domingo, 29 de mayo de 2011

Silicon Valley con Diábolo

Tengo un diábolo nuevo de color verde que he estrenado en el donostiarra parque de Aiete. Al lanzarlo al aire, roza las ramas de los árboles gigantes que pueblan este bosque urbano lleno de frescor incluso en un día tórrido como esté último domingo del mes de mayo. Tengo que cogerle el punto a mi nuevo artilugio -que no es tan bueno como el de mi infancia ya que pesa menos-. Hoy he conseguido hacer seguidos hasta diez lanzamientos bien altos. Poca cosa sobre mi propia plus marca de veinte o más lanzamientos al celeste en la plaza de mi barrio familiar. Y -como siempre que me dejo llevar por la intuición- he tenido mi sorpresa, una exposición de bonsáis: hayas, varios ejemplares de acer japonés, pinos, ciruelos, manzanos, secoyas... ¡Cuánto amor en el cuidado de estos ejemplares algunos de los cuales son más ancianos que yo, que ya es decir, je je!! He aprendido algunos trucos para mis propios experimentos (tengo tres espacios grandes de plantas, árboles, helechos...) y les he comprado dos papeletas para contribuir a la recuperación de Japón tras el terremoto (www.donosticlubbonsai.org).

Después, bajo una gigantesca haya, he repasado toda la prensa dominical para descubrir que Gipúzcoa -a decir de Carlos Luna- es un Silicon Valley de lo emocional. ¡¡Qué bien, cómo me alegro por Olga de Innobasque, por Roge de la UPV, por Arantza de la Universidad de Deusto, por Ángel de Adegi, por tantos amigos que llevan años apostando por la inteligencia emocional en nuestro paisito!! Carlos Luna es el Director General de Angulas Aguinaga (www.angulas-aguinaga. es) organización guipuzcoana que acaba de ser merecedora del premio empresa flexisegura. Tras recibir el galardón, el directivo ha declarado que la verdadera innovación está en cómo se relacionan las personas en las empresas. ¡Oleee, eso es salero!

Cierro los diarios, guardo los boletos del club donostiarra del bonsái, monto en mi bicicleta, llego a casa y pienso en la agenda de mi semana: puedo contribuir con intensidad a la innovación social, todo un regalo que disfruto. Un sueño. Me deslizo del lado derecho de mi cama y me duermo: mañana la jornada comienza a las 7.00 en el Silicon Valley vasco ;-D

jueves, 26 de mayo de 2011

Una empresaria-bonsái

Estoy bajo sock y deseo compartirlo. Me han adjudicado uno de esos proyectos profesionales que rozan lo imposible y con los que a veces fantaseo. Una gran corporación vasca me ha elegido como change manager y entrenadora de nueve líderes durante un año. Mi propuesta artesanal (y sin logo de postín) se ha batido el cobre con los pesos pesados de la consultoría vasca e incluso con alguna organización de ámbito nacional.

Confesaré mis emociones encontradas, las que emergen en mi interior segundos después de haber leído el Email en el que me informan de la adjudicación del proyecto seleccionado entre una veintena de alternativas. Lo haré sin filtro, ni mesura, je je...

Siento un poco de pánico ante el desafío de entrenar a líderes del máximo nivel del mundo de la investigación. También un poco de risa porque mi propuesta ha desbancado a otras de muchos folios de papel couche y carpeta con imagen corporativa. Vivo con especial orgullo el logro de un David frente a un Goliat configurado por las grandes firmas, el éxito de una empresaria-bonsái sin maquillaje. A un nivel irracional es como si triunfase la desnudez de la persona y -en este sentido- es el éxito de todos los que configuramos este blog: ustedes, yo, mi asistente, el filósofo de Aiete, la sirena y el resto de personajes que dan vida a este espacio.

