lunes, 28 de noviembre de 2011

Objetivos 2012: Jornada lúdica en Bilbao



Una sola vez al año imparto un taller en el que comprimo gran parte de mis aprendizajes y experiencias de los últimos doce meses. Lo hago de una manera juguetona combinando técnicas de Coaching, Creatividad, Pensamiento Lateral, Mapas Mentales, Método Disney...

Este año será en Eutokia  http://eutokia.org/comunidad-eutokia/  situado en la capital vizcaína (a un minuto del metro de Bolueta) un lugar que no te dejará indiferente porque allí las neuronas se mueven a otro ritmo.

Lo haré en sábado de manera que puedan acudir aquellos que vienen de otras ciudades o que trabajan de lunes a viernes. Será el día 17 de diciembre, comenzará a las 10 de la mañana y se prolongará hasta las 18.00 horas.

Al término del encuentro las personas se llevarán su personal mapa de los deseos 2012 -una herramienta práctica- que incluirá imágenes, dibujos, frases, post it, pegatinas y objetos adheridos que darán tridimensionalidad y orientación a las acciones del próximo año encaminadas al logro de alguno de nuestros sueños. Como suelo decir... Si no te animas a ir a por ellos ahora ¿cuándo?

El grupo será reducido. El número de plazas limitadas. Ya hay algunas reservas, y varias personas lo han enfocado como un "regalo de navidad" a sus parejas/ amigos. Todos los detalles sobre el lugar, el coste, los contenidos y mi perfil  podrás verlos en el link de Eutokia: http://eutokia.org/comunidad-eutokia/  Nuestra host de honor será Ziortza, la Directora del Centro de Innovación Social de Bilbao.

Recuerda que aunque "el mapa no es el territorio" un primer paso puede animar a un segundo paso y así transformar  un destino. ¡Ah! el taller será lúdico aunque estará repleto de aprendizaje y desafío.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Los Barcos Dragón


Más que el frío -que comienza a castigar con la llegada del invierno- duele la atrofia de la sensibilidad en un mundo que -incluso en decadencia- nada en bienestar. 

Compartía con ustedes en otro post la enorme influencia que tiene en nosotros casi cualquier acto (por banal que parezca)  ya que incluso el aleteo de una mariposa al otro lado del pacífico puede provocar una catástrofe, según los científicos ilustrados.  Pues bien, considero que parte del desarrollo de la consciencia en el vivir consiste en ser capaz de elegir entornos, relaciones, proyectos e incluso diversiones que alimenten el espíritu: que lo alegren y colmen de la chispa -acaso divina- que recibimos al nacer.

Hoy (domingo) me he sumergido en un entorno cuya edad media estaría en los... ¿ocho años? Digamos que del centenar largo de personas que hemos presenciado el espectáculo Zheng-He, cuando llegaron los barcos dragón, ochenta eran niños (de entre cuatro y ocho años) y el resto adultos (padres en su mayoría). Los frikies éramos los dos personajes de la foto y yo. 


Karin Schäfer http://en.wikipedia.org/wiki/Karin_Sch%C3%A4fer  ha regalado sensibilidad casi poética por encima del sonido de las bolsas de palomitas, de los diminutos aplausos y de las urgencias por ir al baño. Con un manejo preciso de las marionetas, del sonido, del tempo, del tono, del gesto y la cadencia, nos ha transportado a la época del gran explorador chino Zheng He quien recorrió muchas leguas de mar acompañado por trescientos barcos con bandera roja. Arribaron en Arabia, África y Siam donde fueron descubriendo las especies, la astrología, la cartografía y exóticos animales como la jirafa o la cebra. 

El alma sale del Topic http://www.topictolosa.com/ preparada para una nueva semana laboral, rejuvenecida del estudio de la prensa económica y de los manuales de gestión ¡fresca como una lechuga biológica! El programa del 29 Festival Internacional de Títeres de Tolosa se prolonga hasta el domingo día 4 de diciembre con espectáculos para niños y adultos. ¡Una delicia balsámica para un mundo atormentado! Gracias Karin.

viernes, 25 de noviembre de 2011

De la magia al plof: lugares y conversaciones


Hay paisajes
lugares
personas
conversaciones
libros
y
conferencias
que roban tu creatividad y diezman tu alegría.

