En el coqueto hall del Hotel Niza (San Sebastián), Nerea (Azurmendi) me hace una entrevista para el Diario Vasco buscando desvele la fórmula de la felicidad y la comprima en un decálogo para los lectores del rotativo.
La idea es que "llene" de contenido página y medía de la sección Al Día cuando los lectores se asomen al periódico dispuestos a coquetear con el "algoritmo de la felicidad" y los buenos propósitos del nuevo año (2013).
Camaleónica tarea para una humilde mortal porque mi magia sólo consiste en que cada cual conecte con la suya. Porque mi fuerza llega justo hasta la frontera de la pasión y persistencia que cada persona ponga en el logro de su objetivo, ni un milímetro más. Porque la formula de felicidad es única e intransferible, como la huella digital o el zapatito de Cenicienta. Y, finalmente, porque mi parcial visión, experiencia y conocimiento limitan una respuesta sabia a un desafío tan enorme.
Después de la grabación del vídeo para la versión on line del periódico y de la sesión fotográfica con José Mari -quien sonríe tras alguna de mis bromas-, la veterana periodista saca su pequeño bloc de notas, enciende la diminuta grabadora, pide agua natural y ¡comenzamos! Los primeros treinta minutos de entrevista van crispando su paciencia porque no le doy un titular: aunque hablo claro (y a veces alto) no termino de disparar el gancho que deje KO al lector desprevenido. Nerea cuenta que su jornada ha comenzado muy temprano, que ha participado como tertuliana en la radio, y que para las once ya ha tomado tres cafés. Después bebe un sorbito de agua mineral y con sus preguntas ataca -como un sabueso- desde la lealtad al oficio. Una y otra vez trata de que baje del olimpo de los equipos directivos (con los que trabajo) al vulgo del que no tengo más referencia directa que el sentido común, la lectura de prensa económica y webs internacionales. Intento complacerle con argumentos, investigaciones recientes, datos y referencias bibliográficas que no registra en su cuaderno¿acaso por insulsas?
Cuando ya he terminado mi café, Manoli nos pregunta si queremos algo más. Tras la negativa, Nerea quiere saber ¿cuál es el grado de receptividad del empresariado vasco a los procesos de entrenamiento en liderazgo, si no se muestran un poco escépticos? Yo le digo que sí... y después explico...
Verás, cuando un empresario ha hecho cambios en los procesos, en los productos y servicios (innovación), y en los mercados (internacionalización) y no obtiene los resultados que desea, entonces -y quizá sólo entonces- contempla la posibilidad de "cuidar" el factor humano. Ese y no otro es el momento de entrenar a un líder, a un equipo, a un departamento o a una organización entera.
Verás, cuando un empresario ha hecho cambios en los procesos, en los productos y servicios (innovación), y en los mercados (internacionalización) y no obtiene los resultados que desea, entonces -y quizá sólo entonces- contempla la posibilidad de "cuidar" el factor humano. Ese y no otro es el momento de entrenar a un líder, a un equipo, a un departamento o a una organización entera.
El Factor Humano
¿Tienes algún caso de éxito que puedas compartir? -dice mientras eleva las cejas por encima de sus gafas-. Yo cuento que el Gabinete de Imagen de María Uranga ha multiplicado por cuatro sus beneficios empresariales en 2012. Que la empresa docente Implika ha crecido en el último año de una a cuatro sedes en territorio nacional y de 15 a 55 trabajadores. Que B.R. se ha integrado en el comité de dirección de un gran centro tecnológico vasco. Que AU está al frente de la unidad de investigación marina de otro centro tecnológico y que el equipo de San Sebastián Turismo ha multiplicado por tres los beneficios por venta de productos. ¿Y qué ha cambiado? -pregunta la periodista con un punto de sarcasmo-. El factor humano -le contesto- las personas, su motivación, ilusión, el orgullo de pertenencia, y la conciencia de equipo, entrenada durante durante meses.
¿Algo más? Sí, uno de los presidentes del Grupo Mondragón consiguió el sueño de publicar un libro. El responsable de Michelín Vitoria ha sido galardonado como el más exitoso (de Europa) en el logro de objetivos propuestos para su entrenamiento. Y el cocinero Joseán Martínez Alija se alzó con una estrella Michelín al frente de Nerua, el restaurante del Museo Guggenheim Bilbao.
Entonces... tu trabajo como entrenadora de líderes y equipos de empresa ¡es mágico! ¿no? -concluye Nerea-. No, le contesto, la magia está en el factor humano. ¡Las personas!
Ver Vídeo
Ver Vídeo