Veamos el menú: un pellizco de pánico, un poco de risa, un cierto orgullo y la certeza de que es posible ser uno mismo -incluso radicalmente uno mismo- y no morir en el intento. Fíjense, esta parte me emociona porque fortalece mi terca creencia en que decir lo que uno realmente piensa, y ejercer cierto grado de imprudencia temeraria en la defensa de tus valores profesionales, es compatible con la prosperidad. En una palabra: que incluso las grandes corporaciones aprecian la autenticidad. En un momento de las negociaciones yo recomendé que contratasen a una consultoría de Bilbao por el desmesurado volumen de trabajo... ellos han hecho caso omiso, y han dimensionado el proceso.

Estoy contenta por la adjudicación de este proyecto. Ahora sólo me queda gestionar mi pánico, afilar mis neuronas, ordenar las herramientas de entrenamiento, clarificar el estilo de liderazgo de cada líder, responder a las expectativas de la organización, estirar mi agenda-chicle, estar a la altura del director general cuya mente láser desmonta la Nasa en un plis plas... Pufff... espero sigan ahí, apoyando... apoyándome. ¡Gracias!

martes, 24 de mayo de 2011

El enésimo Círculo

Cuidando a otros, nos cuidamos; haciendo reír a otros nos alegramos; enseñando a otros aprendemos; sanando a otros nos curamos; compartiendo con otros nos enriquecemos. Y esto no es un mantra insustancial y analgésico, sino una apabullante y gozosa evidencia si nos tomamos interés en practicar.

Parece que la mujer de la foto dibuja para la niña, pero sobre todo dibuja para sí misma en un gozo estático de lo que es: el suelo, la tiza, la imaginación y ¡todo es posible! el gato, el ratón, el truquemé...

Mi casa está rodeada de jardín y con frecuencia encuentro en la bañera unos bichos a los que llamo "tijeras" y alguna araña. Esta mañana he tratado (sin éxito) de salvar la vida a una preciosa araña de gigantescas patas de alambre. No se ha dejado ayudar y en su terquedad-orgullo ha huido por miedo, desconfianza o instinto... Me ha recordado el comportamiento de algunos humanos que tampoco se dejan ayudar. Después he encendido la ducha y aunque he girado la alcachofa del otro lado para que no se mojase, algunas gotas han acabado por atrapar sus patas de alambre y su vida efímera. Lástima: lo he sentido de veras. Más tarde la jornada me ha deparado algunas maravillas: la recepción de esta foto desde Holanda, haber conseguido subir en bicicleta la cuesta entera del Paseo de Heriz -donde vivo-, sobreponerme a la adicción a mi segundo café, y batir el record de saltos de piedra cuando lanzo algunas sobre la superficie plana del mar desde la playa. Estoy contenta. Si para Santa Teresa Dios andaba entre pucheros, y para Arundathi Roy Dios está en las pequeñas cosas, a mí las diminutas hazañas de la jornada me animan a sentir que todo es posible ¿por qué no habría de serlo?

Creo que este post pertenece al otro blog kuestionmark.blogspot.com. En fin, los temas y estilos se mezclan en mi mente-dedos-teclas-tizas-juegos. Les dejo... acaba de llegar Tomás, un talentoso consultor que esta tarde viaja a México Distrito Federal.

domingo, 22 de mayo de 2011

Entrenar Personas = Incrementar la Productividad

Todas las empresas desean incrementar su productividad desde que el mundo gira en translación y rotación. Este hecho cierto impulsa a las organizaciones hacia la mejora de instalaciones, maquinarias y procesos, dedicando menos recursos al cuidado de los trabajadores.

Más allá del tópico dominante -digamos de la extendida moda que propugna un nuevo estilo de relaciones- pocos líderes creen que exista una relación directa entre el bienestar de las personas y su productividad y muchos aún esgrimen ejemplos de exitosas empresas dirigidas históricamente con un estilo autoritario y despótico.

