Trabajo por dinero, aunque ¡no solo por dinero! Por eso me interesa el mestizaje entre ética y economía. En general presto mis servicios a la clase pudiente aunque ¡no solo a la clase pudiente! Y desde la lejana adolescencia crece en mí la pasión por descubrir la relación entre economía, ética y linaje.
Los hijos de los ricos ¿tienen más posibilidades de ser ricos a su vez? ¿Qué evidencias tenemos que demuestren esa hipótesis? O, por el contrario, ¿hemos de creer el "sueño americano" según el cual los ciudadanos del mundo tenemos parecidas posibilidades de alcanzar la riqueza?
El profesor Maurizio Franzini ha dedicado algunas décadas a investigar la desigualdad que acaso pueda ser tomada como efecto de haber nacido en ciertos continentes, países o clases sociales... Curiosamente Franzini es profesor de Ética y Economía en la Universidad de Roma y persigue cuanto se publica relacionado con la idea de que no solo se hereda el linaje sino algo más, certeza cuyo latido se escucha con fuerza en casi todos sus ensayos y artículos.
El propio Fanzini -junto con los autores Raitano M. y Vona F.- ha publicado una investigación según la cual los hijos de las clases pudientes no solo tienen una herencia y una mejor educación sino que reciben una poderosa red de contactos que impulsa sus vidas nuevamente hacia la riqueza. De hecho, estudios realizados en la ciudad de Florencia confirman que las familias ricas del siglo XV siguen siéndolo en el siglo XXI ¡seiscientos años después!
La riqueza se transmite y no solo vía herencia -concluyen los investigadores- y la desigualdad también se transmite... Inquietante idea que debiera alertar nuestra capacidad de reacción.