Me ha ocurrido hoy escuchando a Lofti El-Ghandouri a quien, sin embargo, reconoceré  el mérito de ser co-creador de The Hub http://www.google.es/search?gcx=w&sourceid=chrome&ie=UTF-8&q=the+hub+madrid un espacio de encuentro de personas y proyectos que se esparce por el planeta. (En la imagen la sede de Madrid. Pronto se creará un Hub en San Sebastián). Seré justa con el evento rescatando un dato aportado por El-Ghandouri: un niño ríe una media de 400 veces al día, un adulto 14. 

¡Seamos como niños! 
Que no roben nuestra ilusión por la vida y su chispeante magia.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Busco Mentores

Hoy he comido en el Narru con un mentor cuyo nombre real no desvelaré. De un tímido casi patológico, Txema se disgustaría si se viese aludido en abierto como el punto de referencia en el que se ha convertido tras sus treinta años dedicado a aconsejar a empresarios vascos. De él aprendo tanto por lo que cuenta como por lo que calla; de lo que hace y de sus inhibiciones. Finalmente, del contraste entre mi fogosidad y su templanza surgen encuentros amables en los que me esfuerzo por aportar en sus flancos descuidados: temas informáticos, lecturas de última hornada, congresos, tendencias internacionales, o formaciones en las que participo. 


Tener mentores está bien no sólo porque González Alorda lo recomienda en su libro sino porque son faros en la noche, aunque finalmente es uno mismo quién ha de poner rumbo, ritmo, nave y destino a su carrera profesional sin más mimbres que los de su talento, coraje y experiencia. También está el tema de "los de arriba", algo de lo que siempre hablamos en nuestras comidas que acaban teniendo algo de místicas. No por el trago de rioja de buen año, sino porque tanto a Txema como a mi nos gusta creer que existe un Dios, un Karma o un Destino que se impone (o acompaña) también en la vida profesional si bien ambos practicamos aquello de "... a Dios rogando y con el mazo dando...". 

Casi siempre comparto con él mis zozobras del momento. Este mediodía a la hora de los postres, le he preguntado por el porcentaje que considera prudente ahorrar en una empresa para asegurar el porvenir. En su opinión, para mantener la correcta capitalización conviene ahorrar el 30% de los beneficios anuales. ¡¡El 30%!! Y yo que estaba tan contenta con el 15% que retienen mis mejores empresarios... Ya con el café he querido conocer su experiencia con los despidos ya que en su etapa como consejero se ha visto involucrado en en situaciones de difícil digestión emocional. La semana pasada tuvo que despedir a un hombre de 62 años (en un puesto de alta dirección): un sapo que hubiese preferido no tragar. Mi pregunta trataba de clarificar cómo conciliar el dilema de prescindir de una persona al mismo tiempo que se evita un trauma en la organización. Me ha dado algunas pistas interesantes que desarrollaré otro día, en otro post. Si puede, busque mentores en su entorno cercano y -de vez en cuando- invíteles a comer. Aprenderá mucho ¡y a lo mejor se suman los de Villadiego!

domingo, 20 de noviembre de 2011

El precio de la independencia

Cuando mis sienes palpitan bajo la presión del dolor de cabeza, las yemas de los dedos se lanzan al teclado del ordenador buscando orden en el caos. Saben de la eficacia de la escritura como  genérico cuyo único efecto secundario (no deseado) pudiera ser la pérdida de lectores del blog. 

Desde hace más de cuarenta y ocho horas, las sienes hierven con la terquedad de un repique de campanas. Por fin alcanzo el Toshiba portátil de casa, cierro la puerta del despacho doméstico, y doy cauce al geiser de mis pensamientos más filosóficos que productivos, más existenciales que prácticos, más locos que cuerdos. 