Tras realizar una exhaustiva investigación, el escritor Thomas A Stewart concluyó que cuando una empresa invierte un 10% en equipamiento y maquinaria se incrementa por término medio un 3,4% la productividad. Sin embargo, cuando ese mismo 10% se destina a la formación-entrenamiento de los empleados, la productividad aumenta un 8,6% (Más datos en El Canon del Management, de Alfonso Durán-Pich). Bien es cierto que Stewart es un enamorado del talento y que considera la gestión del "capital intelectual" de la empresa como la prioridad absoluta de un líder visionario.

La tesis del escritor recibe el aval del texto de la denominada Estrategia Estatal de Innovación 2015 (E21). La norma detalla cinco pilares de desarrollo: la cooperación territorial, las finanzas, los mercados, la internacionalización y las personas. España se encuentra en el noveno lugar de producción científica, y si queremos mantener o mejorar en el ranking mundial uno de los capítulos esenciales es el mimo a las personas no sólo en las grandes corporaciones (algo que ya se está haciendo en el País Vasco) sino en las pequeñas y medianas empresas vascas, más del 90% de nuestro tejido industrial. Adegi apuesta fuerte por el impulso desde y para los profesionales, y un nutrido grupo de empresarios encarna el modelo basado en las personas como motor de la economía. No diré que sea fácil, ni rápido y -sin embargo- acaso sea el único camino para construir el futuro.

Hace unos días he tenido la suerte de escuchar en persona a Michael C. Jensen -profesor emérito de Harvard Business School-. Este sabio -que para algunos encarna méritos suficientes como para recibir el premio Nobel de economía- va mucho más lejos que Stewart y ante un selecto público de políticos, economistas, empresarios y académicos afirma con rotundidad que las personas, la integridad de las personas, puede mejorar la productividad de la empresa hasta un 500%. Repito (no me he equivocado con los ceros) 500%. E insiste en la necesidad de formación-entrenamiento de la alta dirección seguida por toda la plantilla.

Quizá ha llegado el momento de tomar en serio a las personas, con respeto, empatía, y fe en el valor trascendente de su talento, algo que sólo pondrán al servicio de la organización desde la voluntariedad. La "milla extra" de los trabajadores no se compra ¡¡se forma y entrena!! Más información sobre procesos organizacionales exitosos: azucenavega_coach@yahoo.es

viernes, 20 de mayo de 2011

Colonización Mental

Ahora que los hombres ya no realizan cruzadas para conquistar tierra y mujeres (¡lástima!) se produce una colonización extrema de las mentes: El martes, el conductor del autobús que me lleva a Bilbao sintonizó con RNE saturando los oídos de los pasajes con noticias grises. El miércoles, al colgar la colada, escuché la televisión de la cocina de Menchu, mi vecina, quien se atiborra de impactos catódicos desde el primer café de la mañana. El jueves mi socio encendió la radio de su coche subiendo al parque Tecnológico de Miramón y un conjunto de voces enloquecidas anunciaron negros informes financieros. El viernes mi amiga Sara insistió en que use teléfono móvil -esclavitud que voy esquivando- y (sin percatarse de la incoherencia) se quejó de la publicidad que aparece en su IPhone.

Las cruzadas de antaño arrebataban ganado, mujeres y tierras por la fuerza. Nadie entregaba voluntariamente sus tesoros sin dejarse la vida en su defensa. Ahora, sin embargo, donamos a cualquiera la propiedad de nuestros pensamientos y sentimientos permitiendo que colonicen nuestra mente con indiscriminados impactos publicitarios. Impune y gratuitamente, dejamos que usurpen el derecho al silencio y a nuestras emociones y creencias en el aquí-ahora. Como si no importará qué entra en el cerebro. Como si se tratase de algo banal.

