sábado, 29 de diciembre de 2012

Casos de Exito II


En el coqueto hall del Hotel Niza (San Sebastián), Nerea (Azurmendi) me hace una entrevista  para el Diario Vasco buscando desvele la fórmula de la felicidad y la comprima en un decálogo para los lectores del rotativo.

La idea es que "llene" de contenido página y medía de la sección Al Día cuando los lectores se asomen al periódico dispuestos a coquetear con el "algoritmo de la felicidad" y los buenos propósitos del nuevo año (2013).

Camaleónica tarea para una humilde mortal porque mi magia sólo consiste en que cada cual conecte con la suya. Porque mi fuerza llega justo hasta la frontera de la pasión y persistencia que cada persona ponga en el logro de su objetivo, ni un milímetro más. Porque la formula de felicidad es única e intransferible, como la huella digital o el zapatito de Cenicienta. Y, finalmente, porque mi parcial visión, experiencia y conocimiento limitan una respuesta sabia a un desafío tan enorme.

Después de la grabación del vídeo para la versión on line del periódico y de la sesión fotográfica con José Mari -quien sonríe tras alguna de mis bromas-, la veterana periodista saca su pequeño bloc de notas, enciende la diminuta grabadora, pide agua natural y ¡comenzamos! Los primeros treinta minutos de entrevista van crispando su paciencia porque no le doy un titular: aunque hablo claro (y a veces alto) no termino de disparar el gancho que deje KO al lector desprevenido. Nerea cuenta que su jornada ha comenzado muy temprano, que ha participado como tertuliana en la radio, y que para las once ya ha tomado tres cafés. Después bebe un sorbito de agua mineral y con sus preguntas ataca -como un sabueso- desde la lealtad al oficio. Una y otra vez trata de que baje del olimpo de los equipos directivos (con los que trabajo) al vulgo del que no tengo más referencia directa que el sentido común, la lectura de prensa económica y webs internacionales. Intento complacerle con argumentos, investigaciones recientes, datos y referencias bibliográficas que no registra en su cuaderno¿acaso por insulsas?


Cuando ya he terminado mi café, Manoli nos pregunta si queremos algo más. Tras la negativa, Nerea quiere saber ¿cuál es el grado de receptividad del empresariado vasco a los procesos de entrenamiento en liderazgo, si no se muestran un poco escépticos?  Yo le digo que sí... y después explico...

Verás, cuando un empresario ha hecho cambios en los procesos, en los productos y servicios (innovación), y en los mercados (internacionalización) y no obtiene los resultados que desea, entonces -y quizá sólo entonces- contempla la posibilidad de "cuidar" el factor humano. Ese y no otro es el momento de entrenar a un líder, a un equipo, a un departamento o a una organización entera.

El Factor Humano

¿Tienes algún caso de éxito que puedas compartir? -dice mientras eleva las cejas por encima de sus gafas-. Yo cuento que el Gabinete de Imagen de María Uranga ha multiplicado por cuatro sus beneficios empresariales en 2012. Que la empresa docente Implika ha crecido en el último año de una a cuatro sedes en territorio nacional y de 15 a 55 trabajadores. Que B.R. se ha integrado en el comité de dirección de un gran centro tecnológico vasco. Que AU está al frente de la unidad de investigación marina de otro centro tecnológico y que el equipo de San Sebastián Turismo ha multiplicado por tres los beneficios por venta de productos. ¿Y qué ha cambiado?  -pregunta la periodista con un punto de sarcasmo-. El factor humano -le contesto- las personas, su motivación, ilusión, el orgullo de pertenencia, y la conciencia de equipo, entrenada durante durante meses.


¿Algo más?   Sí, uno de los presidentes del Grupo Mondragón consiguió el sueño de publicar un libro. El responsable de Michelín Vitoria ha sido galardonado como el más exitoso (de Europa) en el logro de objetivos propuestos para su entrenamiento. Y el cocinero Joseán Martínez Alija se alzó con una estrella Michelín al frente de Nerua, el restaurante del Museo Guggenheim Bilbao

Entonces... tu trabajo como entrenadora de líderes y equipos de empresa ¡es mágico! ¿no? -concluye Nerea-.  No, le contesto, la magia está en el factor humano. ¡Las personas!

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viernes, 21 de diciembre de 2012

Asegure el éxito = Contrate sólo Profesionales


En la misma semana una alumna de Ingeniería de la Universidad de Deusto (Bilbao) y un alumno de mi curso Construcción de Equipos Transformadores (San Sebastián) me han hecho la misma pregunta. Como facilitador/a de procesos de cambio (coaching) 

                                         ¿Cómo asegurar el éxito 
                        de las intervenciones con equipos directivos?

No es una pregunta nueva para mi. Sin embargo, al pensar en ello esta mañana he conectado con una extraña virulencia (casi un hartazgo) en absoluto relacionado con la pregunta -que me parece interesante-, ni con quienes la formulan desde la responsabilidad, sino con un trasfondo antiguo fermentado como un lácteo caducado.

Un profesional que consigue el éxito de un proceso de entrenamiento de equipos es como el Empire State Building de Nueva York (en la fotografía), en tanto que un impostor del coaching es como el Puzzle Lego del Empire State Building (mi amiga Sara lo ha comprado para su nieto Iker). Parecen lo mismo. Pero no lo son.  



Un  profesional del entrenamiento deja una organización empresarial mejor de como la encontró (para eso le contratan) y es como un bolso de Louis Vuitton, en tanto que un aficionado enreda, desordena y pasa sin pena ni gloria como una imitación asiática y cutre de Vuitton

Ya se que estas analogías no colmarán el hambre de conocimientos de los aprendices y que frustrarán su necesidad de respuestas precisas porque aún no han descubierto que la vida -como el entrenamiento a directivos- no es una ciencia exacta, sino un arte que no se basa en el uso de "herramientas" sino en las personas. Igual que un bisturí no es nada sin un cirujano, el resultado de una intervención depende de las habilidades, capacidades, ética y conocimientos del experto.

La cuestión es "quién" entrena al equipo, en lugar de "qué" se hace -exactamente-, y en lugar de "herramientas" aplicamos metodologías ajustadas a cada proyecto y equipo como el zapatito a Cenicienta .

Dejemos claro este asunto: antes de contratar a una persona para que entrene a un equipo directivo, al comité de dirección, o a los propietarios de una empresa, asegúrese de que el facilitador/a es la un auténtico profesional ya que evitará riesgos innecesarios. Distinguirá al profesional porque:

Posee al menos una Licenciatura.
Tiene años de experiencia como trabajador por cuenta ajena.
Tiene años de experiencia como trabajador por cuenta propia.
Ha sido directivo = ha liderado equipos.
Ha obtenido buenos resultados en su carrera profesional.
Se ha formado mucho en esta novedosa profesión.
Lo haya hecho con mentores internacionales.
La dopamina de su cerebro rebosa optimismo. 
Tiene más de 4.000 horas de experiencia en coaching.
Su fama boca-oreja le precede =  honestidad + resultados. 
Pone condiciones para asumir un encargo.
Condiciones relacionadas con el "diseño" del proceso.
Tiene la agenda completa a rebosar.
Sus tarifas son razonables.
Confiesa que no tiene varita mágica.
Explica que la mejora exige esfuerzo.  
Tiene sentido del humor.
Está certificado por la ICF, con sede en USA.