El geiser contiene cien mil lágrimas de mar: pegajosas medusas que se han quedado flotando en mi sistema conceptual tras haber recibido otros tantos impactos (inputs) intelectuales.   La intensidad de un grupo de trabajo en el que vengo participando -dos días al mes desde septiembre- sacude al extremo el racimo de mi identidad y certezas algunas de las cuales caen al suelo como un higo maduro. Otras se fijan con la terquedad adherente de un pulpo, mientras algunas flotan a la deriva clamando un poco de atención.

Como saben, soy una empresaria-bonsái por lo que la mayoría del tiempo trabajo en solitario algo que propicia una enfermiza endogamia en el enfoque existencial. Este hecho cierto -junto con mi no menos enfermiza pasión por aprender- me lleva cada año a participar en tres o cuatro formaciones así como en numerosos grupos de supervisión, asociaciones y talleres al termino de los cuales me quedo bajo sock al someterme a mi misma a una revisión casi exhaustiva de mi propia identidad y comportamientos. Como resultado de todo ello obtengo un caleidoscopio de imágenes de mi misma algunas de las cuales resultan deformantes, otras idílicas, varias totalmente ajenas a mí y -en general- ninguna tridimensional. Supongo que esta ambivalente sensación es la que tienen los profesionales cuando reciben una evaluación en el desempeño, en liderazgo, o  un feedback 360º: algo de verdad, algo de mentira, y mucha medusa que flota iridiscente en mitad de la nada. 


Después de un enérgico paseo de dos horas monte arriba, de un café con brioche, de la lectura de periódicos y suplementos, alcanzo la conclusión de que soy un anfibio en extinción ¿una salamandra, una cecilia, una rana?  Un poquito de cambio climático por aquí, un deterioro del hábitat por allá, y el ataque del hongo quitridios por acullá, están diezmando mi hasta hace poco imbatible optimismo. Los anfibios amenazados somos el 30% de los profesionales del sector y -según dice el Instituto de Biología Evolutiva (IBE)- nos caracterizamos por ser: hiper-activos, iconoclastas, osados, pelín asociales, poco diplomáticos, resilentes y con un desarrollado sentido del humor. También nos peinamos raro (miren este excelente ejemplar de la foto)  ;-D

viernes, 18 de noviembre de 2011

La magia del PP

Entorno a una personalidad volcánica como un tornado (Alan Cardon) aprendí que una reunión de trabajo no es eficaz si no se toman decisiones. Decisiones que -volcadas en un plan de acción- lleven a la puesta en marcha  de proyectos, actividades, cambios, productos, servicios, expansiones, fusiones...

Cardon fue el primero que me puso en la pista y le estaré eternamente agradecida porque desde entonces son muchos los procesos de entrenamiento en los que he comprobado que cuando no hay acción es porque no hay decisión, y cuando no hay decisión es porque no existe un compromiso.

Como en el caso del primer novio (nunca olvidas aquel beso)  llevo tatuadas en mi piel las "reuniones delegadas" -metodología simple y revolucionaria en la que me entrené en 2005- y que el francés aporta como legado al mundo del management contemporáneo.

Después han llegado otros ¡siempre aparecen otros! de los que he aprendido algo, desechado bastante y discutido algunos conceptos. Reconoceré que me apasiona la confrontación verbal y reflexiva que practico con vehemencia. 

Del catedrático Sabino Ayestarán incorporé en 2008 el "diagrama de afinidad", herramienta también simple, eficaz y precusora de los "procesos participativos" en los que profundizo desde hace unos meses con Eugenio Moliní de quien he capturado la magia del PP que no es otra sino la capacidad transformadora del primer paso, el pp, que se alcanza tras un proceso integrador en la organización y que -al igual que el pie derecho sigue al izquierdo- propicia el avance hacia el despliegue de la totalidad del plan de acción a base de sucesivas intervenciones.