La mente es una poderosa herramienta de construcción o destrucción que se vigoriza o debilita -como cualquier otro órgano vital- dependiendo del alimento que reciba. El silencio seda, las lecturas de calidad enseñan, la música -conscientemente elegida- inspira estados de ánimo y propicia emociones positivas. Al menos nuestros antepasados luchaban con un puñal entre los dientes en defensa de lo que amaban, ¿por qué nosotros entregamos sin resistencia el cofre de los tesoros? (silencio, tiempo, atención, ideas)

El miércoles... escuché Mozart en el autobús que me lleva a Bilbao. El jueves... desayuné en la mesa de la terraza que da al mar sin más ocupación que masticar, disfrutar de los sabores y llenarme de té verde. El viernes... devolví un par de llamadas profesionales desde el teléfono fijo del despacho. El sábado continué con la lectura de un libro de Byron Katie.

Me contaron que la libertad es la capacidad de elegir y ya saben cuánto amo la libertad. Al igual que en un restaurante elijo cuidadosamente el menú que mejor se adecua a mi salud y apetencias, esquivo cada jornada lo que no se ajusta a mis preferencias intelectuales/emocionales y dejo espacio al silencio.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Duplo

Producto de mi pasión por la escritura y variedad de intereses, he creado otro blog: kuestionmark.blogspot.com -que aún está en construcción-. En ese este espacio filosófico-reflexivo mostraré mi lado más loco-creativo-vulnerable e innovador y daré rienda suelta a mi niña interior. La niña formulará preguntas, kuestion marks, que la adulta tratará de responder, y en este juego acaso forjemos un destino. Están invitados a visitarlo y ¡desde luego! a dejar sus comentarios. Insisto en que está en construcción ;-D

viernes, 13 de mayo de 2011

La inmanencia de la Roca

Cuando el huracanado viento existencial amenaza con destruir todo lo que amo, me convierto en una roca. No es la primera vez de mi existencia, y temo no sea tampoco la última.

Algunos piensan que las rocas no sienten. Ahora bien, si contemplamos una playa cercana a mi casa -situada en la vertical del monte Igueldo San Sebastián, configurada sólo por rocas redondas de infinitos tamaños, colores y texturas- comprenderemos que sienten el frío o el calor, las embestidas del agua y el salitre, las caricias del musgo y las algas… Y porque sienten el choque contra la realidad y sus mareas, redondean sus aristas hasta convertirse en la preciosa piedra que tengo sobre la mesa del despacho: ovalada, suave, armónica y ¡compacta!

Transformarse en roca significa permanecer cuando la marea sube… cuando la marea baja… cuando hay pescaditos y cuando muerde el hambre, en compañía y soledad, noche y día, estable en el ser, lo único inmanente.

La fortaleza de la roca ante los cambios está hecha de constancia, serenidad, silencio y escucha que van suavizando los afilados cantos juveniles ¿inmaduros? Hoy, soy una roca en medio del Cantábrico al servicio de tempestades propias y ajenas.

martes, 10 de mayo de 2011

La vida está hecha de tiempo

Tiempo de aprender y enseñar.
Tiempo de jugar y compartir.
Tiempo para dar y recibir.
Tiempo para uno mismo,
para los demás.
Para abrirse y cerrarse al mundo.
Tiempo para nacer, y morir.
Tiempo de llorar, y reír.
Tiempo para echar raíces,
para viajar.

La vida está hecha de tiempo: Es todo lo que tenemos.
Reloj imprevisible(fuente caótica) el el Museo de la Ciencia de San Sebastián.

domingo, 8 de mayo de 2011

Equipo = Sistema Adaptativo

Floto cuando fluyo y me abandono al placer de escuchar en directo y en casa La Chacona de Juan Sebastián Bach. Paladeo el instante en el que mi hija llena por completo la estancia de su cuarto, y lanza una onda expansiva y musical más allá de los límites de la bahía.

Tras dos años de estancia en Stuttgart (Alemania), año y medio en Rotterdam (Holanda), e intermitentes estancias de numerosos países, cada instante a su lado no tiene precio para mí, y quienes me conocen saben que aparto de mi agenda todo lo que no sea vital hasta que abandona el país. Supongo que suena extremo, y sin embargo en mi proceso marca una evolución al priorizar un sentimiento a un pensamiento, y un deseo de la esfera privada a un deber de la esfera pública.