Como a la hora de elegir un cirujano, antes de abrir la puerta de su empresa a un profesional del entrenamiento de equipos, investigue el "quién" porque hay originales y versiones, profesionales e impostores. Parecen lo mismo. Pero no lo son: como el Empire State Building de Nueva York y el puzzle de Iker ;-D   

domingo, 16 de diciembre de 2012

¡Los triunfadores entrenan más!

Leo a Carmine Gallo en www.businessweek.com donde referencia la habilidad del fallecido Steve Jobs para clavar en la butaca a una audiencia cautiva con un discurso elaborado con la tramoya propia del teatro: argumento en tres actos o ideas principales, buen titular periódístico, manejo del suspense, reiteración del mensaje principal, y -finalmente- la presentación de cada éxito logrado con un desparpajo del que sólo hacen gala los norteamericanos. 

Hoy -contagiada por el descaro made in USA- me desprendo de un manotazo de la prudencia europea, como sacudo la mosca que zumba sobre la manzana.
A finales del verano 2012 conocí a una bella neoyorkina que trabajaba en el sector turístico vasco desde los años noventa. Llegó al despacho fascinada por el blog -según confesó en el primer encuentro- y lo primero que me sorprendió de ella fue el hecho de que siendo gran conocedora de la gastronomía vasca de alto standing, y poseyendo una agenda increíble, no conseguía cerrar acuerdos comerciales permanentes con sus principales clientes, lo que repercutía en la fluctuación de sus finanzas y -por lo tanto- en la sostenibilidad de su negocio. Tras entrenar a Ghislaine (durante seis meses) en el diseño de sus servicios, tarifas, imagen corporativa, delegación de funciones, uso elegante de sus contactos, y propuestas concretas a clientes estratégicos ¡acaba de firmar un acuerdo de colaboración permanente con Juan Mari en calidad de embajadora de la firma Arzak. Ella lo considera un sueño. Yo estoy contenta porque al fin han tenido recompensa su incondicional entrega, lealtad y buen hacer ¡de la última decada!

http://www.arzak.info/index.html

La firma Michelín ha puesto en marcha una experiencia piloto para el entrenamiento de seis altos directivos de la firma en nuestro país. Si la marca francesa lo considera un éxito, extenderá el proceso a más de un centenar de personas de la organización. En la primera fase han elegido a los profesionales más exitosos: aquellos que ya alcanzan todos los objetivos de producción, innovan en los procesos, y ejercen competencias de liderazgo. Es un lujo poder entrenar a Bosco, responsable de la factoría Michelin más rentable ¡del mundo!  Comencé a trabajar con él hace cuatro meses con el objetivo de amortiguar (un poco) su apasionado carácter y explosiones verbales. Desde que entrenamos no se ha producido una sola discusión con pares, subordinados ni superiores. Tampoco con la delegación rusa, cuyo proyecto-estrella se pondrá en marcha a cien kilómetros de Moscú en la primavera del 2013. Él está sorprendido y reitera en cada encuentro ¡¡¡ya podía haber conocido esto hace treinta años!!! Aunque ya era un exitoso profesional, al mejorar su autocontrol emocional y pulir su manera de comunicar ha multiplicado por diez su ya excelente reputación internacional. También su eficacia en la gestión de proyectos. En este -como en tantos casos- no basta con ser un excelente profesional sino que hay que parecerlo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Metáforas + Humor


En dos meses un grupo de mi entorno ha padecido algunas derrotas: a una mujer se le ha muerto el padre; otro tiene a su progenitor en la UVI tratando de traerlo a este lado de la frontera; tres personas han perdido su empleo; a una sexta le ha dado un ataque de ansiedad; una séptima persona ha comenzado a tomar antidepresivos. El porcentaje devastador alcanza al cincuenta por ciento de los participantes. ¡No está mal para dos meses!

Cambio de tercio. Mañana, tenemos una nueva oportunidad de aprender cómo se construyen los equipos transformadores en el seno de las organizaciones productivas, en las empresas. El temario que he preparado incluye prácticas reales en aula con la metodología de Alain Cardon y Eugenio Moliní (que estará con nosotros el 19 de enero 2013, en San Sebastián), así como supervisión de casos empresariales en los que se haya intervenido, y mentoring de sesiones individuales de entrenamiento.  Es un tupper prieto para cinco horas con apenas dos descansos de quince minutos justo para estirar la musculatura, fumar en el jardín (los adictos a la nicotina), tomar un café, una manzana, o intercambiar impresiones sobre las lecturas que vamos abordando, el grupo de trabajo en Facebook, o los talleres de los subgrupos vía Skype.

Me propongo esparcir también por el despacho un toque de ternura con mi mágico spray-ambientador que se adhiere a las sillas, alfombras y paredes horas antes de la llegada de los invitados desde Galicia, Cataluña y País Vasco. 

Ya comprenderán que la ternura (como la solidaridad) han de rociarse con mesura: no sea que nos convirtamos en un grupo de terapia, o en un equipo que confunda la inteligencia emocional con la lágrima fácil, y la solidaridad son abracitos fuera de contexto. La clave será el humor que -como dijo la poetisa Gloria Fuertes- es una cualidad del amor. Humor y metáforas para des-dramatizar lo que hay, lo que ocurre, lo que es... y desde esa ligereza poder digerirlo (integrarlo) y -si es posible- superarlo. Es lo que hizo ayer con maestría la clown Virginia Imáz (en la foto) en un contexto empresarial de corbatas y abrigos de cachemire (Adegi). Virginia supo provocar la carcajada del más ortodoxo de los gerentes: ironizó con la misión, visión, valores... estrategia... con el enfoque-desenfoque de objetivos, con la escucha, y con las preguntas poderosas. Y lo hizo con taaanto amor que no resistí felicitarle cuando se desmaquillaba en su improvisado camerino, y contarle que hacía dos décadas que deseaba conocerle porque en su caso la leyenda de sabia filósofa cómica le precede.

En el curso Construcción de Equipos Transformadores (módulo tres) -que viviremos mañana catorce personas en San Sebastián- habrá humor por aquello de que "es una cualidad del amor" ¡y porque apetece!


lunes, 10 de diciembre de 2012

Apología de la Mirada

Mucho se ha escrito sobre la escucha como competencia clave del líder. Hablemos, de una vez por todas, con claridad: mucho se ha escrito sobre la escucha como excelsa cualidad del "ser evolucionado". Casi nada se ha escrito, sin embargo, sobre la mirada. 

Tras unos días lejos de  mi mundanal ruido, abordo el teclado sin más brújula que el urgente palpito de las yemas de mis dedos afectadas por la crónica patología de contar historias. Escribir.

De un tiempo a esta parte miro al cielo tanto o más que la suelo y descubro rebaños prietos de ovejas sobre un césped azul cobalto. También arcoiris invertidos -hasta cuatro, en menos de una hora, mientras viajo al mediodía  por el sur de Francia-.


Educar la mirada acaso sea tarea para una vida: yo -que ya he cumplido cincuenta y cuatro años- siento que no me alcanzará el tiempo para afinar la pupila al punto de descubrir el sentimiento que hay detrás de unas pálidas manos que -en la calle, a cero grados- abren un paquete enviado por correo desde el País Vasco hasta Toulouse por una abuela (casi octogenaria) a una nieta en su vigésimo octavo cumpleaños.


