¿De qué hablamos cuando hablamos de innovación? Desde hace seis meses profundizo en la práctica del feedback como herramienta empresarial de mejora continua, así que leo cuanto encuentro en la red y -sobre todo- sigo las recomendaciones de mis mentores.
Thanks for the Feedback -de Douglas Stone y Sheila Heen- es un libro que descubre los entresijos psicológicos, culturales y sociales del bello arte de dar y recibir feedback como método de crecimiento profesional.
Una de las aportaciones del volumen es el acertado enfoque de la "interpretación" de los conceptos, algo que -cuando se trata de feedback- puede llevar al desastre o a la gloria. Depende, todo depende... Lo mismo ocurre cuando se pronuncia el concepto innovación... ¿cómo interpretamos el término? ¿a qué nos referimos -exactamente-?
Tengo el honor de impartir formación "in company" en algunas empresas en las que también estoy en contacto con la propiedad y los principales directivos de la compañía. Esa transversalidad me permite comprender muchas de las cuestiones que se plantean en el aula ya que conozco el marco referencial, (cultura de la organización).
Al término de la formación "in company" sugiero que cada profesional construya su propio trabajo de fin de programa de acuerdo con aquellos aprendizajes que considere relevantes vertebrados entorno a un tema que en ese momento sea clave en la empresa. Digamos que el esfuerzo de cada alumno ha de mostrar hasta qué punto ha integrado los nuevos conceptos, en qué medida ha reflexionado sobre los mismos, y cómo puede retornar el conocimiento, experiencia y preferencias personales en forma de contribución a la compañía que financia nuestra actividad.
La innovación puede ser entendida como un aroma que inspira, una modernización de usos y costumbres, una pulsión emprendedora o una actitud energetizante cuyo efecto se asemeja a una transfusión sanguínea. La propiedad de un negocio en el que imparto formación tiene esa interpretación. Pero... el director de producción tiene otra que busca afanosamente el ahorro y la mejora de la fábrica en clave de milímetros, segundos o desperdicios, un enfoque distinto del concepto innovación. En cuanto a los alumnos, uno de los participantes entiende la innovación como una manera de desarrollar a las personas. Otro sugiere la creación de una "plataforma social" que incluya la transferencia del know how de la fábrica junto con planes de motivación a la plantilla y abordaje de la industria 4.0.
Apasionante... ¿no les parece? La cuestión es cómo conciliar en la misma empresa estas y otras muchas "interpretaciones" de los términos innovación, feedback, eficiencia, salud organizacional, rentabilidad, mejora continua o capital humano. Al cierre del 2020 me pregunto: ¿de qué hablamos... cuando hablamos de innovación?