Aunque algunas escuelas de negocios, másters y empresas privadas de formación exhiben sin pudor la presunta docencia del Coaching de Equipos, en la mayoría de los casos no lo han practicado jamás en una organización compleja donde la diversidad, la ausencia de soluciones conocidas, y el conflicto, pongan la sal y la pimienta con la que estornudamos los que estamos en primera linea productiva.

Hasta donde me alcanza el recuerdo de lecturas, formaciones, seminarios y talleres Cardon, Ayestarán y Moliní son tres fuentes en las que beber un poco de inspiración mientras uno va montando su propia metodología, en verdad lo más valioso que se puede ofrecer: el destilado de una vida de trabajo, investigación y prueba/ error. Lean algo de ellos... si apetece... y no olviden la magia del PP, del Primer Paso. Cero procastinación. Ya hablaremos otro día de este concepto que se torna plaga en las organizaciones.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Selva y Zoo

Aún de noche, con un rastro de luna en el firmamento y escarcha sobre motos, coches y bicicletas, la guerrera se pone en marcha. Sale de caza vestida de coraje, disfrazada de Prada, y perfumada con Channel. En la selva, la guerrera encuentra: agresividad (depredadores), rapidez (ardillas), docilidad (ovejas), independencia (cabras), lentitud (tortugas), fidelidad (perros), traidores (alacranes), dadores (vacas), receptores (terneros)...

Aunque de asfalto, la guerrera sabe que es una selva y ni por un instante olvida que su vida (empresarial) depende de sus habilidades para la caza, la recolección y la reserva de provisiones. No es la más fuerte, ni la más rápida, ni de lejos la más astuta. Sin embargo, la guerrera fortalece la musculatura de combate impulsada por el instinto de supervivencia, mientras muchos dormitan en el opiáceo limbo de las subvenciones.

Cuando llega el glaciar escasea la comida, se desvanece el mundo de la abundancia, flojea el anestésico institucional y duelen las sangrientas heridas de la masacre: mueren vacas, ovejas y tortugas. La guerrera afila su instinto de navaja: duerme poco, caza mucho, recolecta frutos y los seca al sol mientras canta una nana para espantar su soledad.  


domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Cuál es la banda de su wifi?




Mi cabeza es una sopa. De letras. Los domingos. 
Empiezo otra vez: mi cabeza es sopa de letras los domingos tras sumergirme en lecturas intensas y variadas durante horas. Completar varios auto-definidos (crucigramas) ayuda a espesar el consomé, y hoy el Libro de Arena (Borges) ha terminado por engordar el caldo dejándolo similar a la deliciosa sopa de pescado que mi madre hacía en Navidad.

Dos ideas emergen del mar embravecido de conceptos turbios: Europa eres tú, Europa soy yo. ¡Pongámonos de una vez a producir que esto se hunde! Lo tengo tan claro que hasta lo voy a incluir en la firma de los E-mails. Europa somos tú y yo,  juntos podemos llegar más lejos. El tiempo es ahora, el reloj de arena ofrece su vacío. No quedan granos de oasis ni espejismos. Pongámonos ¡ya! a trabajar allá donde estemos desde el núcleo duro de nuestro talento porque la inflada bola terráquea pierde aire y asemeja los globos que regalaban las zapaterías a los niños los jueves de mi infacia.

La otra idea pertenece a mi amigo Gabriel para quien las personas llevamos incorporado un sistema wifi con el que vamos por la vida conectándonos o desconectándonos a la fertilidad/ toxicidad del entorno, seamos o no conscientes de ello.

La idea me ha parecido genial. Llevamos incorporado un sistema wifi que permite captar: señales, frecuencias, vibraciones, sensaciones, emociones, instintos, intuiciones, incoherencias, mentiras, verdades... La amalgrama con la que conectamos (o no) forma parte de la eficacia/ ineficacia con la que nos comunicamos en las organizaciones y -como implícito maridaje- de la eficacia/ ineficacia que alcanzamos.

