lunes, 15 de marzo de 2021

Cambio de Foco: Empleados eligen Empresa


Nada más horrible que un trabajo de por vida, me dijo la semana pasada Ángela, una profesional española de 25 años que en diez días comienza una aventura laboral en Bruselas. Por otro lado Iker -un ingeniero en busca activa de empleo- acaba de rechazar una posición en una multinacional que le exigía estar cinco años en el mismo puesto. Finalmente esta mañana una directiva de 32 años está a punto de excluir una oferta laboral si le obliga a estar dos años consecutivos en San Francisco, sede central de la tecnológica que quiere contratarla. 



Pudiéramos tomar estos casos como excepciones si no fuera porque se repiten una y otra vez desde hace casi una década... el fenómeno se acentúa entre aquellos privilegiados -seamos claros con esto- que pueden elegir, lo que no alcanza a segmentos de población con baja cualificación o deficiente conocimiento de idiomas.

Sin duda hay un cambio de paradigma entre los profesionales de menos de cuarenta años con un perfil apetitoso para el mercado internacional, cierta pulsión por el cambio, y un sólido manejo de dos-tres idiomas extranjeros. La tendencia se ha consolidado al punto de tener nombre propio: job hopping (saltar de trabajo).



¿Cuáles son las características de los profesionales que practican el job hopping? La necesidad de sentir que están al frente de su carrera, la búsqueda de la recompensa inmediata (corto plazo), el imperativo de aprender todo el tiempo, la exigencia de flexibilidad, el anhelo de contribuir a un mundo mejor y dar cauce a una ingente cantidad de energía/ talento / empuje / capacidad y búsqueda de estímulo ¡también en el trabajo!

Las prioridades de los nuevos profesionales han cambiado y las empresas harán bien en integrar los nuevos perfiles en clave de oportunidad aunque para ello tengan que modificar la manera de entender las relaciones laborales: los mejores empleados se sienten con derecho a elegir los proyectos en los que se enrolan y hay que motivarles todo el tiempo para evitar el abandono por un proyecto más atractivo... 


Datos-Base para la redacción de este post: Informe de la firma Robert Half + Tendencias publicadas por Ironhack + Programa Seed del BBVA + Investigación de la consultora de RRHH Auren BLC.

Jóvenes, preparados y muy infieles... Artículo EL PAÍS. 4 minutos de lectura. 

lunes, 1 de marzo de 2021

Herir nunca está en la ecuación

 

Todo es proceso. La semana pasada facilité una jornada de aprendizaje del feedback como herramienta de mejora continua. Participaron profesionales de Coruña, Hendaya, Vitoria, Hondarribia, Eibar y San Sebastián pertenecientes a diversos sectores productivos: electricidad, restauración, finanzas, informática, servicios, comercio... ¡pura diversidad!

Fue una hermosa experiencia en la que aprendí tanto como enseñé y se manifestó una vez más la presencia de los tres maestros: docente, alumnos y espacio -que en este caso era la Residencia Olarain de San Sebastián y sostenía junto con otros elementos menos evidentes-.




¿Qué elementos apoyan-arropan-sostienen a las personas? La apertura-curiosidad-ganas de aprender-, la confianza, la complicidad-humor y el clima que se propicia durante el encuentro y se mima tras de la formación.




En la empresa los equipos funcionan con parámetros similares porque todo es proceso: se da y se recibe, hay un espacio físico que sostiene y un espacio emocional que hay que construir con apertura, flexibilidad, confianza, asunción de riesgos, espíritu de aprendiz y... ¡generosidad! una virtud que cada vez encuentro más relevante.




Por una vez conseguí abordar todas las slides del power point, es decir: profundizamos en los conceptos teóricos del feedback al mismo tiempo que abordamos seis casos empresariales -momentos que reflejan las fotografías-. Creo que si en esta ocasión pude abordar la totalidad del temario fue porque me permití fluir con el ritmo y las necesidades de las personas. Parece que las cosas fueron bien porque otorgaron una nota media de 9,3 sobre 10 en la encuesta de satisfacción. Uno de los aprendizajes que más apreciaron fue el de preservar el "hilo relacional" (puente) entre los profesionales aún cuando el feedback que se aporte sea un área de mejora. Herir nunca está en la ecuación.

Esta semana el proceso continua y me coloca en posición de alumna de Anton de Kroon (consultor senior vinculado al Instituto Bert Hellinger) que imparte dos clases magistrales como despedida profesional tras una larga trayectoria de trabajo, exploración y creación de herramientas para el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones. La mirada de Anton de Kroon es sistémica, es decir amplia, global e integradora porque con frecuencia lo que en una empresa parece un problema es algo que busca afanosamente un cauce, una solución.



Vídeo de Anton de Kroon Duración 3 minutos