En blanco estaba la página de las plegarias esta mañana.
Algodonosa, casi de lino puro y en blanco esperando una oración.
Pasé por allí, alguien dijo que estábamos a 8.000 metros de altitud. La belleza del espectáculo de nubes era tal que me acordé de ti y recé para la eternidad tratando de alcanzarte en el ahora y aún cuando yo ya no esté. Pedí protección sobre todo cuando yo no pueda cobijarte.
A mil kilómetros de distancia te envolvió una sensación alegre e hiciste galletas de chocolate con adornos de confetti comestible y relleno de ternura(brownies). Después tocaste el violín y supiste que alguien en el planeta te quería honestamente. Vibraron al unísono los cien mil arcos del Conservatorio Superior de Música de Stuttgart, los geólogos hablaron de un terremoto leve en la escala Richter olvidando que las vetas más profundas de la tierra están hechas de amor.
martes, 21 de octubre de 2008
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