En un paseo por la ciudad del ladrillo, con la Plaza del Capitole repleta de tenderetes navideños y abigarrada de abetos blancos -en la que se mezclan cien mil olores a salchichas, vinos calientes, gofres, aceites esenciales, velas aromáticas y hasta elixires para el amor- busco un poco de ternura y ¡la encuentro! en el puesto más cercano al ayuntamiento donde compro algunas servilletas bordadas en lino, y un corazón de trapo para colgar del pomo de la puerta.



Después mi mirada sigue buscando en la calle la existencia tridimensional y corpórea de aquellas ideas, sueños o sensaciones, con las que fantaseo en mi interior.





Me acuerdo de Geppetto, artesano de la madera y abuelo de Pinocho -desobediente y juguetón, como yo-, historia que tantas veces escuché en mi infancia sin deshacerme por ello del vicio de mentir, aún cuanto sentía pánico de que me creciese la nariz. Sumergida en mis fantasías animadas, una vez más la realidad ha traído ante mis ojos la representación de un artista con títere, en una callejuela en la que el sol permitía el desarrollo del pequeño espectáculo capturado por mi Kodak 10 Mega Pixels.


Confesaré que he estado casi diez minutos escuchando el recital del acordeonista  ;-D  y que durante ese tiempo el artista se ha hecho tantas preguntas sobre mi, como yo sobre él. Comparto las mías, porque aún no tengo el don de la clariaudiencia.

¿Quién trabaja para quién? ¿Quién elige el color de la camiseta y luego el otro se acompasa? ¿Quién plancha las perfectas rayas de los pantalones? ¿A cuál de los dos le gustaría ser "el otro"? ¿Por qué se dedican a esto, un domingo cualquiera, del crudo invierno francés? Esta manera de vivir ¿se corresponde con el anhelo del artista? ¿Y de la marioneta? 

En la fotografía no se puede apreciar, pero la cara del muñeco era una reproducción exacta de su dueño ¡dueño y señor! En la fotografía tampoco se aprecian los hilos que movían al muñeco sin voluntad propia al abrir/ cerrar el acordeón, o al dar una patada sobre el asfalto al final de una pieza. Se dice que el propio Carlo Collodi confesó a la prensa italiana entre 1882 y 1883 que escribió la historia de Pinocho con pretensiones alquimistas, es decir, que el ferviente deseo de tener un hijo llevó a Geppetto a construir un muñeco de madera que desarrolló vida propia. De tanto soñarlo... el trozo de madera se convirtió en un niño. Es la magia sagrada del alma y la eterna pregunta de qué es primero ¿creer para ver, o ver para creer?  

Busqué señales y encontré cuatro arcoiris invertidos, en una hora, cerca de Bayona. Busqué ternura y hallé corazones de trapo, frente al ayuntamiento de Toulouse. Temí la fealdad y me golpearon horrendos olores en El Capitole. Recordé al Pinocho de mi infancia, y encontré un artista ambulante con su marioneta acordeonista. De manera provisional, me quedo con la hipótesis de Creer para Crear: Primero la Mirada.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Cien espectadores y una ballena en bajamar

Varada tras el último naufragio es el título de una novela de Esther Tusquets que leí con fruición en los ochenta, poco después de su publicación. Bien escrita por la experta editora, aludía a las crisis existenciales que nos sacuden en el oleaje del vivir, y que en el argumentario de sus obras con frecuencia se ceban en las mujeres, sus amores y proyectos (durante cuarenta años dirigió la editorial Lumen).


Hoy me he acordado de ese título, Varada tras el último naufragio, ya que -en espera de las expertas explicaciones de mi amigo Adolfo (oceanógrafo)- desconozco el error de cálculo que ha hecho varar en la bahía de La Concha a una ballena cuyos últimos suspiros de vida he podido contemplar en mi paseo matinal. El animal -de unos dieciséis metros de largo, con el lomo oscuro, casi negro, y la panza algo más clara- daba serenos coletazos esperando que el mar le rescatase una vez más con su marea. Pero no ha tenido suerte ya que estábamos en fase de bajamar.

Aunque no es la primera ocasión -ni será la última- en la que un cetáceo de estas dimensiones acaba varado en la límpida arena de nuestra costa, el espectáculo ha concentrado sobre la barandilla del paseo a cientos de personas ansiosas por registrar en sus cámaras y móvil la imagen del pobre animal atrapado entre la vida y la muerte por un despiste. Nadie parecía darse cuenta de que el rorcual se despedía con su enorme cola en un lastimero y último intento de que alguien le ayudase a retomar su destino.


Al mediodía he pasado por el mismo lugar y allí permanecía la ballena tras haber fallecido con cetácea dignidad ante curiosos y policías  que no han movido una pestaña por salvar al animal. Diríase que su actitud era la de espectadores sentados en el sofá de casa contemplando un reportaje del National Geographic. El rorcual estaba exhausto, delgado, confuso y aturdido ¿y nosotros? anestesiados por completo, incapaces de reaccionar ante el dolor de un animal que con serena actitud y sin aspavientos transitaba entre la vida y la muerte, un día festivo cualquiera, en la playa de La Concha (San Sebastián).

jueves, 6 de diciembre de 2012

El piolet de Edurne Pasabán: La Confianza

Nunca he conseguido disfrutar de los conciertos de piano a cuatro manos, y algo semejante me ocurre con los libros escritos entre varios autores: los relatos corales tienen algo de búsqueda de complementariedad que -en la mayoría de los casos- resulta fallida por la disonancia de ritmos y tonos narrativos, además de las diferencias (a veces insalvables) de conocimiento, lenguaje o expertise.

Aprovechando una gripe de poco fundamento, me he recluido casi todo el día en la trastienda de mi casa para leer -de una tirada- Objetivo Confianza, un libro escrito por Edurne Pasabán y Angélica del Carpio, publicado por Random House Mondadori, colección Conecta.


Desde el comienzo del ensayo hay un salto de estilo (incluso tipográfico) entre las páginas en las que narra la alpinista y aquellas escritas por su coach, y aún siendo claro el intento de acompasar el discurso no siempre  consiguen enganchar al lector.

Pasabán detalla su último y fallido intento de coronar el Everest sin oxígeno, y Del Carpio reflexiona en voz alta sobre el proceso en la toma de decisiones, los valores, la comunicación, la visión de la meta, y los errores por cansancio o imprevistos (climatolología, enfermedad de los sherpas...). Una se centra en la pura acción sobre el escarpado terreno del ochomil, y la otra disecciona el comportamiento de Pasabán y su equipo en una situación extrema. Siendo (sobre el papel) un planteamiento bonito, finalmente carece de la fuerza que -a priori- cabía esperar de un personaje tan apasionado como Edurne Pasabán.

La metáfora entre los desafíos de la vida y la montaña queda sin embargo firmemente instalada en la mente del lector, como un seguro piolet del que pende la vida del montañero.

Podremos admirar o no el último libro de la alpinista tolosarra, pero nadie podrá negarle la gloria de haber coronado catorce ochomiles: territorios conquistados a base de entrenamiento, fuerza, coraje, fe, liderazgo, resilencia a la frustración, al dolor, al frío, a la incomprensión y a la crítica. 

Al final me quedo con la sólida sensación de que es un personaje en fase de re-invención de sí misma y eso ¡me encanta!

sábado, 1 de diciembre de 2012

High Flyer ¡Líder de altos vuelos!

Tuve el honor de coincidir con Martin Seligman en la parrilla de speakers del congreso Liderazgo, Motivación y Crecimiento Personal. Él era uno de los Ponentes (con mayúscula), junto con Luis Huete, José Antonio Marina y algunos otros monstruos de las galletas intelectuales y mediáticas del siglo XXI. Yo era la única mujer y la única vasca sobre el estrado, y me sentía pitufa en semejante mundo de gigantes.

