viernes, 16 de noviembre de 2012

Miopía Existencial

El mar estaba hoy tan opaco como salado, lo que no ha frenado mi entusiasmo por avanzar hacia las profundidades en busca de una claridad que me permitiera saludar a los peces que configuran el fondo marino de la playa de mi barrio. 

Muchos metros mar adentro, la turbia opacidad se mantenía al punto de que he limpiado las gafas, ajustado el tubillo por el que respiro, y comprobado que no siempre la persistencia y voluntad logran lo que uno se propone, ya que aunque los peces debían seguir allá abajo -como siempre, ofreciendo un magnífico espectáculo- yo no podía verlos.

Hay días en los que los humanos tampoco vemos lo evidente o cercano: ciertas verdades, algunos tesoros, talentos o habilidades, así como los numerosos regalos de la vida. Están, pero... ¡no los vemos! En ocasiones se trata de circunstancias ajenas a nosotros (exógenas) como el estado del mar, y otras son características propias (endógenas) 
¿Opacidad? 
¿Sordera y miopía ante "lo que es"? 
¿Ausencia de consciencia? 
¿Dispersión? 
¿Hiper-actividad? 
¿Torpeza auditivo-visual-kinestésica? 

De regreso hacia la costa, y a unos quinientos metros de la arena, me he llevado un buen susto al rozar una roca gigantesca cuyas adherencias vegetales -de un color granate intenso- han emergido de la nada justo encima de mi nariz. Es lo que tiene carecer de visión: chocas con otros seres humanos, con circunstancias, conocimientos o contextos que desconoces o... con rocas marinas. No se preocupen, aunque atrevida nado alerta y no me he dañado, aunque en un primer momento el susto ha sido morrocotudo. Después me ha hecho sonreír.


http://www.nytimes.com/2012/10/30/science/rethinking-the-computer-at-80.html?pagewanted=al

Seguramente lo contrario de la miopía existencial sea la lucidez, la presencia total en el "aquí y el ahora", en la escucha profunda, así como el vaciado de preocupaciones obsesivas (la "madeja del pensamiento"). Lucidez es el factor común de las entrevistas realizadas por Montse Batlle durante años y ahora recopiladas por Kairos en el volumen titulado Lo íntimo y lo Sagrado, que ayer recomendé a dos gerentes de Adegi (Asociación de Empresarios de Guipúzcoa) a los que entreno desde hace años y ya tienen un "fondo de armario", je je, un background con el que entender, disfrutar y aplicar las enseñanzas que comparten en el volumen una veintena de hombres y mujeres sabios considerados los referentes mundiales de su especialidad: Claudio Naranjo, B.K.S.Iyengar, Joseph O'Connor o Enrique Eskenazi, entre otros.

No incluye Peter G.Neuman, aunque méritos no le faltan porque a sus 80 años sigue trabajando en SRI International, un vanguardista laboratorio de investigación en ingeniería de Menlo Park, California. Neumann coincidió con Albert Einstein en persona en numerosas ocasiones  y se enamoró de muchas de sus ideas que cita en la entrevista concedida hoy al  The New York Times. Me permito reproducir dos que me parecen especialmente valiosas en la turbia y opaca marea que padecemos:

Todo debería hacerse tan simple como se pueda, pero no más simple (Albert Einstein).
A los responsables de las instituciones mundiales sólo les interesan las soluciones "rápidas y sucias" (Peter G.Neumann).  

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