Entreno estos días a un alto directivo que desea le ayude a mejorar sus competencias de liderazgo. Cerrado al cambio como una almeja a tres millas de profundidad mar adentro, insiste en hacerme creer que cuida de las personas porque alguna vez les dice ¿qué tal? tras el ¡buenos días! de rigor. Acabo de leer uno de sus últimos Emails que encabeza con un: Estimada Aránzazu... Él no entiende que en la evaluación bianual penalicen su gestión de las personas... Paradojas. Es buena gente, lástima la escasa potencia de su wifi.

viernes, 11 de noviembre de 2011

One day off

La paleta de Antonio López incluye la perfección. Al verle en movimiento -frente a su caballete en plaza del Sol (Madrid) cubierto con una visera roja de propaganda, en bermudas, y junto a una modesta silla plegable- descubro cuánto ama el trabajo que realiza, lo mucho que se exige, la persistencia en el empeño hasta alcanzar el matiz preciso del ángulo y de la luz. Intuyo también de dónde emerge su fuerza.

Son muchas las gafas con las que amanece el porvenir: de lejos, cerca, de sol, de pasta, metálicas, bifocales, e incluso unas que descubrí el mismo día que me enamoré de la perfección de Antonio: unas gafas que evitan el llanto mientras cortas la cebolla. En la ferrería me informaron de su precio: tres euros, pero no especificaron si evitan la llantina por causas ajenas a las herbáceas.


Esa noche vi la luna llena y naranja sobre el horizonte azul de la bahía. A igual que otros muchos paseantes creí la quimera de que su bello reflejo en el inmenso mar me seguía con la fidelidad de un perro.  

Todo depende de la perspectiva de la mirada (del pintor Antonio López), del color emocional de las gafas con las que se contemplen lugares y personas, y de la creíble fantasía de que la luna se rinde a tus pies cuando tan sólo sigue las órdenes rítmicas y exactas de la tierra en su vaivén de rotación.

La antológica de López en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, las gafas en la ferretería de Indauchu, el masaje en Nivel 3 y la comida en el restaurante Lu´um completan la miscelánea de una jornada hedonista, de un homenaje, de un día fuera del tiempo, de la prisa, de los quehaceres domésticos y del trabajo en el despacho. Un día en el nirvana que no es un lugar sino un estado.

En la sauna, el baño turco, y el jacuzzi me re-encontré con una mujer muy parecida a mi que tenía cuerpo. Entre sola y salimos juntas prometiendo quedar más a menudo. Me hizo bien la sensación de calor, el sudor, los chorros de agua fría en la ducha, las burbujas en medio de las cuales sólo veía a ratos los dedos pulgares de mis pies. La otra fue apoderándose de mis sensaciones hasta coparlo todo: el tacto, el olfato, la azulada vista del techo... Cuando llegué donde Ánder (el masajista) ya flotábamos en una nube de bienestar. Al salir yo media dos centímetros más. Palabra.

One day off cunde mucho. Anclada en mi nuevo cuerpo me propongo  embotellar el nirvana para alcanzar la perfección, ahora que he comprobado su existencia en la paleta de Antonio López. Y el secreto: su recia fuerza castellana emerge de su mujer, su hija María, y su nieta Carmen.


sábado, 5 de noviembre de 2011

La ética como bisagra entre las fuerzas del cambio y la permanencia

El mundo empresarial otea el horizonte en medio de la tormenta en busca de soluciones precisas. Lo hace bajo el mandato de la urgencia, en algunos casos presionado por la necesidad de vivir o morir en una jungla cada vez más competitiva, compleja, cambiante y global en la que como ya vaticinó Darwin sólo sobrevivirán los que mejor se adapten a los cambios. Ya no basta ser más listo, más fuerte o más rápido, ahora deviene esencial la flexibilidad de un gato en celo. O bien se trata de "cambios adaptativos" al nuevo panorama macro-económico (y sus circunstancias) que se realizan desde el "debo"; o bien emergen intencionalmente impulsados desde el "quiero". En ambos casos -si deseamos chequear la madurez de nuestra organización ante un cambio- podemos aplicar la antigua  fórmula de Beckhard:


