirar a los profesionales depende de complejas consideraciones. ¿No les parece? ¿Cuál es su opinión? 


sábado, 1 de octubre de 2022

Información versus Conocimiento

 

Estamos rodeados. Navegamos en un mar de información inconexa, ligera -acaso superficial- con barniz de aportación a la colectividad. 

La cantidad de informes, artículos, investigaciones, datos, usos y costumbres que saturan las redes sociales tiende al infinito. La intensidad alcanza el grado de empacho. 

El experto en branding Andrés Pérez Ortega publica en Linkedin un artículo que invita a la reflexión sobre la indiscriminada ingesta de contenidos y propone cautela.

Tomo el hilo conductor de su post y comparto mi pensamiento con ustedes. En las redes sociales, para  seleccionar el contenido valioso hay que sostener la actitud de un Samurai y cortar cabezas (titulares) a diestro y siniestro separando con determinación el grano de la paja con un criterio claro y focalizado en nuestros intereses. Paso uno: frente a la saturación de contenidos, sostener la actitud vehemente de un Samurai. Paso dos: tener claro cuáles son nuestros intereses y focalizar en exclusiva esos contenidos. El resto... ¡es calderilla! aunque resulte entretenido.

 




Personalmente "sigo" durante meses o años a un puñado de profesionales que por la perseverancia, profundidad y consistencia de sus publicaciones se han ganado mi respeto. No leo a todo el mundo todo el tiempo, sino a unos pocos expertos de vez en cuando. Paso tres: buscar la fiabilidad de las fuentes que publican y renunciar a lo demás. Entre los profesionales a los que leo se encuentra Andrés Pérez Ortega de quien he leído tres de sus libros y cuyas recomendaciones comparto con mis propios clientes. 

Una vez que tenemos claros nuestros intereses, estamos dispuestos a renunciar a otros contenidos por atractivos que resulten, y hayamos hecho el trabajo de elegir (y quedarnos) solo con los profesionales realmente expertos en la materia de nuestro interés, conviene recordar que siendo importante lo que comemos, lo relevante es lo que digerimos, es decir: aquello que nuestro cerebro procesa, contrasta con la experiencia y el conocimiento propios y añade algo nuevo, diferente, exótico o ¡valioso! a nuestra especialidad.

Ante el "buffet" de contenidos que ofrecen las redes sociales, conviene masticar / triturar en un proceso selectivo  implacable para -finalmente- digerir la información al punto de que llegue a transformarse en conocimiento, acaso en sabiduría. ¿Cuál es su opinión / experiencia?