Aunque ella está aquí y todo lo transforma, la vida continúa y en domingo abordo las tareas pendientes de mi oficio. Hoy he leído de una tirada un sesudo artículo de catorce páginas sobre La efectividad de los equipos de trabajo, una revisión de la última década (1999-2009) escrito por Ramón Rico (Universidad Autónoma de Barcelona), Carlos María Alcover (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid) y Carmen Tabernero (Universidad de Córdoba).

El texto es difícil y me ha costado seguirlo palmo a palmo con referencias internacionales a autores de las últimas décadas y utilización permanente de palabras como constructo, insumos o mediadores. Al final me quedo con algunas conclusiones aplicables a mi trabajo en las organizaciones. A: los equipos no siempre aportan la diversidad en conocimientos, actitudes habilidades y experiencias que permite ofrecer respuestas innovadoras a los retos planteados. B: los equipos óptimos tienen entre 3 y 6 miembros. C: el liderazgo compartido incrementa el rendimiento de los equipos. E: la virtualidad (uso de tecnologías de la información) modifica las interacciones entre los miembros del equipo, no siempre favorablemente. F: el clima de justicia incrementa el rendimiento y reduce el absentismo. G: los factores organizacionales y situacionales influyen en la estructura del equipo como un todo. H: los equipos son sistemas adaptativos complejos, como las relaciones familiares, como la decisión de dejar marchar. Recuerdo algo que Mark me explicó hace años: con los hijos hay que aprender a dejar marchar la flecha de la vida hacia la diana de su destino, lo que exige el abandono de la adicción al control que padecemos los adultos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Escucha Empática

En la facultad de periodismo (UPV) contaban que la comunicación se produce cuando un emisor transmite un mensaje a un receptor. ¡Evidente, querido Watson! Alguien habla, alguien escucha, y en ese baile comparten una idea, un proyecto, una declaración de intenciones, una oración, un presupuesto, un chiste, un cotilleo... Por lo que al proceso comunicativo se refiere, poco importa el contenido.

Me licencié en 1984 y desde entonces algunas cuestiones permanecen y otras han cambiado. El mecanismo básico de la comunicación humana se mantiene, si bien se ha sofisticado en las dos últimas décadas. Habiendo practicado muchos años el periodismo activo, siento la comunicación como mi medio natural, mi amigo Ricardo diría "como pez en el agua" que es -exactamente- como me siento cuando escribo: suelta, cómoda, gozosamente centrada en narrar.

Enterados de mi expertise, algunos empresarios con los que trabajo en Adegi se decantan por objetivos relacionados con la competencia comunicativa tan necesaria en los puestos gerenciales. Unos preparan ponencias para congresos, otros la intervención anual ante la asamblea general, y algunos hilan más fino apuntando a habilidades delicatessen como la "escucha empática", esencial en la comunicación de calidad.

En una sesión de Coaching Empresarial el diseño de un objetivo nos confronta con muchas preguntas tales como: ¿Qué razones te llevan a querer desarrollar la escucha empática? ¿Para qué? ¿En qué nivel de escucha empática te encuentras ahora? ¿Cuál quisieras obtener? ¿Qué es -exactamente- para ti la escucha empática? ¿Qué modelos referenciales tienes en tu entorno que practiquen este tipo de escucha? ¿Qué repercusiones positivas esperas obtener tras la mejora de esta competencia? etc.etc.

Resulta comprensible que una vez realizado este buceo cognitivo-filosófico-emocional el empresario descubra que la escucha activa es la punta de un iceberg en el que cuanto más profundiza más encuentra... emulando al sabio que sólo sabía que no sabía nada... Y esto es lo que ayer ocurrió con Andrés. Ahora bien, lejos de amedrentarnos, nos crecimos ante el desafío de transformar su escucha actual 6,5/10, en una escucha empática de 8,5/10 en el plazo de un semestre.