El congreso se desarrolló durante dos días consecutivos en el Palacio de Miramar (San Sebastián) y -ciertamente- nos trataron como a reyes. Tras varias visitas turísticas, la segunda jornada cenamos en el restaurante del Museo Guggenheim Bilbao donde mi amigo Joseán Martínez Alija (una estrella Michelín al frente de Nerua) nos agasajó como el gran anfitrión que es en todas las ocasiones. 

Me colocaron en la mesa presidencial frente a Andoni Luis Aduriz (Mugaritz) y al lado de Seligman que no habla una sola palabra de castellano, así que fue una ocasión preciosa para practicar inglés mascachicle y disfrutar de la altísima gastrononomía de Josean, del sentido del humor de Aduriz, y de la sabiduría existencial del padre de la psicología positiva. En un momento de la cena -acaso afectado por la mezcla de licores (seis caldos distintos antes del cava)- me preguntó si quería escuchar su feedback a mi ponencia a lo que encantada y temerosa le dije ¡sí, desde luego, por favor, adelante, Martin!

Y ahí fue cuando escuché por primera vez una crítica que después se ha repetido con frecuencia: "...tu conferencia ha sido un tupper demasiado lleno...". Tras unos segundos de silencio que resultaron embarazosos para mi (Seligman es americano y el estilo directo le resulta cómodo), tuve el coraje de pedirle me clarificara un poco, por favor, qué quería decir exactamente con "el tupper demasiado lleno". Pues que el contenido que has presentado alcanzaba para cuatro conferencias: parecía que hubieras metido con calzador infinitos conceptos linkeados talentosamente pero -ahí se paró un instante para utilizar la servilleta- difíciles de digerir para quien no tenga conocimientos de management o liderazgo. La conversación fue interrumpida por las trufas glaseadas en un plato extrañamente hondo y blanco. Meses después de aquella conversación, Seligman y yo seguimos intercambiando mensajes de correo electrónico y siempre bromea con el tupper  ;-D


Hoy me he acordado de esta historia porque la semana que viene intervengo en la Universidad de Deusto como profesora invitada ante alumnos de Ingeniería. El título de mi máster-class es Cómo ser un High Flyer, un líder que vuela alto y motiva a su equipo. Por un lado me ilusiona poder compartir con los estudiantes algunos de los aprendizajes de mis últimos treinta años, pero por otro me asusta -casi me bloquea- el pánico de volver a presentar demasiado contenidos. Así que en los dos últimos días he escrito y desestimado seis guiones por su complejidad conceptual. Inicio ahora el séptimo y comienzo por lo más elemental, la traducción literal del diccionario Oxford para el concepto High Flyer: alguien que ha alcanzado un éxito notable y lo ha conseguido en menos tiempo de lo habitual. Entonces tendremos que abordar sus sueños y transformarlos en objetivos, y calibrar la fortaleza de sus alas (cuerpo, mente y corazón) así como sus valores y creencias, y después trazar un plan de acción que propicie ser un high flyer, alguien que vuela alto e inspira a los demás.


Resumo: Sueños + Objetivos + Dafo + Fórmula del Éxito + Valores + Creencias + Plan de Acción hasta el Logro. ¡Lo tengo! En menos de una línea. Seligman estaría orgulloso de mi: esta vez llevaré el tupper a la mitad ¿y qué haremos el resto del tiempo?  Volar por el aula sobre aviones de papel, hasta que llegue el Rector y pregunte qué está pasando allí    ;-D

http://www.ted.com/talks/lang/es/martin_seligman_on_the_state_of_psychology.html

viernes, 30 de noviembre de 2012

El último vagón de la esperanza


http://www.impuls-up.com/que-es-impuls-up

Desde hace algunos años todas semanas recibo algún Email de un coach novato (no necesariamente júnior) que desea abrirse camino en este complejo mundo profesional tras haberse formado en una, dos, tres o más escuelas nacionales o internacionales.

Con frecuencia las personas se ponen en contacto conmigo después de haber intentado en solitario hacer de su deseo de ayudar una profesión remunerada. Al no conseguirlo, -y sabiendo de mi ocupación de agenda- fantasean con la idea de que yo tengo la "piedra filosofal" del bussines. 

Cuando me escriben ya han gastado la práctica totalidad de sus ahorros (en las citadas formaciones), han realizado algunos intentos para dar a conocer su recién adquirida certificación, y han quemado casi todos los "cartuchos de esperanza" esperando durante días, semanas y meses... sin que ocurra absolutamente nada. Llegan a mí en un estado de moderada desesperación, y me colocan en la difícil tesitura de acompañarles, orientarles e impulsarles, desde la honestidad y el conocimiento del sector.

Quiero confesar que si bien me vuelco en ello con entrega (y que algunas veces lo consiguen), me producen una enorme desazón los mensajes publicitarios de las escuelas dispuestas a formar a cualquiera a sabiendas de que sólo un 5% de todos los coaches formados trabajan alguna vez como tales; y a sabiendas de la hiper-saturación de profesionales que se han lanzado a esta actividad como el último vagón de la esperanza.

Desde el año 2002, el mayor negocio del coaching en España es el de la formación de alumnos a quienes se trocea el pastel del conocimiento en módulos de tantos mil euros por ración, unos reconocidos por la ICF, otros ni siquiera, varios con prácticas no remuneradas, alguno con profesorado en activo, y la mayoría con profesores que jamás han entrenado a nadie...

La tendencia de mercado (*) apunta al coaching de equipos como la panacea del mañana y sugiere a quienes deseen hacer de este bello oficio su manera de vivir que acumulen experiencia, transmitan confianza, y consigan referencias de los clientes. En un mundo de marketing viral (on y off line), el boca-oreja sigue arrasando en el hit-parade de los éxitos profesionales.

En medio del caos hoy he recibido desde Barcelona la original propuesta de Carol quien ha hecho un mix de sus tres pasiones: la danza, la terapia corporal y el coaching... las imagenes de su web son tan bellas que no he resistido reproducirlas en el post. ¡Gracias, Carol!

(*)  Datos de la Encuesta de Mercado del Coaching en España, EMCE 2012, realizada por Jaime Bacas.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Alimentación Emocional ;-D













En mitad de la semana, de la vorágine, y del aturdimiento de encargos, me he permitido dos horas libres. Y aunque no sabía a qué iba a dedicarlas -o quizá precisamente porque no he planificado un listado de ludiqueces- ¡ha resultado una delicia! 

Cuando la climatología parece haberse enfadado con alguien y transitado en dos días del verano (sol y veinte grados) al invierno (cuatro grados, lluvia y viento racheado), me he acomodado frente a la chimenea del salón donde con parsimonia he retirado el celofán de un CD que me regaló el pasado viernes Vicente Domínguez Solera con la dulzura que le caracteriza.

Escuchando el CD, la voz de Vicente te lleva a través de las nueve etapas del crecimiento humano que comienza en el útero y culmina en la llamada etapa de la sabiduría a la que me aproximo... ;-D

Sobre fondo de música de Gean Gagá, la serena voz de Dominguez propicia un estado de relajación meditativa y respiratoria acompañada de mensajes positivos que vinculan la alimentación con las emociones y las emociones con la alimentación, en un bucle de impacto infinito cuya responsabilidad nos pertenece.

