lunes, 28 de octubre de 2024

El dilema: ¿tiempo o dinero?


Yvon Chouinard (en la fotografía) es multimillonario. Ese dato no es lo más relevante del personaje que también es montañero, artesano, empresario, escritor ¡y filántropo!...



Descubrí a Chouinard en el año 2012, cuando se publicó "Que mi gente vaya a hacer surf" libro en el que Yvon Chouinard narra el comienzo de la marca Patagonia, sus dificultades como emprendedor y su filosofía conectada a lo que ahora se denomina ser un "dirtbag", una persona que valora más el tiempo que el dinero y que pasa gran parte de su día haciendo cosas que le apasionan.



Yvon Chouinard sigue inspirándome doce años después de su descubrimiento. Su filosofía existencial es ahora más popular que entonces y su éxito empresarial no ha contaminado un ápice el encanto del personaje.


Vídeo de Yvon Chouinard y Fred Beckey dos grandes escaladores y amigos. Duración: 1 minuto.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Directivos Top ¿solución o problema?

 

Los directivos son contratados para tomar decisiones, tutelar su cumplimiento, asegurar el negocio, motivar a los empleados, diseñar la estrategia de la compañía y -en general- para solucionar problemas. 

Al cabo de un tiempo, sin embargo, algunos de los más exitosos directivos generan dilemas evitables con un poco de liderazgo consciente, integridad, visión a largo plazo y -sobre todo- control del ego. Como directivo top pasar de ser la solución a ser en el problema no es baladí para una compañía. 



Colaboro con una organización atípica y voy conociendo los entresijos del sistema según avanzo al tacto sobre el terreno, descubriendo aquello que todos saben y nadie cuenta, lo que me convierte en un personaje que acaba llevando sobre su espalda alguna mochila-joroba de camello.

Aunque habitualmente acompaño al Comité de Dirección, hace unas semanas comencé el trabajo individual con una directiva de la que penden los departamentos de finanzas, recursos humanos, jurídico e informático. Puro monopolio de poder e influencia que la directiva ha ido atesorando hasta convertirse en imprescindible para una organización ingenua en la gestión de personalidades ambiciosas y exentas de la suficiente honestidad para reconocer que semejante concentración de poder es un genuino factor de riesgo porque ¿qué pasaría si te abduce un ovni durante un año? le pregunté en nuestro segundo encuentro de trabajo. Hufff, me dijo ella, sería el caos porque desde la firma para los bancos hasta un sinfín de gestiones pasan por mi autorización. Hufff, contesté yo, eso plantea un genuino dilema para la compañía y desde luego es un KPI de riesgo.

El monopolio pocas veces ofrece resultados satisfactorios para los stakeholders. Hay monopolio sectorial, de explotación, geográfico, de propiedad, gobernanza ¡y directivo! -el nivel en el que remuevo y cuyas referencias manejo-.



En el 2015 entrené a directivos top de Michelin España cuyas valoraciones para el desempeño se situaban en la excelencia excepto en el capítulo de la delegación. Un año de trabajo conjunto y una estupenda actitud por su parte desbloqueó lo que era un problema para la compañía: el relevo generacional de aquellos directivos clave cuyos resultados estaban basados en conocimiento y experiencia.

La exitosa experiencia liderada desde el departamento de RRHH en Clermont Ferrand (Francia) fue acompañada de un plan de sucesión que contemplaba no solo el relevo generacional, sino también la elección de un sustituto en caso de que alguno de los directivos fuese abducido por un ovni. Ya entonces me pareció sensato y de sentido común aunque -desde luego- poco habitual en las compañías españolas. 

Confieso que tras la sesión de trabajo con la directiva-monopolio me acordé de una de las más célebres recomendaciones del inversor Warren Buffet: "... Contrata a personas íntegras, inteligentes y enérgicas...". Buffet pone el acento en la integridad toda vez que si un profesional es inteligente y enérgico pero no íntegro destrozará la compañía al obviar, por ejemplo, el riesgo que conlleva convertirse en un cuello de botella para cuatro departamentos clave de la organización (finanzas, recursos humanos, jurídico e informático). 

He sugerido a la directiva-top que diseñe un plan de delegación de funciones para su equipo, que desarrolle a su gente (liderazgo transformacional), y que module su adicción al control (y al poder). Mucho trabajo por delante para vencer su resistencia.


Artículo relacionado en El País.

viernes, 11 de octubre de 2024

Facilito un Taller de Escritura Creativa


Retomo una de mis pasiones: facilitar un Taller de Escritura Creativa donde las personas conecten consigo mismas y aflore el caudal de conocimiento, experiencia y emociones que todos llevamos dentro. 

Aunque durante tres décadas he facilitado talleres de escritura creativa, en esta ocasión la actividad se presenta ante mí como un sendero nuevo. 

Quiero compartir la experiencia con ustedes a través de este blog donde iré intercalando los habituales contenidos con otros relacionados con la escritura creativa.




