A veces... me enamoro de las cosas más excéntricas: de un pequeño rollo de cuerda que utilizo para guiar las plantas, de un cesto de castaño destinado a cobijar docenas de pimientos verdes, de mi pareja, de los matojos de lavanda silvestre, de las viejas sandalias de paja Diadora, de la florecilla rosa que sujeta mi flequillo (devorada por el sol del verano) y de suslik, un tipo de ardilla europea terrestre amante de la contemplación en el interior de su madriguera que, sin embargo, emerge al sol en la época estival.
En ese gesto dentro y fuera de la madriguera recuerda mi necesidad de silencio e introspección en alternancia con el mundanal ruido. La ardilla suslik inspira mi cuaderno Back to Work.
1 comentario:
A mí también me enamoró la florecilla rosa de tu pelo... Ahora tendrás que susitutirla por el gorrito de lluvia gris.
Besos rosas y grises
M
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