Entre las personas que acudieron a la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao para escuchar mi ponencia sobre El liderazgo como elemento esencial en la construcción de equipos y el desarrollo empresarial se encontraba un joven trajeado que al término del encuentro se acercó para compartir unas palabras, recoger un ejemplar de la ponencia y llevarse ¡una bellota!, símbolo que utilizo en homenaje a Sir John Whitmore, mi mentor y padre conceptual del "entrenamiento empresarial". La bellota como metáfora del potencial humano que todas las personas tenemos para convertirnos en un frondoso roble.
Aquel fue el comienzo de una bella historia de éxito a gran escala precedido de una etapa de colaboración profesional que con el tiempo se ha transformado en complicidad.
¿Cómo lo ha hecho? subiéndose sobre los hombros ¡de gigantes! hombres y mujeres que le precedieron en la investigación y puesta en práctica de matrices de conocimiento empresarial.
Cuando nos sentamos por primera vez en mi despacho comenzamos por el diseño de un objetivo alcanzable, desafiante y acotado en el tiempo -lo que es conocido como un objetivo Smart / Grow en el contexto empresarial-. Desde el inicio el encargo tuvo dos dimensiones: la individual y la organizacional, es decir, que me contrató para pulir sus competencias de liderazgo y para propiciar un crecimiento exponencial de su empresa que entonces contaba con una plantilla de quince trabajadores, encarnando el prototipo de la empresa familiar vasca.
Desde entonces hasta hoy ha conseguido expansión geográfica, beneficios exponenciales e incremento de plantilla. ¿Dónde ha estado la magia? En su tesón y esfuerzo unido a una intuición excepcional para detectar desvios y evitarlos a la velocidad del rayo. La clave del éxito ha consistido también en rodearse de un equipo fiel de asesores y remeros, en leer cuantos libros le he recomendado y en practicar el networking, algo que a él en 2009 le parecía una banalidad. Finalmente han contribuido a su éxito su resilencia (aguante ante la adversidad, cuando se ha presentado) y cierto olfato salvaje ¿instinto? sí, aunque no solo.
Con metódica persistencia (y flexibilidad) hemos aplicado lo mejor de los modelos de negocio desarrollados por una treintena de renombrados expertos: el análisis Pestel o Dafo, la matriz de Ansoff, el modelo de Uppsala, la innovación abierta de Henry Chesbrough, las cinco fuerzas de Tom Peters, el océano azul, el modelo del cisne negro, el cuadro de mando integral...
Con metódica persistencia (y flexibilidad) hemos aplicado lo mejor de los modelos de negocio desarrollados por una treintena de renombrados expertos: el análisis Pestel o Dafo, la matriz de Ansoff, el modelo de Uppsala, la innovación abierta de Henry Chesbrough, las cinco fuerzas de Tom Peters, el océano azul, el modelo del cisne negro, el cuadro de mando integral...
Pero aún estamos vivos, seguimos colaborando y mantenemos la ilusión del primer día, cuando nos conocimos en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao. El empresario que viste Armani ha pulido sus competencias de liderazgo y multiplicado la plantilla por seis pero -insisto- aún tenemos desafío por delante porque el potencial es infinito y la musculatura del logro se entrena ¡a hombros de gigantes! hombres y mujeres dedicados a investigar lo que funciona en las universidades, los centros tecnológicos y en los libros. Del magma bibliográfico destaco dos joyas: El canon del management y Las decisiones estratégicas.
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