En el incipiente camino de mejora iniciado ayer ¿qué descubrió Andrés? Que la escucha empática además de un iceberg es una consecuencia cuyas causas hemos de buscar en el ego, en la actitud invasiva, en la creencia yo sé-tú no sabes, en el paradigma yo soy importante y tu no, en yo primero y -si queda tiempo- tu después. En definitiva, que cuando no escuchamos de una manera plena existe una cierta prepotencia, un culto al yo, y un enamoramiento del propio discurso en detrimento del ajeno... Hábitos antiguos cuya modificación provocará resistencias y enfados mientras se gestiona el avance hacia el desarrollo del propio potencial y ¡de paso! mejora la escucha empática. Mi cliente se fue enfurruñado si bien horas después me escribió: "... Muchas gracias, Azucena. Por fin he comprendido por donde hincarle el diente a este asunto y j...r sí que es latoso". ¡Elemental, mi querido Watson, de otro modo estaría resuelto hace mucho tiempo!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Odei

Conocí a una mujer que jugó, apostó y perdió todo por amor. Hace quince años el firmamento entero cayó de golpe sobre sus hombros, y lo que hubiera roto en mil pedazos a un titán no acabó con Lessi, a quien hoy he visto en la bahía.

En un soplo del destino su vida pasó de tecnicolor a blanco y negro, de rica a pobre, de esposa a viuda, de propietaria a inquilina, de la abundancia a la escasez... Perdió la pequeña empresa familiar y la villa en la que vivía y se encontró con unas deudas cuya existencia desconocía. De la noche a la mañana descubrió que su marido -su gran amor- le había sido infiel, había contraído el sida, y arriesgado todos los bienes familiares en ocio y rock and roll. Digerir este cóctel hubiera enloquecido a cualquiera, no a Lessi, una mujer-roble en mitad de la nada.

He seguido sus avatares en la distancia a lo largo de los años, y esta tarde nos hemos cruzado en la bahía: cuál ha sido mi contento al verle más joven y guapa que hace quince años y en la dulce compañía de su nieto Odei, un niño-milagro por el que Lessi se ha dejado la piel.

La cuestión es que esta mujer valerosa que jugó, apostó, y perdió todo por amor ha conseguido sobreponerse y sacar adelante en solitario a su pequeño nieto. Hoy, viendo al niño, al tocar su rizado pelo, al comparar su altura con la mía, y al reírnos, he podido comprobar que esa criatura lleva incorporados los desvelos, las atenciones y renuncias de esta mujer-roble: todo está presente para quien quiera verlo entre los lunares de una sonrisa de seis años.

Con frecuencia la realidad supera los sueños si abrimos los ojos a la magia del universo contenida en una mujer sabia, en un niño inocente, al atardecer en la bahía.

lunes, 2 de mayo de 2011

El Cielo Protector

Todos pisamos el mismo suelo, aunque alcanzamos distintos cielos -dijo ayer el filósofo, mientras abonaba la buganvilla sin profundizar en la idea-. En las últimas horas, la frase se ha ido entrelazando en mi mente junto a las lecturas del momento, los proyectos en los que trabajo, y las personas a las que entreno: un cóctel creativo que con frecuencia salta a este espacio en forma de post.

En una interpretación libre que el filósofo jamás descubrirá -no se asoma al blog- diríase que nacemos con unos dones, en una tierra que nos acoge incondicionalmente. Lo que hagamos después con nuestra vida depende en los primeros años de la familia y después en buena parte de nosotros mismos. La extensión, altura y el color de nuestro particular cielo es algo a conquistar desde la lucidez de una visión, la persistencia en el empeño, las circunstancias o contexto y quizá de... ¡¡El Elemento!!

