Los fotógrafos profesionales consiguen maravillas con los humanos: hacen que parezcamos normales en las imágenes que capturan con su reptiliano ojo invertido ¡es un decir! y acaban por atraparnos con el objetivo de sus poderosas cámaras digitales.
La instantánea -tomada diez minutos antes de una conferencia- por Nestor (a quién todo el mundo pregunta si se apellida Basterretxea, para hastío del muchacho) tuvo el mérito de la luz natural de un soleado 6 de junio en la Guipúzcoa profunda, a veinte minutos de San Sebastián donde hoy se ha levantado una ventista ya intuida por las gaviotas sobrevolando esta mañana la bahía en círculos sospechosamente concéntricos.
Respiro. Tomo aliento. Es sábado y llueve: las horas resbalan con dulzura por los cristales del salón donde The Canterville Ghost en papel y en CD esperan que avance sobre el capítulo cuarto del librito adquirido por un euro el domingo pasado con El País. Tengo que triturarlo hoy como sea, porque mañana llega una nueva entrega, en este caso de Edgar Allan Poe
Respiro. Tomo aliento. Es sábado y llueve: las horas resbalan con dulzura por los cristales del salón donde The Canterville Ghost en papel y en CD esperan que avance sobre el capítulo cuarto del librito adquirido por un euro el domingo pasado con El País. Tengo que triturarlo hoy como sea, porque mañana llega una nueva entrega, en este caso de Edgar Allan Poe
Forma y Universo de Basterretxea
Pero son tres los libros que leo simultáneamente, tres como las hijas de Elena, que ninguna era buena. Uno empresarial: Aprendiendo de los Mejores de Francisco Alcaide Hernández; La práctica del relato, de Ángel Zapata, y el susodicho de Oscar Wilde (en inglés). Dos son nuevos y el de Zapata alcanza la cuarta lectura no por ello menos nutritiva e inspiradora sobre lo que hay que hacer y evitar cuando deseamos comunicar-nos por escrito. Comunicar, este verbo genial debiera estar en mi epitafio ya que me apasiona en todas su modalidades: por tierra ¡feliz como una lombriz! mar (cuando buceo para ver peces en el Cantábrico) y aire (las ocasiones en las que me toca ventanilla y un edredón blanco sobrevuela las esferas).
Comunicar. Palabras. Las palabras son átomos de significado, dice Zapata que recurre a Einstein para avalar semejante latigazo: "... las palabras -escribió el físico alemán- forman parte de la magia... y constituyen el principal medio de influencia entre los hombres...".
La académica de la lengua y Premio Cervantes 2010, Ana María Matute -fallecida esta semana- acostumbraba a decir que "... escribir es una larga e incontestable pregunta..." ¡otra de mis pasiones! Preguntar.
La batería del ordenador se acaba. No tengo cable. Me despido ahora. Ya concluiré el post en otro momentooo... Por ahora les dejo con ese dardo: la palabra es un átomo de significado. Plof... plof... batería cer...OOO.