lunes, 6 de junio de 2022

Accountability y Madurez Profesional

 

Aunque soy contraria al uso de anglicismos, algunos conceptos no tienen una exacta traducción al castellano. Es el caso de accountability, un término que engloba dos veces la palabra responsabilidad en distintos grados o (si utilizamos una metáfora) diferentes cuerpos de letra. 

Imaginemos una responsabilidad escrita en el cuerpo 12 que consiste en hacer aquello a lo que te has comprometido: entregar un informe, visitar un cliente, analizar los resultados financieros o contratar a un cazatalentos para la captación de nuevos empleados. Imaginemos también una responsabilidad escrita en el cuerpo 36 que además asume las consecuencias de hacer / no hacer aquello a lo que te has comprometido y entonces tendremos el significado completo de la palabra accountability.

Que cada profesional de la empresa asuma su accountability tiene un impacto radical en la cuenta de resultados, la calidad de los productos, el futuro de la compañía, el clima laboral y la satisfacción de los clientes... Ocurre, sin embargo, que hablar de responsabilidad en doble cuerpo de letra no está alineado con la llamada "nueva cultura empresarial" y suena impopular.

El conocido comunicador @Jordi Alemany -un referente en @Linkedin- publica hoy la imagen que comparto:



Estando radicalmente de acuerdo con la propuesta de Alemany -que arrasa likes y comentarios- se trata solo del primer movimiento de la transformación empresarial: necesario pero no suficiente si los profesionales no asumen la autonomía que se les otorga y no hacen suya la responsabilidad de la tarea y sus resultados. 

La clave está en clarificar el insalvable vínculo entre acciones y consecuencias para el negocio, porque los líderes pueden delegar, confiar, desarrollar y otorgar autonomía y si los empleados no toman como propia la tarea y sus resultados no servirá de casi nada. Vemos líderes que transfieren conocimiento y obvian la supervisión (hacen su parte como gestores) que se encuentran con tareas fuera de plazo, clientes insatisfechos y pérdidas en la cuenta de explotación porque los trabajadores no han asumido su accountability, ese sinónimo de madurez...

Vivimos en un mundo en el que asumir responsabilidad de doble filo no está de moda y resulta impopular pero forma parte del algoritmo de la transformación empresarial.


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