Se trata de un concepto desarrollado por Ken Robinson, británico de nacimiento aunque residente en Los Ángeles, quien en un libro editado por Grijalbo profundiza en la idea de que todos tenemos unos talentos naturales que cuando desarrollamos en el mundo real con gozo-entusiasmo-alegría-pasión configuran nuestro "Elemento", aquello para lo que hemos nacido, nuestra misión, algo que da sentido, aporta y nos aproxima a la felicidad alcanzable: ¡Nuestro Cielo!

El volumen detalla la biografía de numerosas personas que sobreponiéndose a una familia, un entorno, un momento histórico, una enfermedad -o cualquier tipo de limitación imaginable- alcanzan no sólo notoriedad, éxito o dinero sino en la mayoría de los casos un sentido profundo a la vida, una plenitud-autorrealización propia de quienes han tenido el coraje de conectar con su Elemento (aquello para lo que están dotados y disfrutan).

Si observan su entorno cercano, comprobarán que estos individuos que parecen rozar la gloria con la yema de los dedos contribuyen a la mejora de aquellos lugares, personas y situaciones en las que se encuentran reforzando el turquesa de un cielo que nos sostiene ¡tanto o más que la propia tierra!

El Tao

La endogamia profesional consiste en limitar nuestros intereses al estrecho cerco cognitivo relacionado con nuestra actividad: los médicos acuden a congresos en los que comparten los últimos descubrimientos en cirugía y descubren novedosos tratamientos para infinitas enfermedades. Los abogados asisten a jornadas sobre las modificaciones legales al tiempo que revisan casos de jurisprudencia internacional. Los entrenadores participamos en los cursos que imparten en cualquier lugar del mundo Whitmore, Cardon o Robert Dilts.

Con el tiempo, la endogamia alimenta una estrecha y sesgada focalización haciéndonos cada vez más expertos y menos generalistas, lo cual está bien durante un tiempo hasta alcanzar lo que en la jerga académica se conoce como la expertise. Esta etapa se lleva por delante unos veinte-treinta años de intensa dedicación en la que apenas da tiempo sino a trabajar, seguir formándote, practicar los nuevos aprendizajes contrastándolos con la experiencia, y seguir formándote... Más tarde comienzas a deshojar la margarita de los conocimientos adquiridos y -a la luz de lo que funciona, de la pura practicidad, o incluso del sentido común- te deshaces de casi todo excepto de un puñado de verdades que ciertamente siempre estuvieron alli.

En fin, un gigantesco laberinto cuyo único sentido consiste en descubrir que "no hay camino, sino que se hace camino al andar", como escribió el poeta Antonio Machado. Habiendo transitado -y abandonado- el camino del experto, tienes una visión global con casi infinitas variables, sabes de verdad, y entonces te conviertes en un generalista.

A veces también es posible enriquecer tu ejercicio profesional mezclando la formación de tu especialidad con otras que -en principio- son radicalmente ajenas a tu oficio o licenciatura. No se trata de un atajo, sino de un método para hacerte más sabio, útil y -a ratos- mejor persona. Vengo practicando el sistema caleidoscópico desde que me alcanza la memoria, quiero decir que además de las numerosas formaciones ortodoxas he asistido como alumna a cursos de acuarela, de tai-chi, de informática, de euskera, de inglés, de yoga, de meditación, de emprendizaje, de creatividad, de escritura... Este fin de semana he retomado el Tao (El Camino) de la mano de Juan Li a quien ya he mencionado en otros escritos del blog. Sabio de largo recorrido, genuina humildad y buen narrar, comparte con medio centenar de personas la síntesis de sus cincuenta años de investigaciones prácticas y teóricas por todo el planeta. Como siempre, las apariencias engañan y lo que en primer lugar parecía no tener vínculo con mi profesión se convierte en algo clave... Ha sido una gozada cuya única pega es que ha devorado textualmente mi fin de semana: sin duda dará sus frutos, más pronto que tarde.