El texto que susurra Vicente resulta cadencioso como un mantra sanador, y alude a la aceptación del propio cuerpo, sus cambios y emociones, los tránsitos propios de la edad, el agradecimiento a la vida, los ancestros, los alimentos, y el perdón en sus variadas formas. Es una propuesta relajante y una meditación guiada que me ha recordado las que yo escuchaba en mi etapa más hippie y cuyas bonanzas casi había olvidado.

Desde hace más de veinte años Vicente trabaja como terapeuta especializado en rebirthing tras haberse formado intensamente con Bob Mandel y otros lideres internacionales. Ubicado en la localidad vizcaína de Guecho, Domínguez Solera ofrece seminarios y consulta entorno a la salud, la alimentación y el renacimiento. Su CD puede adquirirse en inglés y en castellano on line y por teléfono. Su precio es simbólico ya que apenas cubre los gastos de grabación. ¡Las cosas de Vicente! Por cierto, volverá a traer a Bob Mandel a Bilbao (Vizcaya)  los días 2 y 3 de marzo de 2013.


http://www.bobmandel.com/. 
http://www.vicenteds.com/vicenteds.com/Home.html  

domingo, 25 de noviembre de 2012

La determinación ¡de avanzar!

Siento una exquisita dulzura cuando salgo de casa y pedaleo diez minutos en paralelo a la bahía sin cruzarme con un sólo peatón, un domingo cualquiera del otoño, a las ocho de la mañana: todo está sereno, y la ilusión de avanzar con mis proyectos me lleva hacia el despacho.  A medio camino me sorprende una lluvia intensa que pone a prueba mi resilencia y la capacidad aislante de mi gabardina roja de Caperucita. 

En la vida, más pronto que tarde, surgen imprevistos (no siempre agradables) que, sin embargo, no han frenar el avance hacia nuestro destino, resistiendo el azote de las gotas en el rostro y la humedad que penetra las capas de cebolla en las que solemos envolvernos.

A las 8.07 he atado mi bicicleta al árbol más cercano al portal y agradecido su cobijo durante los instantes de cerrar el candado. Ya en el despacho han emergido como un coro de grillos las voces de los "asuntos pendientes" que -desparramados por mesas y estanterías- pugnan por hacerse un hueco en la prioridad de abordaje: preparar una máster class sobre liderazgo para la Universidad de Deusto, alimentar el Transformer Team en Facebook, actualizar mi desastroso perfil en Linkedin, preparar las carpetas de los clientes de la semana entrante, leer, resumir y referenciar, cuatro libros que han llegado la semana pasada -comprados o regalados-, escuchar el CD de un amigo que recopila en ese formato su experiencia profesional de los últimos veinte años, y  hacer una hoja de encargo y presupuesto para una prestigiosa empresa vasca que desea entrenar a quince directivos a partir de enero 2013.


Einstein con su psicoanalista


En uno de los descansos de la mañana descubro ¡con perplejidad! que voy vestida de gris con unas medias ¡verdes! Me acuerdo de mi admirado Albert Einstein: ni de lejos tengo un ápice de su genialidad, pero comparto su despiste y "torpe aliño indumentario". Al filo de las diez oigo un repique de campanas y -mientras las cuento mentalmente- recuerdo la frase del Nobel: "Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, y no estoy seguro de la primera". Sonrío.

Despego los dedos del teclado y disciplinadamente hinco el diente a los asuntos que me esperan. 
  

sábado, 24 de noviembre de 2012

Inocencia en estado de sock

Las cincuenta y seis butacas azules de la sala 7 de los cines de mi barrio estaban completas, esta tarde, a las cinco. La película ha comenzado con una frase de Albert Camus que anunciaba la llegada de una sobredosis existencialista en los siguientes noventa minutos de proyección cuyo cierre se ha producido sobre una oscura parrafada escrita por Edgar Allan Poe. 

La belleza de Adrien Brody (protagonista en la imagen) y la exquisita sensibilidad del realizador británico Tony Kaye, sostienen el disparo en el estómago que ofrece cada fotograma en el que se retrata a la juventud norteamericana al borde de todos los precipicios. La historia -narrada en primera persona por Henry, un profesor de instituto- utiliza el tono propio del monólogo interior que atrapa al espectador por la solapa de la congoja ante la brutalidad que contempla sin tregua al fondo de la pantalla. Detachment -título original del filme rodado en 2011 y estrenado en 31 de octubre de 2012- se presenta en el mercado hispano con el título de El Profesor cuyo tráiler de veinte minutos es posible contemplar en el link:  http://www.20minutos.tv/video/hjryCGHI-el-profesor/



La película me la recomendó uno de mis tutores porque el protagonista muestra una excepcional capacidad de "estar presente", de "ver" a los humanos, y de establecer rapport (empatía), tres competencias clave en los profesionales que trabajamos con personas, para las personas, con la ingenua ¿ridícula? pretensión de mejorar la existencia. Siguiendo las huellas del sabio tutor, he acudido a la sala siete en cuya butaca azul he sufrido, por lo que dudo en recomendarla a educadores, profesores, rectores, padres, asistentes sociales, mentores, entrenadores o consultores ¡no sea que nos veamos todos ahí retratados! 

La película es un S.O.S -una urgente llamada- a redimir el planeta dando alas (apoyando incondicionalmente) a nuestros jóvenes para que salgan a flote su alegría, creatividad, inocencia, talento y humor. El guión resulta brutal e indigesto por realista: explosivo cóctel para una otoñal tarde de sábado.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Muchas vidas, Muchos Maestros

A veces robo tiempo al tiempo para lo que importa (me importa). Robo al crono y a la agenda en busca de nutrientes de calidad porque ya no me alimento de cualquier cosa: cada pedacito que ingiero pasa más filtros de calidad que una ISO 9000.

Hoy he utilizado el tiempo que no tenía para acercarme a Adegi, la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa con la que colaboro como entrenadora de líderes, espejo existencial, alumbradora de esperanzas, Pepito Grillo, sopladora de brasas... en fin, serafín, un multiusos que los gerentes encuentran de inspiración y utilidad, y que agradezco. 

La mañana ha comenzado radiante por fuera: cielo azul, otoño en su esplendor, y el fantástico edificio de Adegi clonado al de Elkargi (en la fotografía) separados por escasos diez metros de zancada. 


También radiante por dentro...


El programa E-Gerentes de Adegi presenta (de vez en cuando) una actividad que entre sus objetivos incluye el desconcierto de los participantes a quienes se invita a revistar (y tal vez cuestionar) los elementales puntos cardinales de su "mapa existencial" un tanto... ¿fosilizados? ¿rústicos? ¿desactualizados? ¿fuera de catálogo?

Uno de los speakers que más descoloca es Fidel Delgado, quien tras una larga trayectoria profesional como psicólogo, terapeuta, experto en procesos de tránsito a la muerte, y un largo etc. se presenta ante el mundo como titiripeuta (de titiritero y terapeuta). Hace falta humildad, desnudez  y coraje para presentarse al mundo de este modo ¿no les parece?

Aunque he arrancado el post con la pretensión de rendir homenaje a Fidel, y a los mensajes que transporta con delicadeza y profundidad a quien quiera oírlos, ahora me siento incapaz de sintetizar siete horas de taller con este maestro de la metáfora, con este genio de la "cosificación de lo divino y lo humano", artista de la paradoja y del humor, sembrador de inquietudes, y generador de expectativas que colma. 

