En el centenario de su nacimiento releo a José Luis Sampedro, admirable humanista cuyas "marcas en el camino" orientan la dignidad en el vivir y trabajar.
Busco una imagen y solo encuentro fotografías de los ultimísimos años del que fuera académico de la Lengua, escritor y catedrático de economía, además de heterodoxo nadador a contracorriente del pensamiento dominante y voz alzada contra las injusticias.
Ninguna fotografía de Sampedro con cincuenta, sesenta o setenta años -ya miembro de la Real Academia-... como si la imagen de la triste figura del hidalgo Sampedro no hubiese existido hasta el último suspiro que recoge el libro póstumo titulado La vida perenne.
Leo a Sampedro en el avión mientras me dirigo a una multinacional; me asomo a sus páginas cuando me encamino en tren a una empresa familiar; y absorbo su filosofía existencial en cafetines en los que reposo en medio del combate. Finalmente tomo como propia su definición de economía "... La economía es una ciencia social destinada a resolver la pobreza...".
La vida entendida como un río
y la escritura como una forma de vivir.
Levanto al vista del libro y suspiro profundamente ¡gracias José Luís! te siento cerca. Antes de entrar en la fábrica de Tolosaldea -donde hoy trabajo- aun me alcanza el tiempo para leer: "... los ideales de nuestro tiempo han quedado reducidos practicamente al éxito económico...". Paso el control de seguridad, me cuelgo el identificador de "visitante" y me calzo los zapatos de punta dura. ¡Allá voy Sampedro! ¿O será San Pedro?
3 comentarios:
Increíble la definición de economía, nada mas lejos de la realidad actual. Espere,que el curso del río de la vida nos permita redefinir nuestro valor como humanidad, un abrazo a los dos.
Antiaaaaaaaaaaaaaaaaaa... ¡gracias por asomarte al blog y aportar! y enhorabuena por tu propio blog.
Gracias! Lástima que no tenga tiempo para ese taller de escritura. Otro ocasión será. Un abrazo enormeeeee.
Publicar un comentario