Hoy tengo que "mediar" en tres conflictos que implican a un total de ocho personas de una prestigiosa entidad vasca. Ya sobre el papel el encargo resulta "espinoso".
He preparado el contexto, las normas, los tiempos y el lugar de los encuentros pero... no sé como proteger el alma para que no quede maltrecha al final de la jornada, porque me veré obligada a presenciar algunas miserias del ser humano y cierto dolor innecesario.
Antes de acercarme a la empresa abordo mi sesión de gimnasia meditativa y leo que la felicidad consiste en la capacidad de afrontar dificultades y sobreponerse a ellas. Finalmente me centro en los abdominales.
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