Tras despedirme de Carmen ¡guapísima! he salido del edificio y he saludado al árbol qué quería saber qué habíamos hecho en tanto tiempo... ¡cuéntame!, me ha dicho. Y le he contado: que hay muchas vidas, muchos maestros (Brian Weiss); que aspirar al "control" de la vida es un imposible; que hay cosas que no comprendemos (misterios) y por ello no dejan de existir; que morir es un cambio "de cápsula"; que la tarea consiste en "ir soltando" los apegos; que venimos de las estrellas (luz) y volvemos a ellas, y que vamos por la vida con tantos o más roles que una matryoshka rusa de 16 figuras. 


Ante su curiosidad, he compartido con el árbol mis matryoshkas de esta mañana, los personajes con los que he acudido a la jornada: la exploradora, la aprendiza, la pequeña filósofa en la que Fidel resuena, el personaje energético-alegre que soy, mi abuela Julia, mi padre Miguel (los dos sin cápsula), la coordinadora de agenda que hoy ha permitido este "robo" al tiempo productivo, y un diminuto rol social que estoy dejando se desarrolle en su esquiva timidez. Todos los personajes se han sentido armónicamente contentos al comienzo de la mañana y al término de la tarde aunque al final con un poco más de comprensión sobre el vivir y el morir.¡Gracias Fidel! 

http://www.youtube.com/watch?v=o54zVpxBHsA&feature=player_embedded#!

martes, 20 de noviembre de 2012

La forma del agua

Tan cerca... y, sin embargo, es ahora cuando me he enamorado de él. Lleva años -acaso décadas- esperándome y yo ajena a sus encantos. Por fin nos hemos encontrado y a pesar de que resulta maniático en sus rarezas y frívolo en sus cambios ¡me gusta tanto!

Hemos pasado la tarde juntos,  diríase que en silencio si no fuera por el persistente ronroneo de los amantes: ese gutural armónico que el escritor siciliano Andrea Camilleri compara con el sonido de las palomas cuando se cortejan ante el Pórtico de la Gloria (Santiago de Compostela).


De repente veo amenazada mi independencia porque si paso un solo día sin su abrazo ¡siento que enfermo!, me me falta el aire, y palidecen los encantos de la bahía.  

Lejos de inquietarme por mi indomable anhelo de libertad, estoy tranquila, y acaso por primera vez en mi vida me someto a una emoción que es más fuerte que yo en su fórmula precisa de fascinación y misterio.


Esta tarde la virulencia de su mal humor ha llegado a herirme (un poco) aunque no lo suficiente para abandonar su compañía. Al filo de las cinco me ha dado por pensar que el sulfúrico de su espuma semejaba una cerveza mal servida en un bar de carretera. Avergonzado por su escaso autocontrol emocional se ha puesto (una y otra vez) a lamer mis tobillos hasta derretir mis resistencias y, en un descuido, ha salpicado mi vestido Osho de algodón rojo. Después -sin venir a cuento- se ha enfurruñado de nuevo y ha comenzado a lanzar piedras e improperios que mi estado de enamoramiento y embriaguez ha soportado con estoicidad, un rato. Más tarde, he enfilado en solitario el sendero que conduce a casa, pero antes me ha secado los pies con la diminuta toalla que siempre llevo en el bolso. A última hora me he tomado un cortado en la degustación del barrio donde -últimamente- regalan un lacito de hojaldre crujiente y azucarado.

Mi amante y yo volveremos a encontrarnos mañana en un lugar que siendo semejante nunca es el mismo. Nos conectamos y desconectamos al ritmo de los vientos y las mareas porque él es el mar y yo... ¿yo? me he rendido a sus encantos.


La forma del agua, novela escrita por Andrea Camilleri, en 1994, primera de una saga policíaca.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Coaching de Equipos

El sábado veinte de octubre pasado pusimos en marcha el grupo Construcción de Equipos Transformadores en el que participamos catorce personas de la cornisa Cantábrica: catalanes, gallegos y vascos. Aunque hermoso, no ha sido premeditado sino que ¡voila! ha surgido así. ¿Casualidad o causalidad? El caso es que tras el primer encuentro me comprometí a desmenuzar por escrito mis reflexiones y -sepultada por el devenir cotidiano- no lo he hecho. Retomo el guante. 

Si bien no considero del todo cierto que una imagen valga más que mil palabras, incluyo algunas fotografías tomadas esta mañana en el despacho de San Sebastián que permiten "calibrar" el ambiente de "participación genuina" que estamos siendo capaces de generar.

La formación se plantea como teórico-practica en un porcentaje que aspira a ser equilibrado. Para la parte teórica nos apoyamos en algunas explicaciones que ofrezco los sábados en el aula, más el estudio de los manuales, artículos, links, vídeos y libros que aluden a las dinámicas que abordamos en los encuentros. Todo ello se complementa con activa participación a través de diversas plataformas on line:  E-mail y Facebook (donde Antonio ha creado un grupo cerrado). A través de ambos canales trabajamos entre sesiones con auténtico frenesí lo que permite una "polinización" del conocimiento que propicia un aprendizaje más completo, participativo y enriquecedor.

Pedagógicamente hablando, el programa formativo es ambicioso por lo que algunos participantes manifestaron al comienzo la duda de que pudiéramos compaginar nuestros trabajos, vida familiar, viajes y ocupaciones con la intensidad que nos planteamos. Del ¿seremos capaces? del primer encuentro hemos pasado al ¡somos capaces y lo estamos haciendo! del segundo. ¡Es la magia del creer para crear! Es la magia de los equipos, de la coordinación, cooperación y complementariedad desde la diferencia... conceptos cuya digestión vamos haciendo gracias a las dinámicas participativas de los sábados en San Sebastián.



Algunas escuelas internacionales, varias asociaciones de coaching y empresas, así como ciertos profesionales (a título individual), se están interesando por nuestro "experimento" (Creación de Equipos Transformadores) que -en este formato- es único y se encuentra en fase de ebullición creativa de conocimientos, proyectos e ilusiones a granel.  En contraste con otras formaciones (focalizadas en ganar dinero o adeptos), somos un puñado de personas libres y soberanas volcadas en aprender y compartir. Esta actitud civil y existencial me llena de alegría. ¡Gracias a todos!

viernes, 16 de noviembre de 2012

Miopía Existencial

El mar estaba hoy tan opaco como salado, lo que no ha frenado mi entusiasmo por avanzar hacia las profundidades en busca de una claridad que me permitiera saludar a los peces que configuran el fondo marino de la playa de mi barrio. 

Muchos metros mar adentro, la turbia opacidad se mantenía al punto de que he limpiado las gafas, ajustado el tubillo por el que respiro, y comprobado que no siempre la persistencia y voluntad logran lo que uno se propone, ya que aunque los peces debían seguir allá abajo -como siempre, ofreciendo un magnífico espectáculo- yo no podía verlos.

Hay días en los que los humanos tampoco vemos lo evidente o cercano: ciertas verdades, algunos tesoros, talentos o habilidades, así como los numerosos regalos de la vida. Están, pero... ¡no los vemos! En ocasiones se trata de circunstancias ajenas a nosotros (exógenas) como el estado del mar, y otras son características propias (endógenas) 
¿Opacidad? 
¿Sordera y miopía ante "lo que es"? 
¿Ausencia de consciencia? 
¿Dispersión? 
¿Hiper-actividad? 
¿Torpeza auditivo-visual-kinestésica? 