Insatisfacción X Visión X Primer Paso  >  Resistencia


La insatisfacción empresarial multiplicada por la visión que se tiene, multiplicada por el plan de acción o primer paso, ha de ser mayor que la resistencia al cambio entendiendo que los tres primeros factores se cuantifican en torno a diez y la resistencia se mide en torno a mil. Parece complejo y no lo es. De hecho, si quiere comprobar la eficacia de la fórmula le animo a poner sobre el papel cualquier tema que en este momento habría que modificar en su organización y que se pospone una y otra vez, dando inequívocas señales de una vigorosa resistencia.

Esta fórmula -recientemente rescatada por el consultor sueco Eugenio Moliní- me resultó antipática cuando la descubrí. Después, la he aplicado en varios procesos empresariales con excelentes resultados ya que sitúa un dilema en clave de accesibilidad: o incrementamos la visión, o nos animamos a dar el primer paso en la dirección del cambio, o intentamos menguar la resistencia. Detectar dónde se encuentra exactamente la resistencia de un sistema productivo es una investigación que merece la pena: ¿Qué personas, qué departamentos, o que proyectos dan señales de resistencia -activa o pasiva- en la organización? Obviar las señales hará que se incremente su virulencia con pésimos resultados en el clima laboral, la motivación, la productividad y los beneficios.  Por el contrario, invitar a la resistencia a que se manifieste puede propiciar una oportunidad de integración entre las llamadas “fuerzas por el cambio” y las denominadas “fuerzas por la continuidad”, dos polaridades necesarias para la supervivencia de la empresa y para su mejora continua.


Insisto en que el mundo empresarial otea el horizonte en medio de la tormenta en busca de soluciones precisas y (en esa búsqueda) contrata indiscriminadamente consultores, asesores y coaches a quienes simultánea -pero no coordinadamente- les ponen a trabajar en una misma empresa. Los consultores y asesores se centran en los procesos, la primera P, los coaches se centran en las personas, la segunda P. Y ocurre que en la misma organización se avanza  hacia el norte -siguiendo los planes de acción trazados con un coach-, mientras se desanda hacia el sur siguiendo las indicaciones de un consultor. Es de locos y ocurre de continuo en las empresas. Entre la primera P. de procesos y la segunda P. de personas está la E. de ética, una hermosa dama vestida de blanco a la que manchó el vestido la pulpa de un calamar. 

Procesos.Ética.Personas
P.E.P. 

Cuando en el año 2002 oí hablar por primera vez en New York del código de ética de la International Coaching Federation (I.C.F.) me sorprendió que en el contexto empresarial norteamericano se diera tanta importancia a la ética. De hecho, algunos de los primeros coaches españoles de mi promoción (primera certificada en nuestro país) fueron suspendidos en las pruebas que acreditan la excelencia como entrenador empresarial avalado por la I.C.F. por "dirigir" levemente las decisiones del cliente. 

Aún corriendo el riesgo de resultar impopular, compartiré con ustedes mi certeza de que en el mundo organizacional no vale todo, y no todos somos iguales. Acaso complementarios como dice Meredith Belbin, pero no iguales. Además, lo que hoy resulta clave de supervivencia económico-financiera, mañana  deviene guillotina empresarial. Propongo una exquisita atención en la elección de las personas que componen un equipo empresarial o de proyecto ya que tanto los problemas como las soluciones entran por la puerta de la contratación. Sugiero también  extrema cautela en la selección de colaboradores externos (consultores, asesores, coaches). Y si bien es cierto que nunca tendremos una certeza absoluta sobre su competencia profesional, algunas formaciones, certificados, licenciaturas y referencias de clientes anteriores pueden garantizar ciertos estándares éticos y de calidad. 

jueves, 3 de noviembre de 2011

El silencioso sabio

Uno de mis mentores, Sabino Ayestarán, ha redactado un manual que recoge todos los conocimientos e investigaciones realizadas por este sabio en los últimos cuarenta años entorno a la construcción y el desarrollo de equipos en las organizaciones. En realidad es un libro, salvo por el hecho anecdótico de que lo tengo imprimido en Dina 4 y con gusanito en lugar de las tradicionales tapas y el ISBN correspondiente a un volumen publicado por una editorial. En este texto -que es una joya- Sabino hace gala de su habitual profundidad, llaneza e ironía, y captura por escrito una idea que suele citar cuando estamos juntos: "... no hace falta inventar el Mediterráneo...".


