domingo, 21 de septiembre de 2008

Mentoring o el arte de compartir

Desde que soy Azucena Vega 2.0, es decir, desde que dejé atrás mi carrera como periodista y escritora, y me re-inventé en 2002 al certificarme como Coach en lo que entonces era una emergente y desconocida profesión en nuestro país, he ejercido de Mentor de una veintena larga Coaches de todos los rincones de la geografía española. Ahora, las Universidades Politécnica y Complutense, ambas de Madrid, me invitan a compartir esta experiencia ante varios cientos de profesores, alumnos y empresarios. Será los días 18 y 19 de noviembre. Antes, deseo avanzar a los internautas y habituales lectores del blog lo que en mi parcial, limitada y acaso excéntrica opinión funciona/no funciona en Coaching.

Amarás tu profesión sobre todas las cosas, es decir, estarás dispuesto a dedicarle tiempo, mimo, recursos financieros, creatividad, contactos, redes, todo lo divino y lo humano para hacer de tu vocación (pasión) una profesión (algo rentable). Este principio sirve para los Coaches profesionales y para cualquier autónomo. Por cierto me han contado un anuncio televisivo que nos alude en clave de humor ¿lo han visto?

No tomarás el nombre del cliente en vano, ni el apellido, ni su estrato social o cultural ni el desafío que desea abordar. El Respeto con mayúsculas es la piedra filosofal de esta profesión. Respeto por sus grandezas y zozobras, miedos, opiniones y creencias aún cuando a modo de espejo tengas la obligación de hacerlas visibles para que la persona crezca, logre, sea la mejor versión de sí misma.

Santificarás todos los ratos que puedas, que, acaso, no sean muchos. Aquí rendiré honores a Covey y su Séptimo hábito de las personas altamente eficaces. Conviene parar a "afilar la sierra" para cortar más y mejores troncos en tiempos en actividad. Hay un chiste que ilustra muy bien este hábito eficaz y que les contaré otro día.

Honrarás la confidencialidad de cuantos secretos te confiese el cliente. Aún cuando sea su empresa la que pague los honorarios del Coaching y el gerente el que te presione para que le cuentes qué estás trabajando con su Jefe de Producción. No matarás la confianza que tu cliente deposita en ti, siendole fiel en los acuerdos, tiempos, pactos, seguimiento, lecturas, apoyos, risas y llantos.

No cometerás actos impuros siguiendo escrupulosamente el Código de Ética de la International Coach Federation (ICF) o de cualquier otra organización internacional de renombre y probada validación. Servirán ASESCO, la Asociación Española de Coaching, AECOP, y la propia ICF, en calidad de miembro asociado.

A pesar de "la fiebre del heno" desatada por cobrar cantidades astronómicas por los servicios de Coaching y por los datos de las últimas estadísticas Sherpa 08 serás honesto y cauto a la hora de establecer tarifas acordes con tu segmento de mercado, es decir, no robarás oportunidades de trabajar contigo a quien lo necesite ni dejarás de lado proyectos que en verdad tengan el potencial transformador de mejorar nuestra sociedad.

No mentirás sobre tus habilidades, títulos, experiencia o logros. No levantarás falsos testimonios que engrandezcan tu Ego y empequeñezcan tu alma ya que -en la práctica- son "pan para hoy y hambre para mañana" como indica el sabio refranero español. No codiciarás los bienes ajenos, los logros ajenos, ni la gloria ajena sino que diseñarás el éxito en tus propios términos e irás a por él a pecho descubierto, con lo mejor de ti mismo, vestido de persistencia, conociendo que el camino está cuajado de baches, acaso de socavones y que una vez superados te harán mejor persona y, por lo tanto, mejor Coach.

2 comentarios:

Socrates dijo...

Amén, que así sea.

Anónimo dijo...

Nos hemos dejado el no consentirse pensamientos ni deseos impuros. Y eso me lleva a preguntarme por la Pureza, cosa que, habitualmente, debo confesar que no hago. No sé en qué el Dios de Moisés estaba pensando cuando dictó el Noveno, pero "pureza" significa "ausencia de contaminación". Y, en ese sentido, me parece que nos viene como anillo al dedo: evítense pensamientos y deseos boicoteadores, comparativos, envidiosos, de lamento de lo que no somos. El coach y el cliente. Y sus respectivas santas madres y padres :-)