¿Cuáles son las consecuencias de pasar un trabajador disfuncional (patata caliente) de un departamento empresarial a otro? ¿Por qué se transfiere el problema?
Abundan las empresas en las que el despido está mal visto. Entiéndanme, no tengo perfil killer y voy a explicarme. Siendo el último cartucho, el despido hay que utilizarlo con determinación cuando ya no queda otro remedio.
Antes hay que enseñar, dar oportunidades, mantener conversaciones y hacer ver las consecuencias de los comportamientos incorrectos o disfuncionales. Antes hay que hacer seguimiento y -llegado el momento- sancionar y abrir un expediente (si el caso lo requiere). No solo porque son requisitos legales, sino también morales.
Cuando se ha quemado todo el espectro y el profesional persiste en no hacer su trabajo, demorar las fechas de entrega, chapucear la calidad, cargar a otros compañeros, faltar al respeto a su responsable directo y tomar reiteradas bajas injustificadas... ¡hay que despedir!
Entre las responsabilidades de un líder se encuentran proteger la viabilidad de la empresa, salvaguardar el bienestar de los equipos y asegurar el trabajo bien hecho. Tomando las tres responsabilidades por bandera hay que elegir entre la protección de los intereses colectivos (la totalidad de la empresa) y los individuales (el trabajador disfuncional).
Las cosas suelen verse con nitidez, pero algunas empresas son alérgicas al despido y -para esquivarlo- transfieren la "patata caliente" de un departamento a otro quemando a sucesivas tandas de compañeros, equipos, clientes, proveedores etc.
Hecho el correspondiente análisis, seguimiento y amonestación documentados, y alcanzado el diagnóstico cancerígeno ¡hay que extirpar! Si nadie dudaría en el caso de un carcinoma ¿por qué tiembla el pulso en las organizaciones?
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