Esta tarde me he acordado mucho de Sabino al visitar durante dos horas la librería más grande de la ciudad donde ¡al parecer! se habían concentrado no sólo todos los donostiarras (en puente de todos los santos) sino todos los guipuzcoanos. En medio de esta saturación humana no he perdido los nervios ni el sentido del humor, ni siquiera la orientación hacia la zona dedicada al mundo empresarialEn la sección de management he dilapidado más de una hora ojeando libros en los que nos recuerdan la necesidad de dormir ocho horas, moderar la actividad al final de la jornada, pasear en la naturaleza, de comer sana y moderadamente, mantener relaciones afectivas y amistosas con el mayor número posible de personas y -en general- de un montón de  cuestiones lógicas, antiguas y más bien prosaicas. Si honramos la memoria de Maslow ¡pobre hombre! todo lo citado tiene que ver con la satisfacción de necesidades básicas, acaso primitivas que -en teoría- en el mundo civilizado y en la empresa son archiconocidas. 

En fin, ha sido una cruel paradoja buscar la excelencia en liderazgo y encontrar técnicas de respiración que yo practicaba en los años ochenta. Pura regresión ¿no les parece? Énfasis por inventar el Mediterráneo. Fíjense que no es que abdique de lo esencial: la alimentación, el descanso, las relaciones, la naturaleza ¡son verdades incuestionables! pero hace décadas (acaso siglos) que ya dimos con esa piedra filosofal ¿o no, resulta que no? Plof, qué bajón la sección de libros empresariales editados en 2011. 

martes, 1 de noviembre de 2011

Un hayedo y un sendero


La lepiota procera que hemos encontrado es tan grande que -de haberse producido una tormenta en mitad del bosque- hubiéramos podido cobijarnos bajo sus treinta centímetros de diáfano sombrero. Está en buen estado, y la hemos traído a casa para chequear si es comestible en el libro editado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Aunque lleva el punto verde, no nos atrevemos a echarla a la sartén ¡lástima porque saldría un revuelto espectacular con sus 250 gramos troceados con un poco de panceta y huevos ecológicos!

Este no es, sin embargo, el principal tesoro de una jornada en la que hemos orado al raso, en una zona casi salvaje del valle de Leizarán del que muchos habrán leído y pocos conocerán www.leitza.net + www.plazaola.org. Se trata de un lugar en el que el musgo cubre los troncos de los árboles caídos, donde las botas de hunden hasta quince centímetros en las hojas del robledal, y las cabras (apoyadas en los árboles para alcanzar los frutos silvestres) desafían sobre dos patas la ley de la gravedad. También hay   algunas cabañas de piedra destinadas al ganado que me hacen suspirar por su belleza. 

Sobre la fértil y agradecida tierra había cientos de castañas cubiertas con un modelo de púas channel junto a piñas grandes y pequeñas y algunas flores altas, delgadas y violetas tan delicadas que daba pudor acariciarlas. El pueblo de Leitza está bien conservado, con un frontón pegado al ayuntamiento y una iglesia en lo más alto, cerca del cementerio, hoy concurrido de mujeres recias calzadas con botas de goma y acompañadas de azada para quitar los rastrojos de las tumbas. Cero frivolidad, sólo el recuerdo de los seres con los que hace algún tiempo pudimos disfrutar. Senderos estrechos en algunas zonas del pueblo y alrededores. Senderos estrechos con un final anunciado que a todos nos espera. Vivamos jubilosamente el presente, agradecidos de lo que es, de lo que hay ¡vida!