martes, 25 de agosto de 2015

Baja Tecnología, Alta Participación


Preparo mi viaje a Granada y esta vez he conseguido entrada para disfrutar de La Alhambra. Vuelvo a una tierra luminosa y al austero hotel del año pasado situado en la placita que hay junto a la catedral y el carrusel. 

Viajo por trabajo y el encargo es un desafío monumental: liberar el potencial ¿dormido? ¿atrapado? ¿sepultado? en una organización no gubernamental especializada en el trabajo con personas en riesgo de exclusión, aunque no solo en riesgo de exclusión. 

El tema me "toca", me alcanza, porque los profesionales de apoyo están sometidos a un estrés emocional extremo -llamémosle sin ambages sufrimiento- al que ningún ser humano se acostumbra aunque lidie con ello todo el tiempo. Esta es la razón por la que estos profesionales han de redoblar el auto-cuidado para alcanzar cierta impermeabilidad al dolor ajeno aceptando lo que "no puede ser cambiado" y mejorando lo que sí puede serlo.




La intervención durante dos días full time contará con los máximos decisores y con todas aquellas personas de la organización que deseen incorporarse a lo que se ha formulado como "un taller formativo-participativo centrado en competencias de liderazgo y gestión de equipos", dos temas que configuran mi especialidad y que fueron solicitados el año pasado por los trabajadores. 

No ocurre siempre, pero esta ocasión es gozosa ya que se produce un alineamiento total entre mi vocación de impulsora del cambio (liberando el potencial) y mi profesión como innovadora social (que propone la transformación humanista de las organizaciones). Así que preparo con primor las dinámicas participativas que llevaré a Granada y ¡una vez más! lo planteo low tech (con baja tecnología) buscando la implicación máxima de los participantes sin caprichos ni juguetes tipo power point.




En unas semanas viajaré a Granada con infinita ilusión y ganas de aportar sabiendo que los sistemas solo absoben aquello que pueden / quieren en un momento dado de su historia por más que el consultor artesano de turno (yo, en este caso) se empeñe. Pongo toda la carne en el asador y gestiono conmigo misma el desapego del resultado que, como siempre, no me pertenece.




El vuelo IB8327 con salida desde Fuenterrabía (Guipúzcoa) me dejará en tierra granadina de donde saldré tres días más tarde en otro Iberia operado por Air Nostrum. No planeo hacer compra alguna, así que en la maleta volverán mi escaso equipaje y los artilugios utilizados como metáforas, pretextos y cosificaciones de algunos binomios que importan en los equipos de trabajo tales como el equilibrio entre competición y colaboración / liderazgo y participación / reflexión y acción / conservar e innovar... A mi regreso compartiré la experiencia y juntos seguiremos haciendo camino al andar (Machado).


4 comentarios:

Antía dijo...

Una felicidad que compartas con tantos tu visión y justas medidas del logro en equipo. Un abrazo se te echa de menos.

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

En algún lugar se juntan el Atlántico y el Cantábrico, Antia. Gracias por el eco gallegüiño ;-D

Unknown dijo...

Inspirador. Seguro que será emocionalmente hermoso. Hasta pronto risueña Azuzena.

Azucena Vega Amuchástegui dijo...

Mil gracias, M´Angel. Ojalá nos encontremos pronto en persona en algún "prototipado" del ULab. Un abrazo, desde San Sebastián. ¡Gracias!