Alerto de que los participantes y yo nos hemos desprendido del censor -señor con bigote que ahoga los primeros pensamientos-. No se sorprendan, por lo tanto, si a partir de ahora encuentran algunos post más desnudos y atrevidos: forma parte del proceso.

Según se desarrolle el taller -que comienza hoy- les iré contando mis reflexiones palmo a palmo, sobre el terreno.

La escucha es la antesala de la escritura


Las yemas de los dedos buscan a tientas el teclado: rebosan emoción y quieren encauzarla a través de la palabra, herramienta arcaica del hombre desde hace cinco mil años.

Mis Camper gore-tex se adentran en la húmeda campiña. Tras la noche cargada de viento, el campo es un cementerio de árboles quebrados y ramas rotas. En el río también flotan trozos de madera, vestigios del naufragio otoñal.

Los dedos buscan el teclado para descargar los pensamientos de igual manera que las nubes recorren kilómetros hasta encontrar el lugar preciso en el que soltar su carga de oxígeno e hidrógeno.

Aunque mi mente consciente desconoce el verbo y el predicado de lo que escribiré, mi inconsciente necesita un cauce para el deshielo de emociones encarceladas en la mazmorra que se encuentra al fondo del castillo. Los gruesos muros defensivos aíslan todo aquello que el dolor impide digerir: necesidades no cubiertas, desengaños, miedos, dolores y -en general- jirones de vida que -sepultados bajo un manto de normalidad- ansían salir a la superficie.

En el tortuoso verano del 2024, el duende de la intuición dejó en mi oído un mensaje con el sello lacrado de los pensamientos que contienen una verdad que llega desde un lugar de luz que te alcanza. El duende elige el momento en el que se aproxima a tu oído para depositar un mensaje que resbala por el tobogán de la trompa de Eustaquio e impacta en tu consciencia donde te ves obligada a decidir si le harás caso.




Decidí escuchar la sugerencia del duende convencida de que me llevará donde tenga que ir, aunque yo no lo sepa, de igual manera que hace dos décadas me impulsó a formarme como facilitadora de procesos de cambio, y esa actividad ha sido una exitosa experiencia profesional.

Mantenerse a la escucha de los primeros pensamientos -que emergen de manera espontánea sin invitarles a la fiesta- forma parte del proceso de escribir. La escucha es la antesala de la escritura y hay que hacerle sitio en el atiborrado desván de la experiencia donde el polvo y los trastos devoran hasta el último centímetro del parquet. 

Mi amiga Itziar -que practica meditación desde hace treinta años- no se cansa de repetir que hemos de permanecer a la escucha de los mensajes que llegan a nosotros desde la eternidad.  Decidí hacerle caso al duende y poner en marcha un Taller de Escritura Creativa donde una docena de escritores nos reunimos en una sala gigantesca y desangelada de la Casa de Cultura de mi pueblo. Nosotros pondremos calor en ella y les iré contando.


domingo, 6 de octubre de 2024

Cuando la silla se mueve

 

En la empresa es habitual referirse a los principales directivos con la nomenclatura propia de un zoo: unicornios, tiburones y peces gordos. Se supone que el salario (a partir de 150.000 euros anuales) va en consonancia con las cualidades inherentes a lo exótico, voraz y/o directamente agresivo en el logro de ambiciosos objetivos vinculados al desarrollo del negocio. 

El peso de las retribuciones solía estar a la altura del retorno en la cuenta de resultados, pero la tendencia cambia primero en Estados Unidos e inmediatamente después en Europa (sabido es que si ellos estornudan, nosotros nos constipamos).

Los pesos pesados de las organizaciones (profesionales senior con altas retribuciones) están siendo paulatinamente sustituidos por dos clases de trabajadores: aquellos que durante un tiempo limitado prestan sus servicios externos aportando conocimiento y experiencia (interim management), y profesionales junior de la compañía promocionados a posiciones de poder tras un período de formación (coaching, reskilling). Las sillas de los peces gordos se mueven. 



El juego empresarial se complica si asoman los fondos de inversión cuya voracidad económica fuerza los ritmos productivos, cuestiona los salarios de los principales directivos, mueve algunas sillas o -directamente- prescinde de ellas. 

Si no hay un plan de sucesión que planifique la transferencia de conocimiento, el futuro se torna incierto. También peligran la pervivencia del ADN empresarial y la seguridad psicológica de la plantilla que entra en pánico cuando se destituye a las vacas sagradas de la compañía. ¿Qué hacer en este contexto? 

Sea cual fuere nuestra posición jerárquica y salarial, ser austeros es sinónimo de libertad frente a las servidumbres del consumo. Austeridad en usos y costumbres, gastos, fastos y apariencias. También dará tranquilidad el permanente reciclaje de conocimientos, habilidades y competencias profesionales. Me encantará conocer su opinión: su secreto para sobrevivir a las cambiantes modas y tendencias, así como descubrir el color del salvavidas que utiliza ante el maremoto empresarial.



Información relacionada: El País +  Interim Management