De regreso hacia la costa, y a unos quinientos metros de la arena, me he llevado un buen susto al rozar una roca gigantesca cuyas adherencias vegetales -de un color granate intenso- han emergido de la nada justo encima de mi nariz. Es lo que tiene carecer de visión: chocas con otros seres humanos, con circunstancias, conocimientos o contextos que desconoces o... con rocas marinas. No se preocupen, aunque atrevida nado alerta y no me he dañado, aunque en un primer momento el susto ha sido morrocotudo. Después me ha hecho sonreír.


http://www.nytimes.com/2012/10/30/science/rethinking-the-computer-at-80.html?pagewanted=al

Seguramente lo contrario de la miopía existencial sea la lucidez, la presencia total en el "aquí y el ahora", en la escucha profunda, así como el vaciado de preocupaciones obsesivas (la "madeja del pensamiento"). Lucidez es el factor común de las entrevistas realizadas por Montse Batlle durante años y ahora recopiladas por Kairos en el volumen titulado Lo íntimo y lo Sagrado, que ayer recomendé a dos gerentes de Adegi (Asociación de Empresarios de Guipúzcoa) a los que entreno desde hace años y ya tienen un "fondo de armario", je je, un background con el que entender, disfrutar y aplicar las enseñanzas que comparten en el volumen una veintena de hombres y mujeres sabios considerados los referentes mundiales de su especialidad: Claudio Naranjo, B.K.S.Iyengar, Joseph O'Connor o Enrique Eskenazi, entre otros.

No incluye Peter G.Neuman, aunque méritos no le faltan porque a sus 80 años sigue trabajando en SRI International, un vanguardista laboratorio de investigación en ingeniería de Menlo Park, California. Neumann coincidió con Albert Einstein en persona en numerosas ocasiones  y se enamoró de muchas de sus ideas que cita en la entrevista concedida hoy al  The New York Times. Me permito reproducir dos que me parecen especialmente valiosas en la turbia y opaca marea que padecemos:

Todo debería hacerse tan simple como se pueda, pero no más simple (Albert Einstein).
A los responsables de las instituciones mundiales sólo les interesan las soluciones "rápidas y sucias" (Peter G.Neumann).  

lunes, 12 de noviembre de 2012

Rozando el abismo: Reza, una exposición

¡Por fin! he encontrado un periódico español en la ciudad francesa donde el límite horario para sentarte en una terraza y tomar un café son las 12.00 de la mañana. A partir de esa hora sólo puedes ocupar una mesa para comer ??!! Acostumbrada a no aceptar un "no" por respuesta en la primera, segunda, ni tercera ronda, sigo buscando un lugar en el que disfrutar de las páginas sepias de El País y de su crucigrama que últimamente logro completar. 

Caminando alcanzo el Garoña, gigantesco río que narra la historia del Midi-Pyrénées y fertiliza sus tierras: baja con mucha fuerza y -como ha llovido- está revuelto. Al no hallar una cafetería comienzo a inquietarme cuando ¡de repente! descubro una exposición al aire libre de fotografías de extrema calidad (a las que mi cámara no hace honor) que forman parte de la muestra Guerra y Paz del periodista gráfico Massoud, reportero habitual en tierras de Burundi, Pakistan y Afganistan. 


Massoud cuenta que este niño afgano -que no sabe de nuestros brotes verdes- hará un árbol de la plantita que sujeta en su mano derecha. Su mirada desafiante y la terca mandíbula no dejan lugar a dudas sobre la determinación de transformar la diminuta chispa de vida en algo fértil.


En la imagen -tomada en 1983- aparece un anciano instalado en mitad de la nada cerca de la frontera de Pakistán tras haberse visto obligado a abandonar sus queridas montañas, su casa, y propiedades. En un campamento levantado a unos metros, su numerosa familia se afana por sobrevivir mientras él repasa -una y otra vez- los párrafos del Corán que viene estudiando los último setenta años. 

Por fin encuentro un café en una zona poco céntrica: pido un sólo con una jarrita de agua caliente que me permite paladear más tiempo el brebaje. Leo a Ramón Muñoz, especializado en economía, periodista de El País, y autor de un libro que saldrá mañana (martes 13) a la venta titulado: España, destino Tercer Mundo (Ediciones Deusto) en el que pinta un panorama económico muy feo, bien documentado, y coherente con la realidad que estamos viviendo en España. Dice que nuestros hijos no viajarán sino emigrarán, y que vivirán no sólo peor que nosotros sino como sus abuelos: supervivencia en estado puro. 

De vuelta a casa saludo al anciano de la fotografía: aunque ha pasado una hora y no llueve, permanece con el turbante y no ha levantado la vista de el Corán. Acaso sea la razón por la que la muestra fotográfica de Massoud lleva por título Reza.

Nuestros hijos... sobrevivir... ¡qué duro-dramático y cercano suena! 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Cuisine et Santé

La austera campana situada en el jardín te mira en silencio porque sólo recibe órdenes de Daniel, el sabio jefe de cocina. El termómetro marca quince grados aunque la sensación es mucho más templada porque hace sol, es mediodía, y el bosque está completamente en calma. 

Hemos venido a Cuisine et Santé (Saint Gaudens, Francia) por referencias de amigos. Conocer a Itziar era escuchar alabanzas sin fin de este lugar al que he llegado quince años después de sus recomendaciones. Y hace unas semanas Rosa me explicó lo que hoy he vivido: la comida se sirve a las 12.30, y es idéntica para todos los huéspedes y visitantes. El almuerzo culmina el trabajo de la mañana: un taller de cocina macrobiótica en el que participan quienes se alojan en la casona que antaño fue un telar y con anterioridad una fábrica de cerámica. Todo dio un giro entorno a la escuyía cuando la descubrió René Levy -a comienzos de los ochenta- y se instaló a vivir y enseñar salud a través de la alimentación.

www.cuisine-et-sante.com

René Levy se enamoró de la especie que el National Geographic denomina "el gigante del bosque", la secuoya, que hay en el destartalado centro macrobiótico al que acuden en busca de conocimientos y salud visitantes de todos los lugares de Europa, especialmente de Francia, España e Italia. 

Levy, considerado un referente de la salud a través de la cocina, fue discípulo directo de George Oshawa, el filósofo japonés creador de la macrobiótica. Tras convivir a diario con Oshawa e integrar sus enseñanzas, abrió el centro cuyo corner de cocina vemos en la fotografía tomada hoy a las 13.05 en Cuisine et Santé de Saint Gaudens (Francia).

http://es.wikipedia.org/wiki/George_Ohsawa

Algunas de las personas que se alojan durante meses en la vieja casona padecen enfermedades crónicas y varios han sufrido cáncer. La leyenda dice que numerosas personas se han curado de esta mortal enfermedad gracias a la macrobiótica de Ohsawa y a las enseñanzas de Levy. Compartiendo mesa con Daniel  me ha hecho muchas preguntas entorno a mi alimentación, costumbres, energía, horas de sueño, humor... y hemos intercambiado contactos, información y lecturas. En ese momento es cuando le he hablado de la reciente publicación del bilbaino Jesús Llona Larrauri titulada El cáncer en el plato en el que se cita como alimentos mágicos el aceite de oliva virgen, la coliflor, la berza, el brecol, el huevo, las nueces y ¡hum! el chocolate negro. 


