domingo, 26 de octubre de 2025

Alta Dirección / Alto Networking


Algunos de mis Ceos se centran solo en “picar la mina”, un KPI de riesgo para su carrera. Incorporar la práctica del networking de calidad cambia su destino.

"Picar mina" -trabajar mucho y bien- es necesario para llegar a posiciones de poder e influencia pero -en mi opinión- no es suficiente para mantener el cargo ni para escalar en el ranking profesional. Además de conocimiento, experiencia, esfuerzo y compromiso ¿qué más hay que practicar? Networking selectivo (con criterio) y de calidad, algo que siempre supieron los ricos.


Sede de la Forbes House, Madrid

 


Aunque ocupen la posición de Ceo, la mayoría de los ingenieros con los que he trabajado (más de un centenar de diversas compañías) son adictos a “picar mina” y alérgicos al networking. 

 

Como si fueran carboneros enganchados al grisú permanecen a pie de mina y se niegan a participar en eventos que consideran periféricos a su sector o profesión. Los ingenieros de élite tienden a considerar algunas actividades fuera de la fábrica como una frivolidad y una pérdida de tiempo cuando, en realidad, pueden representar un cambio de tendencia en su carrera, acaso en su vida. 


Me cuesta incorporar este concepto en la gestión diaria de mis directivos sepultados en la operativa de los negocios (en ocasiones tareas subalternas). Tan pronto detecto su resistencia, les animo a participar en actividades que propicien el networking. Reconozco que soy martillo pilón y más pronto que tarde les convenzo. Una vez ponen en marcha y despliegan el plan comprueban sus bondades, se arrepienten de no haberlo practicado antes, y afinan cada vez mejor el criterio de selección de aquellos saraos en los que participan.

 

Los ricos lo saben: relacionarse en entornos de lujo es una práctica exitosa (y habitual) que deriva en aumento de fortunas. Los encuentros formales e informales se desarrollan en lugares selectos que favorecen la cortesía y la complicidad, antesala de la confianza, esencia de los negocios. Un lugar en el que se cuecen conversaciones entre millonarios es la Forbes House (Chamberí, Madrid), un club privado cuya membresía asciende a 400 euros al mes.

 

¿Cómo integrar en nuestra vida esta práctica exitosa? Asistir a eventos, congresos, labs, conferencias, simposios... permite asomarse a otros sectores y negocios y -al mismo tiempo- hacerse visible ante empresarios, emprendedores, instituciones o compañías que de otro modo no podrían descubrir nuestra existencia y potencial. Reunirse con profesionales high level en lugares selectos permite acceder a información privilegiada, establecer innovadoras conexiones neuronales que llevan a ideas de negocio y -finalmente- incremento de oportunidades profesionales. 

 

Hacerse visible, aprender de/ con otros, generar entornos de confianza, sacar la cabeza de la caja, ampliar la mirada y generar oportunidades son algunas de las ventajas del networking. Solo queda incluirlo en la agenda directiva. ¡Ya no hay excusas!


Artículo relacionado en El País. TL: 2 minutos.

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