Tras despedirme de la secuoya -en la fotografía- le he sugerido a Daniel que eche una ojeada a www.bilbao.net en cuya página 46 hallará un reportaje sobre el libro de Llona Larrauri.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Inspirar esperanza en el vivir y trabajar

A ratos tropiezas con dementores que te absorven hasta la última gota de esperanza, y una vez debilitada el alma, te orillan en la cuneta como una desgastado peluche.

Por el contrario a veces -en un cruce fortuito de caminos- descubres a una persona que te devuelve la fe en la humanidad, dibuja una sonrisa en el desgastado rostro de un anciano, y te reconforta con una sola caricia. Es el caso de Fréderic Broué, terapeuta francés experto en kinesiología.


El portal de su consulta en el número 48 de la rue Gambetta resulta destartalado. Las paredes están pintadas en un pálido tono azul-toulouse que caracteriza la ciudad del ladrillo, en el hall hay una bicicleta, la recepción está llena de papeles, libros y plantas en un caos casi polvoriento que ofrece una imagen poco marketiniana. Sin embargo, la sala de espera está llena a rebosar: el doctor Fréderic Broué no da a basto y hoy lleva una hora de retraso cuando me recibe. La fama (boca a boca) le precede, pero si intentas hallar información sobre él en la red sólo encuentras referencias en guías convencionales ya que ni siquiera en facebook o en linkedin se ha molestado en escribir un perfil profesional. Su aspecto es desaliñado: lleva un largo y canoso pelo con algunos mechones de flequillo sobre los ojos, usa zapatos de la marca El Naturalista cómodos y desgastados, y bata blanca sin abotonar. A pesar de su aspecto, o quizá por la poca importancia que otorga lo convencional, centra toda su atención, energía, tiempo y conocimientos en servir, en sanar, en reparar huesos, tendones, tensiones y dolores de los humanos que más o menos maltrechos vamos a su consulta.

Yo he acudido empujada por el entusiasmo juvenil de mi hija que le tiene por un mago. El hombre ha manipulado mi cuerpo con la suavidad de un bebé y he salido de la consulta midiendo dos centímetros más que al entrar. Textualmente, dos centímetros más: 1,64. Me pregunto si -de alguna manera- vivimos encogidos ??!! Pero lo mejor de la jornada ha sido el impacto que ha dejado en mí este profesional: a pesar de la intensidad con la que trabaja, de las muchas personas que atiende cada día, de que su actividad exige energía física y de que su consulta parece un almacén... está sereno, centrado, sonriente, es dulce, amable, eficaz y más allá de resolver dolores -que supongo es muy importante para los afectados- restaura la esperanza en los humanos y muestra un claro ejemplo de profesional sintonizado con una vocación apasionante. Algunos lo llaman vivir en "la zona" o haber conectado con tu  elemento, aquello para lo que estás más-mejor dotado. El desgastado peluche está de nuevo on the road. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Deloitte en San Sebastián


Un grupo de amigos (algunos de ellos clientes) y yo misma acudiremos mañana a un desayuno de trabajo en el Hotel Londres de San Sebastián. La participación en el evento es gratuita previa invitación de la Deusto Business Alumni Este y en esta ocasión el ponente será Fernando Ruiz Ruiz, presidente de Deloitte España, quien disertará durante algo más de una hora sobre la Evolución del Sistema Financiero Español y los retos en el nuevo entorno competitivo. Como es bien sabido, Deloitte es una de las cuatro mayores (y acaso mejores) consultoras del mundo con sede central en Nueva York y oficinas en 150 países.

Dotada de cuaderno y bolígrafos de colores, asistiré con ánimo de aprender para mejor trabajar y servir   a empresarios que al frente de sus negocios atraviesan diversas fases financieras al inicio, desarrollo, madurez, y acaso declive de su actividad productiva. En cualquier momento histórico y en cualquier sector conviene estar atento al entorno para ir un paso por delante de los acontecimientos y aprovechar oportunidades de negocio. La asistencia a la conferencia que ofrecerá Deloitte permitirá afianzar mis conocimientos del mundo financiero y su jerga -algo que resulta extremadamente útil cuando entrenas a CEOS, como vengo comprobando en la última década-. Es por esta razón por la que la semana pasada me quedé un poco sockada cuando Luisa confesó que estaba cumpliendo todas las tareas acordadas en nuestro último entrenamiento excepto la de leer prensa económica. Luisa es una veterana terapeuta que desea introducirse en el mundo empresarial tras haberse formado como coach. Dado que con ella ejerzo de mentora, me parece imprescindible que maneje con soltura los conceptos que una y otra vez verbalizarán sus clientes potenciales ya que de otro modo resultará difícil establecer una sólida relación de confianza.

Deloitte estará mañana en San Sebastián y yo estaré allí para tomar notas y ¡contárselo!

http://www.alumnieste.es/news/3041


sábado, 3 de noviembre de 2012

Mobbing


La primera vez que vi esta imagen despertó en mi ternura y una sonrisa: el pececillo se hace pasar por un tiburón ¿recién llegado de un MBA? ¿de un máster en Marketing? ¿de un postgrado en innovación? ¿de un curso de maquillaje con Chanel? 

Mi mente también conectó con el archivo "ser y parecer" y sus capítulos dedicados al branding o la proyección de marca personal: el pez emite una amenazante señal de poderío ante quien sólo divise la aleta. Como casi siempre, es cuestión de perspectiva, de angular. A nosotros -que vemos la trampa y el cartón- nos da risa y nos conmueve. 

Lo interesante sería descubrir las razones que llevan al pececillo a la simulación de lo que no es, en busca de una ventaja añadida de la que carece al natural, ya que a primera vista no se atisba peligro alguno en el interior de la pecera. Al menos nosotros no lo vemos. 

Hoy he trabajado con una persona que representa el prototipo de las víctimas de acoso moral en el trabajo según la experta internacional Marie France Hirigoyen el libro publicado por Paidós en 2010 (tercera edición): mujer, de entre 25 y 35 años, que trabaja en una pequeña o mediana empresa y es acosada por un hombre -de entre 45 y 55 años- con jerarquía y mando sobre la víctima. La sesión ha durado casi dos horas y he llegado a casa con un nudo en la garganta y con un puñetazo de impotencia en el estómago pensando en derivar a mi clienta a un psiquiatra especializado en mobbing, lo que no será tarea fácil. Por lo que me ha contado su superior inmediato cuestiona todas sus decisiones laborales, le ha retirado parte del trabajo para el que fue contratada (pese a su eficacia y resultados), se dirige a ella casi exclusivamente por escrito y cuando están en equipo la ignora como inexistente. Además, le descalifica ante terceros, humilla ante clientes, le hace gestos groseros cuando pregunta o aporta su opinión profesional en las reuniones y, últimamente, está cuestionando en público su equilibrio psicológico poniendo en marcha lo que Hirigoyen califica como "la maquinaria perversa de los jefes narcisistas" que -al parecer y por desgracia- son habituales.


Ante su insistencia, nos hemos despedido con el compromiso de vernos en una segunda ocasión en la que podamos reforzar su autoestima, tomar medidas preventivas ante el posible deterioro de su ánimo, y para que se sienta "acompañada", si bien se ha llevado entre sus tareas la de acudir al médico de cabecera, buscar un psiquiatra de referencia, y localizar a un abogado cuya formación incluya cierta especialización en mobbing o acoso moral en el trabajo. Y le he dejado claro que no es una anécdota banal sino un juego perverso del que hay que protegerse en tres niveles: físico, mental y emocional.  También le he pedido que se cuide/ quiera más/ mejor que nunca ¡y que se compre un cinturón y una aleta!